HENRY KISSINGER
Hablando el mejor lenguaje
mundialista, Henry Kissinger ( Abrahan Ben Elazar) representando a Estados
Unidos como Secretario de Estado, afirmó en la Asamblea general de la OEA,
celebrada el 20 de Abril de 1974 en Atlanta , Georgia, que “Nosotros en EE.UU. Hemos
tenido que reconocer que una revolución ha tomado lugar en Latinoamérica” y
“buscamos no un frente común contra otros, sino un frente común con otros hacia
una cooperación global que esta dictada por las realidades económicas y políticas”.
El 3 de Marzo de 1975, cuando como
“jefe de la diplomacia Norteamericana” Kissinger había recorrido caminos de
negociación con Fidel Castro ( le enseñó a Alexander Haig la ruta de Acapulco)
condicionaba la apertura hacia Cuba al retiro de tropas de África, las mismas
de cuyo traslado inicial a ese continente tuvo noticias sin recomendar entonces
al gobierno Norteamericano ninguna medida para impedirlo; pero reconocía
asimismo que “no vemos que existía virtud alguna en un antagonismo perpetuo
entre EE.UU y Cuba”
Manteniendo la posición asumida por
EE.UU. En la reunión de Quito, Ecuador, en diciembre de 1974: que “el
problema cubano no debe seguir siendo un factor de división dentro del sistema
Interamericano”
En esa reunión de Ministros de
Relaciones Exteriores de la OEA celebrada en Quito, fracasó la propuesta de
levantar el embargo a Cuba comunista, al no alcanzar las dos terceras partes
del voto necesarias para su aprobación. Fue en esa ocasión según reveló Sol
Linowitz ( el del informe entreguista de Centro América a los comunistas)
en Diciembre de 1974, Henry Kissinger le dijo que el objetivo de la propuesta
se lograría más adelante mediante otro “mecanismo” que resultó ser la propuesta
que se haría casi un año después, en Marzo de 1975, en Buenos Aires, de derogar
el requisito de las dos terceras partes.
Tales maniobras indicaban que la
posición Norte Americana, asumida a instancias del Secretario de Estado Henry
Kissinger, era favorable al levantamiento de las sanciones comerciales a Cuba
comunista, que afortunadamente, se mantuvieron entonces y se mantienen todavía
por parte de EE.UU, reforzadas por las leyes Torricelli y Helms-Burton
( Por la gran polémica que desató la
promulgación de ambas leyes, vale la pena señalar que las sanciones que
establecen, excluyen medicinas y artículos de primera necesidad, que los
cubanos del destierro pueden enviar a sus familiares en la Isla.)
La posición de Henry Kissinger
respecto a Cuba, era igual a la sustentada hacia Rusia Soviética. Seguía el
mismo patrón, unas veces mas acentuado que otras, del “Establishment” liberal
abiertamente partidario de un entendimiento con los comunistas a base de las
más inconcebibles concesiones. El historial de Henry Kissinger es realmente
impresionante, si se tiene en cuenta no solo lo que hizo, sino que, no obstante
ese historial, es una de las “vacas sagradas” del “Establishment liberal”,
cuyas opiniones están dentro de las más valoradas, Vea el lector algunas
muestras:
1. Fue el autor
intelectual de la détente de los años 70, en los periodos presidenciales de
Nixon y Ford, cuyas principales consecuencias fueron: la apertura a China
comunista; la venta gigantesca de granos a la URSS. Que les permitió a los
soviéticos resolver una crisis alimentaria y continuar utilizando miles de
millones de dólares en aumentar su poderío militar y estratégico; la
transferencia de alta tecnología, con la que mejoró la calidad de armamentos;
desarrollar sus programas especiales; las negociaciones SALT I, por las que
la URSS obtuvo una ventaja numérica de un 40% sobre EE.UU., en los topes de
casi todos
los tipos de
armas nucleares y estratégicas; el aumento del espionaje del bloque soviético
como consecuencia de la proliferación de las misiones diplomáticas,
comerciales, industriales, artísticas, deportivas, durante esa luna de miel soviético-Americana.
2. Como
consecuencia de la détente dirigida por Kissinger, el gobierno de EE.UU.,
abandonó prácticamente la investigación de la subversión comunista y las
actividades de los izquierdistas radicales y comunistas en este país. La
respuesta al notorio aumento del espionaje del bloque soviético, denunciado por
el Jefe del FBI, como consecuencia de esa détente, fue la abolición de la junta
de Control de Actividades Subversivas, que había que consultar cada vez que se
hacia un nombramiento de cierto nivel, todas del Departamento de Justicia. Fue
abolido, asimismo, el escuadrón anticomunista de Chicago y se les ató las manos
a la CIA y al FBI, reduciendo en gran medida la efectividad de sus funciones. El
congreso no quedó fuera de esa ola de eliminaciones o reducciones que afectó
notablemente la lucha anticomunista con motivo de la détente: el Comité de
Seguridad Interna del Senado, fue reducido a la mitad, casi inexistente.
3. Kissinger fue
el negociador de la debacle de Vietnam con la subsiguiente entrega de Laos y
Cambodia a los comunistas. Sobre como condujo las negociaciones para terminar
el conflicto de Vietnam, junto a McNamara, escribió P.J. Honey, autoridad
inglesa en Vietnam, que la conducta del Dr. Kissinger en las negociaciones era
extraordinaria, porque había hecho concesiones a los comunistas sin nada a
cambio, había mantenido a sus aliados sud vietnameses sin enterarlos de lo que había
concedido, aunque si era conocido por el lado enemigo, y finalmente forzó a un
renuente Nguyen van Thieu a firmar los acuerdos contra su criterio, mediante un
ríspido ultimátum.
4. Durante su
gestión diplomática fue que se realizó el famoso “Informe Linowitz”-1974 y
1976-el que se convirtió también en la agenda de la política de EE.UU., hacia
América Latina en época del Presidente Carter. El Plan Linowitz fue una
magistral pieza entreguista a la estrategia de la URSS. Recomendaba la
aceptación de regímenes marxistas-leninistas en América latina; el
levantamiento de sanciones a Cuba comunista; la aceptación de las
confiscaciones a intereses norteamericanos; la entrega del Canal de Panamá, sin
preocuparse por negociar con un gobierno dictatorial y no con uno democrático;
proclamaba que el imperialismo y el intervencionismo de EE.UU., eran la causa
del subdesarrollo y la inestabilidad en el área.
5. Fue Kissinger
quien en 1974 comenzó las negociaciones del Canal de Panamá con un régimen
dictatorial vinculado a Cuba, lo cual, se decía entonces para hacerlas mas
aceptable, terminaría con la animadversación de América Latina hacia EE.UU.
6. Fue Kissinger el gran promotor
de la comunicación de África con su “Gran Designio’ para que asumieran el poder
regímenes de mayoría negra ( a través de los “movimientos de liberación” ) pero
alentando a las guerrillas de manera que el financiamiento provenía de EE.UU.,
y su dirección y estrategia, de la URSS. Fue bajo Kissinger que se creó un
fondo de 100 millones de dólares para brindárselo al gobierno de mayoría negra
que surgiera, no de elecciones, sino del derrocamiento del gobierno
anticomunista y pro-occidental de Rhodesia.
El 27 de Abril de 1976, en un
importante discurso en Lusaka, Kissinger declaró “que el gobierno de Rhodesia (
hoy Zimbabwe ) enfrentará nuestra firme oposición” hasta que entregue la nación
Africana a gobernantes negros y que un gobierno de mayoría negra debe ser
formado en no mas de dos años”. Todo estaba encaminado a que tomara el poder, como
en efecto ocurrió en 1980,
Kissinger
reconoció como legitima “ la natural expansión de la influencia Soviética en el
medio oriente, mientras no resulte una vía a posiciones exclusivas ó
predominantes”. Su posición quedó bien definida cuando el Embajador Soviético
en EE.UU., Anatole Dobrynin, dijo que Kissinger había representado tanto a
EE.UU., como a la URSS., “en el conflicto Arabe-Israeli de entonces”
produciendo un acuerdo que costó a EE.UU., 25 mil millones de dólares, y nada a
los Soviéticos, desde luego.
Kissinger no
toleró la posición y las manifestaciones anti-comunistas del Secretario de
Defensa James Schlesinger y planteó una crisis que forzó su renuncia. Igual
sucedió con el Embajador en la ONU, Senador Patrick Moyniham, a quien cesanteó
tan pronto osó estrenar una oratoria anti-soviética en ese foro Internacional.
Durante su
desempeño diplomático al frente del Departamento de Estado, Kissinger nombró a
cerca de una veintena de funcionarios considerados por los organismos de
Inteligencia del país, riesgos para la seguridad nacional. Entre ellos,
cabe mencionar a William O. Hall, nombrado Director General de la Oficina del
Servicio Exterior de EE.UU., citado en informes de seguridad como asociado a
numerosos agentes comunistas, como Alger Hiss, Frank Coe y Harold Glasser, lo
que confirmó el ex-jefe evaluador del departamento, Otto Otepka en testimonio
bajo juramento; James S. Sutterlin, que sustituyó a William O. Hall, acusado de
espionaje y escándalo sexual; Boris Klosson, nombrado oficial de Inteligencia Política
en las conversaciones SALT, por recomendación de Kissinger, y acusado entre
otras cosas de haber hecho los arreglos para el regreso de Lee Harvey Oswald,
de la URSS a Estados Unidos; David Popper, amigo de Alger Hiss, citados como “instrumento
de política, propaganda e inteligencia militar comunista”, nombrado Embajador
en Chile, y Leonard Unger, acusado de actividades de espionaje en el buró de
Asuntos Consulares y de Seguridad del Departamento de Estado, nombrado
Embajador en Taiwan.
En su visita a la
URSS., en Abril de 1974, Kissinger no utilizó los conductos diplomáticos de
EE.UU., para trasmitir sus mensajes al Presidente Nixon, sino la via de la
radio soviética a la Embajada de Washington, desde la que su personal diplomático
se encargaba de enviarla al Presidente y al “Staff” de Kissinger. Las
comunicaciones de Kissinger, a través de los conductos soviéticos, se referían
a las conversaciones SALT, a la entrega de armas en el medio Oriente, a los
problemas fronterizos soviéticos-chinos, y de nada de eso se informó al Jefe
del Estado Mayor conjunto de EE.UU., no obstante tratarse de asuntos de
Seguridad Nacional, y de haber estado la información a disposición de los jefes
militares soviéticos.
En testimonio de Diciembre de 1975 El Comité de
Inteligencia de la Cámara de Representantes, reveló que Henry Kissinger dio
ordenes especiales en 1972 de que se ocultaran no solo a la opinión pública
Americana, sino también al entonces Secretario de Estado William P. Rogers, al
jefe negociador sobre Limitación de Armas Estratégicas “SALT” y otros altos
oficiales, la violaciones soviéticas de los acuerdos SALT. La razón era no
estropear la buena marcha de la détente. El Almirante Chester Ward, que
fuera miembro de la CFR, escribió en 1975 con Phyllis Shlaffly el libro
“Kissinger on the Couch” en el que afirma que en las conversaciones SALT, el
ex-Secretario de Estado no hizo absolutamente nada a favor de los intereses de
la nación. “Cada clausula clave de ambos acuerdos SALT, originadas por expertos
estratégicos y planificadores del Kremlin, fue aprobada por Leonid Brezhnev y
sus mas estrechos
colaboradores del
Politburó, y pasaba regularmente por el embajador Dobrynin a Henry Kissinger,
quien entonces las racionalizaba, para “venderlas” al presidente Nixon.
Kissinger fue el
padrino de la llamada “Doctrina Sonnenfeldt”, que fue recogida después en el
protocolo de Helsinki donde se reconoció que los países del este Europe y la
URSS., era todo un orgánico, concediéndole status a la ocupación y a la tirania
soviética en cada uno de ellos. El entonces representante John M.. Ashbrook,
denunció la maniobra de Kissinger y Helmut Sonnenfeldt en la Cámara, en Mayo de
1976.
En 1983, Igor Glagolyev, asesor del gobierno Soviético y
contraparte de Henry Kissinger en varias conversaciones sobre Vietnam y SALT
escribió un artículo titulado “La designación de Henry Kissinger: política de
rendición”, que fue incorporando a las actas o anales del Congreso
(Congressional Records) el 27 de Julio de 1983 por el representante ante a la
Cámara demócrata por Georgia y campeón anticomunista, Larry MacDonald,
irónicamente muerto (?) cuando volaba en un avión comercial Coreano, que fue
derribado por MIGs soviéticos.
En lo pertinente, el articulo de Igor
Glagolyev dice:
“La designación de Henry Kissinger
para presidir la Comisión Nacional Bipartidista sobre América Central, es muy
significativa, porque muestra la presente tendencia en la política de la
Administración Norte Americana y del leverage de los dos partidos”.
(Era nada menos que la Administración
de Reagan)
“Los soviéticos y las fuerzas
pro-soviéticas están sufragando guerras y organizando acciones terroristas en
masa en más de 30 países de Asia, Àfrica, América Latina y Europa. Ni un solo país
atacado por las fuerzas comunistas está de hecho defendido por los ejércitos de
EE.UU. La única región donde la presente Administración de
EE.UU., está respaldando a varias víctimas
de la agresión comunista, es América Central. Y ahora, el hombre que
personalmente hizo los arreglos para la rendición de Vietnam del Sur, Laos y
Cambodia, y para la renuncia de la superioridad nuclear norte-Americana a favor
de la URSS, es nombrado para delinear la política hacia esta región”.
“Siendo un asesor del gobierno Soviético
hasta 1976, yo trabajé con Kissinger en 1962 y me entrevisté con él en 1967.
Algunas veces fui su contrario en URSS, en las discusiones de los más
importantes problemas estratégicos. Mientras él presentaba sus sugerencias
sobre Indochina y SALT I al Presidente Nixon, yo remitía las mias sobre
Indochina al Buró Político en 1967-1968 y sobre SALTI I al Ministro de
Relaciones Exteriores soviético en 1970-1971.
A requerimiento del Ministros de
Relaciones Exteriores, yo preparé un estudio sobre los puntos de vista políticos
de Kissinger en 1969. Los lideres soviéticos Brezhnev, Yuri Andropov y Andrei
Gromyko, tenían muchas expectativas en conexión con la designación de Kissinger
como asesor de seguridad nacional del Presidente Nixon en aquel momento, pero
Kissinger superó con creces esas expectativas…..de hecho, él probó será un más
pro-soviético que algunos de los miembros del “Establishment” soviético.
En 1967, algunos líderes soviéticos
estaban dispuestos a parar la agresión comunista en Indochina y dejar a Vietnam
del Sur, Laos y Cambodia solos; ellos vieron al poderoso ejército
norteamericano en Vietnam del Sur y el daño que infligieron a los agresores del
Norte. Esa era también mi posición.
Kissinger, sin
embargo, informó confidencialmente en diciembre de ese año a G.(Georgi)
Arbatov, V. Emelyanov (agente del KGB) y a otros representativos soviéticos, incluyéndome
a mí, que EE.UU. iba a detener la Guerra unilateralmente, esto es, a abandonar a
aquellos tres paises. Esa idea fue expresada por Kissinger de la manera más
habilidosa y científica.
El Presidente Lyndon B. Johnson paró
unilateralmente los bombardeos a Vietnam del Norte, el Presidente Nixon y
Kissinger retiraron unilateralmente las tropas norteamericanas. Indochina fue
entregada. Millones de hombres inocentes, mujeres y niños fueron asesinados,
mutilados, murieron de hambre o fueron enviados a los campos de concentración
por los comunistas armados por los soviéticos.
Kissinger obtuvo un Premio Nobel de la
Paz, durante estas Matanzas.
“Algunos lideres soviéticos estaban
listos a firmar un acuerdo SALT I sobre una base de igualdad de las fuerzas
estratégicas de la URSS y EE.UU. Esa era mi posición también.
Kissinger, sin embargo, persuadió al
Presidente Nixon a concluir un acuerdo SALT I sobre la base de una gran
superioridad soviética – de 3 a 1 – en el agregado final de las armas
estratégicas. De acuerdo con un cálculo del Staff General Soviético, tal
superioridad es suficiente para ganar una Guerra nuclear contra EE.UU., con un
primer ataque y matar, herir, quemar o contaminar a toda la población de
Estados Unidos”.
Los enormes “logros” de Kissinger en
el terreno de la colaboración con los agresores soviéticos, fueron reconocidos
por el liderazgo de estos en la historia oficial de la política exterior de la
URSS, editada por el Ministro de Relaciones Exteriores, A. Gromyko y el
Secretario del Comité Central del Partido Comunista Soviético, B.Ponomarev. Los
lideres soviéticos señalaron las acciones conjuntas de la dictadura
Brezhnev-Andropov y la Administración Nixon-Kissinger contra uno de los más
importantes aliados de Estados Unidos.: Israel, en 1973.
La diplomacia a todas luces
antiamericanas de Kissinger, hizo afirmar en una oportunidad al ex-gobernador
de New Hampsshire, Meldrin Thompson, que era “el maestro de la destrucción
planificada de EE.UU., diciendo, este pais nunca estará seguro mientras
Kissinger sea Secretario de Estado”.
“En Torno al : Nuevo Orden Mundial”
CUBA: En la órbita de la Gran
Conspiración.
Dr. Ariel Remos
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