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OPERACIÓN
VENEZUELA FREEDOM II
Tal como lo reseñó el general John F.
Kelly ante Comité Senatorial de Servicios Armados del Congreso de los EEUU, el
12 de Marzo del año 2015: "…Venezuela se enfrenta ahora a la inestabilidad
económica, social y política significativa debido a la rampante violencia, la
delincuencia y la pobreza, la inflación galopante, la grave escasez de alimentos,
medicinas y electricidad. Violaciones de los derechos humanos por las fuerzas
de seguridad y continuada mala gestión del gobierno del país están
contribuyendo a un ambiente de incertidumbre, y grandes segmentos de la
población dice que el país va por el camino equivocado. Además, la caída de los
precios del petróleo y el deterioro económico generan condiciones que podrían
llevar al gobierno venezolano a recortar los programas de bienestar social y su
política exterior como el programa de subsidio de petróleo. Más recortes a los
programas de bienestar social y la continua escasez que parecen inevitables,
podría prever un aumento de las tensiones y las protestas violentas, fomentando
el presidente Maduro y su partido una ola represiva adicional, como medidas
contra los manifestantes y la oposición…".
Esta evaluación ha sido confirmada por los
últimos acontecimientos, situación que en el transcurso de 2015-2016 ha
empeorado ostensiblemente, debilitando aún más la administración de Maduro,
siendo uno de sus resultados la pérdida de apoyo electoral reflejado el 6 de
Diciembre pasado. La derrota en las elecciones y la descomposición interna del
régimen populista y anti-norteamericano recoge el impacto exitoso de nuestras
políticas impulsadas con fuerzas aliadas en la región en la fase 1 de esta
operación, entre las que destacan:
1: Poner en evidencia el carácter
autoritario y violador de los derechos humanos del gobierno de Maduro.
2: Empleo del mecanismo de la Orden
Ejecutiva como parte de una estrategia que puede justificar el desarrollo de
nuestra política, teniendo como justificativo legal la Constitución y las leyes
de Estados Unidos de América, emitiendo nuestro gobierno la "orden"
donde se declara una emergencia nacional con respecto a la amenaza inusual y
extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados
Unidos, representada por la situación en Venezuela.
3: Aislamiento internacional y
descalificación como sistema democrático, ya que no respeta la autonomía y la
separación de poderes.
4: Generación de un clima propicio para la
aplicación de la Carta Democrática de la OEA.
5: Colocar en la agenda la premisa de la
crisis humanitaria que permita una intervención con apoyo de organismos
multilaterales, incluyendo la ONU.
Por otro lado, los factores democráticos
han aprovechado estas circunstancias para crecer como fuerza a pesar de las
rivalidades y desunión en sus filas, ya que se mueven en su seno diferentes
intereses y puntos de vista. Sin embargo, nuestra intervención oportuna ha
permitido delinear un camino para una salida rápida del régimen. Si bien se está
enarbo-lando el camino pacífico, legal y electoral, ha crecido la convicción de
que es necesario presionar con movilizaciones de calle, buscando fijar y
paralizar a importantes contingentes militares que tendrán que ser dedicados a
mantener el orden interno y seguridad del gobierno, situación que se hará
insostenible en la medida en que se desaten múltiples conflictos y presiones de
todo tipo. Inscrita en esa perspectiva, planteo examinar un conjunto de
recomendaciones para la segunda fase de la Operacion Venezuela Freedom-2.
Desarrollo
de la Fase-2
Considerando los diversos aspectos
reseñados en el resumen anterior, esta Junta Evaluativa y nuestro componente de
operaciones especiales común involucrados en esta operación, debe elevar un
conjunto de recomendaciones que permita una planeación efectiva de nuestra
intervención en Venezuela, concebida como una operación de amplio espectro,
conjunta y combinada dentro del área de responsabilidad, priorizando los
conceptos estratégicos: fuerza decisiva, proyección de poder, presencia en
ultramar y agilidad estratégica que continuarán rigiendo nuestros esfuerzos
donde se incorpore todos los instrumentos de autoridad nacional, entre ellos,
recursos diplomáticos, de información, militares, económicos, financieros, de
inteligencia y jurídicos.
Con esa dirección estratégica, los
aspectos que debemos evaluar a partir de los soportes informativos previos y
sus proyecciones, son el resultado de la labor conjunta entre la Agencia de
Inteligencia para la Defensa en estrecha colaboración con otros entes de la
Comunidad de Inteligencia.
Con estos fundamentos, traigo una agenda
resumida para el análisis de una serie de políticas que nos permitan abordar
los diversos ámbitos (político y militar) siendo necesario su desagregación en
acciones específicas:
Con los factores políticos de la MUD hemos
venido acordando una agenda común, que incluye un escenario abrupto que puede
combinar acciones callejeras y el empleo dosificado de la violencia armada.
Por supuesto, hay que seguir impulsando
como cobertura el referéndum o la enmienda que se apoya en el texto
constitucional y que sirve para censar, movilizar y organizar una masa crítica
para la confrontación.
Por eso, también hay que enarbolar los
artículos 333 y al 350 que legitiman la rebelión.
Es indispensable destacar que la
responsabilidad en la elaboración, planeación y ejecu-ción parcial (sobre todo
en esta fase-2) de la Operacion Venezuela Freedom-2 en los actuales momentos
descansa en nuestro comando, pero el impulso de los conflictos y la generación
de los diferentes escenarios es tarea de las fuerzas aliadas de la MUD
involucradas en el Plan, por eso nosotros no asumiremos el costo de una
intervención armada en Venezuela, sino que emplearemos los diversos recursos y
medios para que la oposición pueda llevar adelante las políticas para salir de
Maduro.
Bajo un enfoque de "cerco y
asfixia", también hemos acordado con los socios más cercanos de la MUD,
utilizar la Asamblea Nacional como tenaza para obstruir la gobernanza: convocar
eventos y movilizaciones, interpelar a los gobernantes, negar créditos, derogar
leyes.
También en el plano político interno hay
que insistir en el gobierno de transición y las medidas a tomar después de la
caída del régimen, incluyendo la conformación de un gabinete de emergencia,
donde puedan incluirse sectores empresariales, jerarquía eclesial, sindicatos,
ONGs, Universidades.
Para arribar a esta fase terminal, se
contempla impulsar un plan de acción de corto plazo, como señalamos, hemos
propuestos en estos momentos aplicar las tenazas para asfixiar y paralizar,
impidiendo que las fuerzas chavistas se pueden recomponer y reagruparse.
Hay que valorar adecuadamente el poderío
del gobierno y su base social, que cuenta con millones de adherentes los cuales
pueden ser cohesionados y expandirse políticamente.
De allí nuestro llamado a emplearnos a
fondo ahora que se vienen dando las condiciones. Insistir en debilitar
doctrinariamente a Maduro, colocando su filiación castrista y comunista como
eje propagandístico, opuesta a la libertad y la democracia, contraria a la
propiedad privada y al libre mercado. También doctrinariamente hay que
responsabilizar al Estado y su política contralora como causal del
estancamiento económico, la inflación y la escasez.
Mantener la campaña ofensiva en el terreno
propagandístico, fomentando un clima de desconfianza, incitando temores,
haciendo ingobernable la situación. En esto es importante destacar todo lo que
tiene que ver con desgobierno: las fallas administrativas, la afectación con
los altos índices de criminalidad y la inseguridad personal.
En este terreno el gobierno está a la
defensiva y muestra signo de agotamiento, con un discurso que cada día tiene
menos credibilidad. Los análisis evidencian que se ha conformado una corriente
de opinión incrédula y apática en torno a las promesas del llamado
"Socialismo del siglo XXI", existiendo en los jóvenes,
fundamentalmente, una creciente identidad con nuestra forma de vida e ideales.
De esta manera contamos con un piso sólido
para nuestra seguridad e intereses económicos y nuestros valores políticos.
EEUU quiere una Venezuela próspera para todos, asentada sobre una base de
valores compartidos, con un gobierno eficiente, una democracia representativa y
una economía abierta de mercado.
Estos avances en los actuales momentos son el
resultado de nuestras campañas propagandísticas, pero no podemos obviar el peso
de la crisis como dato empírico que la detona y refuerza.
Por esto, particular importancia tiene la
explotación de los temas como la escasez de agua, de alimentos y de electricidad,
teniendo este último aspecto un carácter grave para el gobierno, ya que la
sequía ha generado una amenaza de colapso de los embalses y debemos prepararnos
para explotarlo al máximo desde el punto de vista político, reforzando la
matriz mediática que ubica la crisis eléctrica como responsabilidad exclusiva
de Maduro.
Especial interés adquiere, en las actuales
circunstancias, posicionar la matriz de que Venezuela entra en una etapa de crisis
humanitaria por falta de alimentos, agua y medicamentos, hay que continuar con
el manejo del escenario donde Venezuela está "cerca del colapso y de
implosionar" demandando de la comunidad internacional una intervención
humanitaria para mantener la paz y salvar vidas.
Al mismo tiempo, en el plano internacional
hay que insistir en la aplicación de la Carta Democrática, tal como lo hemos
convenido con Luis Almagro Lemes, Secretario General de la OEA y los
ex-presidentes, encabezado por el ex-secretario de la OEA, César Gaviria
Trujillo, pudiendo contar con algunos nexos con la Alianza Parlamentaria
Democrática de América a quienes hemos sumado a la compaña en desarrollo.
Conjugar estas iniciativas con la citada
figura de las "emergencias humanitarias" que permita construir
alianzas con otros países que están en el área de influencia del Comando Sur.
Más adelante nos referiremos a este aspecto.
Aquí se hace relevante la coordinación
entre organismos de la Comunidad de Inteligencia y otras ONGs, corporaciones
privadas de comunicación como la SIP y diversos medios privados (TV, Prensa,
Redes, circuitos radiales).
En esto juega un rol preponderante el
enlace en Venezuela Tenney Smith, de la Agencia de Inteligencia para la Defensa,
quien con Rita Buck Rico de la sección de asuntos políticos, tienen una
cubierta en la Embajada de Caracas y deben ser apoyados con un contingente de
inteligencia mayor.
No se puede dejar a un lado el esfuerzo
que hemos venido haciendo para vincular al gobierno de Maduro en la corrupción
y el lavado de dinero. En esto debemos apoyarnos en el trabajo que vienen
haciendo las Unidades de Inteligencia Financiera, el Grupo de Acción Financiera
y el Comité de Expertos sobre la Evaluación de medidas contra el blanqueo de
dinero y la financiación del terrorismo.
Estos son organismos intergubernamentales
cuyo propósito es el desarrollo y la promoción de políticas nacionales e
internacionales para combatir el lavado de dinero y la financiación del
terrorismo. El GAFI, por ejemplo, actualmente cuenta con 36 miembros que comprende
34 países, quienes pueden aportar datos y proporcionan información para
demostrar la vinculación de los personeros del gobierno de Maduro sumariados en
la Orden Ejecutiva.
En
estas coordenadas, hay que desarrollar campañas mediáticas con los testigos
protegidos que colaboran con la aplicación del decreto del 9 de marzo de 2015.
En otro ámbito, tenemos que prestarle
atención a la cuestión militar.
Si bien hasta ahora ha resultado exitosa
la campaña que hemos impulsado para disuadir y ganar adeptos en sectores
institucionalistas (Generales apegados a la ley, quienes han garantizado el
reconocimiento de la oposición y han trazado una línea de no emplear la
represión contra manifestaciones) existe una alta probabilidad que los mandos identificados
con el chavismo duro ofrezcan resistencia, sobre todo en unidades élites que
históricamen-te se han alineado con el régimen.
Por eso, hay que sostener el trabajo de
debilitar ese liderazgo y anular su capacidad de mando.
Lectura similar es necesario hacer en
relación al empleo que va a hacer el gobierno de las llamadas milicias y
colectivos armados. La presencia de este personal combatiente y fanatizado en
las ciudades priorizadas en el plan, se convierten en obstáculos para las movilizaciones
de calle de fuerzas aliadas y grupos opositores, siendo también un impedimento
para el control efectivo de instalaciones estratégicas. De allí la demanda de
su neutralización operativa en esta fase decisiva.
Si bien en este terreno foco de la
situación militar no podemos actuar ahora abiertamen-te, con las fuerzas
especiales aquí presente hay que concretar lo ya anteriormente planificado para
la fase 2° (tenaza) de la operación.
Los entrenamientos y aprestos
operacionales de los últimos meses, con la Fuerza de Tarea Conjunto Bravo en la
base de Palmerola, en Comayagua, Honduras, la Fuerza de Tarea Conjunta
Interagencial Sur, permite colocar tales componentes en condiciones de actuar
rápidamente en un arco geo-estratégico apoyado en las bases militares de
"control y monitoreo" en las islas antillanas de Aruba (Reina
Beatriz) y Curazao (Hato Rey); en Arauca, Larandia, Tres Esquinas, Puerto
Leguízamo, Florencia y Leticia en Colombia; todo ello como Lugar de Operaciones
de Avanzada (FOL con proyecciones sobre la región central de Venezuela donde se
concentra el poderío político-militar).
En este aspecto debemos mantener la
vigilancia electrónica sobre esta zona de influencia, sobre todo en la fachada
atlántica, manteniendo las incursiones de los RC-135 COMBAT equipados con
sistemas electrónicos que han permitido recientemente recolectar inteligencia,
interceptar y bloquear comunicaciones, tanto del gobierno como de contingentes
militares.
También se debe poner OK el Primer
Batallón 228 del Regimiento del Aire con sus 18 aviones y los helicópteros
UH-60 Blackhawk y CH-47, aproximándolos al terreno, preferiblemente las
instalaciones de Hato Rey en Curazao. Ya hemos establecido las direc-tivas y
órdenes vinculantes.
En estas 12 recomendaciones están
involucrados aspectos políticos, económicos y militares que son parte de planes
estratégicos de nuestro gobierno, las cuales vienen siendo impulsados por
múltiples agencias y a los que se apega el Comando Sur.
En correspondencia con esa guía de
planeamiento, he enfocado mis esfuerzos en cuatro áreas principales: garantizar
que seguimos siendo el primer socio de seguridad de elección en este
hemisferio; profundizar en la colaboración entre las agencias generando
confianza, plataforma de innovación para el Departamento de Defensa y
planificación de operaciones críticas y trans regionales como esta Operación
Venezuela Freedom-2 donde se involucran comandos combativos y socios inter agenciales.
Vamos a seguir construyendo alianzas que
protegen nuestros intereses, defender nuestro territorio, defender el bien
común mundial, y avanzar la seguridad, el buen gobier-no, frente a las amenazas
como las que presenta el régimen opresivo de Venezuela.
Por
esto en la planificación hay cuestiones particulares que nos atañen, donde
debemos elaborar planes específicos que operacionalicen las recomendaciones,
tal como se reseñan en los apartados y documentos anexos, siendo la tarea del
día de esta Junta Evaluativa, por lo que ordeno la mayor atención y esfuerzo en
la reunión.
Almirante
Kurt W. Tidd
Comandante
U.S. Southern Command (SOUTHCOM)
Febrero 25.2016