LAS
MACRIMENTIRAS RESPECTO LA COPARTICIPACIÓN TIENEN PATAS MUY CORTAS
Desesperado
por lograr un dictamen favorable en el Congreso del DNU al respecto, Macri
absurdamente hizo un acto de disposición del 15 % la coparticipación, parecido
al que había objetado antes a su antecesora.
Dejó así
plenamente probado el abuso de autoridad y falsedad que había incurrido en ese
mismo DNU. Y de paso con otro decreto, dejó acreditado también que es falso que
la cesión de la coparticipación a la CABA, sea para costear actualmente el
traspaso de la Policía Federal.
Además le
agregó un nuevo hecho de abuso de autoridad y prepotencia, al pretender
condicionar esa devolución, y compensarla con el traslado de otras obligaciones
a las provincias. Estableciendo así también una clara desigualdad de estas,
respecto a las que obtuvieron esa devolución sin condicionamiento alguno por el
fallo de la Corte.
No obstante
esas ostensibles demasías, algunos gobernadores y legisladores escort,
acompañan blondamente las leyes y decretazos de Macri. Como Uturbey, que parece
contentarse con haber hecho de acompañante a la fallida incursión de Macri en
el Vaticano. Como Sergio Massa, que con su negativa inicial a avalar el
proyecto que luego consintió, indujo al gobierno a este nuevo desatino. O como
el senador y ex gobernador Rodríguez Saá,
que procura medrar aun más con el asunto, al acompañar la medida de
Macri contra las otras provincias, a cambio de obtener un pronto pago de la retroactividad de la
coparticipación decretada por la Corte Suprema.
Por Javier
Llorens
El
presidente Mauricio Macri con un DNU (73/16) derogó el DNU (2.635/15) con el
que la ex presidenta Fernández de Krichner había devuelto a las provincias, el
15 % y 1,9 % de la coparticipación retenida sin consentimiento expreso de
ellas, con destino a la ANSES y AFIP. Incurrió así en un abuso de autoridad, al
revocar derechos ya readquiridos por las provincias. Y en falsedad ideológica,
al argüir que era un DNU tributario, prohibido por la Constitución, cuando en
realidad como dice claramente los considerandos del mismo, el formato de DNU lo
fue por razones presupuestarias, por modificar la ley de Presupuesto.
Poco después
dejó además patente esos ilícitos e incurrió en otro, al aumentar a la CABA su
coparticipación con un decreto simple (194/16)
arguyendo ambiguamente que era para costear el traspaso de la Policía
Federal. Lo cual no obstante, según el convenio de traspaso gradual y
progresivo firmado al respecto, recién se hará efectivo un año después. Al continuar
a lo largo del mismo el Estado Nacional sufragando a la policía traspasada
Ver
Delinquiendo Macri corre con la vaina a una oposición cooptada
Así las
cosas, la aprobación del DNU de Macri se vio obstaculizado en la Comisión
Bicameral de Trámite Parlamentario, por la postura del representante del FR
(Frente Renovador) liderado por Sergio
Massa. Quien según informó el diario CLARIN, le pedía el oro y el moro al
macrismo, para darle vía libre a ese DNU.
No obstante
luego de sucesivos cabildeos con la cúpula macrista, el representante de Sergio
Massa, Rául Perez, votó a favor de aprobar ese DNU, decretando así un empate
con el bloque kirchnerista que votó en contra. De esa manera contando con el
voto del presidente de la comisión, el senador Luis Petcoff Naidenoff, el
dictamen de mayoría de esa comisión se pronunció a favor de la validez del
delictuoso DNU de Macri.
Este cambio
de posición de 180 grados, el massimo lo justificó por el apresurado dictado
por parte de Macri, de sendos decretos que de un día para el otro fueron
velozmente publicados en el Boletín Oficial, como si se tratara de una cuestión
de vida o muerte, el mismo día en que debía sesionar dicha comisión. Sin
percatarse Macri que con esa improvisación, se estaba hundiendo aun mas en la
ciénaga de la falsedad y la mentira. Seducido por el canto de sirena de Sergio
Massa, a quien se lo presenta como inspirador de esos decretos, llevándolo así
a Macri a incurrir en nuevos ilícitos, y hacer patentes los anteriores.
El decreto
de coparticipación con las provincias
Con uno de
esos decretos (406/16) refritando en su considerando los largos e incongruentes
argumentos esgrimidos en su DNU, Macri pomposamente creó el “Programa Acuerdo
para el Nuevo Federalismo”, y el “Consejo Argentino para el Nuevo Federalismo”,
como órgano de aplicación del mencionado programa. Con el objetivo de acordar
respecto la devolución del 15% retenida para la ANSES, sin decir nada del 1,9 %
correspondiente a la AFIP.
Dicho
consejo estará integrado por un representante del gobierno nacional, y los
gobernadores y el Jefe de Gobierno de la CABA, o sus representantes, siempre y
cuando adhieran a dicho decreto. Y tres
diputados y tres senadores designados por los presidentes de cada Cámaras del
Congreso nacional. El que durante el tercer trimestre del 2016 “deberá arribar
a una propuesta para la eliminación de la detracción del (15%)”, para así
“suscribir y formalizar el Acuerdo para el Nuevo Federalismo”, en forma previa
a la presentación del proyecto de ley de Presupuesto para el 2017.
Hasta ahí,
mas allá de la grandilocuencia y del hecho de que aparece la CABA en un balurdo
que le es ajeno, ya que a ella no se le retenía el 15 % de la coparticipación,
parece no suceder gran cosa. No obstante seguidamente el art 4 del mismo se
despacha diciendo que dicho acuerdo “deberá respetar la forma, el plazo y las
condiciones que se indican a continuación”. O sea que ahí dejó de ser un
acuerdo libremente asumido entre iguales, para pasar a ser un contrato de
adhesión disimulado con un nombre pomposo.
Paradojalmente,
más allá de la hojarasca, Macri incurrió así en un acto de disposición
patrimonial, parecido al que había criticado y anulado de su antecesora. Porque
supuestamente el de ella era un DNU tributario, siendo en este caso un decreto
simple de menor rango. Y arguyendo además que esa devolución debía surgir de
acuerdo entre partes. Dejando así plasmado contrario sensu el abuso de
autoridad que había incurrido, con la derogación de lo dispuesto por su
antecesora.
Pero además
Macri incurrió así en un nuevo y prepotente abuso de autoridad, no ya al
derogar la devolución de la retención de la coparticipación, que la Corte
Suprema declaró que era ilegal, sino al condicionarla a su manera. Al
establecer, sin contemplación alguna por la opinión de las contrapartes, que
esa devolución se hará “en forma progresiva y escalonada durante los años 2016,
2017, 2018, 2019 y 2020, estableciéndose como fecha límite para su eliminación
definitiva el 1 de enero del año 2021”. O sea que bien podría devolver el 1 %
de lo retenido en los cinco primeros años, y el 95 % restante en el año 2021.
Pero allí no
acabó su prepotencia, porque además esa devolución de lo no le pertenece al
gobierno nacional, la condicionó a “la extinción de las obligaciones recíprocas
que se encontraren pendientes”. Facultándose además para “proponer un régimen
de transferencia de asignaciones, bienes y servicios actualmente administrados
por el Gobierno Nacional, a las
Provincias y a la CABA”, que así sacándoselas de encima el Estado Nacional,
pasarían a estar a cargo de estas.
Y como
remate de este Nuevo Federalismo unitarista, Macri estableció que esa
devolución de lo que no le correspondía, deberá propiciar “un incremento en la
inversión en educación, ciencia y tecnología por parte de las Provincias y CABA
pudiendo establecerse nuevas metas y parámetros superadores de los fijados por
la Ley de Financiamiento Educativo, así como un incremento de la inversión por
parte de las Provincias y la CABA en infraestructura básica, fundamentalmente
en el sector de servicios”.
Insinuando
así que esa supuesta devolución, podría ir en sustitución del FONID (Fondo
Nacional del Incentivo Docente) y de las inversiones que realiza el gobierno
nacional en infraestructura. En base la mezquina premisa de que el acuerdo
“deberá garantizar el no agravamiento de la situación fiscal de la República
Argentina a la fecha del dictado del presente decreto.”
En concreto
en entrelíneas y para engaño de los gobernadores bobos, o de los que quieran
parecerlo, el decreto dice que todo es una engaña pichanga. Algo así como que la devolución de lo que es tuyo, a
mi no me tiene que costar nada. O sea una suma cero en la que la devolución no
existirá en la práctica, dado que será compensada con nuevas obligaciones
transferidas a las provincias.
Y como
remate de este seudo nuevo federalismo político y unitarismo económico que
propone Macri, el decreto estipula que las provincias y CABA quedan
subordinadas a brindar tola la información necesaria “a fin de garantizar la
transparencia de la gestión y permitir un adecuado control del uso de los
fondos públicos”.
El decreto
de coparticipación de la CABA
A la par
Macri se despachó con otro decreto (399/16) con el que modificó el decreto con
el que casi triplicó la coparticipación de la CABA (194/16). Cuyo texto tiene
la virtud de decir que es mentira que ese aumento se hizo a los fines de
costear el traspaso de parte de la Policía Federal a ella.
En sus
considerados expresa engañosamente, sin hacer mención alguna que se trata concretamente de la Policía Federal,
que en enero el gobierno nacional y el de la CABA suscribieron el Convenio de
Transferencia Progresiva de Facultades y Funciones de Seguridad en todas las
materias No Federales. Que por decreto 194/16 se dispuso incrementar la
coparticipación que le corresponde a la CABA, “para garantizar la adecuada
proporción correspondiente a la mencionada jurisdicción”.
Que a través
del decreto 206/09 se impuso la creación del Fondo Federal Solidario, integrado
con el 30 % de las retenciones de la soja. Con la finalidad de distribuirlo con
provincias y municipios para invertir en infraestructura, y no para gastos
corrientes. Y que por lo tanto, las supuestas finalidades del decreto 194/16
resultan ajenas a la aplicación de dicho fondo.
En
consecuencia, para dorarle la píldora a los gobernadores que se quejaron
airadamente de esa cesión de la coparticipación a la CABA mientras se las
revocaba a ellos, dispone que ese
aumento de la coparticipación no incidirá en la distribución de dicho fondo, ni
de ningún otro similar.
Seguidamente
profundizando el engaño, el decreto dispone que ese aumento de la
coparticipación “será destinados para consolidar la organización y
funcionamiento institucional de las funciones de seguridad pública en la CABA”,
quedando ello sujeto a la verificación de la Comisión Federal de Impuestos.
Así, con una
mentira casi infantil, con solo contabilizar en esa cuenta los gastos de la
Policía Metropolitana, se cumplimentará formalmente con ese requisito. Dado que
conforme el Convenio Progresivo de Transferencia de la Policía Federal firmado
entre el gobierno nacional y de la CABA (cláusula quinta y trece) surge
claramente que durante un año el estado nacional seguirá haciéndose cargo del
plantel transferido.
Ver Convenio
de Transferencia Progresiva y Gradual entre el Estado Nacional y la CABA
Así con ese
dibujo contable, el gobierno de la CABA liberará cuantiosos recursos para otras
aplicaciones. Como el pago de la importante deuda externa con la que Macri
financió su plan de obras publicas electoralero, que permitió al PRO conservar
el gobierno de la CABA, y conquistar el de la Nación y el de Buenos Aires.
Existiendo además críticas por parte de sectores de la oposición, de que dicho
traspaso de la Policía Federal solo tiene un costo de seis mil millones de
pesos.
Quedándo en
consecuencia limpiamente otros nueve mil millones de pesos en la caja de la
CABA, de un total estimado de quince mil millones para este año. La que así en
los años venideros, cuando la Nación deje de costear los gastos de la Policía
Federal traspasada, seguirá dibujando esa cuenta ante la Comisión Federal de
Impuestos con comprobantes provenientes de la Policía Metropolitana, ya que
dicha coparticipación le sobra largamente para hacer frente a los gastos de la
Policia Federal transferida.
El
opoficialismo de bobos y pillos
Contento con
esas sanatas, que de llevarse a cabo en vez de mejorar empeorarán la situación
de las provincias, al cambiar la coparticipación que les pertenecía por obligaciones
que no tenía, el representante del massimo Raúl Pérez voto alegremente en la
Comisión Bicameral de Trómite Administrativo, a favor de la convalidación del
delictivo DNU de Macri. El oro y/o el moro que percibió Sergio Massa a cambio
de ello como cortesano del poder, lo guarda para su coleto. Pero seguramente
que vendrá acompañado de nuevos nombramientos de integrantes del FR en los
gobiernos macristas.
Otro tanto
hizo el ex senador, ex gobernador de San Luis, y ex Presidente de la Nación por
unos días, Adolfo Rodríguez Saá. Quién lejos de hacer honor a su antecesor Juan
Saá, quién se alzó varias veces contra el unitarismo de Bartolomé Mitre,
presentó a la par una liquidación ante la Corte Suprema por capital e intereses del 15 % de la
coparticipación retenida ilegalmente por el estado nacional, por once mil
millones de pesos. Con la esperanza de obtener un pronto pago por parte de
Macri, con su dócil voto a favor de su delictual DNU.
Por su parte
Diego Bossio, líder del bloque Justicialista, procura bobamente explicar sus
genuflexiones al macrismo, y su promesas de facilitarles el quórum en el
Congreso, diciendo que a él le pagan para concurrir a las sesiones y debatir
todos los temas. Como si negar el quórum no fuera desde la antigüedad, una estrategia
legislativa tan legítima como el voto.
Por su lado
el rapero gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey, integrante de RAP (Red de
Acción Política) además de deslucido rol de escort macrista que cumplió en el
Vaticano, y de su preferencia por los gatos, anda del bracete como si
estuvieran de novios, con el ministro del
Interior Rogelio Frigerio. Y junto con Bossio, repiten el burdo
silogismo inductivo de que si a Macri le va bien, le irá bien a los argentinos.
En donde la premisa particular <Macri le va bien> la hacen general y
extensiva a todos los argentinos, como si todos los argentinos vivieran en
Barrio Norte, y pelecharan como contratistas del estado.
El festival
de quita de impuestos soportado por las provincias
A la par de
anular la devolución de la coparticipación de impuestos retenidas a las
provincias, y de aumentar la coparticipación de la CABA, donde está concentrada
la mayor riqueza del país, Macri inauguró su gobierno con un festival de
rebajas impositivas, dirigidas hacia los sectores más pudientes de la
población.
Eliminó casi
todas las retenciones, incluidas las de las megamineras. Rebajó sustancialmente
los impuestos a vehículos de alta gama. Rebajó el impuesto a las ganancias, que
pagan los sectores de más altos
ingresos. Está empeñado en devolver velozmente el recargo del 20 % a quienes
compraron dólares especulativamente, y con la devaluación hicieron una notable
diferencia. Y también el recargo del 35 % a quienes efectuaron compras en el
exterior con tarjetas de crédito, poniendo incluso oficinas móviles de la AFIP
en los lugares más paquetes de Argentina, para facilitarles este trámite, etc,
etc.
Por lo que
bien se puede decir que serán los estados provinciales, con la retención ilegal
de la coparticipación del 15 %, quienes
costearán este festival de macrirebajas de impuestos, y mayor coparticipación a
la CABA, sin justificación alguna al menos por un año.
En su
reciente discurso ante la Asamblea Macri dijo “tenemos que alejarnos
definitivamente de la viveza criolla mal entendida, de la búsqueda del atajo”.
Siendo esto exactamente lo que hizo con sus decretos referidos a la
coparticipación. Y más adelante agregó “¿Cuál es el país con el que sueño? Un
país que no mienta”. Como lo ha hecho Macri reiteradas veces en esta cuestión.
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