LAS
MUCHAS GUERRAS DE SIRIA
por Thierry
Meyssan
La guerra en Siria ha tomado un nuevo
rumbo, desde que se inició el conflicto armado cada vez el ímpetu por derrocar
a Bashar al-Asad es más tenaz.
Tanto es así que ha involucrado a toda la
pirámide de combatientes indirectos de primer orden, regionales, polarizados
entre el Gobierno legítimo de Siria, el del presidente Bashar al-Asad, que ha
aglutinado a Irán, Irak, Hezbolá que defienden el orden constitucional de Siria
así como a las minorías religiosas, protegidas por el Baaz sirio de un lado, de
otro se sitúan los terroristas de los innumerables grupos armados de pululan
por el mapa, Estado Islámico (Daesh), Frente Islámico, Frente Fath Al-Sham (la
refundación de Frente Al-Nusra, es decir, Al Qaeda), apoyados por Turquía,
Israel, Arabia Saudí, Catar, Emiratos Árabes Unidos. Pero ahí no acaba el juego
de alianzas ya que en el frente del presidente Bashar al-Asad se sitúa como
combatiente de tercer nivel Rusia y China, como potencias internacio-nales, y
en el frente del terrorismo se sitúa Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
En Siria no existe una guerra sino muchas,
es una muñeca rusa de guerras indirectas enmascaradas tras la guerra directa entre
Bashar al-Asad y sus opositores, el objetivo de Al-Asad y de sus aliados es
mantener la estabilidad en al región y contener tanto el sionismo israelí como
el sionismo árabe contenido en las naciones que rinden vasallaje a la entente
Tel Aviv-Bruselas-Washington, cuya función es intentar mantener el mundo
islámico atado a Occidente en la forma de un colonialismo indirecto de dictados
y recomendaciones y Siria es un problema ya que este país en un enclave de
primer orden estratégico no puede estar fuera de la órbita occidental.
Al mismo tiempo debemos ser conscientes de
que a finales de los años 90, en Estados Unidos, el Think Tank “Proyecto para
el nuevo siglo Americano” determinó que para que Estados Unidos tuviera un
dominio total estratégico Oriente Medio debía de ser reconfigurado siguiendo el
gusto de los neoconservadores de Washington, el plan, contenido en el texto
“reforzando las defensas de América”, establecía una serie de países que debían
de caer, y ser destruidos, para que el dominio fuera total, estos países eran:
– Iraq – El Líbano – Libia – Somalia – Sudán – Irán
Salvo este último y El Líbano, el resto de
países han sufrido los embites de las guerras de Estados Unidos para asegurarse
el control tanto de las rutas de suministro energético como las reservas de
hidrocarburos pero estos no contaban con que desde el primer lustro del año
2000 Rusia, China e Irán, conscientes de que debían unirse en un frente común
que defendiera sus intereses y a sus aliados comenzaron a modernizar sus
arsenales y a estrechar sus lazos o acabarían siendo destruidos o aislados.
Esta estrategia a largo plazo ha agotado a
Occidente económicamente, tanto Estados Unidos como la Unión Europea son
incapaces de financiar una guerra convencional como las vividas en Irak o en
Afganistán contra Bashar al-Asad debido a inasumible gasto militar por un lado
y la oposición de la ciudadanía occidental por otro. Al mismo tiempo Occidente
se apoya en los intereses de sus aliados en Oriente Medio cuyos pivotes son Israel,
Arabia Saudí y Turquía, cuyos intereses se basan en contener a Irán y ampliar
su influencia en esta región de ahí que funcionen como guardianes del status
quo y ayuden a armar y financiar a estos terroristas que, desde luego, son más
baratos en términos económicos, políticos y sociales que enviar a los soldados
nacionales en una misión militar convencional.
Al mismo tiempo esta estrategia basada en
el mercenariado y en la desinformación del conflicto en Siria está siendo
vencido por la realidad, totalmente palpable en el hecho de que el pueblo
sirio, en su mayoría, sigue apoyando a Bashar al-Asad ya que si así no fuera no
se podría entender que continuará en el poder después de tantos años de guerra
constante, y al mismo tiempo tampoco se podría entender la relativa calma,
están en tiempos de guerra, de las zonas controladas por el Gobierno sirio.
Israel ha sido un gran protagonista en
esta historia desde el principio ya que existen conflictos fronterizos entre
ambas partes debido a que desde la guerra de los seis días Israel ocupó, y no
ha devuelto, el territorio de los Altos del Golán, pertenecientes al territorio
sirio y que ha sido conquistado, anexionado y colonizado, contra el Derecho
Internacional. De hecho aquí están las resoluciones contra Israel por el
control del Golán.
-Resolución 242 de 22 de noviembre de 1967
-Resolución 446 de 22 de marzo de 1979
-Resolución 497 de 17 de diciembre de 1981
La presión de la comunidad internacional
para que cesen las actuaciones ilegales de Israel, también en Siria ha hecho
que la mejor opción para no ceder sea situarse en contra del presidente Bashar
al-Asad y el Baaz sirio que desde siempre ha sido un grave problema para Israel
debido al constante apoyo de Damasco hacia la causa Palestina, hacia Hezbolá
así como las buenas relaciones Damasco-Teherán. Debido a esto apoyan al
terrorismo internacional e intentan derrocar a Bashar al-Asad, para expulsar a
la influencia iraní de Siria, arrinconar a Hezbolá y cortar los apoyos de la
legítima causa Palestina.
Durante años en este conflicto las
injerencias ilegales de Israel en Siria en forma de ataques aéreos con aviones
y drones ha sido una constante hasta ayer, cuando tanto un dron como un avión
del régimen de Israel ha sido derribado sobrevolando el espacio aéreo sirio lo
cual pone la guerra en un nuevo nivel, no olvidemos que el Gobierno de Damasco
tiene asesores diplomáticos y militares de Rusia, China e Irán por lo que la
importante, y determinante, decisión del derribo de estos aviones ha sido
aprobado dentro y fuera de Siria que ha dicho alto y claro que no va a permitir
más injerencias del sionismo internacional en su territorio.