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Pocos éxitos Demasiados fracasos



Pocos éxitos
Demasiados fracasos

1.      La cuestión social es en sí misma un problema difícil a la razón, una pregunta desafiante que interroga permanentemente a la sociedad acerca del enigma de su cohesión, pero que trata a su vez de evitar el riesgo de su fractura.
2.      El trabajo formal, que está demandando día a día una mayor calificación, está dejando fuera de competencia a una masa social marginal importante  porque el  sistema expulsa a todos aquellos, preponderantemente jóvenes que, por carencias de educación y/o capacitación, el futuro no les permitirá aspirar a ningún puesto de trabajo estable. ¿Cómo garantizar un futuro laboral para estos jóvenes y enfrentar a la permanente amenaza de la sustitución de empleos humanos por recursos tecnológicos, cuando todas las predicciones dicen que solo un 30% de los chicos que ingresan al sistema educativo podrán conseguir empleo?
3.      El desafío que enfrentamos como sociedad consiste en volver a hacer del conocimiento un medio para el desarrollo humano aumentando las habilidades de la población. Debemos ir más allá del conocimiento como herramienta y recuperar el camino de la educación como camino a la sabiduría que es a su vez facilitadora del progreso social.

4.      Los jóvenes de este tiempo enfrentan una realidad que supera el nivel de dificultades de anteriores generaciones. El conocimiento, el aprendizaje y las experiencias vitales van forjando su propio destino, en muchos casos inciertos, donde la presencia de los medios de comunicaciones y las nuevas tecnologías inciden en sus vidas y en sus expectativas.
5.      Vivimos así con nuevas realidades sociales, nuevos y sofisticados tipos de violencia social, dentro de un período de cambios sociales imprescindibles (recuerdo que los cambios sociales pueden darse con violencia; sin violencia, o que a la voluntad de cambio se le oponga la violencia, en tal caso, violencia sin cambio)
6.      En los sectores juveniles vulnerables y desocupados se  manifiesta hoy un déficit de deseo, NO TIENEN PROYECTOS, no hay esperanza, no hay futuro dentro en un presente adverso, con necesidades básicas insatisfechas que no dejan lugar a ilusión alguna.
Viven al instante, limitando  el plano material el plano del deseo.  No tienen vocación alguna, no saben qué quieren ser, viven en un mundo en el que para ellos predomina lo efímero, destinando lo que pueden percibir a sus necesidades diarias (consumo inmediato) en donde la droga (consumo, no venta) actúa como “evasor” de la frustración que se va acrecentando a medidas que los niveles de precariedad y exclusión aumentan.
7.      Por lo general, este sector poblacional provienen de familias numerosas, identificándose esta tendencia entre los adolescentes de 15 a 17 años en donde registra un promedio de 7 miembros. En estas familias se identifica un descenso muy significativo en el nivel educativo de los jefes de hogar
8.      A partir de lo expresado en 7., se podría llegar a pensar que, de alguna manera, los hijos reproducen hoy el fracaso escolar de sus padres, existiendo a su vez un debilitamiento en la transmisión del concepto de la educación como valor en la socialización de esos padres a sus hijos.
9.      A medida que desciende el nivel educativo en estos jóvenes, desciende paralelamente la calidad de los trabajos que pueden obtener, siendo en su mayoría temporales y changas en situación de informalidad (mujeres: costurera, cocinera, peluquera, servicio doméstico, cuidado de ancianos, volanteras, etc. Varones: albañil, pintor, plomero, zapatero, herrero, limpieza, maestranza, fletero, vendedor ambulante, paseador de perros, delivery, lava autos, changarin, vendedor ambulante, etc.)
10. En términos comparativos, la tasa de desempleo juvenil de 15 a 24 años es dos veces y media mayor que la del total de la población y tres veces y media más que la de los adultos de 25 a 59 años.
11. La participación de los jóvenes de 15/24 años en el desempleo global es particularmente importante alcanzando al 43,8%, cifra significativa si tenemos en cuenta el porcentaje de jóvenes de 15/24 años componen el 17,5% de la población.
12. En el conurbano bonaerense hay 84.105 jóvenes que no completaron el secundario que actualmente no estudian y se encuentran desempleados, mientras el 80,7% de ocupados y el 72,8% de desocupados que no asisten a establecimientos educativos alguno.
13. En la Argentina hay 7 millones de mujeres en edad fértil (14 a 49 años) distribuidas en los principales centros urbanos del país; de ellas, el 44,8% ya son madres; el 48,6% vive en el 30% de los hogares con menos ingresos per cápita familiar; el 41,3% tiene bajo nivel educativo; el 52% vive en el gran Buenos Aires y el 60,6% participa de distintas formas en el mercado de trabajo; el 16,2% afrontan solas su maternidad (9,2% están divorciadas o separadas, 5,2% están solteras y 1,2% enviudaron).
14. Los desequilibrios territoriales en la Provincia de Buenos Aires son conocidos, pero no tanto. La proyección de habitantes en nuestra provincia para la próxima década plantea la continuidad de esas asimetrías territoriales y demográficas. Si las políticas públicas no logran revertir la actual tendencia con programas de estímulo para el interior provincial, el conurbano y el periurbano acumularán el 77% de la población provincial. Imagine las consecuencias en infraestructura básica, que ya tienen problemas de congestión y contaminación
15. La Organización Mundial de la Salud (OMS) evaluó los sistemas de salud del mundo y ubicó a la Argentina en el lugar 75 entre 191, muy por debajo de Colombia (22), Chile (33), Costa Rica (36) y Cuba (39), las cuatro naciones mejor calificadas de Latinoamérica. Si  tenemos en cuenta que los gastos efectuados en salud por la Argentina (823 dólares anuales per cápita), la colocan en el puesto 34, se advierte que son principalmente las deficiencias del sistema las causas de la mala calidad sanitaria.
16. Un informe del Banco Mundial, señala que 4,5 millones de niños argentinos (43%), son pobres. Esto significa que quienes los tienen a cargo, no alcanzan a obtener el nivel de ingresos suficientes como para garantizar su alimentación y cubrir las necesidades básicas como calzado, ropa y salud.
17. La comisión de Investigación de Mercado de la Asociación Argentina de Marketing, dio a conocer un índice de nivel socioeconómico, a fin de definir los límites de cada estrato social y, a través de variables específicas, una medición detallada de cada estrato. La aplicación de este índice, según el estudio básico metodológico, permitió extraer las siguientes conclusiones:
1)     Se observa una creciente concentración de la riqueza.
2)     Se registra una brecha significativa entre los sectores altos y medios.
3)     La diferencia entre los sectores medios y bajos es más cultural que económica.
4)     Los sectores bajos, están muy extendidos y se corresponden con un bajo nivel educativo.

CONCLUSIÓN:

El futuro de la franja etaria juvenil argentina presenta más dilemas que certezas…

La situación de vulnerabilidad en la que se encuentran, además de cuestionar a futuro la cohesión social y la capacidad de reproducción de la fuerza de trabajo de nuestra economía, está expresando claramente que los programas experimentados hasta el presente, tanto laborales como educativos, no han tenido la escala que la magnitud real del problema demandaba y por lo tanto no impactaron socialmente en la medida de lo esperado, piense que más de la mitad (53,6%) de los jóvenes desempleados que no estudian provienen de hogares vulnerables, pobres o indigentes.

Tenemos una sociedad zambullida en una profunda y espesa anomia en donde la violencia se ha extendido a todos los espacios y se manifiesta de diferentes formas: se percibe en la familia, en la escuela, en el barrio, en los distintos espacios sociales, deportivos y/o políticos.

Los jóvenes enfatizan la asociación de  la violencia con  la droga, el alcohol y la "junta"

La violencia es asociada hoy no sólo con peleas, agresiones, o maltrato, sino que en muchos casos es sinónimo de muerte

Nuestra sociedad comienza a exteriorizar una extendida disconformidad social por el cumulo de expectativas incumplidas que Mauricio Macri había prometido (mantiene la regresividad y la inequidad del impuesto a las Ganancias y de otros tributos), agravada  por el impacto del actual paquete impositivo que  el GN dispuso recientemente.

Seguramente esta sociedad no tolerará  aplazamiento alguno entre el deseo expreso en el acto eleccionario, la promesa pre electoral presidencial, y el cumplimiento de la misma, pudiendo ser paradójicamente esa ansiedad, esa intolerancia, incrementada por organizaciones, sindicatos y partidos de izquierda, la que podrá postergar aun más las realizaciones prometidas para asegurar la cohesión social.

En el año del bicentenario de nuestra independencia, Hugo Cesar Renés