EL MAYOR
SECRETO MEJOR GUARDADO
El país más poderoso en el planeta hoy
parecería ser los Estados Unidos de América si usted cree en lo que a usted se
le dice. Pero los Estados Unidos han sido controlados desde Londres siempre y
todavía lo son. América nunca ha sido la Tierra de los Libres y es tiempo que
lo sea.
El enfoque del mundo ha estado sobre
América grande, mala, como el malvado mundial mientras todo el tiempo los
eventos por los que se culpa a los estadounidenses han sido organi-zados por la
Élite de la Hermandad Babilónica en Inglaterra y en otros lugares. La aparente
de-sintegración y declinación del Imperio Británico y Gran Bretaña, en la
superficie, como súper potencia, ha oscurecido aún más, a propósito, dónde yace
el poder real.
Enfatizo que por Londres no quiero decir
el gobierno británico que es sólo otra fachada no importa quién esté en la
oficina. Quiero decir que por razones históricas y otras el centro de
operaciones principal de la telaraña de sociedades secretas de la Hermandad
está basado en Londres o Nueva Troya y, en gran parte, París, Bruselas y Roma,
también. Otra vez, para com-prender qué ha ocurrido en los Estados Unidos
tenemos que remontarnos un tiempo muy largo. Los fenicios desembarcaron allí en
tiempos antiguos y lo que parecían ser restos egipcios (fenicios) u orientales
fueron encontrados en el Gran Cañón en los primeros años de este siglo, aunque
el conocimiento de esto ha sido suprimido. Hay pruebas de que los galeses,
irlandeses, ingleses y escoceses atracaron en América del Norte muchos siglos
antes de Colón.
El ingeniero Debenedetti que recorrió la
Meseta de Somuncurá y el Valle del Chubut, encon-tró restos galeses de mas de
500 años; cuando oficialmente llegaron en 1865.
La Historia oficial de que Cristóbal Colón
descubrió el continente americano es ridícula. A pocas millas de Edimburgo en
Escocia hoy todavía se levanta la Capilla Rosslyn, ese Santo Grial de la Élite
de la Hermandad. Fue construida en la forma de una cruz templaria por la fa-milia
St Clair-Sinclair y es una masa de simbolismo esotérico. Los cimientos fueron
puestos en 1446 y fue terminada en la década de 1480. ¡Qué extraordinario
entonces que las esculturas en Rosslyn incluyen representaciones de maíz tierno
y cactus que eran encontrados sólo en Amé-rica y Cristóbal Colón no descubrió
ese continente hasta 1492.
A decir verdad, no hay ningún misterio.
Cristóbal Colón no era ni siquiera cercanamente la primera persona blanca en
atracar en el continente americano. Los fenicios, escandinavos, irlandeses,
galeses, bretones, vascos y portugueses, todos navegaron a América antes de él
y así lo hizo el príncipe Henry Sinclair de Rosslyn, como se documenta en un
raro libro por Fre-derick I Pohl llamado El
Viaje Del Príncipe Henry Sinclair Al Nuevo Mundo en 1398. Sinclair hizo el
viaje con otro linaje de la Hermandad, la familia Zeno, una de las familias
nobleza negra más ilustres en Venecia. Sinclair y Antonio Zeno atracaron en lo
que llamamos Newfoundland (Te-rranova, literalmente tierra nueva encontrada) y
se internaron en Nova Scotia (Nueva Escocia) en 1398.
Las descripciones de Antonio en sus cartas
de la tierra que encontraron corresponden per-fectamente, y en detalle, con un
área de depósitos de brea (asfalto) en el Condado de Pictou, Nueva Escocia, no
lejos del pueblo actual de Nueva Glasgow. Sinclair siguió para desembar- car en
lo que es ahora Nueva Inglaterra. En Massachussets en un lugar llamado Prospect
Hill en Westford, a 40 km de Boston, una representación de una espada y un
caballero en armadu- ra han sido encontrados en la roca.
T.
C. Lethbridge, el conservador del Museo de la Universidad de Arqueología y
Etnología en Cambridge, Inglaterra, dijo que las armas, la armadura y emblemas
heráldicos eran los de un caballero de fines del siglo XIV, del norte escocés,
y: un pariente del primer Sinclair Conde
de Orkney. La Hermandad había sabido de América durante cientos de años y
Cristóbal Colón fue usado para hacer el descubrimiento oficial con el propósito
de que la ocupación del conti-nente americano pudiese comenzar. Esta es la
historia de cómo fue hecho.
Después de la purga de 1307, muchos templarios
partieron de Francia hacia Escocia, como hemos visto. Pero otros fueron a
Portugal donde operaron bajo el nombre Los Caballeros de Cristo, enfocándose
principalmente en actividades marítimas. El Gran Amo más famoso de los
Caballeros de Cristo era el Príncipe Enrique el Navegante que vivió entre 1394
y 1460. El térmi-no Navegante o Nautier fue usado por los Caballeros Templarios
y el Priorato de Sión para de-notar a un Gran Amo y por tanto no
sorprendentemente fue continuado por esta fachada tem-plaria, los Caballeros de
Cristo. El Príncipe Enrique era un explorador marítimo de sangre real y fueron
sus marineros los que descubrieron Madeira y las Azores, dos posibles restos de
Atlántida.
Debido a sus conexiones a los
conocimientos secretos de la Hermandad, tenía acceso a mu-chos mapas compilados
de los viajes de los fenicios y otros, incluyendo aquellos que trazaban la
existencia del continente americano. Sólo un poco más de veinte años después de
que Colón zarpó para el continente americano, el Almirante turco otomano, Piri
Reis, dibujó un mapa de cómo lucía la masa de tierra de la Antártida 300 años
antes de que ese continente fuera descu-bierto oficialmente. La exactitud de su
mapa ha sido confirmada por técnicas modernas. ¿Có-mo pudo hacer eso?. Dijo que
dibujó el mapa de otros más tempranos, las mismas fuentes dis-ponibles para el
Príncipe Enrique el Navegante y los Caballeros de Cristo/Caballeros Templa-rios.
Esto se vuelve sumamente importante cuando
usted se da cuenta de que uno de los capita-nes de marina mercante del Príncipe
Enrique y un Caballero de Cristo era el suegro de Cristó- bal Colón. El no
estaba buscando la India. Supo dónde estaba yendo todo el tiempo. Esto es el
porqué de que tantos exploradores marítimos y circun navegadores del mundo,
como Vasco de Gama y Américo Vespucio, vinieron desde Portugal. Como el
historiador masónico, Manly P. Hall, ha explicado, Colón estaba conectado con
la red de sociedades secretas en Génova e Ita-lia del norte, el bastión de la
nobleza negra veneciana/fenicia.
Fue en cierto momento empleado por René
d'Anjou de la Casa de Lorena, un miembro de la Hermandad Babilónica y un noble
con interminables contactos a través de Europa, incluyendo Génova y Venecia.
Colón era un miembro de un grupo inspirado por las creencias del poeta Dante,
que era un muy activo cátaro y templario y la bandera que Colón enarboló en sus
em-barcaciones en ese viaje al continente americano era la cruz roja sobre el
fondo blanco.
El apoyo crucial para Colón vino de dos
altos iniciados de la red de la Hermandad de Babilo-nia, Lorenzo de Médicis,
una de las familias venecianas más poderosas, y el artista Leonardo da Vinci,
un Gran Amo del Priorato de Sión. Cinco años después de que Colón atracó en el
Ca-ribe, un italiano conocido como Juan Caboto zarpó del puerto templario de
Bristol en el oeste de Inglaterra para descubrir oficialmente Terranova, Nueva
Escocia, y América del Norte. El nombre Bristol evolucionó a partir de Barati y
fue una vez llamado Caer Brito. Bristol era un centro para los Caballeros
Templarios y el área de la ciudad hoy llamada Temple Meads se relaciona con
eso. Caboto fue apoyado por Enrique VII de Inglaterra y el hijo de Caboto, Se-bastián,
nacido en Venecia, era un explorador y cartógrafo para Enrique. Sebastián
también navegó a la Bahía de Hudson en Canadá y condujo una expedición para los
españoles a Sur América. ¡Los Cabotos dijeron que estaban buscando Asia!. Las
expediciones de los españoles a Sur América y las británicas y francesas a
América del Norte fueron todas coordinadas por la misma fuente, ramas de la Hermandad.
La Historia oficial no conecta a Caboto con Colón, pero no por falta de
evidencia.
El nombre real de Juan Caboto era Giovanni
Caboto. Era un veneciano naturalizado que vino desde Génova, la misma ciudad
desde donde Colón operó al mismo tiempo que Caboto estaba ahí. Manly P. Hall,
un masón de grado alto él mismo, dijo que ambos estaban conectados con las
mismas sociedades secretas y Hombres Sabios de Oriente. Los exploradores que
abrieron el nuevo mundo operaron desde un plan maestro y eran agentes del
redescubrimiento en vez de descubridores. Poco se sabe sobre el origen, vidas,
caracteres, y políticas de estos aventu-reros intrépidos. Aunque vivieron en un
siglo ampliamente provisto con historiadores y biógra-fos, éstos vieron mejor o
quedarse silenciosos o inventar relatos plausibles sin sustancia.
Por supuesto que lo hicieron. No querían
que las personas supieran la verdad de que era todo un engaño y parte del programa
de la Hermandad a largo plazo. Durante los próximos cuatro siglos los países de
Europa controlados por la Hermandad, particularmente Gran Bre-taña, pero
también incluyendo los holandeses, franceses, belgas, españoles, portugueses,
ale-manes y otros, saquearon el planeta, apoderándose del mundo, en efecto, y
ampliaron el con-trol ario como nunca antes.
Típicos de la mentalidad y los métodos
empleados eran aquellos de Hernando Cortés, que condujo la toma española de
América Central después de Colón. Los pueblos nativos tenían su propio sistema
de medir el tiempo y tenían una fecha en la que esperaban el regreso de su
dios, Quetzalcoatl, en muchos sentidos su versión de Jesús. Las historias
contadas sobre Jesús en el Medio Oriente y Europa y las de Quetzalcoatl en
América Central eran básicamente las mismas. La fecha del esperado segundo
advenimiento del dios blanco, Quetzalcoatl, era, en tiempo europeo, 1519 y
ellos creían que estaría llevando atuendo de acuerdo con su apodo de la
Serpiente Emplumada. Cortés se internó en México en 1519 usando plumas para
escribir e incluso desembarcó cerca del sitio donde Quetzacoatl era esperado.
También estaba llevando una cruz, otra vez de acuerdo con la leyenda de
Quetzalcoatl. Debido a esto, el azteca rey, Moctezuma, creyó, como su pueblo,
que lo de Cortés era el largamente esperado regreso de su dios. Esto permitió
que Cortés, con sólo 598 hombres, ganara el control de un vasto número de las
personas. Para el momento en que se dieron cuenta de que Cortés no eran ningún
segundo advenimiento, era demasiado tarde.
Entre las conquistas españolas estaban las
tierras de los incas y los mayas y gran parte de su conocimiento fue perdido o
destruido sistemáticamente. Lo mismo ocurrió en América del Norte donde los
europeos mataron incalculables números de americanos nativos y práctica-mente
borraron esa cultura de la faz de la tierra. Los pueblos nativos de África,
Australia, Nueva Zelanda, y otras partes sufrieron un destino similar.
Los arios se apoderaron del mundo a través
de estos imperios británicos y europeos y donde fueron el conocimiento de la
vida y la historia fue robado o destruido. Uno de los ejemplos más tempranos
más obvios de esto fue la destrucción de la gran biblioteca esotérica en
Alejandría en Egipto por órdenes de los romanos en el siglo IV. Los libros que
no fueron destruidos fueron acaparados en el Vaticano.
El primer asentamiento inglés permanente en
lo que se hizo los Estados Unidos estaba en Jamestown, Virginia, a principios
del siglo XVII. Virginia, se dice, fue nombrada por Elizabeth I, la totalmente
mal nombrada reina virgen. Es por lejos más probable, sin embargo, dado el tras-fondo,
que fue nombrada por la diosa virgen de antigua Babilonia, la Reina Semíramis y
su es-pejo en Egipto, Isis. Muchos miembros de la familia de Francis Bacon
estaban entre los colo-nos tempranos y también los puritanos, calvinistas en su
ropa negra y sombreros altos que trataron a la población nativa como a sus
propias mujeres, con una arrogancia y crueldad más allá de toda descripción.
Con los colonos, cuando la Hermandad amplió su ocupación del pla-neta, vinieron
los linajes de la aristocracia y la realeza europea que se harían los líderes
co-merciales, banqueros, presidentes y administradores de los nuevos Estados
Unidos.
La propiedad financiera y de la tierra de
América fue afianzada desde el comienzo con la formación de la Compañía de
Virginia, formada por el Rey James I en 1606. James nombró ca-ballero a Francis
Bacon y lo nombró para muchos puestos importantes, incluyendo Presidente de la
Cámara de los Lores de Inglaterra (Lord Chancellor). Bajo el patrocinio de
James, los templarios, rosacruces y otras sociedades secretas unieron fuerzas
bajo un nombre, la Maso-nería. Miren a algunos de los miembros tempranos de la
Compañía de Virginia, Francis Bacon, Conde de Pembroke, Conde de Montgomery,
Conde de Salisbury, Conde de Northampton, y Lord Southampton. Todos de ellos de
los linajes de la Hermandad. La Compañía de Virginia to-davía existe bajo otros
nombres y todavía controla los Estados Unidos.
Los francmasones estaban en el frente del
cambio de manifiesto a encubierto del reinado por Gran Bretaña del continente
norteamericano. Esta transición es conocida por la historia como la Guerra de
la Independencia estadounidense. El Programa de la Hermandad para Amé-rica fue
condensado en el trabajo de Francis Bacon, La Nueva Atlántida, publicado en
1607, en que una Universidad Invisible de intelectuales selectos determinaba
los eventos. Uno de los Francmasones líderes de las colonias británicas en
América era Benjamin Franklin, que todavía es reverenciado como un padre fundador
que creía en la libertad para las personas. Su cara puede ser vista en el
billete de cien dólares. Incluso el movimiento patriota cristiano que ha comprendido
muchos elementos de la conspiración mundial, ha comprado la idea de que
Franklin habría estado de su lado. Franklin era una posesión de los servicios
de inteligencia británicos, un satanista, acérrimo de la Hermandad Babilónica,
y sacrificador de niños. Si los estadounidenses no van a perder la trama aquí
tienen que echar una completamente nueva mirada al trasfondo y las motivaciones
de muchos de sus padres fundadores. Franklin fue el que el 8 de diciembre de
1730 imprimió el primer artículo documentado sobre la masonería en su
periódico, La Gaceta de Pensilvania. Se hizo un francmasón oficialmente en
febrero de 1731, y fue hecho Gran Amo Provincial de Pensilvania en 1734.
En el mismo año Franklin imprimió el
primer libro masónico en América y la primera logia estadounidense registrada
fue fundada en su estado en Filadelfia. ¿Desde dónde fue organi-zada la guerra
de Independencia estadounidense?. Filadelfia y allí usted todavía encontrará la
Campana de la Libertad, el símbolo de Bel, el dios del Sol de los fenicios y
los arios. La lengua fenicia es sobre el sonido, no la escritura, y esencial
para el lenguaje secreto simbólico de los arios es el sonido de una palabra. Franklin,
que era también un Grand Master Rosacruz, estaba en el corazón de la operación
de la Hermandad para apoderarse de América y reemplazar el control manifiesto
de Londres con el control encubierto, la forma más eficaz y en curso de
gobernar las masas. Instaría a aquellos que piensan que personas como Franklin
y muchos otros padres fundadores eran creyentes en la libertad, que no sean
engañados. Jefferson escribió que todos hombres eran creados iguales mientras
tenía 200 esclavos negros y escri-bía en otros lugares que las personas negras
son genéticamente e intelectualmente inferiores a los blancos. Franklin también
tenía esclavos negros mientras parloteaba sobre la libertad. Franklin era el francmasón
líder en el mismo lugar donde la Guerra de Independencia fue organizada. Era un
miembro de redes masónicas en Francia, como las logias Nueve Hermanas y de San
Juan, que ayudaron a manipular la Revolución Francesa en 1789. Era un iniciado
de la muy exclusiva Logia Real de Comandantes del Templo Oeste de Carcassonne.
Era también un miembro del club satánico Hellfire (Fuego del Infierno) con su
amigo íntimo, el Ministro de Hacienda británico, Sir Francis Dashwood, que fue
vinculado con muchos grupos esotéricos incluyendo el Druid Universal Bond.
Dashwood hizo cavar una cueva inmensa en su propiedad West Wycombe (Wicca) para
sus rituales satánicos y ceremonias de magia sexual.
Otro miembro del Club Hellfire era
Frederick, el Príncipe de Gales, en este momento y tam-bién el Primer Ministro,
el Primer Lord del Almirantazgo, y el Alcalde de la Ciudad de Londres. ¡Esto
era la compañía mantenida por Benjamin Franklin, el hombre que conduciría una
rebelión contra la misma Corona Británica!. En verdad era el agente 72 de la
Inteligencia Británica, exactamente la misma organización creada por personas
como Francis Bacon y el Dr. John Dee durante el reinado de Elizabeth I.
En 1998 excavaciones bajo la anterior casa
de Franklin en el 36 de Craven Street, cerca de Trafalgar Square en Londres,
encontraron los restos de diez cuerpos, seis de ellos de niños, y han sido
fechados a la época en que Franklin vivió allí. La historia de cobertura parece
ser que él y su compañero de casa deben haber estado en el robo de tumbas o
compra de cuerpos pa-ra investigación médica. Dado que Franklin era un miembro
de un grupo involucrado en sacri-ficio ritual, de acuerdo con los rituales
antiguos de la Hermandad Babilónica. ¡Fueron estos dos Satanistas, Benjamin
Franklin y Sir Francis Dashwood, quienes produjeron un devocionario que se hizo
la base para el Libro Cristiano de Oración Común!. Cuando Dashwood era también
conocido como Lord le DeSpencer, su trabajo se hizo conocido como el
devocionario Franklin/ DeSpencer y, en los Estados Unidos, fue el Devocionario
Franklin.
Franklin estaba trabajando tanto en
América como Europa para el Programa de la Herman-dad como otros padres fundadores,
y no es ningún accidente que tanto Franklin como Jeffer-son fueron nombrados en
momentos diferentes para representar los intereses estadouniden- ses en ese
centro clave, París, como era Sir Francis Bacon un representante británico.
Fueron los contactos cercanos de Franklin
con la red de sociedades secretas en Francia los que condujeron a tantos revolucionarios
y francmasones franceses, como Lafayette, a invo-lucrarse en la Guerra de
Independencia estadounidense. Sus contactos subterráneos también aseguraron los
servicios del francmasón alemán, Barón von Streube, que servía en el ejército
de Federico de Prusia. Streube tuvo un papel importante en la guerra, como, por
supuesto, el masón de alto grado, George Washington, la cabeza de las fuerzas
estadounidenses, y el pri-mer Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.
La mayoría de sus oficiales eran franc-masones, como lo eran los jefes y muchos
de los soldados en los ejércitos británicos.
Lord Geoffrey Amherst era comandante en
jefe de las fuerzas británicas en la Guerra de Independencia y el hombre que
pagó por su comisión para hacerse un oficial en primer lugar, era Lionel
Sackville, el primer Duque de Dorset, un socio del Duque de Wharton. En 1741,
Sackville y Wharton se hicieron Caballeros de la Jarretera, la selecta orden de
caballería del monarca británico que se conecta con otras redes de caballeros
como los Caballeros de San Juan de Jerusalén (Malta). El símbolo de los
Caballeros de la Jarretera es una cruz roja sobre un escudo blanco. Sackville
fundó la red Gran Oriente de la Masonería en Italia que trabajaba con los muy
secretos Carbonari y los Alta Vendita. Sus hijos, George y Charles el Conde de
Middlesex, eran ambos Francmasones muy activos. Charles Sackville formó una
logia en la fortaleza Nobleza Negra de Florencia, Italia en 1733 y cofundó la
sociedad Dilettanti con el amigo de Benjamin Franklin, Sir Francis Dashwood.
Charles Sackville y Dashwood eran miem-bros de un grupo selecto de francmasones
alrededor de Frederick, Príncipe de Gales, un miembro del Club Hellfire.
El hermano menor de Charles, George, se
hizo coronel del 20º Regimiento de Pie (después los Fusileros de Lancashire) y
amo de su logia de campo masónica. Uno de los directores en esta logia era el
Teniente Coronel Edward Cornwallis, otro de los máximos comandantes del
Ejército británico en la guerra con las colonias estadounidenses. Cornwallis,
cuyo hermano gemelo era Arzobispo de Canterbury, fue hecho Gobernador de Nueva
Escocia en 1750 y for-mó una logia de francmasones allí.
Sirviendo bajo órdenes de Cornwallis
estaba el Capitán James Wolf, otra figura más que jugaría un papel vital para
los británicos en la Guerra de Independencia. En 1751, George Sackville se hizo
Grand Master de la Gran Logia Irlandesa, el mismo cuerpo al que las logias de
campo del ejército británico en las colonias estaban afiliadas. Y en 1775,
justo cuando la gue-rra en América estaba subiendo al pleno apogeo, ¡ese mismo
George Sackville, un amigo ínti-mo del Rey Jorge III de la Nobleza Negra, fue
nombrado Secretario Colonial a cargo de las colonias estadounidenses!. Ésta era
la misma red a la que Benjamin Franklin estaba conecta-do. En pocas palabras,
la Hermandad Babilónica, vía los francmasones, controló y manipuló ambos lados
en la Guerra de Independencia estadounidense, justo como lo hacen en cada otra
guerra. Como los historiadores han documentado, la operación militar y naval
británica duran-te la Guerra de Independencia fue increíblemente inepta. No fue
que las colonias ganaron la guerra, fue que los británicos eligieron perderla.
Ahora podemos ver por qué, y las vías a través de las que esto fue hecho
posible. También, los regimientos británicos estaban inunda-dos de logias de
campo masónicas que se conectaron con sus hermanos en el Ejército estado-unidense.
Benjamin Franklin se basó en París durante
el período crucial y desde allí podía comunicarse fácilmente con las logias
francesas y los británicos. París era también un centro principal, y todavía lo
es, para la red de espías británica. El papel de Director General de Correos
británico era tradicionalmente uno del espionaje, sobre todo porque tenía
control de todas las comuni-caciones. Gran Bretaña dividió el trabajo entre dos
personas, Sir Francis Dashwood, el compa-ñero Satanista de Franklin, y el Conde
de Sandwich que, con Dashwood, formó otra sociedad secreta más llamada la Orden
de St Francis. Éste era otro Club Hellfire. El Conde de Sandwich fue nombrado
Primer Lord del Almirantazgo a cargo de la guerra naval contra las colonias es-tadounidenses
y la Enciclopedia Británica dice que por corrupción e incapacidad, la adminis-tración
del Conde de Sandwich fue única en la historia de la Marina Británica.
Igualmente inepto (a propósito) era el
comandante de operaciones marítimas, el Almirante Lord Richard Howe, que había
sido traído con Franklin en 1774 por la hermana de Franklin, una miembro de su
red espía que vivía en Inglaterra. Howe admitió después públicamente que no
había dicho a sus superiores de sus reuniones con Franklin. En los tres o
cuatro años que precedieron a la Declaración de Independencia en 1776, Franklin
pasó el verano en la propie-dad de Dashwood en West Wycombe, al norte de Londres,
donde tomaron parte en los rituales en las cuevas especialmente creadas cavadas
por órdenes de Dashwood para suministrar las ubicaciones apropiadas para su satanismo.
Una estatua de Harpócrates, el dios griego de la reserva y el silencio, iba a
ser encontrada en las instalaciones del Club Hellfire retratado con un dedo
sujetado a su boca. Estatuas de Harpócrates fueron encontradas a menudo en las
en-tradas a templos, cuevas y otros sitios donde los misterios fueron
efectuados y comunicados. Fueron Dashwood y Franklin, él mismo un delegado del
Director General de Correos para las colonias, quienes coordinaron la guerra
desde ambos lados para asegurar el resultado, el control encubierto de los
nuevos Estados Unidos por la Hermandad Babilónica en Londres. Una carta fechada
el 3 de junio de 1778, escrita por John Norris, un agente de Dashwood, dice que
él: Hizo este día inteligencia
Heliográfica del doctor Franklin en París para Wycombe.
La Guerra de Independencia estadounidense
estalló oficialmente en 1775, provocada por la imposición por la Corona
Británica de tributación más alta sobre las colonias para compensar los enormes
gastos de la Guerra de los Siete Años entre Gran Bretaña y Francia, otro
conflicto manipulado por la Hermandad. La Guerra de los Siete Años misma
comenzó después de que George Washington, entonces un jefe militar joven en el
Ejército Colonial Británico, había orde-nado, aparentemente, el asesinato de
tropas francesas en Ohio. Las semillas de la revolución en América fueron
sembradas cuando la Hermandad en Londres se aseguró que nuevos im-puestos
fueran introducidos y sus representantes en las colonias empezaron a estimular
la rebelión contra ellos. Ésta es una técnica clásica usada durante todas las
eras.
La masa de las personas estaba en el medio
sin ninguna idea de lo que estaba ocurriendo, aceptando todo sobre la primera
impresión. Entre los rebeldes estadounidenses estaban los francmasones, Patrick
Henry y Richard Henry Lee, que condujeron una rebelión de la Asam-blea de
Virginia en 1769. La situación llegó a un punto crítico con la aprobación de la
Ley del Té que permitió que esa empresa de la Hermandad, la Compañía de India
del Este Británica, des-cargara su té sobrante en las colonias sin pagar
impuesto. Esto claramente destruyó el merca-do para todos los demás. La
Historia oficial hasta el día de hoy dice que un grupo de indios Mohawk abordó
una embarcación llamada Dartmouth en el Puerto de Boston y lanzó su carga de té
al agua. Esto fue llamado: la Fiesta del Té de Boston. A decir verdad los
rebeldes no eran indios Mohawk, sino miembros de la logia de francmasones de
San Andrés en Boston disfraza-dos como indios. Fueron conducidos por su
director junior, Paul Revere. Este evento no podría haber ocurrido sin el apoyo
de las milicias coloniales controladas por los británicos que habían sido
destacadas para proteger el Dartmouth. El capitán de un destacamento, Edward
Proctor, era un miembro de la logia de San Andrés. Esta logia fue la primera en
el mundo en otorgar un nuevo título masónico llamado el Grado Caballero
Templario. El Gran Amo, Joseph Warren, fue nombrado Grand Master de toda
América del Norte por la Gran Logia de Escocia.
Otros miembros de la logia de San Andrés
incluían a John Hancock. Él sería un jefe del lla-mado Congreso Continental que
firmó la Declaración de Independencia. Al menos tres miem-bros de la logia de
San Andrés, incluyendo Paul Revere, eran miembros de los nueve leales, la élite
interior de un importante grupo revolucionario llamado los Hijos de la
Libertad. Fue este grupo el que organizó la Fiesta del Té de Boston. Gran parte
de esta información está docu-mentada por el historiador masónico, Manly P. Hall,
que también señala que de los 56 firmantes de la Declaración de Independencia, 50
era conocidos francmasones y sólo uno se sabía defini-tivamente que no lo era.
El 3 de septiembre de 1783, las colonias fueron reconocidas como una república independiente,
los Estados Unidos, en el apropiadamente nombrado, Tratado de París. La nueva
constitución fue principalmente producida por George Washington, Benjamin
Franklin, Edmund Randolph, Thomas Jefferson, y John Adams, al menos
oficialmente. La mayo-ría de los padres fundadores que estaban tan entregados a
la libertad eran, como Franklin y Jefferson astutos propietarios de esclavos.
Franklin poseyó esclavos durante 30 años y los vendía en su tienda de
abarrotes. George Washington poseía esclavos como hicieron otros grandes
nombres en la Guerra de Independencia como John Hancock y Patrick Henry. Henry
fue el que dijo: Dénme la libertad o dénme la muerte.
En total, nueve presidentes eran
propietarios de esclavos y uno, Andrew Johnson, puso un anuncio pidiendo la
recaptura de un esclavo fugitivo y ofreciendo unos diez dólares adicionales por
cada 100 azotes que el captor diera al esclavo. Edmund Randolph, un socio
cercano y asistente para George Washington, y después Grand Master de la Gran
Logia de Virginia, fue nombrado el primer Procurador General y Secretario de
Estado de los Estados Unidos. Ran-dolph fue el que propuso un sistema de
gobierno central basado en la estructura largamente propuesta por la
Universidad Invisible y la red de Francis Bacon. La mayoría de los estadouni-denses
creen que la Constitución fue compilada para asegurar la libertad, pero fue
formulada cuidadosamente para crear escapatorias a través de las que el programa
de la Hermandad podría montarse.
Para empezar dice que si el presidente veta
un proyecto de ley aprobado por el Congreso la legislación regresa a la Cámara
de Representantes y al Senado y para invalidar el veto presi-dencial tiene que
ser votada otra vez por una mayoría de al menos dos tercios en ambas cáma-ras.
Esto quiere decir que usted sólo tiene que controlar al presidente y un tercio
de una cámara e impide a cualquier legislación hacerse ley. ¿Qué arma más
poderosa se podría tener dentro de una sociedad libre para defender su status
quo y parar los desafíos a su poder?. Los patriotas creen que la creación de
dinero por los bancos privados es inconstitucional en los Estados Unidos porque
la Constitución dice que el congreso debe crear la moneda. Pero no dice eso. El
Artículo Uno, Sección 8, dice que: El
Congreso tendrá el poder de acuñar dinero y regular el valor de eso. No
dice (a propósito) que sólo el congreso tendrá ese poder, ni que tiene que usar
ese poder. La Sección 10 dice que ningún Estado acuñará dinero y que las
monedas de oro y de plata serán el único pago de deudas. ¿Así que el papel
moneda debe ser inconstitucional?. No. Un área de Maryland fue dada al nuevo
Congreso para crear el Distrito, no el Estado, de Columbia para la nueva
capital federal llamado Washington, DC. Dentro de este distrito está el banco
central privado de América, la Reserva Federal, que emite el papel moneda de la
nación. El Distrito de Columbia está eficazmente separado de muchas de las
cláusulas en la Constitución que son aplicables a los Estados federales. Los
principales padres fundadores habrían sabido eso.
El primer presidente fue George Washington
que se sentaba en una silla con un sol naciente esculpido en la parte
posterior, un símbolo antiguo de la religión del Sol aria. Era Grand Master de
la logia de francmasones en Alexandria cerca de Washington, DC. Cuando debutó
como presidente el 30 de abril de 1789, el día antes del día ritual principal
de la Hermandad, 1º de mayo o el Primero de Mayo, el juramento fue tomado por
Robert Livingstone, el Gran Amo de la Gran Logia de Nueva York. La ceremonia
fue ritual completamente masónico llevado a cabo por francmasones. Una Gran
Procesión incluyó a Washington y oficiales e iniciados de logias
estadounidenses en sus galas. Como la mayoría de los padres fundadores líderes,
Washington era de un linaje aristocrático inglés y uno de sus antepasados era
un caballero inglés del siglo XII, la época en que los templarios fueron
formados, y otro era un pariente del Duque de Buc-kingham que había luchado
para la Corona en la Guerra Civil Inglesa. Washington fue sólo el primer
ejemplo de cómo la Hermandad Babilónica basada en Gran Bretaña ha usado sus
linajes para gobernar los Estados Unidos desde ese día hasta hoy.
Miren la genealogía de presidentes
estadounidenses, políticos líderes, magnates de banca y empresa, jefes
militares, propietarios de medios de comunicación, funcionarios públicos, jefes
de la agencia de inteligencia, etc, etc, y encontrarán que vienen de los mismos
linajes que pue-den ser trazados hacia atrás hasta las familias reales y aristocráticas
británicas y europeas y sus orígenes en Medio y Cercano Oriente a la época de
Sumeria y Babilonia. Dos ejemplos: al menos 33 de los primeros 42 presidentes han
estado relacionados con el Rey Alfredo El Gran-de (849-899) de Inglaterra y
Carlomagno (742-814), el famoso monarca de Francia, y 19 pre-sidentes están
relacionados con el Rey Eduardo III (1312-1377) de Inglaterra, que tiene mil
conexiones de sangre al Príncipe Charles. George Bush y Barbara Bush son ambos de la mis-ma
línea aristocrática británica, entre otros. Vienen del linaje de Pierce, que
cambió su nombre de Percy después de huir de Inglaterra como consecuencia de la
Conspiración de la Pólvora para volar el Parlamento inglés. Los Bush se casaron
por genética, como las familias del establishment del este en los Estados
Unidos siempre han hecho de acuerdo con sus pares pa-rientes de sangre real y
aristocrática en Europa. Incluso Bill Clinton y Bob Dole, que se opu-sieron en
la elección presidencial de 1996, son primos distantes. Pueden seguir su ascen-dencia
hasta el Rey Enrique III de Inglaterra, que reinó de 1227 a 1273 durante los
años de la preeminencia templaria, y a presidentes de los EEUU, William Henry
Harrison y Benjamin Harri-son. Esta información viene de la publicación, Burkes
Peerage, que sigue el linaje de familias reales y aristocráticas. Clinton tiene
por lejos más sangre real que Dole y es directamente descendiente del mismo
linaje que la Casa de Windsor, cada monarca escocés, y el Rey Rober-to I de Francia.
Esto es el porqué de que él fue la elección de la Hermandad. Harold
Brooks-Baker, el director editorial de Burkes Peerage, dijo: El candidato presidencial con el número
mayor de genes reales ha sido siempre el vencedor, sin excepción, desde George
Washington. Qué estadística tan asombrosa y genes reales. La misma tribu
que controló Europa sólo se expandió en el continente americano y lo llamó la
libertad.
Los Estados Unidos nunca han sido libres
del control de Londres. De hecho, fueron la crea-ción de Londres. Gran Bretaña
y la Corona Británica han poseído siempre, sí poseído, a los Es-tados Unidos.
En 1604, un grupo de políticos líderes,
hombres de negocios, comerciantes, fabricantes y banqueros, se encontró en
Greenwich, entonces en el condado inglés de Kent, y formó una corporación
llamada la Compañía de Virginia en previsión del influjo inminente de europeos
blancos, principalmente británicos al principio, en el continente
norteamericano. Su accionista principal era el Rey James I, y la escritura de
constitución original para la compañía fue termi-nada por el 10 de abril de
1606. Esto y actualizaciones posteriores para la escritura de consti-tución
establecieron lo siguiente: La Compañía de Virginia comprendía dos ramas, la
Compañía de Londres y la Compañía de Plymouth o Nueva Inglaterra. La anterior
fue responsable por la primera colonia permanente en América en Jamestown el 14
de mayo de 1607 y la última eran los llamados Padres Peregrinos que llegaron a
Cape Cod en la embarcación Mayflower, en no-viembre de 1620, y fueron a
desembarcar en Puerto de Plymouth el 21 de diciembre. Los Pere-grinos del mito
histórico estadounidense eran, de hecho, miembros de la segunda rama de la
Compañía de Virginia llamada la Compañía de Nueva Inglaterra. La Compañía de
Virginia po-seía la mayor parte de la tierra de lo que ahora llamamos USA, y
cualquier tierra hasta 1.448 km de la costa. Esto incluía Bermudas y la mayor
parte de lo que es ahora conocido como las islas del Caribe. La Compañía de
Virginia (la Corona Británica y las familias de linaje) tenía derechos a 50%,
sí 50%, del mineral de todo el oro y plata extraído en sus tierras, más porcen-tajes
de otros minerales y materias primas, y 5% de todos los beneficios de otras
empresas. Estos derechos, las cartas constitucionales detallaron, serían
traspasados a todos los here-deros de los dueños de la Compañía de Virginia y
por consiguiente se continuarían aplicando, para siempre!. Los miembros
controladores de la Compañía de Virginia que iban a disfrutar es-tos derechos
se hicieron conocidos como el Tesorero y Compañía de Aventureros y Planta-dores
de la Ciudad de Londres.
Después de los primeros 21 años de la
formación de la Compañía de Virginia, todos los dere-chos, impuestos e
impuestos indirectos pagados sobre las actividades comerciales en las colo-nias
tenían que ser pagados directamente a la corona británica a través del Tesorero
de la Corona. Ningún comerciante podía exportar artículos afuera de las
colonias sin el permiso de la corona británica y hacerlo involucraría el
embargo de todos sus artículos y la embarcación o vehículo que los llevaba.
Las tierras de la Compañía de Virginia
fueron concedidas a las colonias bajo un Hecho de Confianza (en arrendamiento)
y por lo tanto no podían reclamar la propiedad de la tierra. Po-dían traspasar
el uso perpetuo del Hecho de Confianza a sus herederos o vender el uso perpe-tuo,
pero nunca podían poseerla. La propiedad fue conservada por la Corona
Británica. Las tierras coloniales iban a ser gobernadas por dos Concejos
Coloniales, cada uno con 13 miem-bros (ese número otra vez), pero el Concejo de
los Reyes en Londres tenía la voz final en todas decisiones. El monarca
británico en el trono también elegía al Gobernador de las colonias esta-dounidenses,
a quien hoy llamaríamos Presidente. El monarca, a través de sus Concejos para
las Colonias, insistía en que los miembros de las colonias impusieran la
religión cristiana sobre todas las personas, incluyendo los americanos nativos.
Si los americanos nativos no aceptaran la religión cristiana, tendrían que ser
forzados a hacerlo, insistía la Corona. Ésta era la orden para destruir la
cultura y conocimientos de los pueblos nativos de América del Norte y también
para mantener a los colonizadores blancos bajo el yugo cruel del terrorismo
Cristiano difun-dido por los calvinistas/puritanos. Era una licencia libre para
matar, torturar y raptar a los pue-blos nativos con completa inmunidad de
juicio.
Los juzgados en lo penal en las tierras de
la Compañía de Virginia iban a ser operados bajo el Derecho Marítimo, la ley
del mar, y los tribunales civiles bajo el derecho común, la ley de la tierra.
Éste es un punto crucial. Ahora, entiendan esto. ¡Todo lo anterior todavía se
aplica hoy!.
Lean esos porcentajes una vez más y deje
que la magnitud de eso penetre. Después que las originales 13 (¡otra vez!)
colonias estadounidenses ganaron su independencia
y un país inde-pendiente fue
constituido después de 1783, la Compañía de Virginia sólo cambió su nombre a
los Estados Unidos de América. Ven que hay dos USA. Los estados unidos de
América con una u y s minúsculas son las tierras de los varios estados. Estas
tierras, como hemos visto, todavía son poseídas por la corona británica como la
cabeza de la antigua Compañía de Virginia. Luego están los Estados Unidos de
América, con U y S mayúsculas, que son
los 176 km2 de tierra al oeste del río de Potomac sobre la cual se construyó la
capital federal, Washington DC y el Distrito de Columbia. También incluye los
protectorados de EEUU de Guam y Puerto Rico.
Los Estados Unidos de América no son un
país, son una corporación poseída por los mismos linajes de la Hermandad que
poseían la Compañía de Virginia, porque los USA son la Compañía de Virginia!.
Cuando los estadounidenses aceptan tener un número de la Seguridad Social los
ciudadanos de los Estados Unidos entregan su soberanía y aceptan hacerse
franquiciados de los Estados Unidos (la Compañía de Virginia de la Corona
Británica). ¿Así que por qué lo ha-cen?. Porque no tienen ninguna idea de que
esto es lo que están haciendo. Son llevados creer que hay sólo un Estados
Unidos y el gobierno federal es el gobierno legítimo. No hay ley que di-ce que
los estadounidenses deben pagar impuesto federal sobre la renta, pero siguen
pagando porque piensan que tienen que hacerlo. La Dirección General Impositiva
(IRS) controlada por la Hermandad opera en tal manera terrorista que incluso la
mayoría de aquellos que saben que es un engaño todavía pagan porque están aterrados
de no hacerlo. Esto quiere decir que todos los derechos aplicados a los
propietarios de la Compañía de Virginia al oro, plata, minerales e impuestos,
explotados y pagados en América, todavía se aplican a las familias británicas
que poseen los Estados Unidos de América y las tierras de los Estados Unidos de
América. Esos mismos porcentajes han sido pagados desde la independencia y
están todavía siendo pagados por las personas estadounidenses vía sus
funcionarios federales que son, de hecho, funciona-rios de la Compañía de
Virginia. Sí, incluyendo el Presidente.
La Corona Británica posee las tierras de
los Estados Unidos y la tierra e instituciones de los Estados Unidos,
incluyendo la Dirección General Impositiva que recolecta la tributación y el Consejo
de Administración de la Reserva Federal, el Banco Central privado de América
que presta al gobierno dinero que no existe y le carga interés sobre él al
contribuyente. El Consejo de Administración de la Reserva Federal es poseído
por las mismas familias de la Hermandad en Gran Bretaña y Europa que poseen el
resto de América. Pero he aquí otra vuelta más. ¿Quién posee las posesiones
aparentemente poseídas por la Compañía de Virginia?. Res-puesta: el Vaticano.
El 3 de octubre de 1213, el Rey Juan Sin Tierra, como el Rey de Corpora-ción de
Inglaterra Único reclamó la autonomía sobre todos los derechos soberanos de
Ingla-terra y los asignó al Papa, quien, como Vicario de Cristo, reclamó el
dominio sobre el entero mundo. A cambio, el Papa concedió potestad ejecutiva a
la Corona Inglesa sobre todos estos dominios. En otras palabras, la corona es
la Jefa Ejecutiva y el Vaticano es el propietario, aun-que, por supuesto, el
verdadero propietario es quienquiera que controle al Vaticano. Esto es el
porqué de que sigo diciendo que Londres es el centro del nivel de operaciones
de la Her-mandad. Incluso mayor poder yace en otros lugares, algo de él en el
Vaticano, y, en última ins-tancia, pienso, en el nivel físico, algún sitio bajo
el suelo en Tibet y Asia. Las personas de Amé-rica han sido desangradas por
este engaño y continúa siendo así.
Y,
personas de América, sus presidentes y los funcionarios públicos líderes saben
esto. A su vez, debe ser hecho hincapié, el acuerdo del Rey Juan con el Papa
presumiblemente cedió la soberanía de Inglaterra, también. ¿Y quién controlaba
al Rey Juan?. Los Templarios lo ha-cían. Cuando usted sabe qué está buscando
usted, la verdad está en su cara. Dije que la Com-pañía de Virginia y el Rey
James decretaron que las cortes criminales en las colonias serían controladas
por el Derecho Marítimo, la ley del mar. ¿De qué Tribunal Marítimo estaban
hablan-do?. El Tribunal Marítimo Británico, por supuesto. Cuando un tribunal
está siendo hecho funcio- nar bajo el Almirantazgo o la ley marítima, la
bandera en la corte tiene que tener un fleco de oro alrededor de ella. Mire en
cualquier juzgado en lo penal en los Estados Unidos y verá que tie-nen un fleco
de oro. Lo mismo con muchas otras construcciones oficiales. Esos juzgados en lo
penal estadounidenses están siendo dirigidos bajo el Derecho Marítimo
Británico.
La Corona y las familias de la Hermandad
de Gran Bretaña también controlan los juzgados en lo penal estadounidenses y el
núcleo de ese control es con las sociedades secretas ubica-das en Temple Bar en
Londres, las anteriores tierras templarias, el centro de la abogacía bri-tánica.
La Gran Logia de la Masonería inglesa está en la calle Great Queen (Gran Reina,
Isis/ Semíramis) en Londres y ha controlado la mayoría de la masonería a través
del mundo desde que fue formada en 1717.
A través de esto, los británicos controlan
a los jueces estadounidenses, los abogados, poli-cía, etcétera, y a través de
otras organizaciones, como el CFR y la Comisión Trilateral mani-pulan el sistema
político estadounidense. Los jueces estadounidenses son completamente
conscientes que sus salas de tribunal son controladas por el Derecho Marítimo
Británico, pero se conservan silenciosos y toman el dinero. La familia
Rockefeller son los directores de la su-cursal de linaje en América para las
oficinas centrales de Londres y son los Rockefellers los que, muy
demostrablemente, deciden quién va a ser presidente. En otras palabras, la élite
de Londres decide. La Reina de Inglaterra, el Príncipe Philip y los miembros
principales de la fami-lia real británica todos saben esto y están ayudando
organizarlo. ¿Quién es el Gran Amo de la Logia Madre Inglesa de la Masonería?.
El primo de la Reina, el Duque de Kent.
Pero también hay una conexión francesa en esto.
Es generalmente con Londres y París los centros de operaciones principales para
la Hermandad. Muchas veces las alas francesa e in-glesa han luchado por la
supremacía, pero todavía son, al final, dos lados de la misma moneda. La
Revolución Francesa de 1789 (el año en que George Washington se hizo el primer
presi-dente de los EE.UU.) fue completamente tramada por los francmasones y su
retoño, los Ilu-minatti bávaros. Después de que los revolucionarios ejecutaron a la Reina María Antonieta, su hijo,
príncipe de la corona Luis, todavía un bebé, fue puesto bajo arresto
domiciliario en el Templo de París. Dos años después fue pasado de contrabando
en un cesto de la ropa sucia por su doctor, Dr. Naudin. El sobrino retrasado
del Marqués de Jarjayes fue sustituido por él y murió en 1795. El príncipe fue
llevado en secreto al Palacio de Vendee y recibió asilo del Príncipe Conde. Fue
trasladado después a una fortaleza sobre el río Rin donde vivió bajo el nombre
de Barón de Richemont. Llegó a Inglaterra en febrero de 1804 con el ex
encargado de la nómina real de Francia, George Payseur, y fue protegido por el
Rey Jorge III, el monarca en la época de la guerra de independencia
estadounidense. El Príncipe cambió su nombre otra vez a Daniel Payseur mientras
George Payseur se hizo George Bayshore. El Rey Jorge III dio una embarcación al
príncipe, ahora Daniel Payseur, y otorgó 600 acres de tierra a George Bayshore
en Carolina del Norte. Cuando llegaron a América recibieron ayuda de la familia
Boddie, que estaba relacionada con la monarquía británica.
Antes de dejar Inglaterra, el príncipe
compró acciones en la Compañía de Virginia y una vez en América adquirió minas
de oro, incluyendo la Gold Hill Mining Company, que compró en secreto usando un
fideicomisario, George Newman, como su portavoz o apoderado. Con la invención
del motor a vapor, Payseur empezó a construir ferrocarriles y los arrendó a
compa-ñías que los operaban. También fundó la Lancaster Manufacturing Company
para producir ma-dera para productos del ferrocarril y la compañía de hierro
Lincolnton la cuál después se esta-bleció en Chicago y formó dos filiales,
Carnegie Steel y Pullman Standard Company. Para su-ministrar combustible para
locomotoras (o así se dijo), el Gobierno Federal (la Compañía de Virginia de la
que Payseur era un accionista) asignó toda tierra extendiéndose 30,5 mts a cada
lado de las vías. Áreas mucho mayores de tierra al lado de los ferrocarriles
también fueron divididas en secciones de unas diez millas cuadradas y la mitad
de éstas fueron dadas a Pay-seur que también acaparó muchas otras. Por lo
tanto, él y los ferrocarriles poseían algunos de los bienes raíces de primera
categoría de América. Gran parte de esta legislación está en el Registro del
Congreso de 1854. El Lancaster Railway de Payseurs era, a través de la compañía
de mineral de Alabama, el director de Coca Cola, Pepsi Cola, General Motors,
Boeing, Ford y Standard Oil.
Después de la Guerra Civil estadounidense
manipulada en la década de 1860, todos los ferrocarriles y bienes raíces
poseídos por los partidarios de los perdedores, los confederados del sur,
fueron confiscados y subastados en Wilmington, Carolina del Norte. Fueron
comprados por nueve fideicomisarios de Daniel Payseur en precios sumamente
bajos. Una escritura de confianza (arrendamiento) fue firmada en Nashville
entre los propietarios del ferrocarril y el gobierno que establecía el sistema
de Ferrocarril Militar de Estados Unidos que concedió a los desarrolladores un
monopolio sobre el transporte y las comunicaciones. Todos estos contratos
todavía son aplicables. El síndico principal y director general de Payseur era
un pariente de Rothschild llamado Leroy Springs, antes Leroy Springstein.
Parece que Leroy Springs era me-dio hermano del presidente estadounidense,
Abraham Lincoln. Una dama llamada Nancy Hanks dio a luz a un hijo en 1808
después de una aventura amorosa con el padre de Springs.
En su testamento su padre dejó un área
grande de tierra en Huntsville, Alabama, a un hijo, Abraham Lincoln. Los rumores
de que Lincoln era un Rothschild parecerían tener una base en los hechos. En la
década de 1850 la aventura amorosa propia de Lincoln con un la hija del monarca
alemán Leopold en 1856, produjo a niñas gemelas, Ella y Emily. Uno de los
descen-dientes de esta línea fue el multimillonario, Howard Hughes. Muchas de
las familias estadouni-denses famosas que parecían ser poderosas en su propio
derecho resultan haber sido testa-ferros para Payseur y la Compañía de
Virginia.
Andrew Carnegie era un empleado joven en
unas plantas siderúrgicas de Payseur que fue usado para liderar otra compañía
que Payseur llamó Carnegie Steel. La familia Vanderbilt afir-ma que una mansión
llamada Biltmore es su casa rural. No es cierto. Biltmore fue construido por la
familia Payseur como un hotel en la década de 1880 y fue operado por los
fideicomisa rios de Payseur, los Vanderbilts, sobre un arrendamiento de 99
años. Otro fideicomisario de Payseur era J. P. Morgan, uno de los industriales
y banqueros más famosos en la historia esta-dounidense. Era otra cara más
detrás de la que aquellos realmente en control podían esconder la extensión de
su poder.
Muchos de los principales depósitos de
petróleo y minerales en los EEUU están sobre tierra poseída por las compañías
del ferrocarril, y los derechos mineros de Payseur fueron trans-feridos a
compañías de gasolina y minería a cambio de unas acciones controladoras. Otros
derechos fueron arrendados a compañías de la madera. Después de que Daniel
Payseur murió en 1860, su imperio fantástico fue dirigido por su nieto, Lewis
Cass Payseur, y la expansión continuó rápidamente. En 1872, una compañía de
Payseur, el ferrocarril de Charleston, Cinci-nnati y Chicago, fundó una
compañía de telégrafo llamada Western Union. Formó una filial lla-mada ATyT en
1875 y hoy es una de las mayores compañías de teléfono y comunicación de
América. La compañía del ferrocarril de Charleston, Cincinnati y Chicago es la
compañía ma-triz para la Reserva Federal, el Banco Central privado de los
Estados Unidos.
El imperio Payseur se volvió involucrado
en exceso en la banca. Su Banco de Lancaster se hizo el Banco de Carolina del
Norte y luego Nationsbank. El mayor banco en Texas, Interfirst, del que George
Bush es un director, se fusionó en 1987 con Republic Bank para constituir First
Republic. Este fue después absorbido por Nationsbank que entonces se fusionó
con el Banco de América. Éstos dos blanquean dinero de drogas de la CIA y eso
es apropiado porque el pre-cursor para la CIA, la OSS u Oficina de Servicios
Estratégicos, fue creado a partir de la red de seguridad propia de los Payseurs
que fue formada por la Selma, Rome y Dalton Railroad para proteger el Sistema
del Ferrocarril Militar. Es todo ruedas dentro de ruedas, familia dentro de
familia, y los estadounidenses no tienen una pista de quién realmente rige sus
vidas y su país.
La pregunta es ¿quién controlaba a los
Payseurs?. La familia Payseur ha perdido el control de su imperio ahora, pero
la misma tribu todavía está al timón. El fideicomisario principal de Payseur,
Leroy Springs, murió en 1931 y su mujeriego hijo, Elliot, se hizo cargo.
Ofreció actua-lizar el sistema de archivo de Registros del Condado local y
retiró los registros del juzgado de Lancaster. Cuando los devolvió, cientos de
escrituras de tierra de Payseur habían sido reasig-nadas a Elliot Springs, un
pariente de Rothschild. Parece obvio que se le dijo exactamente qué hacer para
impedir a las hijas de Payseur heredar el imperio. A comienzos de la década de
1950, Anne, la hija de Elliot Springs, se casó con una figura del crimen
organizado de Nueva Jersey llamado Hugh Close y Close fue nombrado presidente
de todas las compañías de Pay-seur robadas por Elliot Springs. La hija de
Close, la Sra. Crandall Close Bowles, se hizo una directora del Banco de la
Reserva Federal de Carolina.
Franklin Delano Roosevelt, el Presidente
de los Estados Unidos de la Hermandad durante la Segunda Guerra Mundial, dijo
que nada nunca ocurría accidentalmente en la política. Si ocu-rre, es querido
que ocurra. Así es con todos los eventos principales que han promovido el pro-grama
hacia la centralización del poder mundial, sean ellos guerras, colapsos
económicos, asesinatos o escándalos para eliminar a políticos que no están jugando
el juego. Las tres gue-rras principales sobre tierra estadounidense han sido la
guerra con los estadounidenses nati-vos después de que los blancos llegaron
primero, la Guerra de Independencia y la Guerra de Secesión cuando los estados
del sur trataron de retirarse de la unión en 1860. Hemos visto que las guerras
con los estadounidenses nativos y la Guerra de Independencia fueron tramadas
por la Hermandad y lo mismo es también cierto de la Guerra Civil.
Una lucha continúa por el control de las anteriores
propiedades de Payseur, pero por el momento parece que son controladas por los
Rothschilds. Algunas personas que piensan que poseen tierra que han comprado de
las compañías del ferrocarril van a estar muy desilusio-nadas. Sus actos no son
legales porque la tierra no era de las compañías de ferrocarril para vender.
Fue arrendada del imperio de Payseur. Al final, es poseída por la Compañía de
Virginia.
Francmasones líderes de todas partes de
Europa asistieron a seis fiestas masónicas en Pa-rís entre 1841 y 1845 y fue en
seis reuniones secretas del Consejo Supremo mantenidas bajo la cubierta de
estos eventos que la Guerra Civil estadounidense fue planeada para imponer más
aún el control masónico sobre América. Lord Palmeston, el Ministro de Relaciones
Exteriores británico y Primer Ministro, y un Gran Patriarca de la Masonería,
estaba en el corazón de estas conspiraciones. Dos masones de grado 33 del rito
escocés fueron elegidos para manipular el conflicto. Eran Cushing, que trabajó
en el norte entre los unionistas, y Albert Pike, Gran Co-mandante Soberano de
la jurisdicción del sur del rito escocés, que organizó la rebelión del sur. Irónicamente,
pero muy apropiadamente, la financiación para la rebelión del sur fue orga-nizada
a través de banqueros masónicos de Londres por Cushing, que estaba operando en
el norte. Pike, un satanista que creía en la raza superior aria, consiguió la
ayuda de Giuseppe Mazzini, la cabeza de la Masonería Gran Oriente italiana,
desde la que surgió la infame opera-ción del crimen organizado llamada la
Mafia. En 1851, Mazzini empezó a fundar grupos por América que empezaron a
hacer campaña en contra de la esclavitud. Los francmasones usa-ron estos grupos
como la cobertura para la motivación verdadera detrás de la guerra civil.
Logias América Joven fueron organizadas para hacer esto y sus oficinas
centrales estaban en la Logia de Cincinnati Nº 133.
Su principal financiación vino del
banquero masónico británico y el portavoz de Rothschild llamado George Peabody
y nombró a J. P. Morgan senior para manejar los fondos en América. Morgan. Recordarán,
era un secuaz para Daniel Payseur. Vean cómo los mismos nombres si-guen surgiendo
dondequiera que miren. Franklin Pierce (el linaje de George y Barbara Bush) fue
electo presidente en 1853 y Mazzini escribió que: casi todos sus nombramientos son tal co-mo deseábamos. Uno de estos
nombramientos fue la designación por Pierce de Caleb Cushing como su Procurador
General. Cushing era controlado por la masonería inglesa y conectado al comercio
de opio británico a China a través de su padre propietario de embarcación y su
prmo, John Perkins Cushing. Caleb Cushing escribió exhaustivamente contra la
esclavitud y se hizo el arquitecto, con Pike, de la Guerra Civil. Pike había
sido director de escuela en el pueblo natal de Cushing de Newburyport,
Massachusetts, pero estaba viviendo en Little Rock, Arkansas, el posterior
hogar de Bill Clinton, cuando su carrera masónica empezó a prosperar y de
hecho, se disparó.
Un grupo crucial de la Élite detrás de la
Guerra Civil eran los Caballeros del Círculo Dorado, otra vez ubicado en
Cincinnati, Ohio. Uno de sus miembros era el infame proscrito, Jesse Ja-mes, un
Masón de Grado 33 asignado por Albert Pike a robar bancos en el norte para
financiar aún más la guerra. Otro Caballero del Golden Circle era el francmasón,
General P. T. Beau-regard, que empezó la Guerra Civil con un ataque sobre Fort
Sumter en 1861. Una de las voces más famosas en contra de la esclavitud era
John Brown, que se hizo una leyenda a través de la canción sobre El cuerpo de
John Brown. Brown; de hecho, era un miembro de varias sociedad-des secretas,
incluyendo los francmasones. Se hizo un maestro masón en la Logia Hudson Nº 68
en Hudson, Ohio, el 11 de mayo de 1824, y era un miembro de la América Joven de
Mazzini. Brown fue financiado por la familia de John Jacob Astor, otro de la
Hermandad. Con los franc-masones fustigando agitación en ambos lados en el modo
clásico, la guerra civil estaba a punto de estallar. En enero de 1857, el francmasón,
John Buchanan, fue electo presidente y nombró al francmasón, John B. Floyd, como
su Secretario de Guerra. El vicepresidente era John C. Breckinridge, de
Kentucky, que recibió el grado 33º del Rito Escocés de Albert Pike el 28 de
marzo de 1860.
El presidente de los estados rebeldes o
Confederados del sur era el francmasón, Jefferson Davis, y el primer estado en
retirarse de la Unión fue Carolina del Sur, las oficinas centrales de la
jurisdicción del sur de Pike del rito escocés. Francmasones estaban a la cabeza
de todos los otros estados que siguieron. Significativamente, sólo once estados
se separaron de la Unión, pero la bandera de los Estados Confederados tenía 13
estrellas, un número sagrado para los francmasones y los Caballeros Templarios.
Cuando Abraham Lincoln se hizo presidente de los unionistas del norte el 4 de
marzo de 1861, le fue ofrecido respaldo financiero para la guerra por las
mismas personas que estaban financiando el sur, los banqueros masónicos de
Londres. Había una trampa, sin embargo. Lincoln tenía que aceptar introducir un
Banco Central privado de América. Una de las razones principales para la guerra
civil fue hacer quebrar América al punto donde tendría que aceptar permitir la
creación del banco central para generar las reser-vas necesitadas para luchar
la guerra. Pero Lincoln lo rechazó y presentó una política más obvia y una que
cualquier gobierno hoy podría seguir si no fueran todos controlados por los
banqueros. Lincoln simplemente imprimió su propio dinero sin intereses llamado
greenbacks y los usó para financiar el gobierno. El Presidente John F Kennedy
se embarcó en una política similar.
Esta es la peor pesadilla de los banqueros
de la Hermandad y Lincoln fue asesinado el 14 de abril de 1865, justo como
Kennedy fue asesinado el 22 de noviembre de 1963. El asesino de Lincoln fue
John Wilkes Booth, un masón de grado 33º, y un miembro de la América Joven de
Mazzini. Fue seleccionado por los caballeros del Golden Circle que fueron ellos
mismos finan-ciados por los banqueros masónicos de Londres. El encubrimiento
fue dirigido por el frranc-masón, Edwin Stanton, que ordenó bloqueos de todos
los caminos de Washington, DC, salvo el que Booth usó para escapar. Al lado de
este camino un borracho de similar apariencia y com-plexión a Booth fue
asesinado y su cuerpo se quemó en un establo. ¿Quién encontró a este hombre
oficialmente?. Sólo Edwin Stanton que, por supuesto, lo identificó
inmediatamente co-mo Booth.
En el juicio de conspiración por la muerte
de Lincoln en Indianápolis en junio de 1865, algunas de las personas nombradas
como directamente involucradas fueron: Lord Palmeston, el Primer Ministro
británico y masón de grado 33º que murió en ese mismo año. John Wilkes Booth,
Francmasón de grado 33º. Judah P. Benjamin, la voz de los francmasones
banqueros de Londres que ordenaron el asesinato. Jacob Thompson, un ex
secretario del Interior, que retiró u$s 180.000 del Banco de Montreal en Canadá
para financiar la operación. Los caballeros del Golden Circle fueron también
expuestos y Albert Pike decidió cambiar su nombre. Los llamó el Ku ux Klan, los
satanistas vestidos de blanco que han aterrorizado a las personas negras de
América. Su nombre fue tomado de la palabra griega, kuklos, que significa
círculo. Pike nació en Boston en 1809 y se educó en la Universidad de Harvard.
Se hizo Gran Comandante de la masonería estadounidense y Grand Master de la
Logia del Rito Escocés en Little Rock, Arkan-sas, después la logia de un Bill
Clinton. Cuando Pike murió en 1891 en Washington, DC, su fune-ral fue realizado
en el Templo Masónico a medianoche con la habitación completamente revés- tida
en negro. Este hombre era un satanista completo. Es un dios masónico y su
estatua está de pie cerca de los cuarteles centrales de la policía de
Washington, a una breve caminata des-de Capitol Hill.
Antes de que Lincoln muriera, el congreso
controlado por francmasones había aprobado la Ley De Banca Nacional de 1863 que
creó un banco nacional federalmente establecido con el poder de emitir billetes
de banco de los EEUU. Éstas eran notas prestadas al gobierno a interés por los
banqueros masónicos. Los banqueros
habían sobrevivido a los billetes greenbacks y el arquitecto de esa ley, el
Secretario de Hacienda de Lincoln, Salmon P. Chase, era tal héroe que los
francmasones pusieron a uno de sus bancos el nombre de él, el Banco de Chase,
ahora el Chase Manhattan, controlado (por lo menos oficialmente) por David
Rockefeller.
Pienso que habrán visto ya que los grandes
acontecimientos que han dividido la humanidad y causado conflicto constante,
sean ellos guerras, religiones, cualquiera sea, vuelven a la misma fuente y al
mismo programa. Y encima de todo se entretejen entre las mismas personas en una
manera más extraordinaria. En la historia que acabo de narrar de la creación de
los Estados Unidos, también encuentran una conexión al conflicto en Irlanda del
Norte. Involucra a un naturalista y químico llamado Dr. Edward Bancroft, un
amigo íntimo de Benjamín Franklin, quien había patrocinado la asociación de
Bancroft a la fachada de ciencia de la Hermandad en Londres, la Royal Society. Después
se hizo secretario privado de Franklin en París, un centro de la red espía de
la Hermandad, y se unió a la logia de la Élite Nueve Hermanas mientras Fran-klin
era su Gran Amo. Bancroft condujo una misión secreta a Irlanda en 1779 y un año
después Lord Stormont, el embajador británico para Francia, informó al rey que
una delegación secreta irlandesa había estado en París para ver al Rey Louis
XVI para proponer una Irlanda indepen-diente. El embajador dijo que: los delegados están todos relacionados con
Franklin.
En los años en que siguieron fue formada
una sociedad secreta de la Hermandad llamada la Sociedad de Irlandeses Unidos
que involucró personas como Lord Edward Fitzgerald y Wolfe Tone. Esta estaba
detrás de las rebeliones irlandesas de 1798 y 1803 y el conflicto por lo tanto
provocado ha continuado en Irlanda desde entonces. Encuentran a la Hermandad involucrada
en todos los eventos mundiales principales en la historia. Simón Bolívar era un
miembro de la logia de francmasones de Cádiz en España y un amo en la logia
Nueve Hermanas en París.
Ésta era la logia de Benjamin Franklin, el
escritor Voltaire, y otros revolucionarios franceses. Un mechón del cabello de
George Washington fue enviado a Bolívar, vía el revolucionario fran-cés y
estadounidense, Lafayette, como una muestra de su estima.
Norteamérica, ¿la Tierra de los Libres?. ¡Qué
broma!