Sostenía que aquellos servicios útiles que presta el Gobierno, que están monopolizados por este, podrían ser suministrados en forma mucho más eficiente y moral por la iniciativa privada. Según Rothbard las actuales funciones del Estado se dividen en dos: aquellas que es preciso eliminar, y aquellas que es preciso privatizar. Las privatizaciones propuestas por Rothbard se basan en el principio de apropiación original y un derecho natural fundamentado en el principio de no agresión.
Todos los filósofos están casi de acuerdo en considerar que el fundamento de la naturaleza humana es la libertad, afirma Rothbard, pero así mismo dice que solo los libertarios —en especial los anarcocapitalistas— sacan de ello conclusiones coherentes. La libertad es el derecho natural, para todo individuo, de disponer de sí mismo y de lo que ha adquirido ya sea por medio de la transformación, intercambio o la donación. La libertad y el derecho a la propiedad son, pues, indisociables. Todo atentado a la propiedad es un atentado a la libertad. Según Rothbard las sociedades que separan la libertad y el derecho a la propiedad privan al hombre de las condiciones para ejercer realmente sus derechos.