ABORTO: el presidente Fernández impulsó la ley con falacias
- 27/11/2020
La ley de legalización del aborto planteada por el
Gobierno, es una cuestión muy muy seria. Que
va mucho más allá de la despenalización, que es lo que correspondería, al
hallarse en esas circunstancias la mujer que lo acomete en una situación
excepcionalísima. Como la de portar otro ser humano dentro de ella, conforme
los misteriosos y alucinantes mecanismo de reproducción de la naturaleza.
Su
seriedad proviene en que conforme prevé el proyecto de ley, el Estado pasa a
ser ejecutor o partícipe obligado en la eliminación y desaparición de un ser
humano, único e irrepetible en el cosmos, conforme las leyes de la reproducción
sexual y sus infinitas variantes. El que se encuentra totalmente indefenso y en
cautiverio en el vientre de su madre.
Lo
que tristemente hace recordar lo que sucedió en la última dictadura, en la que
el Estado fue el que planificó la desaparición forzada de personas, los campos
de cautiverio clandestinos, y su atroz eliminación posterior, dando así origen
en el mundo al concepto de “desaparecido”. Y todavía se discute si fueron siete
mil o treinta mil.
No
obstante ese antecedente de atroz intervención estatal, ahora el Estado se
propone intervenir directamente en la desaparición y eliminación de entre 300 y
400 mil argentinos o al menos proto argentinos al año, según las cifras que
publican los propulsores de esa intervención. Que será acumulativa a lo largo
de los años, en un país peligrosamente semivacío, inmerso en un mundo
repleto de habitantes.
Con
una ley que no se entiende mucho su sentido, dado que los protocolos actuales
basados en la jurisprudencia de la Corte Suprema, permiten la realización de
abortos bajo la interpretación amplísima, de que sean necesarios para la “salud
integral de la mujer”, y sin límites de tiempo. Estableciendo además una
perentoriedad y prioridad para su ejecución por parte de una salud pública
andrajosa, como si el embarazo fuera una enfermedad gravísima, y no el
mecanismo que asegura la reproducción y supervivencia de la humanidad.
Poniendo
también límites a la objeción de conciencia para los profesionales de salud,
cuando esa objeción de conciencia también seria extensible al ciudadano, que
con sus impuestos va costear el aborto concretado por el aparato del Estado.
Como lo planteó al mundo Henry Thoreau con su “Desobediencia Civil”, quien
aceptó ir preso, antes pagar los impuestos que costeaban la guerra contra
México, y las muertes que ella supone.
Porque
la cuestión no se trata solamente del derecho individual de la soberanía de la
mujer sobre su cuerpo, a la que nadie discute, sino que hay otro cuerpo humano
de por medio. Que a la octava semana su corazón late perceptiblemente, y deja
de ser un embrión para transformarse en un feto. Con todas las apariencias de
un ser humano que será único e irrepetible en la enorme dimensión del cosmos.
Y
ahora será la obligación irrenunciable del Estado, proveer los medios para
matarlo y desalojarlo del acogedor cautiverio en que se encuentra absolutamente
indefenso. O hacerlo incluso por su cuenta, buscándolo como si fuera un enemigo
público en ese acogedor refugio, para destruirlo y hacer desaparecer sus
restos.
Por
lo cual la corbata color verde que lucía el Sr Presidente al lanzar el proyecto
de legalización del aborto, con una entonación burocrática como quien habla de
partidas del presupuesto, y no de la eliminación de seres humanos como uno en
estado de crecimiento, en lugar del verde ecológico, traía lúgubres
reminiscencias de los Falcon verdes de antaño.
Presidente Alberto Fernández en su mensaje
televisivo
Las falacias del Sr. Presidente
Por
ello la información que se brinde al respecto, máximo proveniente del
presidente de la Nación debe ser altamente rigurosa y cierta. Ya que si bien el
actual presidente Alberto Fernández se ha acostumbrado a ser
absolutamente impreciso en relación con las muertes por el coronavirus -lo que
incluso ha motivo el reclamo de los países por él aludidos- en este caso se
trata de muertes en las que participará directamente el Estado, con
paradojalmente su “sistema de salud”.
Pero
sucede todo lo contrario, dado que en su mensaje televisivo, en el que anunció
el envío del proyecto de ley al Congreso, en el que propuso un “debate franco”,
lamentablemente el presidente incurrió en una serie de afirmaciones, que atento
el conocimiento que debería tener él y/o quienes lo asesoran, podrían
calificarse de mendaces.
Ello se advierte especialmente cuando afirmó: “Solo ha permitido que los abortos ocurran clandestinamente en
cifras preocupantes. Cada año se hospitalizan alrededor de 38.000
mujeres por abortos y desde la recuperación de la democracia
murieron más de 3.000 mujeres por esa causa”.
Como para que quedara aún más claro, la ex pareja
del Sr. Presidente y su actual secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, una
vehemente promotora de la legalización del aborto, que coordinó la redacción
del proyecto de ley, apuntó: “En la Argentina se ha
invisibilizado el aborto clandestino durante décadas: como consecuencia de esa
práctica insegura, desde la recuperación democrática murieron más de 3000
mujeres y tenemos una cantidad muy alta de egresos hospitalarios por esa
causa. Nos tomamos muy en serio este problema”.
https://www.pagina12.com.ar/307267-en-la-argentina-se-ha-invisibilizado-el-aborto-clandestino-d
Por
su parte el ministro de Salud Pública, Ginés González García, se encargó de
ratificar esos conceptos y cifras. Señalando así que todas hospitalizaciones
por aborto serian consecuencia de abortos inducidos, como si los abortos
espontáneos no existieran. Cuando todos los manuales de medicinas dicen que los
abortos espontáneos clínicos, rondan entre un 10 % y un 20 % de los embarazos,
y muchos de ellos resultan hospitalizados. Dando además una cifra
absoluta de egresos hospitalarios por esa causa, pero sin contrastarla con el
total de las hospitalizaciones, para mostrar su relevancia en el sistema de
salud.
https://www.telam.com.ar/notas/202011/535625-gines-gonzalez-garcia-casos-abortos.html
En
base los datos brindados por el Ministerio de Salud de la Nación por DEIS
(Dirección Estadísticas e Informaciones de Salud) en el siguiente gráfico se
puede apreciar la evolución de los egresos hospitalarios por partos y sus
complicaciones, y abortos en el sector oficial, entre los años 2006 al 2016.
Siendo este lamentablemente todo el universo de información que brinda al
respecto DEIS.
http://www.deis.msal.gov.ar/index.php/causas-egresos/
Se
puede observar que los abortos (columnas bordo) bajan sustancialmente desde
casi 69 mil en el 2005, a 39 mil en el 2016, con una notable reducción
del 43 %. Y así concomitantemente la tasa de abortos por embarazo (línea negra
eje derecho) baja simultáneamente desde el 18,6 % en el 2006, al 12 % en el
2016.
Lo cual muestra una mejora en la salud obstétrica
por parte del sector oficial, dentro del rango de los abortos previstos
clínicamente como espontáneos. Que se refleja en el porciento de
hospitalizaciones por aborto (línea roja eje derecho) que baja otro tanto. Del
5,4 % del total de hospitalizaciones en el 2005, sobre un total de 1,28
millones hospitalizaciones, a un 3,2 % en el 2016,
sobre un total de 1,23 millones. Un porcentaje ínfimo como
para describir al aborto como un problema de salud pública.
Por
además atribuirle a todos los abortos hospitalizados el carácter de inducidos,
como si no existieran los espontáneos, resulta una verdadera falacia por parte
del Sr. Presidente, su ministro de Salud, y su secretaria Legal y Técnica, en
una cuestión tan importante. Y la notable pobreza de las estadísticas
argentinas, que no brindan mayores detalles al respecto, impide elucidar que
corresponde a uno y otro.
Por
su parte la DEIS de Chile, que tiene una legislación respecto el aborto tan
restrictiva como la de Argentina, cuenta con estadísticas integradas de
estándar internacional, que permiten hacer una aproximación al respecto. Al
distinguir las siguientes categorías bajo el rubro Embarazo terminado en aborto
(O00-O08):
Embarazo
ectópico (O00); Mola hidatiforme (O01); Otros productos anormales de la
concepción (O02), como abortos retenidos, etc; Aborto espontáneo (O03); Aborto
médico (O04); Otro aborto (O05); Aborto no especificado (O06); Intento fallido
de aborto (O07); Complicaciones consecutivas al aborto, al embarazo ectópico y
al embarazo molar (O08).
https://reportesdeis.minsal.cl/egresoshospitalarios/Menu_publica_nueva/Menu_publica_nueva.aspx
En base esa categorización, diversos analistas
estiman que los abortos inducidos se encuentran computados en las subcategorías
005, 006, 007, y en todo o en parte de la 002. Lo cual arroja que los abortos
inducidos tendrían una cuantía de entre el 30 % y el 60 % del total de abortos.
Por lo cual el porcentaje de hospitalizaciones en el sector oficial argentino
por ese motivo sería menor al 2 % del total.
Estando así muy lejos de ser un problema de salud pública,
teniendo otros muchos problemas por delante como ser vera seguidamente.
Además
esa reducción de los 38 mil abortos totales hasta alrededor de 12 mil
inducidos, pone en tela de juicio las cifras de 400 / 450 mil o más abortos
clandestinos que se estiman anualmente, en base a una expansión de ese
indicador de 10 veces o más. Que quedarían reducidos a unos dudosos 120 mil,
o menos si se usa un factor de expansión menor.
3.000 muertes desde la dictadura que
terminan en 20
Algo parecido se puede decir respecto la afirmación
del Presidente y su secretaria Legal y Técnica Ibarra, que “desde la recuperación de la democracia murieron más de
3.000 mujeres por esa causa”. Más allá de la indefinición
de la causa, dado que como se vio puede tratarse de abortos espontáneos,
el interrogante es de dónde sacó esas cifras. Siendo que el Ministerio de Salud
solo brinda información al respecto desde el año 2005 hasta el 2018.
Analizando
la misma, las cifras que arroja son que en ese periodo de 13 años, hubo
4.055 muertes maternas. De las cuales solo 644 corresponden a abortos si se
suman indiscriminadamente todos ellos: Aborto no especificado, 315; Otro
aborto, 301; Aborto espontáneo, 28. Figurando los dos primeros en el segundo y
tercer lugar en cuanto a su importancia, como se puede apreciar en el siguiente
gráfico. Y ubicándose en el primer lugar con 982, casos “Otras enfermedades
maternas…”, que sería a las que un estado diligente enfocaría primeramente sus
esfuerzos.
http://www.deis.msal.gov.ar/index.php/base-de-datos/
Los
644 casos de aborto de todo tipo, representa un porcentaje del 16 % del total
de muertes maternas, con un promedio anual de 49,5 muertes por aborto por año.
Que si se extienden a los 37 años desde la última dictadura, dan un total de
1.832 abortos, un 39 % menos que los señalados por el Sr. Presidente.
Pero
aún más elocuente resulta analizar como evolucionaron los distintos tipos de
aborto entre 2005 y 2018, según los datos de DEIS, tal como se puede apreciar
en el siguiente gráfico. Cuyos totales pasaron de un total máximo de 77 en el
año 2006, y fueron cayendo notablemente posteriormente. Hasta un nivel de 20 en
el 2017, casi la cuarta parte, y 22 en el 2018.
Esto
sería directa consecuencia de la difusión del aborto químico o médico, que
hicieron su aparición a fines de los ’90, y han desplazado enteramente los
abortos mecánicos y de otro tipo. Y según las estadísticas ha llevado
actualmente el riesgo de muerte por ese motivo, de 1 mujer en 4 millones de
mujeres en edad fértil.
Actualmente
hasta la mujer más humilde de una villa, no solo sabe que existe el Misoprostol
y donde comprarlo, sino como usarlo. Y según algunas indagaciones, es mucho más
fácil conseguir ese medicamento, y las indicaciones para su uso en internet,
que la marihuana. Por eso hay obstetras que dicen que hace una década que no se
ven los tipos de abortos tradicionales.
Lamentablemente
el gráfico también revela el afán de engaño del Sr. Presidente, de su ministro
de Salud, y de su secretaria Legal y Técnica, quienes se remiten hasta la
última dictadura para tratar de brindar cifras abultadas que impacten a la
audiencia. Al resultarles imposible justificar su proyecto de ley, diciendo que
en los dos últimos años, se produjeron 21 muertes por aborto totales al año, de
los cuales hay que deducir los abortos espontáneos, que como mínimo llevan esas
cifras a menos de 20. Justificación que sonaría ridícula, en el marco de una
pandemia que ha costado ya la vida de 36 mil argentinos, según los registros
oficiales.
De que mueren las mujeres argentinas en
edad fértil
En
ese marco de debate fijado por el Sr. Presidente, su Ministro de Salud, y su
secretaria Legal y Técnica, y en base las pobres estadísticas de DEIS que nada
tienen que hacer frente las de Chile, resulta muy ilustrativo ver de que
murieron las mujeres argentina en edad de gestar de 10 a 59 años entre el 2005
y el 2018, cuyas causas están visualizadas en el siguiente gráfico.
En
primer lugar, con un numero 40 veces superior al del aborto, aparece el cáncer
de mama. Una salud publica andrajosa pero inteligente, pondría allí sus
esfuerzos, para prevenirlo y diagnosticarlo tempranamente. Luego superando los
10 mil casos, 15 veces más que las cifras del aborto, aparece la neumonía y
causas no especificadas, que al menos demandarían un esfuerzo para lograr su
especificación.
Entre
los 5 y 10 mil casos, parecen más tumores típicamente femeninos, en útero y
ovarios, cuya suma supera los 20 mil casos, contra los 600 casos de muerte por
aborto. A lo que se suma otros tumores, insuficiencia, e infartos. Apareciendo
finalmente en el puesto 15, el suicidio por ahorcamiento con más de 5 mil
casos, típico de la angustia emocional, nueve veces más que el aborto.
Además
como se puede apreciar en el siguiente gráfico, muchas de esas principales
causas de muerte, en lugar de decrecer gracias a una atinada salud pública,
siguen creciendo en su número. Incluso los canceres de mama y útero, y los
suicidios por ahorcamiento. Los que pasaron de 273 en el 2005, a 444 en el
2018, con un aumento del 63 %, acercándose así en un año, a la cifra de abortos
a lo largo de doce años.
El
suicidio nos lleva a preguntar, mas allá de las enfermedades, cuales son las
principales causas de muertes violentas de las mujeres en edad de gestar.
Pudiéndose observar en el siguiente gráfico sus resultados, que han causado un
total de casi 30 mil decesos en el periodo 2005 – 2018, 50 veces más que el
aborto.
En
cuanto al detalle, encabeza la tabla los accidentes de tránsito, con 11.569
muertes. Seguido por el suicidio, con 6.546 muertes, más de diez veces la del
aborto. Viene después la agresión física, con 4.013 muertes; otros accidentes,
con 2.448 muertes; auto agresión o agresión, con 2.097 muertes; no
especificado, 1.409 muertes; y por ultimo muerte súbita de causa desconocida,
que duplica la del aborto, con 1.219 muertes.
Además
las tendencias de esa cantidad de muertes están lejos de disminuir, y por
contrario sus cuantías se mantienen, e incluso crecen, como se puede apreciar
en el siguiente gráfico. Donde los accidentes de tránsito durante un año,
superan una vez y media las muertes por abortos acumulados a lo largo de doce.
A lo que se agrega que los suicidios en un año, que llegaron a picos en el
2012, 2014, 2017, y 2018, tienden a equipararse con las muertes por aborto
ídem.
En
relación con las muertes violentas por accidentes de tránsito y otros, es
conveniente ver las secuelas hospitalarias de las mujeres que en edad fértil no
resultaron muertas. Pudiéndose apreciar en el siguiente gráfico que sus egresos
hospitalarios trepan a 560 mil casos, entre el 2005 y 2016. Según el dato
suministrado por un sistema estadístico de salud zaparrastroso, que ni siquiera
proporciona la duración de la estadía hospitalaria, como hacen otros países
vecinos, como Chile.
Encabezan
notablemente el gráfico los traumatismos físicos y sus consecuencias, con más
de 411 mil casos, seguido de envenenamientos y efectos tóxicos con más de 83
mil, y otros efectos de causas externas, con más de 25 mil. Y
lamentablemente como se puede apreciar en el siguiente gráfico, se observa un
crecimiento continuo del total de casos por sobre los 40 mil anuales. Los que
de esa manera superan los esgrimidos para justificar el aborto en general, y
más aún si se deslindan los correspondiente a los abortos espontáneos e
inducidos.
La voluble opinión de presidente
Fernández respecto el aborto
En vísperas de las PASO del año pasado, para
fastidio de las promotoras de la legalización del aborto, el presidente
Fernández declaró: “No hay necesidad de avanzar
tan rápidamente en la legalización del aborto… A mí me parece que es un tema
que parte a la Argentina en dos, y los temas que dividen no son buenos temas…
Me parece que no debería ser un delito y eso podríamos empezar a trabajarlo,
sin necesidad de avanzar tan rápidamente en la legalización, porque la
legalización es algo que divide mucho a los argentinos… Yo siempre he dicho, no
es nuevo, hace 20 años enseño Derecho Penal y hace 20 años que despotrico con
la que idea que el aborto sea un delito. Es increíble que eso ocurra.”
Inmediatamente
después de las PASO y su resonante triunfo, el presidente comenzó a ser punzado
por las poderosas usinas muy bien dotadas de recursos, que promueven la
legalización del aborto. Y como según algún analista al actual presidente “le
gusta estar en todos los zapatos”, corrido en una entrevista televisiva por la
periodista María O’Donnell, y con vistas a las elecciones de octubre dijo:
“Tengo la decisión política de despenalizar y
legalizar el aborto porque no quiero que se muera ninguna mujer más. Lo primero
debería ser despenalizar para terminar con la clandestinidad… “A mí me parece
que hay dos etapas. Primero hay que empezar con la despenalización para
terminar con la clandestinidad, así las mujeres van a tener más mecanismos para
proteger su salud”.
Esta
matización en su postura al respecto, fue aprovechada a fondo por la oposición,
que respaldándose en los sectores evangélicos, y en otros ingredientes, logró
achicar sustancialmente la diferencia de 16 puntos que había cosechado
Fernández en las PASO, reduciéndola a 8 puntos, exactamente la mitad.
Ver Resultado elecciones: Macri dibujó su balotaje y
los Fernández desperdiciaron plebiscitarse
Seguidamente
el flamante presidente Fernández armó un Gabinete cumpliendo con todas las
premisas de la agenda del patriarca George Soros, el magnate que de especulador
paso a ser reformador social y cultural. Donde sus programas de empoderamiento
de la mujer, el fomento de la diversidad sexual, y el aborto, a través de
su fundación Open Society, son sus principales herramientas para tratar de
obtener un decrecimiento demográfico de la población mundial.
Así
apareció el novedoso Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, a cuya
frente puso a la abogada defensora de Milagro Salas, Elizabeth Gómez Alcorta.
Quién creo una nutrida burocracia compuesta por 3 Secretarías, y 6
Subsecretarias. Y además se encargó de multiplicar en los distintos estamentos
de la burocracia estatal, direcciones y gerencias dedicadas a la cuestión de
género y lenguaje inclusivo.
Entre
ellas el Banco Central, que ni atina con su misión de defender el valor de
nuestra moneda. Mientras que el INDEC estima que hay entre un 50 % y 60 % de
niños y adolescentes sumidos en la exclusión y pobreza. Y algunos de sus
profesores de lengua, comentan que muchos de ellos solo manejan un vocabulario
de 80 palabras, contra las 80 mil que tiene el idioma español. Abriendo el
interrogante de cómo y quién fija las prioridades del Gobierno.
Al respecto Gómez Alcorta recientemente declaró que
tienen la “férrea voluntad” que se
sancione la ley. No obstante no pertenecer al Poder Legislativo, sino al
Ejecutivo, y que las encuestas realizadas en el 2018 con motivo de su debate,
arrojaban una mayoría, especialmente de mujeres, que se oponía a su sanción.
https://www.pagina12.com.ar/307266-no-hay-ninguna-posibilidad-de-que-si-se-sanciona-esta-ley-se
Además
el presidente integró su gabinete con otras personalidades fervientes
impulsoras del aborto, como su ministro de Salud Gínes González García, María
Eugenia Bielsa, la mencionada secretaria Legal y Técnica Ibarra, Adriana
Puiggrós, Marcela Losardo, Luana Volnovich, Silvina Batakis, Victoria Donda,
etc.
Recibiendo algunas de ellas la financiación de la
Open Society de Soros, por ser considerardas “líderes y aliados confiables” de
esa ONG. Que hablan de la “ampliación de derechos” para eliminar otro ser
humano, cuando en todo caso en términos de casuística, se trata de una triste
tragedia personal.
Así
el 1 de marzo, al mismo tiempo que se daba comienzo al proceso de renegociación
de la deuda externa con los bonistas privados y el FMI, el presidente Fernández
en su discurso ante el Congreso, -ante el alborozado aplauso de quienes con
distintivos verdes, parecían fans exultantes ante su ídolo- anunció como si ese
fuera todo su plan de salud pública, que iba a enviar de inmediato un proyecto
de ley al Congreso, con la legalización del aborto. Sin avizorar el peligro del
coronavirus que se estaba difundiendo por el mundo, que hizo que días después
sus planes de la salud pública cambiaran enteramente.
Las fuerzas superiores que promueven el
aborto
Pero
detrás de ese entorno verde, hay otras fuerzas mucho más poderosas, que son las
que realmente mueven los hilos para la legalización y promoción del aborto. Y
no se trata de feministas, sino de patriarcas hoy gerontes, sumamente
cuestionados en relación con los derechos humanos. Por el apoyo brindado a las
sangrientas dictaduras militares, recomendándoles que lo que tuvieran que hacer,
“lo hicieran rápido”
Se trata concretamente de Henry Kissinger y su
famoso Memorando 200/74, emitido en 1974 mientras se desempeñaba en forma
dúplice como secretario de Estado y Consejero de Seguridad Nacional de EEUU. En
el que se afirma que el crecimiento de la población mundial, es una amenaza para la Seguridad Nacional de EEUU, por
la dificultad que ello le acarrearía para la seguridad de sus abastecimientos
externos.
Ver La política del aborto liderada por EEUU por
razones de Seguridad Nacional
En donde afirma que “ningún
país ha reducido su crecimiento poblacional sin recurrir al aborto”.
Y que su legalización, conforme el “Informe Rockefeller” que le precedió,
referido al crecimiento demográfico de EEUU, resulta indispensable para
transformar un embarazo no buscado, en un embarazo no
querido.
Al respecto Kissinger advertía en el
memorando: “Hay que tener cuidado de que nuestras
actividades no deben dar la impresión a los países menos desarrollados, de ser
una política de un país industrializado, dirigida contra los países menos
desarrollados. Se debe tener cuidado de que en cualquier acercamiento en este
campo, apoyamos los países menos adelantados son los que podemos apoyar en este
país. Los líderes del “Tercer Mundo” deben estar a la vanguardia y obtener
crédito para programas exitosos.”
Así
los organismos multilaterales de crédito controlados por EEUU, como el
FMI, donde tiene poder de veto, y el Banco Mundial, donde designa a su
presidente, se erigieron como los mentores en las sombras de la legalización
del aborto. Siendo esta una de las pre condicionalidades para el otorgamiento
generoso de sus créditos.
El
FMI lo concreta mediante la exigencia de insertar en las cartas de intención,
formuladas supuestamente por los gobiernos, generalidades referidas a las
“inequidades de género”. Y por su parte el Banco Mundial, en forma mucho más
franca, ha publicado sucesivos informes promoviendo la legalización del aborto.
Pero
no obstante su difusión en el mundo se vio notablemente obstaculizada, por la
autoridad moral de la iglesia Católica, que conceptualmente sostiene que la
vida humana comienza con la concepción. Lo cual determinó hasta fines de los
‘90, una suerte de statu quo entre EEUU y el Vaticano, al tener a este
por aliado en la Guerra Fría contra la Unión Soviética, durante el pontificado
del papa polaco Juan Pablo II, Karol Wojtyła, entre 1978 y 2005.
http://www.population-security.org/index.html#02
No
siendo casual que recién sobre el final de su pontificado, haya surgido desde
Boston, y se haya esparcido por todo el mundo, el escándalo de los curas
pedófilos. Una sempiterna lacra de esa iglesia, consecuencia de un celibato
forzado sin soportes alimentarios y fisiológicos, como el que se practica en
Oriente. El que deterioró sustancialmente su autoridad moral, al punto de haber
posibilitado que en Irlanda, considerado el país más católico del mundo, se
haya legalizado al matrimonio homosexual y el aborto.
Por
ello tampoco es casual que a la par que el ex presidente Mauricio Macri
iniciaba en marzo de 2018 sus desesperadas negociaciones con el FMI y el Banco
Mundial, para obtener sus asistencias financieras, al mismo tiempo
sorpresivamente, y en contra las bases de su partido, “avaló” el debate sobre
el aborto en el Congreso.
Exigencia
subterránea que en el caso de Argentina, respondería un doble objetivo
estratégico. Uno, como se puede observar en el siguiente mapa, es que Argentina
lidera en América del Sur y en el sur de Norteamérica, el área gris que
representa a los países que tienen una tasa de fertilidad, que es la cantidad
promedio de niños que da a luz una mujer, superior a 2,1. Que se considera que
es limite en que una población comienza a crecer o decrecer. Mientras que
regionalmente Brasil y Chile lucen el amarillo correspondiente a países con una
tasa de fertilidad inferior a 2,1.
https://www.pop.org/map-of-below-replacement-fertility/
El
otro objetivo estratégico es que casualmente, el actual Papa Francisco, Jorge
Bergoglio, es argentino. Y de esa manera la legalización del aborto en el país
del que es oriundo, derribaría las últimas barreras morales por parte de los
países grises. Y no solo los regionales, sino también en Africa, alcanzando
incluso imitativamente a los países islámicos.
Ver LEGALIZACIÓN
ABORTO: el golpe mortal de EEUU contra el Papa Francisco
Quizás
por eso el entonces presidente Macri fue más allá que “avalar” el debate, ya
que como diciendo “quiero cumplir”, sobre el filo de la votación en la Cámara
de Diputados, sobornó el voto de los diputados de la provincia de La Pampa,
mediante reconocerle a la provincia una deuda que antes se había negado a
abonarla. Quienes sobre la hora de votar cambiaron su voto, que habían
anunciado negativos, a positivos, posibilitando así que el proyecto lograra
raspando media sanción en la Cámara de Diputados.
Otras falacias del presidente Fernández
En
ese marco, no es casual que el presidente Fernández haya relanzado apuradamente
la legalización del aborto, a la par que el Gobierno desarrolla una acuciosa
negociación con el FMI, para tratar de equilibrar una economía desquiciada por
la escapada del precio de los dólares alternativos. Ofreciendo de esta manera
un ajuste de la población, como parte de la reforma estructural exigida
por este organismo, para tratar que se ablanden sus exigencias respecto un
ajuste de la economía.
Pretendiendo
sancionar aceleradamente la ley, o al menos su media sanción, en el mes de la
Navidad o Natalidad, como un peligroso sarcasmo dirigido hacia los sectores
religiosos que se oponen al aborto. Entre ellos la iglesia Católica y el Papa Francisco,
quien conforme se queja la oposición, se ha comportado hasta ahora como un
firme aliado del actual oficialismo, a la inversa de lo que sucedió con el
gobierno anterior.
Ver DÓLAR: la gran apuesta contra el peso y el bulo del
contado con liqui
Además, evidenciando una notable ignorancia
respecto la trama secreta de esos acontecimientos, quizás porque se informa a
través de Clarín que trató de tergiversarlos, para no sospechar algo peor, el
presidente Fernández en un reportaje ante Página 12 afirmó: “esta vez no va a haber ningún presidente
llamando a un gobernador para que vote en contra”. Cuando la
realidad fue exactamente lo contrario, y así Macri logró la media sanción.
https://www.pagina12.com.ar/306806-alberto-fernandez-sobre-el-aborto-estamos-en-condiciones-de-
Ver Aborto:
Clarín trata de ocultar que la ley salió con la Banelco para el gobernador
Verna
Además en su mensaje televisivo, contrariando
frontalmente nada menos que a Kissinger, el presidente Fernández afirmó que la
legalización “no aumenta la cantidad de abortos ni los
promueve”. Lo cual contrasta duramente con la realidad de las
estadísticas de EEUU, conforme se puede apreciar en el siguiente gráfico,
publicado por el CDC (Centers for Disease Control and Prevention – Centro
para el Control y la Prevención de Enfermedades).
https://www.cdc.gov/mmwr/preview/mmwrhtml/ss5103a1.htm
Donde
se puede observar que a partir de las instancias para su legalización en 1973,
su número y ratios aumentaron raudamente, pasando de 0,2 por millón, a un pico
de 1,4 por millón en 1990. Comenzando luego un franco declive al final de esa
década, porque cada vez más numerosos abortos dejaron de ser registrado
como tales, con la aparición de los medicamentos abortivos.
De
esa manera las proyecciones de la “Comisión Rockefeller”, que preveía una
población en EEUU de 430 millones en el 2020, logró que esta bajara a 330
millones en este año, dejando cien millones de norteamericanos en el camino. Y
otro tanto sucedió en todos los países europeos en que el aborto se legalizó,
registrándose a partir de allí una abrupta caída en la tasa de fertilidad, que
no se puede explicar de otra manera, como se puede apreciar en el siguiente
gráfico.
https://datos.bancomundial.org/indicator/SP.DYN.TFRT.IN
En
contraste con Argentina, cuya tasa de fertilidad cae linealmente, hasta
ubicarse en 2,25 hijos por mujer, se observa que en España, Grecia, e Italia,
ella se derrumba notablemente a partir de que a comienzos de los ‘80, en dichos
países se fue legalizando el aborto. Cayendo en una década hasta niveles de 1,2
hijos por mujer, el mismo de la República Popular China, que prohíbe tener más
de un hijo por mujer. Lo cual representa que en poco más de una generación, el
país que la perpetúe verá disminuida a la mitad su población. Merma que en los
países señalados se sustituye con la inmigración, lo que les ha traído graves
problemas de racismo y asimilación cultural.
Las falacias del presidente con la
píldora dorada de los mil días
El presidente Fernández en su mensaje televisivo
incurrió en otra grave falsedad, al asegurar que con el proyecto de ley
paralelo, de “Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el embarazo y la
primera infancia”, que denominó “Mil días”, “se extenderá la Asignación
Universal por Embarazo (AUE), que pasaría de tener seis mensualidades a nueve,
para abarcar la totalidad de la gestación”.
Pero
el asunto es que no existe dicha AUE, y si existe la Asignación Familiar
Prenatal, que cobran durante los nueves meses de embarazo los empleados
formales. Y por su parte el proyecto de ley mencionado, en su artículo 7, solo
extiende la Asignación por Embarazo para Protección Social, mediante solo
eliminar mezquinamente, la limitación del pago de solo una asignación, cuando
existe un embarazo múltiple. Manteniéndose no obstante el pago a partir de los
120 días, o sea solo por seis meses, en contra de lo que anunció el presidente,
no sea que se desbalanceen las cuentas de la ANSES.
Texto del proyecto de ley “Mil días”
Pero inexplicablemente, como otra evidencia de las
desaprensión con qué se trató este proyecto, al solo efecto de tratar de ayudar
a que pase el de la legalización del aborto, en el mensaje del proyecto de ley, que además de la del
presidente Fernández, cuenta con la firma de los ministros González García,
Arroyo, Moroni, de Pedro, Gómez Alcorta, y el jefe de Gabinete Cafiero,
se afirma la misma falsedad, que se ve desmentida
seguidamente en el articulado del mismo, como se puede apreciar en el siguiente
facsímil.
Mensaje del proyecto de ley “Mil días”
Que
ese proyecto de ley paralelo es solo una dorada de píldora para hacer pasar el
del aborto, para no caer en una metáfora más soez, lo pone también en evidencia
el resto de su articulado, más allá de las aparatosas declaraciones que
contiene la ley, con una pésima técnica legislativa. Así la nueva asignación
por Cuidado de Salud Integral, no obstante su pomposo nombre, consiste
meramente en el pago de una especie de aguinaldo de la AUH (Asignación
Universal por Hijo) a concretarse anualmente en los tres primeros años del
infante.
Lo que en términos prácticos representa un aumento
de un 8,33 de la AHU en ese periodo. Y por su parte el pago de Asignación por
nacimiento por única vez, representa actualmente un importe de $ 4.128, o sea
solo un 16,6 % más que la AUH de $ 3.540. Lo cual en términos globales para la
madre que dio luz, la beneficia con un aumento en los tres primeros años de su
maternidad, de solo un 8,8 % de lo que le correspondía por la AUH. Más mezquino imposible.
No obstante como si fuera la ambrosía, el
presidente en su mensaje televisivo se refirió al “Programa de los Mil Días”,
diciendo que “busca bajar la mortalidad, malnutrición y
desnutrición, además de prevenir la violencia protegiendo los vínculos tempranos,
el desarrollo emocional y físico y la salud de manera integral de las personas
gestantes y de sus hijos e hijas hasta los 3 años de vida”.
Lejos de ello, en el artículo 20 del proyecto de
ley, “Provisión pública de insumos fundamentales” gratuitos
para madres gestantes e infantes menores de tres años, solo prevé que esto se
hará “en los casos y condiciones que determine la reglamentación”.
Abarcando medicamentos esenciales y vacunas, lo que supuestamente ya
se está haciendo, más el agregado de “leche y alimentos para el
crecimiento y desarrollo saludable en el embarazo y la niñez… en el
marco de los programas disponibles al efecto”. O sea solo
una vaga promesa, sin sustento alguno.
El presidente falseó a teólogos
machirulos
En la entrevista con Página 12 antes citada, este
medio resaltó que el presidente Fernández “reveló que en su última visita
al papa Francisco, en Roma, habló del tema en el Vaticano con el secretario de
Estado del Vaticano, Pietro Parolin. “Le pregunté ‘¿con qué me quedo, con lo
que me dice usted o con lo que dijeron San Agustín y Santo Tomás de Aquino?’ Y
cambió de tema”.
“Lo que decían Santo Tomás y San Agustín era que
había dos tipos de aborto: los que merecían un castigo y los que no. Los
no punibles eran (los que se hacían) entre los 90 y 100 días de embarazo”, que
era el tiempo en que se creía que “el alma entraba al feto, porque la madre
sentía movimientos en su vientre”, expuso el Presidente y sentenció: “Yo no
tomo como un dogma a la posición sobre el aborto”.
De
esta manera el presidente Fernández se atrevió a confrontar teológicamente con
la iglesia Católica, no obstante su existencia bimilenaria, y el durísimo
enfrentamiento que tiene por el aborto con los EEUU. Pero si uno revisa la
opinión de esos teólogos por él citados -resulta lamentable decirlo- al
presidente le cabe el epíteto muy porteño de “chanta”. Palabra del lunfardo que
alude a falso, fanfarrón, e irresponsable.
Al
respecto Tomás de Aquino, siguiendo a Aristóteles, opinaba que el alma entraba
al cuerpo a los 40 días, y San Agustín a los 46 días, y no los 90 citados por
el presidente. Y ambos consideraban que después de esa fecha, el aborto era un
homicidio, y antes de esas fechas, una falta que se podía pagar con una multa.
No afirmando nunca que no eran punibles, sino no punibles como homicidio.
https://www.bioeticaweb.com/santo-tomais-y-el-aborto/
Además
siguiendo a Aristóteles, Tomas y Agustín sostenían la superioridad masculina
del semen en la concepción, que depositado en el “menstruo”, lo organizaba en
40 / 46 días, para recién entrar el alma al cuerpo. Expresando Tomás al
respecto el siguiente concepto, que generaría burlas e indignación en una
audiencia femenina:
“… la potencia generativa en la hembra es
imperfecta con relación a la que existe en el macho. Y por eso, así como en las
artes la inferior dispone la materia, y la superior hace aparecer la forma, de
modo semejante la virtud generativa de la hembra prepara la materia, y la
virtud activa del macho da forma a la materia preparada.”
http://cejsh.icm.edu.pl/cejsh/element/bwmeta1.element.ojs-doi-10_15633_ps_353/c/353-281.pdf
Actualmente
la superioridad femenina, mal que le pese a Tomás y Agustín, resulta evidente.
Al estar dotada de mayor armonía física y belleza, hablar antes y vivir varios
años más que el hombre, tener una mayor habilidad comunicativa y de empatía,
una capacidad de resiliencia superior cuando está motivada, y una visión
holística en temas que son de su interés, a la que llaman “intuición femenina”.
E incluso mediante la novedosa gametogénesis, hasta podría prescindir del hombre
para concebir y asegurar la subsistencia de la especie humana.
Por
otra parte citar al obispo de Hipona San Agustín, que vivió entre el 354 a
430 dc, cuando todavía en el Imperio Romano existían los espectáculos
circenses; y la gente en vez de ver Netflix, concurrían diariamente a ver como
se mataban los gladiadores entre sí, o con las bestias salvajes, no resulta muy
acorde con los derechos humanos. Cuyos espectáculos sangrientos Agustín
criticaba, porque se dedicaban grandes recursos al mismo, en vez de distribuirlos
en los pobres.
El
avance en los derechos humanos hizo que en Inglaterra en el siglo VIIIX se
prohibiera el aborto si se escuchaba el latido del corazón, lo que sucede en la
8va semana de gestación. Y en la primera mitad del siglo XIX en los países
occidentales se extendió la prohibición del aborto, como réplica a su
legalización en los países comunistas. O según otras fuentes, para evitar la
ingesta de drogas naturales abortivas, que causaban graves daños a la salud de
la mujer.
Estando
permitido solo en determinadas circunstancias, como el grave riesgo de salud
para la madre; o por razones eugenésicas, en el caso de violación o abuso de
una “mujer idiota”. Cuya redacción permitió que la Corte Suprema forzara su
texto, e incluso su competencia que había caducado, con el fallo F.A.L. en el
año 2012. Haciendo extensiva la causal violación a todas las mujeres, y dándole
a la salud un carácter integral, lo que permite cualquier interpretación, al
mismo tiempo que no puso límite alguno al tiempo de practicarlo.
El mundo va hacia otro lado y Argentina
atrasa
El ministro de Salud González García declaró en un
reportaje de Perfil que “lo que queremos hacer ya
sucede en el primer mundo”. No obstante en el primer mundo está
sucediendo algo distinto a lo que el parece creer. Motivado por el desarrollo
de los múltiples métodos anticonceptivos que vinieron después, y la novedad que
introdujeron los abortos con medicamentos. Que convirtieron al aborto en un
acto tan íntimo como el sexual, sin la intervención de extraños como era
antaño.
En
EEUU, que fue el país pionero en la promoción del aborto en el mundo
occidental, se estima que la actual Corte Suprema, integrada en parte con las
designaciones efectuadas por el presidente Donald Trump, podría derribar el
famoso fallo “Roe vs Wade”. Que legalizó el aborto, dando inicio a su expansión
en Occidente, pero en manera alguna lo puso a cargo del estado.
Lo
que hizo que se multiplicaran las clínicas privadas, que lucrativamente se
dedicaban a ello, las que ahora entraron en debacle con la aparición del aborto
médico. A la par que los estados que integran la unión, ponen cada vez más
vallas al ejercicio de ese supuesto derecho, de eliminar otro ser humano.
Existiendo tantas alternativas preventivas por parte de las gestantes, para no
tener que arribar a esa penosa circunstancia.
Recientemente en el mes de octubre, fue el mismo EEUU, con la intervención del secretario de Estado
Michael Pompeo, en el marco de la Asamblea Mundial de la Salud 2020,
junto otros 30 países de Europa del Este, Medio Oriente, Africa, y Brasil,
quien lideró la Declaración del Consenso de Ginebra. Con el que prácticamente se revocó el Informe 200/74 de Kissinger, y las
políticas de él emanadas.
En el texto de esa declaración, como para que
no queden dudas, se expresa: “3. Reafirmar la
“dignidad y el valor inherentes de la persona humana”, que “todo ser
humano tiene el derecho inherente a la vida”, y el compromiso “de permitir que
las mujeres atraviesen el embarazo y el parto de manera segura y proporcionen a
las parejas las mejores posibilidades de tener un bebé sano”.
“4. Enfatizar que
“en ningún caso se debe promover el aborto como método de planificación
familiar” y que “cualquier medida o los cambios relacionados con el
aborto dentro del sistema de salud, solo se pueden determinar a nivel nacional
o local según el proceso legislativo nacional”. Atacando así frontalmente las interpretaciones
jurisdiccionales que lo han autorizado. “Reafirmar que
“el niño … necesita cuidados y salvaguardias especiales … antes así como
después del nacimiento ” y “se deben tomar medidas especiales de
protección y asistencia en el nombre de los niños”, basado en el
principio del interés superior del niño.
“Reafirmar que no existe un derecho
internacional al aborto, ni ninguna obligación internacional por parte de los
Estados de financiar o facilitar el aborto, en consonancia con el
consenso internacional de larga data de que cada nación tiene el derecho
soberano a implementar programas y actividades de acuerdo con sus leyes y
políticas.”
Por
su parte Rusia, que con Lenin y tras la revolución bolchevique fue el primer
país que legalizo el aborto en 1920, y luego en 1936 Stalin lo prohibió con
motivo de su generalización y caída de la población, y luego fue repuesto tras
la muerte de este, enfrenta ahora un notable movimiento para su prohibición. En
cuanto la República Popular de China, que inicialmente por su inmensa masa de
población en condiciones de pobreza extrema, prohibió tener más de un hijo por
mujer, ahora ante el envejecimiento de su población ha flexibilizado
notablemente esa prohibición.
Por
su parte en el sur de Europa, Portugal puso obstáculos al aborto, haciendo que
no sean gratuitos si no están justificados por razones de salud, y en el norte
Noruega limitó por ley los abortos selectivos. Y a la par los países nórdicos
contrarrestaron la liberalidad respecto el aborto, y lograron mantener su tasa
de fertilidad cercana a 2, no con mezquinas píldoras doradas como las que
promete el presidente Fernández. Sino con un extraordinario apoyo a la
maternidad y paternidad, notables atenciones en hospitales especializados,
amplias licencias laborales para ambos, y la existencia de guarderías en los
centros de trabajo.
https://www.elpartoesnuestro.es/blog/2012/07/12/parir-en-suecia
https://diariosanitario.com/suecia-un-paraiso-para-la-maternidad/
Al respecto, como síntesis, el presidente Fernández
evidencia una enorme incongruencia, e incluso desconocimiento del cambio que se
dio con la aparición de los abortos medicamentosos. Al expresar en su mensaje
televisivo que “el aborto no implica una carga extra para el
sistema de salud”. Ya que “los procedimientos validados y
que se utilizan con estándares de la OMS, son en su mayoría ambulatorios, no
quirúrgicos y farmacológicos”.
Si es así, qué necesidad hay de hacer
intervenir directamente al estado, prescindiendo de toda
consideración moral sobre el tema, no obstante tratarse de una vida humana. Y para
disimular esto recurre al argumento del pobrismo, diciendo: “las mujeres más vulnerables y en situación de pobreza son las
mayores víctimas de nuestro sistema legal porque deben someterse a prácticas
inseguras por no poder costear lo que un aborto implica”.
Esta
liviana frase tiene varias implicancias. Entre ellas la falsedad, dado que los
obstetras dicen que últimamente es sumamente raro atender secuelas de abortos
tradicionales, siendo el costo de un aborto médico actual, solo la cuarta parte
del salario mínimo vital y móvil. La otra es que parecería que se pueden
repartir gratuitamente pastillas abortivas a granel, como si fueran
anticonceptivas. Sin que su reiterado uso dañe la salud de la mujer, y sin
poner un mínimo obstáculo para su empleo.
La
solución en todo caso, en vez de legalizar el aborto y hacerse cargo el estado
de ellos, sería aprobar los medicamentos abortivos y controlar sus precios;
además de despenalizar a la mujer por su uso, para que en el caso de secuelas,
no exista ni un mínimo obstáculo para su atención en el sistema de salud. Y que
sean en todo caso las ONG que cuentan con cuantiosos recursos para promover el
aborto, las que se encarguen por su cuenta de distribuirlos y aconsejar su uso
responsable, a las mujeres que no tienen capacidad para adquirirlo.
El
aborto en Argentina y los países periféricos, conforme la doctrina Kissinger,
es promovido por ONG con generosos recursos. Apoyado por personas que reconocen
haberse vistos obligadas a recurrir a él, y así parecen querer lavar culpas que
dicen no tener. Y difundido por influencers pagas de la farándula, que han
logrado entusiasmar a adolescentes y jóvenes, que invocando el “derecho a
elegir” como una novedosa moda, no parecen dimensionar de que está de por medio
trágicamente la muerte y cese de existir de otro ser humano. Circunstancia en
la que por mínimas razones morales el Estado, máxime en Argentina, no debe en
manera alguna intervenir.-