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“La noche de los Lápices”

“La noche de los Lápices”

Forma de transformar en víctimas inocentes a militantes terroristas.

El nombre encodillado se refiere a un episodio muy difundido por los medios de comunicación social a causa de un libro y una película de títulos idénticos referidos a un episodio de la guerra contra la subversión terrorista, donde se deformó totalmente el rol de quienes formaban parte de la organización Montoneros (con práctica política y militar) presentándolos como jóvenes inocentes que bregaban por un boleto estudiantil.


De una entrevista de la escritora Viviana Gorbato relatada en su libro “Montoneros. Soldados de Menem. ¿Soldados de Duhalde?” , en su página 96 y siguientes, efectuada al “ex oficial del Ejército Montonero” (Ver Boletín Nro 35): Jorge “Chiqui” Falcone, hermano de la principal protagonista del episodio y dirigente de la UES en la ciudad de La Plata, María Claudia Falcone, hemos extraído algunos párrafos que permiten ubicar los hechos en su real dimensión y no como parte de la propaganda de un sector ideo logizado, como lo fueron el libro y la película realizada sobre el tema.

“Mi hermana no era una chica ingenua que peleaba por el boleto estudiantil. Ella era toda una militante convencida -afirma con orgullo Jorge Chiqui Falcone- manifestando su oposición absoluta a la versión Light de los jóvenes ingenuos”

“Mi madre fue delegada juvenil de la rama femenina peronista a los 19 años en la Regional La Plata… Mi padre estuvo preso y fue condenado a fusilamiento por la Revolución Libertadora cuando se alzó con el general Juan José Valle y el teniente coronel Cogorno el 10 de junio de 1956. El tenía la misión de tomar a mano armada la legislatura de La Plata con otros grupos civiles”…

..”Nadie nos usó ni nadie nos pagó. No fuimos perejiles como dice la película de Héctor Olivera que yo mismo asesoré hasta donde pude. Nadie nos escribió los libretos. Fuimos a la conquista de la vida o la muerte”  “En el departamento donde cayó mi hermana se guardaba todo el arsenal de la UES de la Plata”

”Cuando se dio la película, fui llevado en andas junto con Pablo Díaz, el único sobreviviente, hasta el Obelisco. Allí dije que mi hermana estaba en la clandestinidad con un documento trucho y que respondía a una organización nacional revolucionaria. Eso puso nervioso a todos. No querían escuchar más esas cosas. Mi hermana no era una Caperucita Roja a la que se tragó el lobo, aunque tampoco tengo la intención de convertirla en una guerrillera heroica. Era una militante convencida... Era miliciana (Ver Boletín Nro 35)”. La gente que tenía conducción en el colegio secundario no se chupaba el dedo. Tenía práctica política y militar”

… “Cuando sucede lo de María Claudia, en la transición 75-76 yo formaba orgánicamente en Montoneros en el área de Prensa…Estás hablando con el último Secretario Nacional de Prensa de la organización que en su vida pública se llamó Peronismo Revolucionario, en la última etapa.”

Jorge Falcone, de profesión publicista, estaba casado con Susana Estela Carlotto, hija de la presidenta de las “Abuelas de Plaza de Mayo” ( cuestionada como presunta abuela en razón que su hija apresada y fallecida, no podía tener familia y nunca se probó lo contrario), buscado por las FFAA logró salir del país en 1976 y según sus declaraciones volvió en la llamada “Contraofensiva” de Montoneros del 79/80.En la entrevista reivindicó todos los actos de la organización terrorista, aún los mas violentos.

(1) Pablo Nicolás Díaz: Militó en el “Frente estudiantil” de la “Juventud Guevarista”, rama que englobaba a activistas del PRT-ERP inscriptos en institutos educacionales, de donde se reclutaron renovadas camadas de terroristas. Fue por su actuación en esta agrupación subversiva que Díaz resultó detenido entre 1976 y 1980. Vale mencionar que Díaz contaba a esa altura con 20 años de edad… bastante grande para ser un estudiante secundario.

Afiliado al MTP (Movimiento Todos por la Patria)- prolongación del ERP de los 70- el que al mando de Enrique Gorriarán Merlo (indultado por el Presidente Duhalde) atacó en 1989, pleno gobierno constitucional de Alfonsín, al cuartel del Regimiento 3 de La Tablada, matando a 10 miembros del Ejército Argentino.

En realidad el verdadero protagonista y sobreviviente, no fue Díaz. El diario Página 12 publicó en su edición del 16 de septiembre de 1998 un reportaje a Emilce Moler, entonces de 39 años, detenida en La Plata el 17 de septiembre de 1976 por militar en la organización montoneros a través de la UES. En la nota expresaba que ella y Gustavo Calloti (radicado en Francia), conjuntamente con otra mujer con domicilio en La Plata, son hasta ese momento, (1998)  los sobrevivientes de lo que la propaganda “de los derechos humanos” dio en llamar “La Noche de los Lápices”

(Pablo Díaz, sobre cuyos dichos están basados el libro y la película como parte de una acción de acción sicológica por los DDHH, siempre sostuvo que él era el único sobreviviente del grupo…).

Atentado contra el Tte. Gral. Videla en la Escuela de Comunicaciones del Ejército

El 2 de octubre de 1976 se celebró el Día del Arma de Comunicaciones y por tal motivo se realizó un acto en la mencionada Escuela, asentada en Campo de Mayo, a la cual concurrió el Presidente de la Nación, Tte. Gral. Videla, importantes autoridades civiles, eclesiásticas -entre las que se encontraba el Provicario Castrense Monseñor Bonamín- altos Jefes de las Fuerzas Armadas e invitados especiales que incluían señoras y niños.

La primera parte del acto consistió en una formación militar presidida por el Presidente desde un palco construido a tal efecto, en el que también se encontraban las autoridades citadas, refiriéndose a la fecha el Presidente de la Comisión del arma de Comunicaciones.

La segunda parte era una exposición de material electrónico y equipos de comunicaciones del Ejército, que estaba preparada en otro lugar de la Escuela.

En conocimiento del acto, la organización terrorista Montoneros había preparado la ejecución de un atentado con explosivos con la intención de matar al general Videla  y altas autoridades presentes sin importar “el daño colateral” en vidas de niños y mujeres que ello produciría...

Mediante la acción de uno o más soldados conscriptos pertenecientes a la organización citada, la noche anterior colocaron cargas explosivas dentro de los caños de la estructura del palco, las que serían detonados a una hora prefijada mediante un mecanismo de relojería.

Por errores en el cálculo del tiempo o por fallas en el mecanismo, la detonación del artefacto explosivo se produjo minutos después que los ocupantes del palco se habían desplazado hacia el lugar de la exposición de los materiales. La sorpresa que causó la explosión y la voladura de los materiales de madera y hierro que componían la estructura, fue seguida por la indignación de todos los presentes en el acto que observaron la barbarie preparada, que por suerte fracasó.

Atentado en el microcine del Círculo Militar

Catorce días después, el 16 de Octubre de 1976, poco antes de las 24 horas (minutos antes del 17 de Octubre, fecha emblemática del peronismo), cuando se exhibía una película en el microcine de la sede central del Círculo Militar (Av. Santa Fe 750 – Capital Federal), la organización terrorista Montoneros hizo estallar una bomba de alto poder explosivo, causando más de 100 heridos, cincuenta de los cuales fueron llevados a hospitales y otros centros de atención médica. (Vehículos de la Policía Federal, Bomberos y numerosas ambulancias trasladaron los heridos a los hospitales Militar, Naval, Aeronáutico, Fernández, Rawson, Santa Lucíla, Ferroviario, al Centro Gallego y al Sanatorio Municipal).

La impericia del terrorista, pariente de un alto jefe militar, quien para que el artefacto no fuera descubierto, lo había colocado detrás del telón debajo de una pila de colchonetas de gimnasia, hizo que no se produjeran muertos y solamente heridos, algunos de ellos, graves.

El hecho fue un atentado de terrorismo indiscriminado, ya que no constituía un blanco militar teniendo en cuenta que las víctimas fueron personas de edad, retirados y esposas, junto a jóvenes socios civiles, además de amigos y familiares de socios. Todos resultaron con heridas de diversa gravedad como consecuencia de la explosión y su o­nda expansiva que arrojó trozos de mampostería, sillas, partes de puertas y ventanas, algunas arrancadas de cuajo.

El lugar del atentado (microcine) no era un local permanente, sino que se armaba los días de función en el gimnasio del mencionado club social, para lo cual, detrás del lugar en que se desplegaba el telón para la proyección del film, se guardaban los elementos y se apilaban las colchonetas del mismo. Como se expresó el artefacto fue colocado debajo de estas últimas lo que amortiguó los efectos de la explosión y canalizó gran parte de su poder destructivo hacia el piso de cemento armado, abriendo en la losa un boquete de un metro de diámetro.

La revista Evita Montonera de febrero de 1977 señaló: “El día 16 de Octubre a la noche, un pelotón de la sección informaciones del Ejército Montonero colocó un poderoso artefacto explosivo detrás de la pantalla del microcine del Círculo Militar, causando heridas a 60 personas”.

El mismo día a las 23 horas, se produjeron actos intimidatorios en 6 cines céntricos: Gran Rex, Ocean, Atlas, Ambassador, Normandie y Electric. Se hallaron paquetes sospechosos bajo las butacas, por lo que fueron desalojados, revisados por la Brigada de Explosivos y luego de la revisión, reanudaron la función. Recordemos que en la época, era común este tipo de hechos, a veces con explosivos reales.     

En documentación de Montoneros secuestrada con posterioridad, se detallaban las escuchas efectuadas sobre las comunicaciones de la Policía desde 5 minutos antes y hasta 1 hora después del hecho; concluyendo como experiencia… que ante un atentado de esa naturaleza, los móviles policiales se concentraban en el lugar y disminuían la protección en otras zonas...