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18 de nov. de 2013
Desenmascarando
a la logia masónica judía B'nai B'rith.
Desenmascarando a la logia masónica judía B'nai B'rith. Algunos aportes a
la Verdad Histórica.
Por Santiago Roque Alonso.
Como consecuencia del artículo de mi autoría: “La logia masónica judía
B’-nai B’rith, la justicia y los militares argentinos presos”, publicado en
el ejemplar de julio pasado (Nro 279; Pág. 5), me he sorprendido grandemente
con algunas personas, la mayoría de ellas de mi conocimiento previo o con
cierta vinculación personal, que muy gentilmente me preguntaron si me parecía
“para tanto” la relación que había establecido entre una institución judía
supuestamente “filantrópica”, como la
B’-nai B’rith, con la cuestión de los “derechos humanos” y de los
“crímenes de lesa humanidad” atribuidas a las Fuerzas Armadas Argentinas, de
Seguridad y Policiales en la “guerra contra la subversión y el terrorismo” en
las décadas del 70 y del 80.
Lo más lamentable es que mis camaradas militares, inclusive muchos de los que
están presos, en gran medida tampoco acreditan la relación antes señalada o no
le otorgan la importancia que hemos fundamentado. Más esperanzados en el
resultado electoral, definitivamente “no les cae la ficha”, ni comprenden que
la persecución de la que son víctimas, no es una decisión tomada dentro de la
Argentina, sino una cuestión decidida fuera del país y adoptada por poderes
mundiales, con fines políticos también mundiales, pero cumplida eficazmente por
los gerentes nativos de turno. De los diálogos y conversaciones a que dio lugar
el tema, he observado una generalizada y casi absoluta “ignorancia” sobre el
origen, naturaleza y accionar de la B’-nai B’rith. Ni siquiera registran que se
trata de una organización masónica judía de alcance internacional que se
encuentra próxima a cumplir 168 años de existencia y de cuyo seno salieron o
participaron o desde la que se apoyó a los más atroces criminales de la
humanidad, con cientos de millones de víctimas en su haber.
Mi asombro por la mencionada “ignorancia”, aunque tarde, me termina de explicar
por qué fuimos derrotados absolutamente, no por los “subversivos” que fueron
usados ingenua y dialécticamente tanto como los “militares”- sino por los
verdaderos “patrones” del poder mundial.
Por esa razón, el presente ejemplar del Boletín del Centro Cívico Patriótico
está dedicado a esclarecer sobre la falsa máscara “filantrópica “de la logia
masónica judía B’nai B’rith, en la que creen muchísimos militares y civiles de
“derecha”.
En una primera parte, bajo el título “La logia masónica judía B’nai B’rith,
Lenin, Trotsky, Kissinger y otros antecedentes de su influencia en
acontecimientos mundiales”, se transcriben sólo algunas de las principales
citas sobre hechos y personajes relacionados con la mencionada cuestión. Las mismas fueron tomadas de dos
obras del autor estonio Jüri Lina: “Under the Sign of the Scorpion” (The rise
and fall of the Soviet Empire) y “Architechts Of Deception” (The concealed
History of Freemasonry).
Las mismas no han sido traducidas al castellano. Las obras de Jüri Lina
son muy importantes, porque nos ponen en contacto con una extensa bibliografía,
especialmente de autores rusos o pertenecientes a países que formaron parte de
la ex URSS y a cuyos datos no podríamos acceder si no es de esta manera. En tal
sentido, recomiendo como fuente complementaria, para los que comprenden
medianamente el inglés, que traten de encontrar el video del mismo autor: “In
the Shadow of Hermes”- Full Movie (Under the Sign of the Scorpion), con
subtítulos en inglés.
Se podría haber realizado una compilación más estructurada y completa, pero eso
nos hubiese llevado más tiempo y tal vez, finalmente, podría haber resultado
fuera de oportunidad y de interés. Por ese motivo, en esta ocasión omitimos las
ilustraciones, para que pueda incluirse el texto necesario que haga
comprensible la cuestión que nos ocupa. El lector, deberá contribuir con su
esfuerzo para leer el trabajo en forma completa y sacar sus propias
conclusiones, sin que el miedo ni el prejuicio interfieran en su voluntad,
inteligencia y libertad.
En una segunda parte, se vuelve a reproducir el artículo “La telaraña sobre el
mundo: ‘La logia masónica B’nai B’-rith’”, cuyo autor es el General Francés
Jean Pichot-Duclos (Ex Comandante de la Escuela de Inteligencia de las Fuerzas
Armadas Francesas y Fundador de la Escuela de Guerra Económica), el que fue
publicado en Patria Argentina de octubre de 2003 (Nro 191; Pág. 7).
Como se podrá observar -tanto el nuevo lector de Patria Argentina, como
recordar aquellos que nos acompañan desde hace años- este no es un tema nuevo
para nosotros. Ya lo advertimos hace 8 (ocho) años, pero pareciera que se
cumpliría la advertencia, que me recuerdan cada tanto algunos buenos amigos:
“están tirando margarita a los chanchos”.
Si tuviera la certeza que todas nuestras semillas caen sobre la piedra o en
tierra estéril, sería lógico que abandone la empresa de Patria Argentina. Pero
la busco y no encuentro dicha certeza, porque los frutos son pocos, pero
existen y se multiplican muy modestamente con una lentitud exasperante.
Mientras eso ocurra, Patria Argentina debe proseguir “empecinadamente” y muy
humildemente con su tarea esclarecedora, aunque ello signifique quedemos solos.
Nos toca ser sembradores y únicamente Dios, Nuestro Señor y Señor de la
Historia, sabe cuándo será el tiempo y quién el afortunado que deberá cosechar
lo que nos ha tocado sembrar.
Nada mejor entonces que cumplir con lo que San Pablo en la Carta a los Efesios
nos señala (Capítulo VI; 10-20): “11 Vestíos la armadura de Dios, para poder
sosteneros contra los ataques engañosos del diablo. 12 Porque para nosotros la
lucha no es contra sangre y carne, sino contra los principados, contra las
potestades, contra los poderes mundanos de estas tinieblas, contra los
espíritus de la maldad en lo celestial. 13 Tomad, por eso, la armadura de Dios,
para que podáis resistir en el día malo y, habiendo cumplido todo, estar en
pie. 14 Teneos, pues, firmes, ceñidos los lomos con la verdad y vestidos con la
coraza de la justicia, 15 y calzados los pies con la prontitud del Evangelio de
la paz. 16 Embrazad en todas las ocasiones el escudo de la fe, con el cual
podréis apagar todos los dardos encendidos del Maligno. 17 Recibid asimismo el
yelmo de la salud, y la Espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios; 18
orando siempre en el Espíritu con toda suerte de oración y plegaria, y velando
para ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos, 19 y por mí, a
fin de que al abrir mi boca se me den palabras para manifestar con denuedo el
misterio del Evangelio, 20 del cual soy mensajero entre cadenas, y sea yo capaz
de anunciarlo con toda libertad, según debo hablar”.
Muchas cosas dependen del apoyo de la B’nai Brith, entre otras cosas, permitir
a algún país a que sea miembro de la OTAN. Esto se hizo evidente el 13 de
septiembre de 2002, cuando los líderes de la B’nai B’rith y el Comité Judío de
Estados Unidos prometió a la presidente de Letonia, Vaira Vike-Freiberga, quien
se encontraba en los Estados Unidos en el curso de una visita de trabajo, que
apoyarían la adhesión de Letonia a la OTAN. Henry Kissingerse reunió también
con el presidente de Letonia con el fin de discutir la expansión de la OTAN. El
representante de la B’nai B’rith, Saúl E. Joftes, declaró en 1969, que el
objetivo del sionismo (y por tanto de sus organizaciones, entre ellas, B’nai
B’rith) es lograr el control de todo el mundo con la ayuda de un gobierno
mundial (Washington Observer, 12 de diciembre de 1969).
Los masones se infiltran en los movimientos ideológicos extremistas o crean
otros nuevos, enfrentándolos unos contra otros y así lograr sus objetivos de
transformación de la sociedad. Al mismo tiempo, intentan, a través de clubes
exclusivos, controlar y gobernar a la élite de la sociedad, a la que ellos no
pertenecen.
El Rotary International, por ejemplo, está enteramente en manos de los masones.
Este movimiento fue fundado en Chicago en marzo de 1905 por el masón Paul
Harris, quien también pertenecía a la B’nai B’-rith. En la década de 1930, dos
tercios de los miembros del Comité del Rotary Francés eran masones. El
1933-1934, el presidente del Rotary Club Francés fue Ulisse Fabre, quien al
mismo tiempo actuaba como gran maestre de la logia Orange La Cité Future, de
acuerdo con el registro del Gran Oriente. Los periódicos masónicos han elogiado
las actividades de los clubes rotarios, ya que estos son muy útiles para la masonería.
En 1952, el movimiento había un millón de miembros en 7650 clubes en 84 países.
En Suecia, la Asociación Rotaria tiene 30.000 miembros en 522 clubes. En la
actualidad, el Rotary también está presente en Rusia. El conocido director de
cine Stanislav Govorukhines miembro de este exclusivo club. El Rotary también
está presente hoy en Estonia (12 clubes con casi 400 miembros). Hay también
varios otros grupos similares o clubes como Leonesy Le Cercle.Leones
Internacional fue fundada en 1917 por Melvin Jones, miembro de la B’nai B’rith.
En 1968, el Club de Leones tenía 470.000 “hermanos” en Estados Unidos y 160.000
en el resto del mundo, en un total de 17.441 clubes.
La llamada Noche de los Cristales del 09 de noviembre 1938, fue el resultado de
la cooperación de la logia masónica judía B’-nai B’rith, con la organización
sionista LICA (Ligue contre l’Antisemitisme Internacional), de París. El
objetivo de la provocación de LICA era promover la emigración de los judíos
alemanes (Weckert, Ingrid, “Feuerzeichen: Die Reichskristallnacht”, Tubingen,
1981, pp. 254-256).
La B’nai B’rith se habían infiltrado en las partes vitales del movimiento nazi:
las SS, las SA y el partido. Estos masones habían logrado infiltrarse entre los
operadores de telefonía en las oficinas de Gauleiter.
El liderazgo nazi no tomó ninguna acción legal en contra de la B’nai B’rith, a
la que se le permitió continuar sus actividades subversivas. La B’nai B’rith
tenía 12.000 miembros en 80 logias en Alemania, tres de ella en Berlín. La
B’nai B’rith fue la única organización judía permitida por Hitler a permanecer
activa y abierta durante el régimen nazi después de 1933 (Viktor Ostretsov,
“Freemasonry, Culture, and Russian History”, Moscow, 403 1999), aunque la
propaganda reclama que fue disuelta en Alemania en 1937 (“Lexikon des Judentums
“). Pero, en realidad Hitler cerró las operaciones de la B’-nai B’rith en
Alemania, por primera vez, en 1939.
No fue hasta que comenzó la guerra, en noviembre de 1939, que la B’nai B’rith
tuvo sus documentos confiscados. La logia judía VOBB (1) tuvo su biblioteca
confiscada en abril de 1938.
En la década de 1930, Cyrus Adler, presidente del Comité Judío Norteamericano,
coordinó las actividades de la B’nai B’rith y el New York Times con la
finalidad de bloquear cualquier medida política de Estados Unidos en contra de
Hitler.
La organización fue fundada en Nueva York, el 13 de octubre de 1842, por 12
hombres judíos, simbolizando las 12 tribus judías que iban a dominar el mundo.
Muchas figuras importantes dentro de este movimiento fueron defensores
militantes de la esclavitud, entre ellos el Gran Maestro Simón Woolf.
La primera logia B’nai B’rith fue fundada en Europa en 1885, en Berlín. En 1932
había 103 logias en Alemania. La B’nai B’-rith fue la única organización masónica
que se le permitió seguir funcionando, incluso bajo el régimen nazi.
Hoy la B’nai B’rith es la mayor organización judía en el mundo. En 1970 tenían
500.000 miembros masculinos repartidos en 1700 logias en 43 países y 210.000
miembros mujeres en 600 logias (Enciclopedia Judaica). En la actualidad hay 70
logias establecidos en Europa. La única logia existente en Austria se llama
Maimónides.
La organización trabaja para asegurar el poder de los judíos sobre la
humanidad, según lo revelado por el judío húngaro Aron Monusen su libro
“Verschworung: Das Reich von Nietzsche” (Viena, 1995, p. 149). La B’nai B’rith
es un órgano ejecutivo de la Alianza Israelita Universal. El presupuesto
oficial, antes de 1970, era de 13 millones de dólares. La ADL (Anti-Defamation
League), el servicio secreto de la B’nai B’rith, ha sido llamada la KGB de los
judíos extremistas, [1] Pág. 80 - Adolphe Cremieux y la Alianza Israelita
Universal Adolphe Cremieux fue Ministro de justicia en el gobierno
revolucionario. Fue Cremieux quien en mayo de 1860, junto con el rabino
Elie-Aristide Astruc, Narcisse Leven, Jules Garvallo y otros en París fundó la
gran logia masónica judía Alliance Israelita Universal, que utiliza a la B’nai
B’rith como su órgano ejecutivo. En 1863, Cremieux se convirtió en Presidente
del Comité Central del movimiento. El lema de esta organización era: “¡Todos
los israelitas son camaradas!”
Adolphe Cremieux, que era un conocido abogado, político “liberal” y gran
Maestre de la orden del rito Memphis-Mizraím y maestro del Gran Oriente de
Francia, habló abiertamente en su manifiesto a la Alianza Israelita Universal:
“la Unión que nosotros vamos a crear no será una unión francesa inglesa,
irlandesa o alemana, sino una Unión Judía Mundial... Bajo ninguna circunstancia
un judío será amigo de un cristiano o un musulmán; no antes de que llegue el
momento cuando el judaísmo, la única verdadera religión, brille sobre todo el
mundo.”
Lenin como masón
Aún no es posible determinar si en la década de 1890 Lenin era ya masón, pero
trabajó en la misma forma como normalmente lo hacen los grupos subversivos. Los
Illuminati, el Gran Oriente, la B’nai B’rith (Hijos de la Alianza) y otras
logias masónicas estaban interesadas en la agitación de los trabajadores hacia
ciertas metas “útiles”.
Es importante destacar que Lenin y sus secuaces no trabajaban. Todavía podían
permitirse viajar por Europa (entonces relativamente más caro que ahora) y
vivir lujosamente. Estos revolucionarios profesionales tuvieron sólo una tarea:
agitar a los trabajadores. La actividad posterior de Lenin muestra claramente
cómo siguió la línea de Adam Weishaupt.
Varias fuentes revelan que Lenin se convirtió en masón estando en el extranjero
(en 1908). Una de estas fuentes es la investigación a fondo de Nikolai Svitkov:
“About Freemasonry in Russian Exile” (“Acerca de la masonería en el exilio de
Rusia”), publicado en París en 1932.
De acuerdo con Svitkov, los masones más importantes de Rusia fueron Vladimir
Ulyanov Lenin, León Trotsky (Leiba Bronstein), Grigori Zinoviev (Gerson
Radomyslsky), Leon Kamenev (Leiba Rosenfeld), Karl Radek (Tobiach Sobelsohn),
Maxim Litvinov (Meyer Hennokh Wallakh), Yakov Sverdlov (Yankel-Aaron Salomón),
L. Mártov (Yuli Zederbaum) y Maxim Gorki (Alexei Peshkov),entre otros.
De acuerdo con el austríaco y científico político Karl Steinhauser “EG - die
Super-UdSSR von morgen” (“De la UE a la nueva Super URSS”) - Viena, 1992, p.
192- Lenin pertenecía a la logia masónica Art et Travail (Arte y Trabajo). El
famoso político británico Winston Churchill también confirmó que Lenin y
Trotsky pertenecieron al círculo de los conspiradores masónicos e iluministas
(Illustrated Sunday Herald, February 8th, 1920). Lenin, Zinoviev, Radek y
Sverdlov también pertenecían a la B’nai B’rith. Los investigadores que están
especializados en las actividades de B’nai B’rith, incluyendo
Schwartz-Bostunich, confirman esta información (Viktor Ostretsov, “Freemasonry,
Culture and Russian History”, Moscow, 1999, pp, 582-583).
Lenin era mason del grado 31 (Grand Inspecteur Inquisiteur Commandeur) y
miembro de la Logia Art et Travail en Suiza y Francia (Oleg Platonov, “Russia’s
Crown of Thorns: The Secret History of Freemasonry 1731-1996”, Moscow, 2000,
Vol. II p. 417).
Cuando Lenin visitó la sede del Gran Oriente en la Rue Cadet en París, firmó el
libro de visitas (Viktor Kuznetsov, “”The Secret of the October Coup”, St.
Petersburg, 2001, p. 42).
Junto con Trotsky, Lenin tomó parte en la Conferencia Masónica Internacional en
Copenhague en 1910 (Franz Weissin, “Der weg zum sozialismus”, Munich, 1930, p.
9).
La socialización de Europa estaba en la agenda de Alexander Galpern, entonces
Secretario del Consejo Supremo Masónico, y en 1916 confirmó que había
bolcheviques entre los masones. Además puedo mencionar a Nikolai Sukhanov
(realmente Himmer) y N. Sokolov. De acuerdo con el testimonio de Galpern, la
masonería también dio ayuda financiera a Lenin por su actividad revolucionaria.
Esto fue certificado por un conocido masón, Grigori Aronson, en su artículo
“Masones en la Política Rusa”, publicado en el Novoye Russkoye Slovo (Nueva
York, 8-12 de octubre de 1959). También, el historiador Boris Nikolaievsky lo
menciona en su libro “The Russian Freemasons and the Revolution” (“Los masones
y la revolución rusa”),Moscú, 1990.
En 1914, dos bolcheviques, Ivan Skvortsov-Stepanovy Grigori Petrovsky, se
contactaron con el masón Alexander Konovalov por ayuda económica. Este último
se convirtió en Ministro del Gobierno Provisional. Radio Rusia también habló de
las actividades de Lenin como masón el 12 de agosto de 1991.
Segundo Congreso Internacional Socialista Del 28 de agosto al 1 de setiembre de
1911, la masonería internacional celebró su Segundo Congreso Internacional
Socialista, en el palacio de Odd Fellowsen Bredgade, Copenhague. Los
principales organizadores fueron los masones Walter Rathenauy la logia masónica
judía B’nai B’-rith. Entre los participantes estaban conocidos masones como
Karl Liebknecht, Rosa Luxemburgo, Lenin, Trotsky, Hjalmar Branting (Suecia),
Georges Clemenceau y otros destacados representantes de las fuerzas
destructivas (Aage H. Andersen, “Verdensfrimureri” / “La Masonería Mundial “,
Copenhague, 1940, p. 29). Rathenauera también signatario de la B’nai B’rith.
Trotsky como masón
Leiba Bronstein (identificación real de León Trotsky) se convirtió en
masón en 1897 y más tarde, en un miembro de alto nivel Iluminista, a través de
su amigo Alexander Parvus. También mantuvo contactos con la B’nai B’rith, una
orden masónica judía, que había previamente ayudado a los “judíos revolucionarios
“en Rusia. Un personaje llamado Jacob Schiff, presidente de la casa bancaria
Kuhn, Loeb & Co.(de Nueva York) y agente de los Rothschild, se hizo cargo
de los contactos entre los del “movimiento revolucionario “en Rusia y la B’nai
B’rith (Gerald B. Winrod, “Adam Weishaupt - A Human Devil”, p. 47). Leiba
Bronstein comenzó a estudiar seriamente a la masonería y la historia de las
sociedades secretas en 1898, y continuó estos estudios durante los dos años que
pasó en prisión en Odessa. Hizo notas que ascienden a más de 1000 páginas.
“Internationaler Freimaurer-Lexikon”(Viena – Munich; 1932, p. 204), admite a
regañadientes que Leiba Bronstein-Trotsky llegó a los bolcheviques a través de
este estudio de la masonería.
Como Comisario del Pueblo para Asuntos Militares, Trotsky introdujo el
“pentagrama”- la estrella de cinco puntas el símbolo del Ejército Rojo. Los
cabalistas había tomado este símbolo de la magia negra de los brujos de la
antigua Caldea. Trotsky, con la ayuda de Alexander Parvus, llegó a la conclusión
de que el verdadero propósito de la masonería era la eliminación de los estados
nacionales y sus culturas y establecer un Estado Mundial judaizado. Esto
también se declara en “La iniciación secreta en el grado 33”: “La Masonería no
es nada más y nada menos que la revolución en acción, una conspiración
permanente.”
Bronstein se convirtió en un internacionalista convencido que, gracias a los
oficios de Parvus, aprendió que el pueblo judío era su propio Mesías colectivo
y que llegaría a dominar a todos los pueblos a través de la mezcla de las otras
razas y la eliminación de las fronteras nacionales. Debía ser creada una
república internacional, donde los judíos serían el elemento dirigente, ya que
ningún otro sería capaz de entender y controlar a las masas. Leiba Bronstein se
convirtió en miembro de la logia masónica francesa Art et Travail, a la que
Lenin también pertenecía, pero también se unió a la B’nai B’rith, según el
politólogo Karl Steinhauser(“EG – Die Super-UdSSR von morgen “/” “UE – the new
Super-URSS “, Viena, 1992, p. 162). León Trotsky se convirtió en miembro de la
logia masónica judía B’nai B’rith en Nueva York, en enero de 1917 (Yuri
Begunov, “Secret Forces in the History of Russia”, St. Petersburg, 1995, pp.
138-139). Él ya era miembro de la masonería Misraim Memphis. En 1920, Winston
Churchill confirmó que Trotsky (a igual que Lenin) también era un Illuminati
(Illustrated Sunday Herald, February 8th, 1920). Trotsky, finalmente llegó a
una posición muy alta dentro de la masonería, ya que él pertenecía a la Logia
Sahinar, que sólo a los masones del grado 32 y superiores les es permitido
participar. Franklin Delano Roosevelt, Alexander Kerensky, Bela Kuny otros
líderes políticos también han estado entre estos pocos elegidos (Professor
Johan von Leers, “The Power behind the President”, Stockholm, 1941, p. 148).
De acuerdo con Nina Berberova, investigadora de la masonería rusa, León
Trotsky fue durante seis meses miembro de una logia masónica en Rusia, a la
temprana edad de dieciocho años. Dejó la logia, cuando se convirtió en miembros
de las logias extranjeras, entre ellas Art et Travail(Arte y Trabajo) en
Francia (L. Hass, “Freemasonry in Central and Eastern Europe”, Wroclaw, 1982).
En la primavera de 1914, Trotsky viajó a Venecia como miembro de la Gran Logia
de Francia, para reunirse con su hermano masón V. Gacinovic, para discutir los
planes para el asesinato de Francisco Fernando. Los hermanos masones Trotsky,
Radek y Zinoviev fueron informados de los planes para asesinar al pretendiente
al trono de Austria-Hungría (Yuri Begunov, “The Secret Powers in Russian
History”, Moscow, 2000, p. 220).
En 1916, Trotsky estudió las tácticas revolucionarias en la logia francesa Les
droits de l’homme (Yuri Ivanov, “The Jews in Russian History”, Moscow, 2000, p.
124).También fue nombrado miembro de la poderosa logia masónica judía B’nai
B’rith la que, en los Estados Unidos, le proporcionó los medios económicos para
su regreso a Rusia en la primavera de 1917 (Charles W. Ferguson, “Fifty Million
Brothers: A Panorama of American Lodges and Clubs”, New York, 1937, p. 253).
Esto fue confirmado por el politólogo austriaco Karl Steinhauser. Durante su
estancia en Norteamérica en 1917, Trotsky también se convirtió en miembro de la
Logia Memphis Israel (Vladimir Istarkhov, “The Battle of the Russian Gods”,
Moscow, 2000, p. 154).En 1919 alcanzó el grado 33 en Moscú, al recibir a una
delegación de hermanos del extranjero (Grigori Bostunich, “Freemasonry and the
Russian Revolution”, Moscow, 1995, pp. 55-56).
Jacob Schiff, León Trotsky, la B’nai B’rith y la Revolución en Rusia
En los archivos del Departamento de Estado hay un documento, No. 861.00/5339,
que revela cómo Jacob Schiff, quien era una persona muy influyente dentro de la
organización masónica B’nai B’rith, y sus amigos Félix Warburg, Otto Kahn,
Mortimer Schiff, Isaac Seligman y otros, ya habían hecho planes en 1916 para
derrocar al Zar de Rusia. En abril de 1917 el mismo Jacob Schiff confirmó
oficialmente que fue a través de su ayuda financiera a los revolucionarios que
el Zar se vio obligado a abdicar, tras lo cual un gobierno masónico llegó al
poder (Gary Allen, “None Dare Call it Conspiracy”, 1971). Al mismo tiempo,
Alexander Kerensky recibió un millón de dólares de Jacob Schiff (Encyclopedia
of Jewish Knowledge, article “Schiff”, New York, 1938).
En la primavera de 1917, Jacob Schiff empezó a financiar León Trotsky para
poner en práctica “la segunda fase de la revolución”, según el Dr. Antony C.
Sutton. El coronel Edward M. House, un poderoso Illuminati en Estados Unidos,
se encargó de que el presidente Woodrow Wilson rápidamente ordenara la emisión
de un pasaporte norteamericano para Trotsky, de forma que pudiera regresar a
Rusia y continuar con la “revolución”.
En Nueva York, el 27 de marzo de 1917, Trotsky de 37 años de edad, con su
familia y 275 terroristas y aventureros internacionales se embarcaron en la
nave Kristianiajjord con destino a Europa para completar la “revolución “en
Rusia. Varios criminales, comunistas judíos-norteamericanos y agentes de Wall
Street también los acompañaron. Hubo también algunos holandeses a bordo, según
el comunista norteamericano Lincoln Steffens. Ellos fueron los únicos a bordo
que no tenía nada que ver con el viaje a Rusia.
El 3 de abril de 1917, como el buque Kristianiajjord se detuvo en Halifax,
Nueva Escocia, la policía canadiense de fronteras detuvo a León Trotsky, a su
esposa y a sus dos hijos, así como a otros cinco “socialistas rusos”(Nikita
Mukhin, Leiba Lishelev, Konstantin Romanenko, Grigori Chudnovsky, Gerson Meli
Chansky). Los canadienses creyeron que Trotsky era alemán, ya que hablaba el
alemán mejor que el ruso. En cambio, no hablaba nada de inglés. Los más
cercanos compañeros de Trotsky, Volodarsky y Uritsky quedaron a bordo. Trotsky
fue arrestado debido a un telegrama, que había sido enviado desde Londres el 29
de marzo de 1917. El estudio reveló que Bronstein Trotsky y sus compañeros
socialistas estaban en camino a Rusia para iniciar una revolución contra el
gobierno. Trotsky había recibido U$S 10. 000 de los alemanes para este
propósito (Antony Sutton, “Wall Street and the Bolshevik Revolution”, Morley,
1981, p. 28) De hecho, en la revisión de Trotsky, la policía encontró U$S
10.000. Explicó que el dinero provenía de los alemanes, pero no hizo
comentarios sobre el asunto. Los canadienses sospecharon que Trotsky colaboraba
con los alemanes.
El Dr. D. M. Coulter informó el general Willoughby Gwatkin en el Departamento
de Defensa en Ottawa que “estos hombres son hostiles a Rusia debido a la forma
en que fueron tratados los judíos”. Las autoridades británicas estaban
informadas que el Estado Mayor Alemán había financiado desde 1915 a Kerensky,
Lenin y algunos otros ciudadanos rusos. Pero también parece que Trotsky recibió
dinero de esta misma fuente en 1916. El servicio secreto militar canadiense
estaba convencido de que Leiba Bronstein estaba actuando bajo instrucciones
alemanas. Imprevistamente, se recibió la contra orden de la Embajada Británica
en Washington de que se dejara en libertad a Leiba Bronstein y a sus acompañantes.
La Embajada había recibido una petición del Departamento de Estado en
Washington para liberar a Bronstein-Trotsky en su condición de ciudadano
estadounidense con pasaporte estadounidense.
Washington exigió que los canadienses ayudaran a Bronstein en la forma que
fuera posible. ¡Tan poderosos eran sus amigos! De acuerdo con las explicaciones
estadounidenses, fue Kerensky quien deseaba tener a Trotsky en libertad.
Trotsky fue liberado en realidad cinco días después. Los canadienses se
disculparon por interrumpir el viaje de Trotsky.
Más tarde, se hizo todo lo posible para ocultar los hechos al público
canadiense (especialmente después de 1919), ya que las autoridades sabían - a
través de la liberación de Trotsky- que se prolongó la guerra mundial durante
casi un año, de acuerdo a Macean. El gobierno canadiense era, por lo tanto,
responsable de las muertes y lesiones innecesarias de soldados y civiles. Pero
la verdad siempre sale a la luz tarde o temprano. Todos estos documentos en los
archivos nacionales de Canadá están disponibles para los investigadores.
De esta manera podemos ver que las acusaciones de Stalin contra Trotsky tenían
algún fundamento. Trotsky fue acusado entonces de haber trabajado como agente
pago en nombre del capitalismo internacional. Los documentos de Canadá, ahora
desclasificados, muestran que esta acusación era bastante correcta. Más
adelante veremos cómo Trotsky sirvió conscientemente a los intereses de
Alemania y, por lo tanto dañó a Rusia.
El caso Kissinger
Heinz Alfred Kissinger nació el 27 de mayo de 1923 en Fürth, en el centro
de Alemania, hijo de un rabino (Washington Observer, 15 de abril 1971). Sus
padres emigraron a Estados Unidos en 1938 y se convirtió en Heinz Henry. De
1943 a 1945 trabajó para la inteligencia de EE.UU. Más tarde fue profesor de
ciencias políticas en la Universidad de Harvard. El propio Kissinger fue
educado por el profesor William Yandel Elliott, que adhería a las locas ideas
de H. G. Wells. En 1955, desarrolló una relación con Nelson Rockefeller (Frank
Capell, “Henry Kissinger: Soviet Agent”, Cincinnati, 1992, p. 29). El pobre
refugiado judío se convirtió en una figura poderosa gracias a la familia
Rockefeller, que comenzó a usarlo como un agente. En 1956, fue nombrado editor
de la influyente revista Foreign Affairs (Publicada por el CFR; Consejo de
Relaciones Internacionales de Nueva York).
Henry Kissinger es un funcionario de alto rango de la organización masónica
judía B’nai B’rith. Él es también un miembro del grupo Bilderberg y de la
Comisión Trilateral. Pertenece a la Gran Logia Alpina suiza, al elitista
Bohemiana Club, y es miembro del Phi Beta Cappa Club, el Cosmos Club, el
Federal City Cluby el Century Club. Kissinger fue asesor de los presidentes
Richard Nixon y George Bush padre. En los años 1961, 1969 y 1973 pasó los
controles de seguridad interna. La información sobre su persona fue
proporcionada por el Departamento de Estado, no por el FBI. En el comienzo de
su carrera como asesor de Nixon, alcanzó el control de los servicios de
inteligencia de los Estados Unidos (Frank Capell, “Henry Kissinger: Soviet
Agent”, Cincinnati, 1992, p. 9).
En abril de 1946, Kissinger comenzó enseñando en una escuela para agentes de
inteligencia. Durante este periodo fue reclutado como agente de la KGB
soviética, bajo el nombre clave de Bor (Gary Allen, “Kissinger: The Secret Side
of the Secretary of State”, Seal Beach, California, 1976, p. 18).
Kissinger fue el arquitecto detrás de los bombardeos de Navidad de Hanoi y Hai
Phong, en 1972. Se convirtió en Secretario de Estado del presidente Gerald Ford
en 1973. De acuerdo con The Wall Street Journal, Kissinger ayudó a Peter
Wallenberg en Suecia a exportar ilegalmente alta tecnología hacia la Europa
Oriental comunista. Exteriormente Kissinger era un liberal. El liberalismo es,
sin embargo, básicamente, una ideología de izquierda. El Salt Lake City-
Deseret News informó el 27 de marzo de 1970 que Nelson Rockefeller estuvo
detrás de la designación de Kissinger como asesor de seguridad nacional del
presidente Nixon.
Fue Henry Kissinger, quien
derrocó a Richard Nixon con el caso Watergate (Gary Allen, “The Rockefeller
File”, Seal Beach, California, 1976, p. 176). Kissinger recibió el
Premio Nobel de la Paz en 1973 por haber permitido que los comunistas ganaran
la guerra de Vietnam.
Fue también Henry Kissinger, que estuvo detrás de la crisis del petróleo de
1973-1974, y la impulsó a través de sus planes en una reunión secreta en
Estocolmo, según lo reveló el Jeque Yamani, ex ministro de petróleo de Arabia
Saudita, conforme a lo informado por The Observer, el 14 de enero de 2001.
Kissinger organizó la cuadruplicación de los precios del petróleo en noviembre
de 1973. La reunión a la que el Jeque Yamani se refiere fue la convención de
Bilderberg, realizada en los alrededores de Estocolmo en mayo de 1973. Esto fue confirmado en el libro de
William Engdahl“A Century of War: Anglo-American Oil Politics and the New World
Order” (1993).
A principios de la década de 1960, sin embargo, ocurrió un inconveniente
grave con el que Kissinger no había contado. Un agente comunista desertor
señaló a Kissinger como un espía soviético, cuyo nombre en clave era Bor.
El Coronel Michal Goleniewski del servicio de inteligencia polaco había enviado
una carta al embajador de Estados Unidos en Suiza, en marzo de 1959, bajo el
alias de Sniper, en la cual reveló información secreta que condujo al arresto
de los oficiales del SIS (Servicio Secreto de Inteligencia de Gran Bretaña),
George Blakey Gordon Lonsdale en Inglaterra. Ambos fueron juzgados y condenados
como agentes soviéticos. Durante la Navidad de 1960, Sniper desertó. Él era
relativamente un alto oficial de la KGB, que denunció a muchos agentes
soviéticos en Gran Bretaña. La información fue verificada y los espías fueron
detenidos. Un poco más tarde Goleniewski entregó una lista de agentes
soviéticos en Suecia, que la inteligencia sueca pudo verificar. El gobierno
socialista sueco, sin embargo, no permitió la detención de los agentes
soviéticos, a excepción de un traidor peligroso, llamado Stig Wennerstrom.
A continuación, a su vez, ocurrió lo mismo con la República Federal de
Alemania, Dinamarca y Francia. Una vez más toda la información resultó ser
correcta y los agentes soviéticos fueron capturados. Un total de 5.000 páginas
de material altamente secreto fueron entregadas por Goleniewski, más de 800
páginas de informes de inteligencia soviético y 160 microfilms. Toda la
información fue correcta.
El 12 de enero de 1961, Goleniewski llegó a los Estados Unidos. Tenía
información muy importante acerca de un espía de alto nivel y exigió
entrevistarse con el Presidente Kennedy, lo que fue denegado. En su lugar, fue
recibido por la cabeza de la CIA, y reveló quien era el agente soviético
secreto: el profesor de Harvard y asesor de seguridad nacional Henry Kissinger.
La CIA reaccionó al instante - Goleniewski recibió 50.000 dólares para guardar
silencio y a partir de ese momento fue expulsado. Kissinger era un miembro tan
poderoso de la B’nai B’rith que ya no podrían tocarlo. Se le permitió continuar
con sus actividades perjudiciales.
Kissinger había enviado toda la información más secreta directamente a la Unión
Soviética. Esto, sin embargo, escapó de la CIA, y llegó a la prensa de extrema
derecha. The American Opinion denunció las actividades secretas de Kissinger en
abril de 1975 (p. 35) y en marzo de 1976. Todo esto fue verificado por el
historiador Ladislav Bitman en su libro “KGB: Soviet Misinformation ”(New York,
1985, pp. 54-55).
El agente soviético Victor Louis visitó abiertamente a Henry Kissinger en la
Casa Blanca el 13 de noviembre de 1971 (John Barron, “KGB”, Tel Aviv, 1978, p.
230).
Anatoli Filatov, quien trabajó para el Ministerio de Relaciones Exteriores de
la Unión Soviética, fue reclutado (en una trampa de tipo sexual) en el comienzo
de la década de 1970 por la CIA en Argelia. A través de él la CIA obtuvo
secretos de Moscú de mucho valor. En un momento se apoderaron de una copia de
una carta del embajador soviético en Washington, Anatoli Dobrynin (el apellido
real es Gutman). En esta carta, Kissinger se revela como un agente soviético.
El masón de alto rango David Aaron, quien trabajaba para la CIA y al mismo
tiempo fue asesor del presidente Jimmy Carter, hizo todo lo posible para
proteger a su “hermano” Kissinger de la exposición. Quería castigar a Filatov
por haber proporcionado información sobre Kissinger. A través de un diplomático
rumano denuncio a Filatov como un agente estadounidense. Filatov fue arrestado
en Moscú y ejecutado sumariamente. Se convirtió en un gran escándalo en los
Estados Unidos, pero Kissinger se salvó una vez más.
El masón David Aaron traicionó a su país para salvar a un hermano masón de alto
rango de ser expuesto como un agente extranjero. El caso de Kissinger fue
silenciado. David Aaron nunca fue castigado por su horrible crimen.
Durante el tiempo en que Henry Kissinger se desempeñó como Secretario de Estado
se aseguró de que todos los anti-comunistas conocidos fueron dados de baja del
Departamento de Estado (GaryAllen, “Kissinger: The Secret Side of the Secretary
of State”, Seal Beach, California, 1976, p. 129). Kissinger no podía tolerar a
los anti-comunistas, ni siquiera como una broma.
El 4 de marzo de 1982, se afirmó en la televisión estadounidense Channel
Eleven, que el ex Secretario de Estado Kissinger estuvo involucrado sexualmente
con niños. La activista de derechos humanos, Ellen Kaplan, le preguntó en la
calle a Henry Kissinger: “Sr. Kissinger, ¿es cierto que usted está durmiendo
con los niños en el Hotel Carlyle?”La esposa de Kissinger, Nancy, intentó
estrangular a Ellen Kaplan, quien reportó el incidente a la policía y Nancy
Kissinger fue arrestada por intento de homicidio.
Cuando el Nuevo Orden Mundial sea implementado, el mundo será muy diferente,
prometió el masón Henry Kissinger, en una declaración: “No habrán quedado
muchos, pero todo será mejor para la gente”. Se trata de un notable pensamiento humanista.
Referencias
bibliográficas:
[1]Jüri Lina; “Under the Sign of the Scorpion” – The rise and fall of the
Soviet
Empire; Referent Publishing; 2 Nd Edition; Estocolmo; 2002. Pueden encontrarse
ediciones
electrónicas completas, sin cargo, en Internet.
[2]Jüri Lina; “Architechts Of Deception” -The concealed History of Freemasonry;
Referent Publishing; Estocolmo; 2004. Pueden encontrarse ediciones
electrónicas completas,
sin cargo, en Internet.
Notas del Editor:
(1)VOBB: Hace referencia a la “major German Jewish Masonic Lodge”, según lo
informa la página de Internet “Nazi Persecution of Freemasonry”;www.freemasonsfreemasonry.com/ushmm.html.
Transformada en una institución internacional después de 1974, dividió al
planeta en distritos: Europa continental es el distrito 19. Fue reconocida por
la UNESCO, la OMS, la ONU y el Consejo de Europa; en 1998 abrió una oficina en
Bruselas…” Según Pierre de Villemarest “un buen número de dirigentes del B’nai
B’-rith ocupa lugares prominentes en la administración norteamericana,
especialmente en los equipos presidenciales. Lo cual no tiene nada de asombroso
si se admite que el 51% de los puestos claves gubernamentales son detentados
por la comunidad judía”. Por eso, además de Madeleine Albright, ya mencionada,
William Cohen es titular de Defensa, mientras que Samuel Berger es el número
uno del Consejo de Seguridad.
La imagen de la B’nai B’rith es necesariamente difusa (vaporosa), porque es muy
escasa la información concerniente a ella. “Nada en la biblioteca nacional,
prácticamente nada en la biblioteca del Congreso de Washington y nada de nada
en la biblioteca británica de Londres”. Es
demasiado poco para una organización de su importancia. La B’nai B’rith
desearía siempre pasar por una simple organización humanitaria que “inventó el
derecho de injerencia y la ayuda humanitaria, más allá de la ley”. Se puede,
sin embargo, percibir lo diferente de su accionar real, particularmente en
Francia, donde su comportamiento es desembozadamente político y polémico.
En Francia, la B’nai B’rith tiene fuerte presencia en más de cuarenta agrupaciones.
Su especialidad consiste en combatir por todos los medios al Frente Nacional
(reproduciendo aquí las funciones de la Liga Anti-Difamación norteamericana).
Ha respaldado, por ejemplo, un libro “ compuesto extensamente por fichas
nominales de policía, que a juicio de muchos observadores se trata de una
verdadera obra de fichaje y delación, digna de la policía intelectual
denunciada por A. Kriegel”. La obra lleva por título “Las derechas nacionales y
radicales en Francia”. Con fundamento, entonces, se atribuye a la B’nai B’rith,
el verdadero pánico que parece haberse sembrado entre los principales
dirigentes opositores de ser sospechados de connivencias electorales con el
Frente Nacional. Un artículo de “Monde”(26.3.1986), aunque reticente, revela
los “compromisos ante la comunidad asumidos en los foros…-donde participa la
B’nai B’rith- de no aliarse en ningún caso con el Frente Nacional”. Desde
cualquier punto que se la mire, se está muy distante de los objetivos
humanitarios alegados. En cambio, los lazos de la B’nai B’rith con LICRA están
a la vista, como también la evidencia de que la B’nai B’rith “igualmente ha
contribuido en gran forma, a la adopción de la ley Fabius-Gayssot del 13 de
junio del 1990 que instituye el delito de opinión revisionista”(3).
Como se observa, la B’nai B’rith no duda en inmiscuirse directamente en la vida
política de los Estados. Y lo puede hacer cómodamente ya que sus propios
miembros suelen ejercer altas funciones públicas: la Vª República tuvo por lo
menos, tres ministros pertenecientes a la B’nai B’rith. Esta organización sabe
cuidar sus relaciones y recompensar a los dirigentes que aprecian su accionar,
en particular sobre las cuestiones de los Derechos Humanos y de la tolerancia.
Ha de entenderse, desde ya, que solo protegen a personas o agrupaciones
“políticamente correctas”. No causará, entonces, ninguna sorpresa, saber que el
16 de febrero del 2000, Jacques Chirac, gran perdonavidas de los herejes
austriacos, “fue condecorado por dirigentes de la Liga Anti-Difamación de la
B’nai B’-rith en presencia de F. Rohatyn, embajador de los EE.UU. en Francia,
de las autoridades del CRIF, y del Congreso judío europeo (4). Curiosamente
esta noticia no provocó la atención de los mass-media...”.
Resulta entonces, que el poder de influencia del B’nai B’rith es considerable.
Pese a su arraigada implantación en Norteamérica, siempre parece difícil trazar
una distinción entre su influencia propia y la específica de los EE.UU. Cabe
preguntar: ¿cómo imaginar que una palanca tan poderosa no sea utilizada por
este país en el cuál se alberga la fracción más notable?
De cualquier manera, tal fue el caso en 1945. Ese año, el banquero James Paul
Warburg había sido encargado de estudiar la política a aplicarse en la Alemania
nacionalsocialista vencida (5). Fue cuando, para tener en sus manos a ese país
- además de la carta de penetración económica- se decidió juzgarlo por su
culpabilidad, explotando a fondo los horrores del genocidio perpetrado por el
régimen hitleriano.
Resultó muy eficaz y la República Federal Alemana pasó a convertirse en el más
celoso servidor de la OTAN; también es cierto que el Ejército Rojo acampaba en
sus fronteras.
Es preciso rendirse a la evidencia: se trata de un conjunto de redes
semi-clandestinas interconectadas; alimentadas y coordinadas por una selecta
clase dirigente ejecutiva mundial. El hecho de que una buena cantidad de sus
responsables exhiban varios “cascos”(CFR, Trilateral, Bilderberg, B’nai
B’rith…) disminuye el número real y concentra, mientras tanto, su poder más que
en la generalidad, en la discreción, trabajando con sincronizada perspectiva
para la instauración progresiva del “Nuevo Orden Internacional”, fundado
únicamente sobre criterios económicos y con mayoría referente a los intereses
de los EE.UU.
Periódicamente, un buen número de los “medios de comunicación “y de factores
diversos de opinión, ridiculizan (o dan un tratamiento algo a la chacota) a la
idea misma de organizaciones ocultas o clandestinas.
Uno preferiría creer que obran así por incultura o por estupidez. Es más lógico
que tiren “cortinas de humo “a sabiendas en la periferia de una nebulosa
compleja cuya eficacia requiere a menudo el secreto o, cuanto menos, la
ausencia de publicidad. Allí encuentran su interés, puesto que allí están las
fuentes y factores de poder.
Se ha visto la misma comedia mediática durante los setenta años del reinado
soviético. Los “bien intencionados “no tenían más que expresiones despectivas
hacia los “maniáticos del complot”, que hablaban del aparato clandestino de la
Internacional y de los partidos comunistas. La apertura, parcial por supuesto,
de los archivos de Moscú, los hizo callar súbitamente.
Al igual que en el “Oriente complicado”, los asuntos del mundo no son tampoco
transparentes como para creer en ellos en una lectura a primera vista. Hay que
aprender a ver “al otro lado del observador”.
Todo el problema deriva de nuestra falta de cultura de información,
precisamente en la era de la información, el cual puede costarnos el espacio de
potencia influyente. Este capítulo puede haber descorrido algunos velos sobre
realidades subterráneas - aparte de desagradables - de la política de los
EE.UU. De cualquier modo, su eficacia es asombrosa - particularmente respecto a
Europa -eficacia tanto mayor cuanto que reposa sobre una estrategia global.
Referencias:
(1)“La inquietante evolución americana”, P.Hofstetter, 1976, Editorial Los
siete colores.
(2)Las citas concernientes al B’nai B’rith fueron tomadas del libro de E.
Ratier, “Misterios y secretos del B’nai B’rith”, Ediciones Facta, 1993.
(3)Se sanciona penalmente, por ejemplo, el cuestionamiento del holocausto.
(4)“Cuadernos del Centro Europeo de Información”; Marzo 2000.
(5)Georges Virebeau, “Pero, ¿quién gobierna a
América? Editorial Henri Coston; 1995.
La sigla www (World Wide Web) ó Telaraña extendida sobre el mundo) se ha hecho
familiar para unos ciento cincuenta millones de personas que, sobre los cinco
continentes, están hoy en día conectadas a Internet. Esta “red de redes
“constituye una suerte de telaraña electrónica planetaria, absorbiendo una
creciente proporción de informaciones intercambiadas entre los hombres... para
el mayor provecho del promotor del sistema, los Estados Unidos de Norteamérica.
Sin embargo, Internet no representa más que una parte en los puntos de un hilo
conductor concebido como instrumento global de soberanía. Para demostrarlo
examinaremos sucesivamente: la política exterior norteamericana; las redes
ocultas mediante las cuales despliega su influencia bajo la cobertura de la
globalización; y por último, los medios técnicos y humanos de información al
servicio de una estrategia de dominación planetaria.
Los padres fundadores de Estados Unidos entendían, en 1787, fundar una
república, es decir “un gobierno de leyes y no de hombres”, antes que una
democracia. Por lo demás, ésta última palabra no figura en la Constitución
Federal, ni en la Declaración de la Independencia como tampoco en la
Constitución de los cincuenta estados. Hamilton, acuñando una expresión en
metálico, expresaba: “Somos un gobierno republicano: la verdadera libertad no
se encuentra nunca en el despotismo ni en los extremos de la Democracia” (1).
El poder de influencia planetaria en manos de grupos ocultos.
Es en los británicos, donde hay que buscar el origen del concepto moderno de
redes mundiales de influencia política discreta (o encubierta), mediante la
formación, a largo plazo, de elites internacionales cooptadas.
Ello ha sido posible gracias al apoyo de la alta finanza y, en particular, de
la banca israelita que juega en ello un rol decisivo.
El hombre que enunció la idea y la hizo realidad en las primeras mallas de red,
es Cecil Rodhes (5). Hizo suyas las convicciones de John Ruskin, quien
consideraba que los “hombres superiores” debían crear una sociedad, a partir de
la cual ellos ejercerían su dominio o señorío casi absoluto sobre las naciones;
en una carta a W.T. Stead, describía su sueño: “de unión con Norteamérica y de
paz universal... Yo quiero decir, de aquí a un siglo... y de una sociedad
secreta, organizada como la de Loyola, sostenida por las riquezas acumuladas
por aquellos que aspiran a construir algo”.
Las diversas etapas de su desarrollo fueron previstas ya sea por Rhodes mismo,
ya sea por sus discípulos o por sus albaceas testamentarios, que en particular,
sentaron las bases de las famosas becas Rhodes (Rhodes Scholarships),
destinadas a promover a jóvenes talentos que surgieran - que siempre los hay.
Así se desplegó, con el correr de los años, una compleja red, tejida en mallas
aparentes o invisibles, cuya mayor parte existen todavía y funcionan muy bien.
Por lo que concierne sólo a los EE.UU., pueden señalarse los siguientes
organismos constitutivos (se omite su desarrollo, en razón de que algunos de
ellos ya fueron suficientemente tratados en otros artículos que se publicaron
previamente en Patria Argentina):
• 1919-1922 - Creación del CFR
• 1954 - La Conferencia Bilderberg
• 1971 - El foro de Davos
• 1973 - La Trilateral
La B’nai B’rith (Hijos de la Alianza)
El panorama ya descrito acerca de la telaraña globalista bajo dominio
norteamericano no puede ser total. Sin embargo no puede soslayarse una
referencia a la B’nai B’-rith (Hijos de la Alianza), organización en gran parte
secreta, reservada a los israelitas, cuya cabeza y dirección tiene sede en los
Estados Unidos y cuyas ramificaciones abarcan la dimensión planetaria de la
diáspora. “La elite internacional de las diversas comunidades judías, desde
Sigmund Freud hasta Albert Einstein, son o han sido sus miembros. Se trata,
entonces, de la más antigua, de la más vasta y, sin duda, de la más influyente
organización judía internacional”.
“Fundada en 1843, en Nueva York, junto a Wall Street, la primer B’nai B’rith se
organizó en logias masculinas y femeninas según el modelo masónico. Llegó a
integrar varios cientos de miles de miembros (número en disminución), de los
cuales, en 1987, había 137.000 norteamericanos.
La telaraña sobre el mundo - “La logia masónica B'nai B'rith”