Los
traidores
"Veras
que todo es mentira, veras que nada es amor..."
Los
peronistas se ufanan de ser un movimiento político de traidores; es común el
chiste, de consumo interno, puertas para adentro pero a viva voz siempre,
alardeando, de tener una reunión de peronistas más de diez integrantes,
"compañeros", preguntar cuál es el traidor del grupo. Entiendo que la
mayoría de ellos se prende en la bufonada de puro guapo, como que el movimiento
histórico es así y se la banca, a ver, tal vez, dentro de su fenomenal
tendencia a la mistificaión, especulando con que son una suerte de movimiento
cristiano; y sí, compañero, un Judas debe de haber, conforme las Escrituras y
las "21" verdades peronistas.
Hoy día cada
vez que pueden meter un bocadillo mencionando al Obispo de Roma, peronista
según ellos y Julio Bárbaro, hombre de Guardia de Hierro para más datos habría
sido el jesuita, lo hacen; el nuevo guía espiritual del movimiento vendría a
ser nada menos que el Sumo Pontífice, más allá de que el cura de Flores sienta
repugnancia por esa dignidad y en privado pida que lo llamen "Padre
Jorge", sí, si es por demagogia el jesuita gana por goleada.. No queremos
imaginar a Perón vivo, sonriente, acariciando los caniches, hablando del cura
de Flores con su habitual picardia, tildándolo como un hombre del movimiento.
Con una misión especial, de alto riego, por ejemplo, terminar de destruir a la
Iglesia Católica.
Esto vendría
resultar un rasgo esencial del peronismo: son traidores porque son cristianos,
humanistas y cristianos se presentaban en el Congreso de Filosofía de 1949. Sí,
altri tempi. No, los peronistas son traidores por otra historia. Vamos a
contarla. Entender ese momento crucial de la historia argentina, de la historia
de un movimiento político que empezó a llamarse peronismo muchos años más tarde
que en 1945/1946, tal vez nos explique una razón suficiente de la historia de
la decadencia del movimiento fundado por Perón y que va a cumplir 70 años en
poco tiempo. También, la causa eficiente de la decadencia argentina, en picada
perpetua, desde hace siete décadas. El peronismo es un movimiento político de
traidores, porque su fundador, Juan Perón, es el traidor más fenomenal de la
historia argentina, tal vez, de la historia contemporánea. Vamos a desentrañar
esa madeja que nos enreda desde hace demasiado tiempo. Al menos dar con la punta
del ovillo.
No está de
más decir que en el peronismo militan y han militado hombres y mujeres más que
honorables, algunos de comunión diaria, lo digo sin ironía, los cuales ni
siquiera reconocen esta condición de traidores que portan como un sello, en la
frente. Son una suerte de pararrayos que justifican incluso hoy día cosas tan
aberrantes como la narcopolítica de la cual el peronismo hace y deshace en la
provincia de Buenos Aires desde hace casi treinta años, otro tanto en el NOA,
en los provincias que limitan con Bolivia, productor de cocaína. Ellos
entienden al movimiento como una suerte de Arca de Noé, en donde militan todos
"los animales juntos". Siempre, claro, el vocabulario bíblico servirá
de subterfugio para explicar lo inexplicable, abonar el mito.
El fascismo
europeo
("ni
yankis ni marxistas, peronistas")
A principios
de la década del 30, en plena crisis del capitalismo, consolidado el stalinismo
en la dirección política de la revolución rusa, congelada, expulsado y
perseguido Trotsky, quien sería asesinado por un esbirro de Stalin en 1940, los
movimientos nacionales europeos se consolidaban en Europa: Italia, Alemania,
España, Portugal, Rumania, Hungría. En la Argentina, el auge del nacionalismo
era cierto y potente; durante los años del primer y segundo gobierno de
Hipólito Irigoyen, inspirados en los fascimos europeos, desfilaban jóvenes de
clase media y media alta, uniformados; en sus postulados, eran una reacción
tanto contra la democracia liberal burguesa, como contra las avanzadas de la
revolución rusa, que, ya durante la Semana Trágica, en Buenos Aires, en 1918,
habían demostrado sus pretensiones. Lo cierto es que no tenían arraigo popular,
eran expresiones de élite, tan soberbios como poco dotados para la política,
estériles. A fines de los 30, tanto durante la guerra española, como en los
inicios y a mediados de la Segunda Guerra mundial, había cantidad de
simpatizantes de las fuerzas del Eje.
Antes, el revisionismo histórico y los autores del pensamiento nacional,
cuestionaban tanto al imperio británico, del cual nuestro país era una colonia
de hecho y derecho, al tiempo que miraban con recelo a los EEUU, que aún no
imponía su hegemonía, cosa que haría durante el transcurso de la guerra, con
los acuerdos de Bretton Woods, en 1944, imponiendo el dolar como la moneda del
mundo. Incluso los intelectuales y militantes de FORJA, radicales,
reivindicaban el término, declarándose nacionalistas. Entonces, no era un
pecado mortal presentarse como tal, era motivo de orgullo.
En ese caldo
de cultivo se había ido formando Perón,
del cual abrevaba desde hace largo rato, había recibido su bautizo de fuego
durante el golpe que derroca a Hipólito Irigoyen en 1930, como edecán del
General Justo, tanto como que había participado de la represión al anarquismo
infiltrado durante la Semana Trágica en 1918, con el grado de Teniente, a cargo
del Arsenal Estaban de Luca, muy cercano a los talleres metalúrgicos Vassena,
epicentro del intento revolucionario.A principios de los 40, Perón, que había
recorrido Europa durante el auge del fascismo, había sido agregado militar de
la embajada argentina en Roma, nada menos, militaba en un grupo conspirador
nacionalista del Ejército Argentino, El GOU, Grupo de Oficiales Unidos, del
cual no era su principal dirigente, ni del círculo de la conducción siquiera,
pero se las ingeniaría para ir dejando detrás suyo uno tras otro de esos
oficiales del GOU, para luego de la revolución de 1943, presentarse como el
hombre del destino.
En el plano
ideológico, los fascismos europeos, todos movimientos populares, eran una
reacción tanto al capitalismo financiero, como al colectivismo totalitario
marxista. La tercera posición, de la cual se ufanará ser el autor intelectual
Juan Perón, con el eufemismo del Justicialismo, creación ad hoc del Congreso de
Filosofía de 1949, de la mano y redacción de tres filósofos que actúan por
encargo, Nimio de Anquín, Coriolano Alberini y Carlos de Astrada, fundamentando
ese libelo corporativista conocido como La Comunidad Organizada, había sido presentada
por Benito Mussolini en el ensayo El espíritu de la revolución fascista veinte
años antes. En esto es sorprendente Perón, quien jamás reconoció su pertenencia
intelectual, pretendiendo presentar al Justicialismo como una creación ex
nihlo, fruto de su talento e inspiración. Esto será una constante en la vida de
Perón, ir dejando de lado a sus principales aliados y colaboradores, incluyo a
Evita en esta larga lista, así como el adjudicarse la autoria intelectual y
moral de un movimiento político ni creado ni construido por él. Desde ya, su
sello indeleble, su marca de agua, tiene más que ver con la decadencia y
destrucción de su pretendida obra.
Sin errar,
son muchos los que definen a los fascismos como una reacción al comunismo, cosa
absolutamente cierta. Y no era para menos, el movimiento fundado por Lenin y
Trostsky, había sido heredado por un personaje siniestro como Josef Stalin,
entonces, ya conocido como un tirano brutal y sanguinario; los comunistas que
pretendían extender los triunfos de socialismo ruso al resto del planeta, es
una de las tesis fundantes de Karl Marx, la revolución mundial, reportaban
todos a las embajadas de Stalin, las cuales los proveían tanto moral como
materialmente. Estaba probado que la democracia liberal burguesa era incapaz de
ser un muro de contención a la avalancha comunista. Así habían nacido estos
movimientos populares, todo con una base proletaria, obrera, como muro de
contención al avance marxista, así como una superación de la democracia
liberal, vacía, ajena a las verdaderas necesidades y reivindicaciones de los
trabajadores.
De los
movimientos fascistas europeos, el que más había inspirado a Perón, era el
Falangismo creado por José Antonio Primo de Rivera. La Falange Española de las
Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista. Tal el nombre completo de la Falange.
Sus postulados esenciales, expresados por una pluma notable, con la poética de
un amigo entrañable de Federico García Lorca, como lo era el Marqués de
Estella, conmovían, llegaban primero al corazón y luego a la razón. Lo práctico
de poder leer una obra escrita política y poética en la propia lengua,
redactada con la simpleza y verdad del joven revolucionario español, seducía de
por sí, no precisaba mayores deliberaciones. Y, diferencia nada menor, el
falangismo, a diferencia del fascismo y el nazismo, no era ni materialista ni
ateo, era católico; José Antonio definía al hombre como un "portador de valores
eternos"; a la política como el arte de lo imposible: "el camino más
corto entre dos puntos, es la línea que pasa por las estrellas...". Sumado
al aura de su prematura muerte, a los 33 años, en los inicios de una guerra
trágica que a los argentinos les llegaba demasiado. Poco y nada que ver tendría
el ideario de José Antonio con la dictadura estéril de Francisco Franco. Esa es
otra historia.
En ese marco
político internacional, con el cataclismo de la Segunda Guerra en su apogeo,
esto es, la reacción del capitalismo y el comunismo, unidos, enfrentando al
enemigo común, el movimiento nacional europeo, el GOU genera el golpe de 1943,
sobre todo, con el afán de impedir la entrada de la Argentina en la contienda
mundial, manteniendo su neutralidad, así como para evitar el vuelco de las
masas obreras a los postulados del marxismo. El coronel Perón, muy bien
secundado por el coronel Mercante, hijo de un dirigente obrero ferroviario,
líder de La Fraternidad, asume el cargo de Secretario de Trabajo, propiciando
una política de reivindicaciones obreras, ante un movimiento sindical que tenía
ya décadas de existencia. No por nada, Evita, definía al General Mercante como
el "corazón de Perón"; luego de la muerte de la líder espiritual del
movimiento, Mercante seguirá la suerte de tantos otros leales a Perón, será
perseguido, expulsado del movimiento y deberá exiliarse en Montevideo. No
adelantemos esta revisión histórica, es verdad, cuesta sostener el hilo, la
indignación ante una traición tan aberrante como poco conocida; como si este
pecado original, fuera la razón del ser nacional, el cual debe de ser
preservado a todo costa, incluso al punto de desaparecer como Nación y sociedad
civilizada, empecinados en soportar la impostura histórica.
En el año
1944, dos hechos aparentemente aislados, comienzan a presentar a Perón como el
hombre a abatir por las fuerzas reaccionarias, la sanción por parte del Tte.
Gral. Edelmiro Farrell, presidente de la Nación, del estatuto del peón rural,
uno de los postulados del movimiento revolucionario de 1943, y el terremoto de
San Juan, tragedia que había ocurrido en los comienzos del año, arrasando la
capital sanjuanina, destruyendo el 80% de sus casas, provocando 20.000 víctimas
fatales. Esa tragedia nacional, impulsa a una joven actriz de escasa carrera
profesional, María Eva Duarte, a abocarse a la asistencia y socorro de las
víctimas. Así conoce al coronel Perón, presentada, justamente por el coronel
Mercante, en un acto a beneficio en el Luna Park. A esto se suma su carisma y personalismo,
que lo presentaban ya como un candidato político. Los hechos se precipitan, la
reacción de la Sociedad Rural, expresión política organizada de la oligarquía,
las internas militares, la sospecha del filo fascismo de Perón, los espías de
una u otra potencia que operan en Buenos Aires, la masonería, siempre actuante,
fuerzan la caída del coronel obrerista, su destino de cárcel, en la isla Martín
García, octubre de 1945.
El Partido
Laborista de la Argentina
Lo que voy a
contar, los hitos de la historia de una traición tan negada, tiene el aporte de
dos personajes históricos, uno, muy destacado, el dirigente telefónico Luis
Gay, secretario general de la CGT-Catamarca, corriente revolucionaria sindical
nacionalista, luego Unión Sindical Argentina, el máximo dirigente sindical que
apoya la revolución de 1943 y al coronel Juan Perón, y la de otro, ignota, la
de un perseguido político por el peronismo de 1945 al 55 y por los gorilas, de
ahí en más, experto en comunicaciones y echado de sus trabajos por temas
vinculados siempre con el petróleo, el movimiento nacional e YPF, un joven
universitario mendocino, jefe de la Alianza Libertadora Nacionalista en La
Plata, entonces, José Linares Benegas, a saber, mi padre. Pepe Linares,
entonces, había comenzado su carrera de medicina en la UBA, para trasladarse
luego a La Plata. En Buenos Aires, había compartido un departamento en el
boulevard Charcas, con Jorge Farrell, cadete del Colegio Militar, hijo del
General Edelmiro Farrell, quien destinado en Mendoza años antes, había apoyado
a la Agrupación de Andinistas Argentinos fundada por mi padre y sus amigos de
aventura de montaña, con un camión del EA; Perón, de paso por Mendoza, entrena
a esa agrupación montañesa en el esquí, deporte que practicaba con pasión, luego
de haberlo dominado en los alpes italianos.
La epopeya
del 17 de octubre no fue ni espontánea ni casual. Fue organizada por el
movimiento obrero, sus principales referentes sindicales y políticos, esto
es, Cipriano Reyes, al frente de la
poderosa Federación de Sindicatos Autónomos de Obreros de la Carne y Luis Gay.
Mi padre, en La Plata, cuenta que la conducción nacional de la ALN le había
provisto fondos para comprar boletos para el tren, para que las masas obreras
viajaran para la concentración pactada en Capital. En Plaza de Mayo. Los
trabajadores toman los trenes y entran por puertas y ventanas, libertarios. No
tenía freno posible el movimiento popular, se había desatado. Aprovecho para
recordar la memoria del único caída de esa jornada histórica, Darwin
Passaponti, estudiante secundario, poeta, tenia 17 años, militante de la
Alianza Libertadora Nacionalista, asesinado por balas disparadas desde el
diario Crítica por militantes comunistas. Nunca hubiera imaginado Passaponti
que décadas más tarde, comunistas disfrazados de peronistas, llegaran al poder
en la Argentina, para enriquecerse como antes nadie, con una corrupción
desaforada. Otra paradoja trágica del movimiento de los traidores.
Lo demás es
historia menos conocida, muy poco conocida, de hecho, oculta, negada,
tergiversada. En menos de una semana, el movimiento obrero nacionalista,
nacional sindicalista, funda el Partido Laborista de la Argentina; lo hacen con
tanta astucia política, que lo bautizan como el Partido inglés que había
derrotado al conservador Winston Churchill, vencedor de la guerra, en las
recientes elecciones en el Reino Unido, cosa de que no hubiera la más remota
asociación de sus intereses y esperanzas, con el movimiento fascista europeo
que acababa de perder la guerra. Nada menos. Entre los postulados
revolucionarios del PLA, figuraban, por ejemplo, la reforma agraria, la
participación de los trabajadores en la dirección y las ganancias de las
empresas, el voto femenino.
Eran
democráticos, pluralistas, pacíficos. Humanistas y cristianos. Rechazaban al
marxismo, pero no a los compañeros de esa filiación. Abiertos y plurales, aceptaban desde ya en su seno a compañeros
anarquistas y socialistas, trabajadores incansables en la construcción del
frente sindical desde hacía décadas; el pensamiento del PLA era moderno y
revolucionario, práctico, con el sello inconfundible de la gente de trabajo;
eran también conscientes del momento histórico y de su poder político. Los
comunistas soviéticos del PC, desde ya, a ellos no los podían ver ni en fotos.
La máxima autoridad política del PLA había sido elegida en la persona de Luis
Gay. Perón no era autoridad partidaria del laborismo, sólo su afiliado número
uno. Era un partido obrero. Tenía participación universitaria en sus segundas
líneas, mi padre, había participado de las reuniones fundacionales del PLA que
se habían hecho en el taller de un artista plástico Horacio Rabuffetti, en el
pasaje Seaver, en el barrio de Retiro.
El 24 de
octubre, una semana más tarde de la epopeya del 17, esos líderes obreros fundan
el Partido Laborista. Integran su conducción, Monzalvo y Tejada (ferroviarios),
Manuel García (espectáculos), Vicente Garófalo (vidrio), Leandro Reyes
(periodistas); Luis Gay ejerce la presidencia, Cirpiano Reyes la del comité de la
provincia más poderosa, la de Buenos Aires, Perón, afiliado número uno. En
pocos meses construyen un partido a nivel nacional y hacen presidente a Perón
el 26 de febrero de 1946, aportándole el 85% de sus votos. Perón, fiel a su
esencia, propia del perfil psicológico de un bastardo reconocido de manera
tardía, esto es, con una gran inseguridad personal, incapaz de aceptar a nadie
que se ponga a su par, autoritario, vertical, disuelve por un radiograma
militar al Partido Laborista de la Argentina el 23 de mayo de 1946, -cuatro
meses más tarde de haber llegado al poder gracias al partido de los
trabajadores-, funda el Partido Único de la Revolución Nacional -fascismo
puro-, mostrando su inconfundible hilacha antidemocrática. A ver si nos
entendemos, no era autoridad partidaria, no tenía ninguna potestad para
disolver al PLA, menos por un radiograma militar. No, no estaba dispuesto a
compartir el poder con el movimiento obrero organizado ni en broma.
Cuenta Luis
Gay en su libro "El partido Laborista en la Argentina", que esa noche
se rompieron más cuadros de Perón en los sindicatos que durante la revolución
Libertadora. Perón persigue, deporta, encarcela a los dirigentes sindicales que
no aceptan su mandato. El 17 de octubre de 1946 se festeja en dos espacios
diferentes, en Plaza de Mayo, el oficialista, nombrado como "El día de la
Lealtad"; sí, parece chiste; pura perversión, a partir de esa fecha Perón
exige lealtad incondicional a quienes había traicionado; sadismo de alta
escuela; no es el moderno "mentime que me gusta", es el más añejo
"pegame que me gusta". En la Av. 9 de Julio, el convocado por el
sindicalismo no alineado y las autoridades depuestas del PLA, nombrado como
"El día del Pueblo". Para esos días, Cipriano Reyes le había enviado
a Perón una carta que se hizo pública, la cual le valió su posterior condena.
Reproducimos la carta al final de la nota.
Eva Perón
era testigo impávido de todo esto, no aparece hasta 1948. Siempre, claro,
exigiendo de buenas y malas maneras el apoyo incondicional a Perón y su
movimiento vertical, fascista, como lo hace durante la huelga ferroviaria en
los talleres de Remedios de Escalada, en donde primero seduce con su habitual
estilo campechano, para que levanten la huelga, luego los putea, para terminar
amenazándolos con la represión del ejército, cosa que sucede al día siguiente.
Sí, ella, Evita. La dirigencia sindical peronista, para entonces ya hacía gala de sus rasgos
esenciales, obsecuencia y sometimiento, corruptela, burocracia. La revolución
había abortado. Hay un psiquiatra mediático que se dedica a hacer preguntas por
email sobre el daño psicológico que provoca tal y cual atentado terrorista.
Sería un aporte para su apretada agenda, que se interrogara cuál es el daño que
provoca en el tejido social de un pueblo, una traición de semejante entidad. Y
si el daño es irreversible. Cosa que así parece.
El
retroceso, a ojos vistas, espanta, en el 2015, la CGT hace paros para no pagar
impuestos a las ganancias, lejos, la participación en la dirección del poder
político revolucionario, las empresas, estatales y privadas, el movimiento
agrario, la generación de la riqueza, la participación en las ganancias, todos
postulados del PL fundado en octubre de 1945. Se contempla así un movimiento
obrero estéril, con líderes corruptos, enriquecidos, vitalicios, y una masa de
trabajadores descalzados, con pretensiones burguesas siempre insatisfechas,
incapaces de elucubrar y pergeñar otro destino, apenas conservar el puesto e ir
trepando, aprovechando circunstancias y coyunturas, inorgánicos, o tentados por
el foquismo troskista amateur, que sólo aporta conflictos, no construcción de
poder revolucionario. Poder político. La madre de todas las traiciones
posteriores se había perpetrado. Había nacido el movimiento político de traidores
más importante de América: el peronismo. Es tan aberrante este hecho, que
circulan boletas de las elecciones del 46, boletas del Partido Laborista,
obvio, a las cuales se les ha borrado este identidad partidaria y se las
presenta como boletas del "partido peronista", que no existió hasta
años más tarde. Un partido desaparecido, NN, había sido el fundado por los
trabajadores luego de rescatar al falso líder de la cárcel. Al traidor más
notable de la historia argentina.
Braden&Perón
En 1947,
para desplazar a Luis Gay de la conducción de la CGT, habida cuenta de la
resistencia pasiva marcada por éste luego de la disolución del Partido
Laborista, Perón acusa al dirigente sindical telefónico de conspirar junto con
los EEUU contra la revolución, aún no llamada "justicialista" (ese
término recién se estrenaría en 1949); Gay había mantenido una reunión de
cortesía con los dirigentes sindicales norteamericanos, la AFL, que habían visitado a su pares argentinos, en
Buenos Aires. La delegación norteamericana había viajado para constatar en
terreno que el movimiento de Perón no era fascista. Perón, sin pruebas, acusa a
Gay de conspirador y lo hace renunciar a la CGT, colocando a un hombre servil a
sus intereses, Aurelio Hernández.
Su candidato
y principal referente sindical servil a su mandato unipersonal, Angel
Borlenghi, ya había sido nombrado al frente del Ministerio del Interior y se
dedicaría desde la Sección Especial de la Policía Federal, a perseguir,
encarcelar y torturar opositores. Así operaban los traidores al Partido
Laborista; Borlenghi, secretario general del poderoso gremio de los empleados
de Comercia, había sido también miembro fundador del laborismo argentino, era
socialista. Lo cual no le impidió mandar a torturar en 1948 a Cipriano Reyes,
confundador del PL junto con Gay y él, detenido y acusado de planear asesinar a
Perón y Evita a la salida del Teatro Colón.
El mito
urbano narra que en una sesión de torturas Cipriano es castrado. Cipriano
permanece detenido en base a una falsa denuncia desde setiembre de 1948 -el
titular del diario Clarín de la fecha, 24 de setiembre de 1948, habla de un
vasto complot, dirigido por el embajador norteamericano John Girffiths, desde
Montevideo-, hasta setiembre de 1955, es liberado por la revolución
Libertadora. Sobran comentarios. Siete años de cárcel y tortura, sin juicio de
ninguna índole y sin pruebas, por oponerse al personalismo de Perón. A ver si
lo entienden los peronistas, Reyes había llevado a Perón al poder. Si eso no es
una tiranía, no sabemos qué otra cosa puede serlo. Y por favor, no asociar a
Reyes ni a la oligarquía ni a la embajada norteamericana, nada más ajeno e
infame. La metáfora de que castrando a Cirpiano se castra el movimiento obrero
revolucionario, no es baladí. No existe metáfora mejor para ilustrar la
tragedia de los argentinos. La desgracia del movimiento obrero.
A ver si
podemos tener un panorama más abarcador de ese momento histórico, el fin de la
Segunda Guerra, meses antes, el 7 de mayo se había rendido Alemania y el 2 de
setiembre lo hacía el Japón. Un mes y días más tarde, ocurría el 17 de octubre,
la epopeya del movimiento obrero argentino, el más poderoso de América del Sur,
luego traicionado por un coronel con delirios de grandeza. Para ese entonces,
el PBI de la Argentina, superaba al del resto de los países del
hispoanoamérica, esto incluye al Brasil y a México. Todos los PBI de esos
países hermanos sumados, no superaban al de la Argentina. Las reservas de oro
de nuestro país, esto es literal, contado por notorios peronistas, ocupaban
pasillos y bibliotecas del Banco Central, hasta los techos; el Reino Unido, por
ejemplo, era acreedor de nuestro Tesoro, con deuda pública contraída durante la
guerra, tiempo en el cual nuestra país alimentó a Europa. En el momento en que
irrumpe Perón en el poder, cuenta con una economía floreciente, una moneda
estable, reservas millonarias en oro.
Ocho años
más tarde de haber destruido al Partido Laborista que lo había llevado al poder
en 1946, perseguido a la dirigencia sindical que lo había enfrentado,
encarcelándolos, torturándolos, deportándolos, -haciendo renunciar a Luis Gay,
secretario general de la CGT por asociarlo a una conspiración de los EEUU, sin
ningún tipo de pruebas-, Perón decide entregar 50.000 km2 del territorio
nacional de Santa Cruz, no era aún ni siquiera una provincia, a una empresa
petrolera subsidiaria de la Standard Oil del clan Rockefeller, holding de cual
era abogado nada menos que aquél Spruille Braden, embajador de los EEUU en
Argentina en 1945, su antagonista de entonces. Perón, como un cáncer, había
devorado la revolución que había pretendido inventar de la nada, ex nihlo,
engendro fascista criollo, que había dejado en el camino a miles de seguidores
de la primera hora, los más destacados, el propio General Mercante, su sucesor
natural, que de estar al frente de la gobernación de la provincia más grande de
la Argentina, la de Buenos Aires, había sido también obligado a partir al
exilio. Intelectuales destacados, como el autor de la Constitución de 1949, el
Dr. Arturo Sampay, también había tenido que buscar refugio en la capital
uruguaya. Esta decisión de Perón, contranatura, aleja del seno del peronismo a
la última gente leal que lo rodeaba, el presidente de YPF, el Ing. Conessa, el
presidente de la Cámara de Diputados, John W. Cooke.
El Dr.
Adolfo Silenzi de Stagni, titular en la carrera de Derecho de la UBA en la
materia Derecho Minero, denuncia los contratos petroleros firmados por Perón,
como "leoninos", en una clase abierta memorable en el Aula Magna de
la Facultad, ante cientos de estudiantes, precisando con lujo de detalles la
falsedad ideológica del proyecto de ley, en donde incluso Perón es denunciado
por haber falseado las estadísticas de la producción petrolera de YPF del año
1954 (un clásico del peronismo), al presentar el proyecto en marzo de 1955, al
inicio de las actividades legislativas. Perón lo manda encarcelar por
"alterar el orden público". Dos décadas más tarde, Silenzi de Stagni
recibe amenazas de muerte de la Triple A, creada por Perón, debe exiliarse en
Brasil. Lopez Rega era un sirviente funcional a Perón y sus manipulaciones,
siempre fue eso; salvo cuando manda asesinar a Rucci, para "heredar"
el movimiento, meses antes de la muerte de Perón; jamás Lopez Rega tuvo
potestad ni poder para crear la Triple A de por sí.
Perón es
denunciado incluso en ese entonces, 1955, por traición, por haber violado la
Constitución Nacional del 49, la cual expresamente declaraba las riquezas del
subsuelo como bienes de la Nación, inalienables: "Los minerales, las
caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de carbón y de gas, y las demás
fuentes naturales de energía, con excepción de los vegetales, son propiedad
imprescriptibles e inalienables de la Nación, con la correspondiente participación
en su producto que se convendrá con las provincias". Perón, que había
recibido el bautizo de fuego de su carrera político militar, en 1930, al
participar del derrocamiento de Hipólito Irigoyen de la mano de un golpe
petrolero de la oligarquía salteña asociada con petroleras norteamericanas -una
semana más tarde del golpe del 30 se iba a votar en el Congreso la ley Mosconi,
para nacionalizar el petróleo, su producción y comercialización en todas sus
etapas, por eso fue derrocado Irigoyen-, cerraba el círculo perfecto de su obra
perversa, entregando el petróleo a los norteamericanos, que diez años antes
decía combatir.
La obra de
Scalabrini Ortiz y Luis Dellepiane, Cuaderno Nº 4 de Forja, "Petróleo e
Imperialismo", que había servido para nutrir ideológicamente a los
militares nacionalistas del GOU, se incineraba en público. Luego de derrocado,
desde el exilio, forzará a sus seguidores a votar a Arturo Frondizi, hombre del
grupo Clarín, el cual volverá a entregar el petróleo a los norteamericanos. De
ahí en más, la disposición del peronismo para entregar y desguazar YPF será una
constante. Luego de ser privatizada en 1992, por obra y gracia de Carlos Menen
y Néstor Kirchner, entregada a una empresa de falsa bandera (Repsol),
subsidiaria de la British Petroleum; sí, es cierto, la acción de oro del Estado
la termina de entregar Fernando dela Rua: Hoy día YPF es una Sociedad Anónima,
nunca ha sido nacionalizada, con contratos petroleros tan leoninos como los de
1955, pero secretos, los beneficiarios,
otra empresa del Clan Rockefeller, ex Standard Oil, la Chevron.
En su libro
"El petróleo argentino", Silenzi de Stagni disecciona la gestión de
Perón, anulando el impulso creativo y de autogestión de YPF, con burócratas
sindicales imponiendo criterios absurdos sobre el personal técnico de la más
grande empresa petrolera de bandera de América, la cual no puede llegar a
cumplir con su objetivo, el autoabastecimiento, sólo llega al 85%, por esta
ineptitud directriz de la conducción política. Perón, un megalómano, convencido
de que él podía y sabía de todos lo humano y divino, erraba en lo básico,
incapaz de la más mínima autocrítica, le echaba la culpa de su fracaso a los
"vendepatrias". Otro clásico. En alto contraste con el caso testigo
de YPF, está el de la Comisión Nacional de Energía Atómica, siempre en manos de
profesionales, científicos y técnicos. Hoy día la Argentina exporta reactores
nucleares a países del primer mundo y agua pesada nada menos que a los EEUU:
Lapidario.
La barbarie
gorila
El General
Franklin Lucero, Ministro de Guerra de Perón, cuenta en su libro "El
precio de la lealtad" (1959), cómo durante los bombardeos a Plaza de Mayo,
en junio de 1955, Perón estaba refugiado en un búnker blindado debajo del
edificio del Comando en Jefe del Ejército, detrás de la Casa de Gobierno, a la
cual se accedía por túneles. Perón estaba a tanto del plan de los bombardeos
gorilas a la Casa Rosada, informado por los servicios de inteligencia leales a
él, dos semanas antes del bárbaro ataque, con todo el poder de policía para
detenerlos, los cabecillas del intento de golpe de la Marina incluso habían
sido filmados, eran minoría dentro de la misma fuerza. Jamás estuvo en riesgo
su vida durante ese ataque. Pudo haber evitado una masacre que le sirvió para
victimarse, precipitando su retirada del gobierno, como se lo expresa en una carta divulgada por Lucero, redactada
de puño y letra por Perón el 16 de setiembre de 1955. Había decidido retirarse
así, napoleónicamente, esto es, expulsado por la fuerza, lo cual le dejaba
abierta la puerta para un retorno probable. La gran diferencia con el genio
militar francés, Perón jamás había presentado ni presentaría batalla. Con un
rasgo propio, inherente a su condición de traidor, la cobardía. En su
precipitada huida, traicionaría a Evita por segunda vez, dejando su cuerpo
embalsamado y expuesto en la CGT, a merced de la morbosa obscenidad gorila.
La primer
traición histórica de Perón, recordemos, fue la disolución del partido de los
trabajadores que lo había llevado al poder. Luego fue dejando un tendal en el
camino, hasta traicionar a Evita, cuando el pueblo fervoroso le quería como
vicepresidente, luego al General Mercante, su mentor. Luego entrega a YPF, la
empresa estatal más poderoso de América. En 1955, entrega al pueblo peronista
atado de pies y manos a la barbarie gorila, inerme, según él, para evitar una
guerra civil; falso, la persecución es sangrienta y sistemática, cuando
disponía del triple del poder de fuego que los rebeldes gorilas para haberlos
derrotada militarmente.
La historia
se repetirá veinte años más tarde, cuando entrega a miles de jóvenes a la
locura de la guerrilla -infiltrada y manipulada desde su gestación por
servicios de inteligencia locales y foráneos-, sediento de poder como lo
estaba, a pesar de su avanzada edad, para luego masacrarlos, al no poder
someterlos, con el aparato paramilitar de la Triple A, poniendo a la Argentina
en el escenario trágico de una guerra civil en ciernes, conforme los postulados
de la guerra revolucionaria proclamados por Ernesto Guevara en la
Tricontinental de La Habana, en 1966, copiados y corregidos por el Foreing
Office, el MI-6 y los manuales del Pentágono. Recordemos que en el círculo más
bajo del infierno de Dante, en el noveno, se castiga a los traidores, empezando
por el primero, que los recibe, Lucifer. Judas y Bruto, encabezan la lista.
Perón, el líder sin manos, castigo que se le procura a los traidores, yace en
ese inframundo dantesco.
La tragedia
de la Argentina, es que la reacción gorila por Perón provocada, causó tanto
daño y desolación, cometió tantos crímenes, que de una forma u otra, expurgó la
malicia de Perón, dejándolo en un limbo metahistórico en donde casi es
imposible juzgarlo, hacerle una crítica asertiva, en donde hay vencedores y
vencidos, con la caída más dramática para cualquier prospectiva analítica,
científica. El mito siempre se impone. Luego, el proyecto de Nación, es
imposible de ser pensado. Vivimos a los saltos y colgados de coyunturas siempre
personalistas, nombres y apellidos, jamás ideas, doctrinas, contenidos
ideológicos, todo es real politik, ético al paso, ideologías de morondanga,
descartables, pensamiento líquido. Es el único país de la tierra en donde desde
hace más de medio siglo la política se define en torno a apellidos. Peronistas,
alfonsinistas, menemistas, duhaldistas, kirchneristas, ¿sciolistas?. Con una
decadencia intelectual y moral que pareciera no tener piso.
Mito,
tragedia y política
Enajenados
los paradigmas del pensamiento nacional por parte de este movimiento político de
traidores, impostores, simuladores, traficando el discurso, con la salvaguarda
de las víctimas de los bombardeos a Plaza de Mayo, los fusilados de León
Suárez, los mártires de la Resistencia y las víctimas del genocidio, es
prácticamente imposible proponer ningún tipo de debate nacional a estos
traficantes de pieles calcinadas y cauterizadas por las picanas de represores y
verdugos. Ellos sonríen cínicos, siniestros, perversos, más allá de que no
soportarían, en su gran mayoría, le pregunta incómoda de porqué ellos están
vivos y sus compañeros muertos, fieles a su tradición esencial, de cobardes y
traidores, porque nos dejan en el borde de la historia, para que resbalemos y
rodemos por el barro de la impotencia. Nos dejan sin palabras, porque se las
han robado a casi todas.
Tal la más
ignominiosa hazaña del fascismo, condenarnos al silencio, al hartazgo moral, a
la náusea crónica. El triunfo del no pensamiento, conlleva la necesidad
inevitable de la cultura narcotizada. Buenos Aires es la capital del mundo con
más estadios de fútbol, sin ir más lejos. El pan y circo nos solivianta el
espíritu desde hace medio siglo. Necesitamos con desesperación ser los mejores
en algo, ganar campeonatos de cualquier cosa. Todo es válido con tal de
evadirnos de la condena de pensar.
A propósito
de cobardes y traidores, no es necesario sobreabundar en la cita de los
clásicos, Mario Firmenich y Horacio Vertbisky, hombres de los servicios de
siempre, el primero del Ejército, el segundo, de la CIA y el MI-6, la lista es
mucho más larga. Todos ellos hoy día son millonarios y dan cátedra de
revolucionarios, de defensores de los derechos humanos. Ignoran y desprecian al
pueblo empobrecido, hoy día devenido en un rebaño de lúmpenes, fáciles de
manipular, envilecidos por planes y subsidios, impotentizado, esterilizado,
incapaz de pergeñar un subterfugio para sacar la cabeza de abajo del barro,
procurarse un trabajo digno que los humanice, una educación que los libere.
Marco sociocultural, perfecto, dantesco, para la impostura del sistema
representativo caduco, fraudulento, alimentado por una masa clientelar adicta,
Segunda Década Infame (ya van más de veinte años apenas interrumpidos de
gobiernos peronistas); oligarquía neoconservadora.
Hago una
pausa más que necesario y procuro una reflexión pedestre, cuando menos, vulgar,
obvia, les diría, de barrio, con algo de calle y mucha esquina. Podemos acaso
evaluar, tomar distancia, abstraernos, si esto fuera posible, como para haber
tolerado, por ejemplo, que se pusiera en la misma altura épica y moral, a un
San Martín, héroe de Baylen, Maipú, Chacabuco, baluarte presente en Ayacucho,
con sus caballerías de Granaderos vencedores, Libertador de América, o un Juan
Manuel de Rosas, batiéndose con el Imperio anglo-francés heroicamente en la Vuelta
de Obligado, derrotándolos seis meses más tarde en la batalla de Punta de
Quebracho. Son por ventura comparables esos próceres enormes, a este
oportunista y arribista marcado a fuego por el resentimiento de su condición de
bastardo, en una institución de élite como el Colegio Militar de la Nación,
nada menos, sin el menor escrúpulo, como para traicionar a sus más cercanos,
recibiendo a cambio el salvoconducto que le da la historia a cualquier tipo de
revisionismo, por la elemental razón de que los argentinos hemos dejado de
sentir necesidad de explicarnos hace largo rato, es más, hay un plan
sistemático y deliberado para que no lo hagamos, no nos pensemos; nuestra
existencia está marcada a fuego por el yugo de la supervivencia y la fuga
desesperada hacia la evasión y el ocio a como sea, bien apañados por las
muletas del sexo a destajo y la droga como subterfugio, de la mano de Tinelli o
de quien fuere, o justificados por el sonsonete matinal de la salmodia de un
Víctor Hugo y su revolución imaginaria.
Y para los
memoriosos, que siempre los hay, aunque no abundan, tener a mano los artilugios
de la explicación foránea, a ver, el Imperio británico y la masonería,
omnipresente, se encargaron de impedir que el segundo plan quinquenal llegara a
completar cuando menos el 50% de sus objetivos, la sequía, dos malas cosechas,
la mar en coche; Antonio Cafiero, al frente del ministerio de economía,
recibiendo cheques de los exportadores de cereales, los Hirsch y los Born, para
venderlos vía el IAPI a mejor precio; así nacionaliza cualquiera el comercio
exterior. En menos de diez años Perón había liquidado las reservas de oro del
Banco Central, recuerdan, las de la posguerra, cuando Inglaterra nos paga su
deuda externa con cien Gloster Meteor Mark II, digo yo, fue necesario hacer ese
negocio chino de la nacionalización de los ferrocarriles, no voy a decir, como
un típico gorila, que vencían sus concesiones en un par de años, digo, no los
podría haber nacionalizado en canje por esa deuda externa, pagada con aviones reactores,
me pregunto, cien aviones reactores no es poco dinero. A ver si lo digo más
claro, estoy absolutamente a favor de la planificación económica, pero operada
por sus actores, esto es, el trabajo y el capital, asociados, en procura de
objetivos de riqueza, nunca de reparto. Más claro, de participación en las
ganancias. Y con las riquezas del subsuelo, estratégicas, petróleo y minería,
en manos de empresas del Estado.
No tengo la
formación ni la estatura intelectual del pensador, o del ensayista, digamos que
procuro una idea casi a las trompadas. Eso sí, no soy transigente, no acepto
excusas ni doy concesiones, no negocio lo inenarrable, esto es, la verdad
histórica subyacente y silenciada. Porque al principal agente que no le
conviene la revisión del peronismo, es, justamente, a Gran Bretaña. Diríamos, a
esta altura, su principal aliado estratégico, pasados casi 30 años, a ojos
vistas, de que se lanzara a conquistar el poder el heredero natural de Perón,
esto es, Carlos Menem, el segundo mayor traidor de la historia argentina, su
mejor discípulo. Carlos Saúl Menem, el Tigre de los Llanos, firmando los
Acuerdos de Paz de Madrid con Margaret Thatcher, de la mano de Domingo Felipe
Cavallo, en 1991, privatizando YPF, en 1992, de la mano de Néstor Kirchner.
Y la
pregunta profunda que me hago, es que le pasa a un pueblo cuando se acostumbra
a creer en falsos ídolos, cómo se salva el alma de un pueblo en ese marasmo de
impostura y populismo barato, en donde el que no piensa es premiado, el que
traiciona, recibe un subsidio, o un cargo en el Banco Nación a los 26 años, con
un sueldo de 70.000 pesos mensuales. Qué le pasa a un pueblo cuando se termina
acostumbrando a qué todo le dé más o menos lo mismo, mientras haya asado, vino,
fútbol, un rato de ocio para mirar traseros femeninos tomando un café y fumando
un cigarrito en la vereda del peor bar del barrio. Es o no esa la moral de los
esclavos, herederos del mandato manifiesto de los traidores.
Qué se vayan
todos
(Epílogo)
En diciembre
de 2001 participamos de una epopeya popular que depuso cinco presidentes
radicales y peronistas en diez días. Éramos ciudadanos de los barrios, vecinos,
sin banderia política no pertenencia partidaria. Durante los primeros 45 días
del levantamiento popular, organizado, pacífico, democrático, se propusieron
cosas tan revolucionarias como la convocatoria a una Constituyente, para
derogar el articulo 22 de la Constitución, el cual entonces nos homologaba con
el delito de sedición. Sí, la propuesta más revolucionaria de las Asambleas barriales
y populares, era reemplazar el sistema representativa, caduco, fallido,
antidemocrático, fraudulento, perimido, por un sistema moderno y revolucionario
de democracia semidirecta, una democracia participativa.
Para ese
entonces, la operación de inteligencia para abortarlo estaba en marcha. Los
seis meses subsiguientes, que era el tiempo que necesitaban las Asambleas para
autooganizarse y presentarse como una fuerza política -era más que posible, lo
han hecho una década más tarde los españoles, como el movimiento Podemos; en
Islandia -la revolución silenciada-, han tomado el poder incluso-, las
Asambleas reciben el acoso semanal del aparato del Partido Obrero, falsos
troskistas, funcionales a la derecha y los servicios que los subvencionaban, y
otras agrupaciones, todas, con la pretensión de darles dirección política.
Abortan el movimiento, que se diluye luego de los asesinatos de Santillán y
Kostecki y el llamado anticipado a elecciones.
Esta epopeya
popular, sólo comparable en su envergadura al 17 de octubre, con la diferencia
enorme, sustancial que no proponía liderazgos de ninguna índole, todo lo
contrario, el pueblo organizado de manera horizontal, proponiendo desde las
Asambleas una nueva moral ciudadana, comprometida, participativa, plural,
dinámica, enemiga de los liderazgos mesiánicos, siempre falaces, vulnerables,
generadores de conductas cuasi sicopáticas, hoy día también es negada,
tergiversada, oculta, ninguneada, como lo fuera el Partido Laborista, el cual a
la fecha pareciera no haber existido.
Lo vivo en
carne propia, he realizado un filme, un largometraje de ficción, a propósito de
ese movimiento popular, QSVT se titula la película, de una factura por lo menos
digna, no puedo elogiarme a mí mismo, repugna la inteligencia, la cual no puede
exhibirse en ninguna parte; ha sido rechazada tres veces en los festivales de
Mar del Plata y en el Bafici, de la Ciudad de Buenos Aires; esto es, lo han
rechazado los gobiernos nacionales, hoy se denominan kirchneristas, como el de
la ciudad autónoma de Buenos Aires, el macrismo. Ambos supuestamente
antagónicos, cosa falsa de toda falsedad, comparten cantidad de negocios
inmobiliarios en Capital, sin ir más lejos. Copio el trailer al pie de la nota.
A fuer de
ser honesto, el filme, políticamente incorrecto, tanto como su autor, ha sido
rechazado en el exterior también. En el Sundance en USA, cosa rara, es el mayor festival de cine independiente del
mundo, pero nos hicieron una buena crítica al menos, en San Sebastián, al día
siguiente de haber llegado a la capital del país vasco, sí, esto fue un récord
en todo sentido, habíamos apostado a que su alcalde, un ex ETA, podría tener
cierta apertura pero ni en broma, en Toulosue, Francia, también dos veces. Lo
cierto es que el sistema representativo, a partir del asesinato de los Kennedy,
está en crisis hace largo rato, perfeccionado también en USA con el fraude en
el estado de Florida en el 2000, gobernado por Donald Bush, llevando a la
presidencia a su hermano, George Bush (h). Que un filme de factura aceptable,
más que creíble dramáticamente, plantee este conflicto a partir de un suceso
mundial como fuera la crisis argentina de 2001, había 600 corresponsales de
canales extranjeros entonces, algunos se quedaron meses, habla a las claras del
peligro latente de ese filme, al parecer, maldito.
El aborto
inducido del movimiento revolucionario de las Asambleas, derivó en este
engendro que a la fecha nos gobierna, en donde los paradigmas del fascimo criollo,
el peronismo, han sido superados con creces por una pareja de desclazados
patagónicos, ella, un calco, hija natural, bastarda no reconocida, como lo
fuera Evita y lo fuera Perón, sí, este reconocido años más tarde, sino no
hubiera sido militar nunca, la cual no le quita a su perfil sicológico los
traumas esenciales de esa condición, un resentimiento y una necesidad de
imponerse a como sea, mostrarse, buscando a un padre que no está ni estará
nunca, nada menos. Esto se complementa con una insensibilidad border de la
anomia moral de un sicópata, cuando, como en estos casos, se canaliza ese magma
emocional cancelado para la política. Todos, eso sí, practican y con alta
afectación y competencia, las artes oratorias y la comunicación con las masas.
Son grandes actrices y actores.
Sin ir más
lejos, Néstor Kirchner, un oportunista a toda prueba, luego de reventar a
cadenazos y a palos, incendiando sus autos, todo esto con la ayuda inestimable
de Rudy Igor Ulloa, su chofer chileno, que había organizado la fuerza de choque
con empleados municipales y matones rentados de un club de box de Río Gallegos,
a los referentes del movimiento asambleario de Santa Cruz, cosa que por la
gestión de su agente de prensa en Buenos Aires, ex montonero, Miguel Bonasso,
no trasciende en los grandes medios, por eso es el hombre elegido por Eduardo
Duhalde para sucederlo, esto adobado con grandes bolsos de cuero repletos de
millones de dólares, en el primer acto público en Plaza de Mayo, 25 de mayo de
2003, se refiere al acto como "esta gran Asamblea que nos convoca".
Kirchner había sido elegido presidente con el 22% de los votos, esto hace a una
elección nula en cualquier país mínimamente serio, en esa farsa fraudulenta que
fueron las elecciones anticipadas por Duhalde, en donde se nos obligó a optar
por tres candidatos peronistas, sí, fueron unas internas para presidente.
Fascismo ad summun.
Hoy día,
habida cuenta de la inoperancia de los supuestos opositores, su inhabilidad
política es manifiesta, hasta ahí llegaron, fraude mediante, perfectamente
montado y aceitado, no hay fiscales que lo resistan, se opera entre el Correo,
en manos de operadores de Cristóbal López, la Dirección Nacional Electoral en
manos del único hombre de la Alianza que llega con Dela Rua, a ver, desde 1999
ocupa ese cargo Alejandro Tulio, con la complicidad omnisciente de los grandes
medios, sino el sistema estalla, el próximo presidente será también peronista.
Sí, lo que quieran, más allá de las inundaciones, el narcotráfico adicto y
operado por ellos, la debacle económica en ciernes, la inseguridad manifiesta,
en donde doce años de euforia montoneril hacen que un preso con condena gane
más que un jubilado (barbarie inaudita), el motonauta que proponía años atrás
la privatización de YPF y la elección perenne de Carlos Menem, será presidente.
Comparto, es
mas que claro, ninguno de los dos presidenciables tiene rasgos que los coloque
como antagonistas. Sus historias personales, son casi un calco. Y su
claudicación ante los grandes temas que ponen a la Argentina de rodillas, su
proyecto político. No voy a ahondar en este tópico, a esta altura, burdo,
obvio. Es harina de otro costal.
Sueño,
especulo, con la refundación del Partido Laborista y la gestación del
Movimiento Revolucionario de las Asambleas Ciudadanas. Para esto es
indispensable enterrar al mito del peronismo, a los traidores, en el lugar en
donde los esperan, debajo del noveno círculo del infierno del Dante. De más
está decir, en franca desobediencia con el Obispo de Roma.
Trailer del
filme QSVT
Carta de
Cipriano Reyes al Presidente Juan D. Perón
(27 de mayo
de 1946)
“Señor
presidente electo de la república por
el Partido
Laborista, general Juan D. Perón.
”Hace pocas
horas, día 23 de mayo, usted termina de romper amarras, intempestiva y
públicamente, con el laborismo, a través de un “ordeno y mando”, como si lo
hubiera hecho el zar de Rusia o el mismo Calígula, emperador de Roma.
”Desconoce
el movimiento que lo llevó al poder porque teme que el mismo le exija la
realidad de ese mundo mejor que le hemos prometido al pueblo y al país. Desea
destruirlo de toda acción comprometida, pero se cuida bien de quedarse con sus
banderas, que representan la doctrina democrática, cristiana y humanista del
laborismo con su programa de reivindicaciones sociales y de emancipación de los
argentinos.
”Lo hace
para que los trabajadores y el pueblo sigan creyendo en su utopía, e ignorando
al mismo tiempo que usted jamás pondrá en sus manos ese mundo de paz y libertad
que les hemos prometido.
”Su ambición
era llegar… y ha llegado. No le importa lo que deja detrás suyo, lo que hiere,
lo que destruye, ni las cosas de que se ha valido para “escalar la montaña”. Ahora está en la cima, y desde
allí arroja al precipicio a los amigos que lo ayudaron a subir. Usted no desea
compartir el triunfo con nadie, y mucho menos con los que lo sacaron de la
cárcel el 17 de octubre.
”Nada lo
detiene porque su demagogia es tan auténtica como su falta de respeto a la
dignidad y a los derechos de los demás. Su ambición no es ser el líder, ni el
conductor político, sino el amo de la República, para convertir a sus
turiferarios y sus creyentes en su rebaño predilecto.
”Desde esa
noche fría y nebulosa del 23 de mayo usted, señor presidente, desvió el cauce
de la revolución popular y nacional que el país anhelaba, convirtiendo a sus
adláteres en un conglomerado amorfo, sometido al servilismo, lo que tarde o
temprano le provocará la corrupción, como a Hipólito Irigoyen, aunque éste
fuera un demócrata.
”Los que
hemos llegado a conocerlo sabemos cuales son sus pensamientos y hasta donde
puede imponerse con sus intenciones… usted invoca a Dios solamente para sacarle
provecho a su ambición y no porque crea en su existencia, pero yo ruego que El
lo ilumine para que pueda realizar el bienestar de los argentinos, y para que
nunca más se repita con el pueblo lo que usted termina de hacer con el
laborismo.
”Nosotros,
Dios mediante, y sin duda alguna, seguiremos luchando de pie y sin
claudicaciones, por el Mundo Mejor que todos anhelamos.
”De mi
parte, hágale saber que me incorporaré a mi banca de diputado nacional,
sosteniendo lo que usted, señor presidente, arrojó a la clandestinidad: el
laborismo.
Cipriano
Reyes - 27 de mayo de 1946
Publicado 1
week ago por Eduardo Linares Dahl
11 Ver comentarios
Gonzalo17 de agosto de 2015, 12:28
Interesante experiencia leer por partes. Y
muy interesante esta historia oculta del peronismo. Lamentable que las
iniciativas realmente democráticas hayan sido sepultadas por este militar
astuto.
Responder
Respuestas
Eduardo Linares Dahl17 de agosto de
2015, 13:36
Supongo que puede ser interesante leer
por "capítulos", hoy día, es la única forma en que soporto escribir.
Un eufemismo de su parte, Gonzalo, decir este "militar astuto"; es el
ser más nefasto de la historia argentina, y, su godzilla, el peronismo, co
responsable de la decadencia fenomenal de la Argentina, junto con la
partidocracia liberal y los golpes militares, hoy día en vísperas de su deceso
como Nación, sin fuerzas armadas e hipótesis de combate, sin enemigo externo,
en vías de correr el serio riesgo de ser fragmentado su territorio, comenzando
por la Patagonia. .
Gonzalo17 de agosto de 2015, 14:11
Desde ya que Perón no es santo de mi
devoción. Solo puede ser santo en comparación con los que lo heredaron. Y
aclaro: ser santo no es garantía de ser buena persona, lección que la humanidad
tiene pendiente.
Astucia requirió hacerse del poder del
país, aunque ya sabe lo que pienso: a Perón lo inventaron los conservadores
locales, con leyes laborales con 50 años de atraso. El otro día me contaba un
pariente, participe de la revolución libertadora, como desde la marina
amenazaron bombardear las instalaciones de YPF en Mar del Plata. Y lo iban a
llevar adelante.
Me pareció grotesco. A ellos, necesario
para erradicar al tirano.
¿A quien le servia destruir los valores
del país? ¿O hundir al país en una guerra civil? Ciertamente no a nosotros. Yo
trato de rescatar lo positivo, si acaso existe. Más alla del desfalco y la
tirania se crearon algunas bases positivas. Tan asi que Gran Bretaña se puso en
campaña para destruirlas.
Lamentablemente los buenos en estas
dicotomias son personajes secundarios, a veces marginales. Es una lucha de
malos contra malos. Lo sacaron solo para permitir que siguiera interfiriendo
desde el exilio.
El plan "Argentina Estado
Fallido" continua en marcha. Zafamos, de casualidad, que se aplique en el
2001.
Aunque Argentina como país nominal es
mas tolerable para los países periféricos que una colonia abierta o cinco
republiquetas con un sector ocupado. Activaría alarmas en toda Sudamérica.
Saludos.
Eduardo Linares Dahl17 de agosto de
2015, 17:50
Gonzalo, vaya a saber porqué, nada es
casual, ha nombrado a YPF. Los últimos cien años de historia giran a la
construcción y a la entrega de esa empresa petrolera de bandera, la más grande
de América, por aquél entonces. Perón es un gran artífice de esa derrota; ni
qué hablar sus herederos. Gracias por aportar, falta bastante para terminar y
pulir la nota, después veremos si se presta a algún tipo de debate, con la
falta que nos hacen. Saludos cordiales
Responder
Anonymous19 de agosto de 2015, 21:34
me ha atravesado tan fuertemente la nota
que dudo que pueda conciliar el sueño, como duele la argentina.
muchas graciasEduardo
saludos,
Daniel
Responder
Respuestas
Eduardo Linares Dahl20 de agosto de
2015, 6:36
Daniel, aún no está terminada la nota,
porque lo peor de esta pesada herencia nacional y popular, es que nos condena
al desaliento, a la frustración y a la claudicación moral. A resignarnos. Y eso
no me cabe. Al menos a mí, que, en definitiva, no soy mucha más que nadie.
Supongo que la semana próxima y habré terminado, pulido y corregido la nota.
Gracias por la devolución. Salludos
Responder
Anonymous20 de agosto de 2015, 6:41
Vieron lo del Papa por Malvinas? Me hizo
acordar a lo que decías en otros posts Linares. Saludos
Responder
Eduardo Linares Dahl20 de agosto de 2015,
12:17
En este momento, 1615 de la tarde del día
miércoles 20 de agosto, la nota es leída en USA por 36 personas, sólo se la
mandé a dos, en Argentina, 12, se la mandé a más de mil... Es tal cual, nos
repugna pensar... Estamos fritos, así parece... Eso sí, otros nos miran con
lupa, por las dudas...
Responder
Perico23 de agosto de 2015, 16:17
Nos están friendo al compás de un tango de
Horacio Salgán("A fuego lento"). Teniendo muchas visiones y
sensaciones compartidas, me atrevo a recordar como traición política la gestión
en la pcia.de Buenos Aires. El Frente Renovador se constituye en 1987 sobre la
base legal del Partido Demócrata Cristiano, mientras el Partido Peronista era
dominado por Herminio Iglesias. Triunfa el FR y el Dr. Cafiero es electo
gobernador. El PDC logra tener como propio -virtual- al Dtor.Gral. de Escuelas.
Pero las direcciones claves como administración, personal y otras quedaron en
manos peronistas. Luego el PDC sufrió las inundaciones. Como cualquier
organismo, la Nación padece una enfermedad cuyo análisis debe analizar los
agentes, las condiciones de huésped y el medio ambiente, para luego establecer
diagnóstico, pronóstico, plan de tratamiento -estratégico- y evaluaciones con
criterios de eficacia, eficiencia, efectividad y equidad. ¿se puede esperar que
se logre con un debate?¿o basta con la elección del mejor candidato iluminado
con una u otra estrella?
Responder
Respuestas
Eduardo Linares Dahl23 de agosto de
2015, 21:31
Estimado, esta nota ha sido escrita con
premeditación alevosía. Tal vez sea la última que escriba. Lo cierto es que los
"peronistas" van a festejar los 70 años de su movimiento con un
colosal fraude, días más tarde del 17 de octubre, a ver, una semana y un día
más tarde. El país no va a estallar, porque Macri es otro cobarde, e, al igual
que el candidato opositor venezolano, un calco, Henrique Capriles, va a
terminar arrugando, antes de provocar "una guerra civil"; le voy
adelantando los titulares de los diarios. Lo concreto, ahí los argentinos,
blanco sobre negro, sabrán que sólo se liberan de la tiranía de la oligarquía
peronista, por la vía revolucionaria, estos es, militantando en las bases, tan
vez, subterráneamente, en asambleas revolucionarias ciudadanas. Así lo veo,
futuro más que cercano. Abrazo y gracias por participar.
Javier24 de agosto de 2015, 17:52
En esto último, totalmente de acuerdo
Responder
Apuntes para
la construcción de la Democracia Directa: Otra Idea de la Política
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Timeslide
Aug
14
Los
traidores
"Veras
que todo es mentira, veras que nada es amor..."
Los
peronistas se ufanan de ser un movimiento político de traidores; es común el
chiste, de consumo interno, puertas para adentro pero a viva voz siempre,
alardeando, de tener una reunión de peronistas más de diez integrantes,
"compañeros", preguntar cuál es el traidor del grupo. Entiendo que la
mayoría de ellos se prende en la bufonada de puro guapo, como que el movimiento
histórico es así y se la banca, a ver, tal vez, dentro de su fenomenal
tendencia a la mistificaión, especulando con que son una suerte de movimiento
cristiano; y sí, compañero, un Judas debe de haber, conforme las Escrituras y
las "21" verdades peronistas.
11
May
21
1
La anécdota
es brutal: un jefe de la barra de Huracán, los "quemeros", club de
fútbol de Parque Patricios, zona sur de la capital argentina, en el paso de la
ruta periférica del narcotráfico, golpea a un comisario de la policía federal,
delante de sus subordinados, hasta deformar su cara. No reacciona nadie ante la
bárbara agresión. Ni el comisario ni los policías que contemplan impávidos la
escena.
11
May
4
Hace años de
esto, el actual Secretario Nacional Electoral, Alejandro Tulio, el único
funcionario de la Alianza que ha conservado su cargo, ante la baja
participación ciudadana que anunciaban las encuestas, año 2008, lanzó una
amenaza fulminante: "el que no vote no podrá salir del país, estará
inhibido para viajar".
8
Apr
5
"...entregar
el petróleo, es entregar la bandera..."
Gral.
Enrique Mosconi, fundador de YPF
El 2 de
abril de 2015 fue un día histórico, será para recordar por generaciones futuras.
Jueves Santo.
16
Mar
16
El chiste,
bastante naif, circuló por las redes sociales. Siempre, claro, para un público
minoritario, informado. Se preguntaba si la próxima denuncia del fiscal Nisman
iba a ser contra el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Barak Obama, por encubrir a Irán, claro,
también en la causa AMIA, a propósito del acuerdo de cooperación nuclear que se
firmará entre Washington y Teherán, en Suiza, en las próximas semanas.
43
Jan
25
Embajada de
Israel en la calle Arroyo, Buenos Aires, año 1992. Demolición por una explosión
interior, pericia del Colegio de Ingenieros de la Nación. Por un coche bomba de
Hezbollah, versión oficial alineada con Washington y Tel Aviv. Según Israel la
causa está cerrada porque han muerto todos los terroristas, ejecutados por el
Mossad. La Historia Sagrada.
47
Jan
19
"La
Patria dejará de ser colonia, o la bandera flameará sobre sus ruinas"
Evita
El argumento
político que utiliza el finado Fiscal Nisman, para imputar a la República
Islámica de Irán en el atentado de la AMIA, año 1994, es la suspensión del plan
de cooperación nuclear de la Argentina con el país de los arios, durante el
gobierno de Carlos S. Menem. A la fecha, nadie ha osado en refutarlo
públicamente.
76
Jan
8
París, Hora
Cero
Medios tan
vulgares como Wikipedia relacionan a Al-Qaeda con la CIA y el Mossad... Hillary
Clinton declaró que los terroristas liderados por Ben Laden había sido
financiada por USA; -copio al final el video subido a youtube con ese
reportaje- (1)...
33
Sep
26
Uno
Pareciera
que en el mes de diciembre, mes de las tradicionales fiestas, también, mes
elegido por los grandes medios y los operadores políticos como el del quiebre
institucional en Democracia, a propósito de la crisis de 2001, crisis
absolutamente vigente en su esencia, su raíz política, esto es, el colapso del
sistema representativo, con partidos políticos nominales, con padrones de
afiliados que no se han renovado desde los confeccionados por la dictadura
militar, hace tres décadas, hoy dí
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Aug
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"— Nuestro
Señor vino al mundo sin poder. Era povero. Vino in pace. No persiguió a nadie.
Fue abbandonato aún por sus apóstoles. No fue hasta más tarde que alcanzó su
verdadera estatura. La Iglesia empleó tres siglos en evolucionar. Los judíos
tuvieron, por consiguiente, todo el tiempo necesario para aceptar la divinidad
de Cristo sin presión y sin violencias. Pero eligieron no hacerlo y no lo han
hecho hasta hoy.
— Pero los
judíos pasan pruebas terribles.
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