EL GRANO DEL SISTEMA 673: AL BORDE DE LA TERCERA GUERRA

 

673 – CONTENIDOS

     El último programa fue levantado luego de ser aprobado, lo que supone una denuncia. Les recuerdo que quienes no lo vieron lo encuentran en Odysse.com@el grano del sistema. Y los textos en el blog reconquistatv.blogspot.com y una vez allí Contenido programas. Para este programa no incluyo videos y cito las fuentes que corresponden a sitios que están en Google.

CAMBIO DE PARADIGMA EN PALESTINA - Thierry Meyssan – Red Voltaire

      El sangriento conflicto iniciado en la Palestina geográfica se produce luego de 75 años de reclamos igualmente sangrientos. A la luz del Derecho Internacional, los palestinos tienen de-recho (tanto como el deber) de oponer resistencia a la ocupación israelí. Los israelíes, por su parte, tienen igualmente derecho a responder a la agresión. Al mismo tiempo, nosotros te-nemos, todos, la responsabilidad de ayudar a resolver las injusticias que sufren las dos partes, lo cual no quiere decir que apoyemos las crueldades y venganzas que cometen algunos indivi-duos de ambos bandos.

     Por otro lado, el apoyo que merecen los pueblos palestino e israelí, no debe conducir a la impunidad de sus dirigentes respectivos por los crímenes que hayan cometido, como tampoco debe traducirse en impunidad para las potencias que los manipulan.

     El Medio Oriente es un universo inestable donde numerosos grupos se enfrentan entre sí para tratar de sobrevivir. De manera muy simplista, en Occidente se cree que la población de esa región se compone de judíos, cristianos y musulmanes. Como siempre, la realidad es mu-cho más compleja.

     Cada una de las religiones que existen en el Medio Oriente se compone a su vez de una mul-titud de denominaciones muy diversas. Por ejemplo, los occidentales están conscientes de que en Europa y en el Magreb los cristianos pueden ser católicos, ortodoxos o protestantes. Pero, en el Medio Oriente, hay decenas y decenas de iglesias diferentes y lo mismo sucede entre los judíos y los musulmanes.

     Cada vez que una de esas piezas modifica su posición, todos los demás grupos se ven obli-gados a reposicionarse. Es por eso que quienes en algún momento fueron aliados quizás po-drían convertirse en los enemigos de mañana, mientras que los enemigos de hoy quizás fueron ayer aliados. A lo largo de los siglos, cada una de esas partes ha sido alguna vez tanto víctima como verdugo. Los extranjeros que viajan al Medio Oriente se reconocen a priori en las perso-nas que tienen más o menos la misma cultura que ellas o que pertenecen a su misma confe-sión, pero ignoran la historia de esos grupos poblacionales y no están preparadas para asu-mirla.

     Si realmente queremos promover la paz, no debemos escuchar únicamente a aquellos de quienes nos sentimos más cercanos. Tenemos que admitir que la paz exige que se solucionen no sólo las injusticias que causan sufrimiento a nuestros amigos. También hay que hacer desa-parecer las injusticias que hacen sufrir a nuestros enemigos. Pero no es eso lo que hacemos espontáneamente. Por ejemplo, en Francia, hace meses que oímos única y exclusivamente el punto de vista de ciertos ucranianos en contra de los rusos, el punto de vista de algunos ar-menios sobre los azerbaiyanos y en este momento sólo oímos el punto de vista de ciertos israe-líes frente a los palestinos.

     Tampoco debemos olvidar que, entre las múltiples fuentes de información que utilizamos co-mo referencia, tenemos que distinguir las que defienden sus intereses materiales inmediatos, las que defienden su patria y las que defienden principios. Y no es fácil percibir esas diferen-cias cuando se complican las cosas con referencias a grupos que en realidad no son religiosos sino teocráticos. Los teócratas no defienden ningún principio superior, lo que hacen es utilizar una jerga religiosa para vencer. Después de dejar sentados esos principios básicos, pasemos ahora a los hechos.

 

      El Hamas palestino atacó Israel, el 7 de octubre de 2023, a las 6 de la mañana, o sea en ocasión del 50º aniversario de la Guerra de octubre de 1973, conocida en Occidente bajo la denominación israelí de Guerra del Yom Kippur. En 1973, Egipto y Siria iniciaron un ataque sor-presivo contra Israel para ayudar a los palestinos. Pero el gobierno de Israel, puesto sobre avi-so por la monarquía jordana y respaldado por Washington, logró derrotar los ejércitos árabes. El entonces presidente egipcio, Annuar el-Sadat, traicionó a los árabes y Siria perdió el Golán.

     La operación actual de los palestinos simultaneó un diluvio de cohetes, destinado a saturar el sistema israelí de defensa Cúpula de Hierro, y 22 ataques terrestres en territorio israelí. Por primera vez en Palestina, los lanzamientos de cohetes apuntaron a centros de mando israelíes para favorecer las acciones de los comandos terrestres. Y esas acciones terrestres tuvieron como objetivo la captura de rehenes para obtener a cambio la liberación de los 1 256 prisiones palestinos que se hallan en cárceles israelíes de alta seguridad. Las infiltraciones palestinas se realizaron por todas las vías, terrestre, marítima e incluso aérea, con el uso de parapentes mo-torizados en este último caso.

     La preparación de toda la operación palestina, o sea la obtención de datos de inteligencia, la formación de al menos un millar de comandos y el traslado del armamento y de los medios ne-cesarios, tienen que haber requerido meses o quizás años de trabajo. Sin embargo, cegados por un sentimiento de superioridad (evidentemente excesivo e injustificado), los mandos israe-líes y sus aliados occidentales no vieron venir lo que acaba de suceder, a pesar de que toda la operación fue planificada por Mohammad Daif, el jefe de operaciones del Hamas, quien, desa-parecido desde hace dos años, reapareció ahora junto al vocero del Hamas, Abou Obaida.

     Habiendo logrado detectar los cohetes, pero incapaz de destruirlos todos, Israel recibió los impactos de al menos 3 000 de los 7 000 proyectiles lanzados. Las redes sociales y los canales de televisión árabes mostraron que el Hamas se apoderó de varios blindados y al menos del paso fronterizo del oeste de la franja de Gaza. Miembros del Hamas atacaron también una rave-party en Kibbutz Re’im, donde al menos 280 participantes fueron violados y masacrados. En todas partes, el Hamas secuestró gran cantidad de personas, incluso generales, y sus hom-bres penetraron en varias localidades israelíes disparando contra los habitantes. Se cuentan al menos 700 muertos y 2 200 heridos graves del lado israelí y el doble entre los palestinos. Esta es la acción palestina más importante de los últimos 50 años.

    Lo que hoy sucede es el resultado de 75 años de de violación del Derecho Internacional. Durante todo ese tiempo, Israel ha violado decenas de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, sin que se adoptaran sanciones contra ese país. Israel es un Estado que se ha situa-do fuera del derecho, que no ha vacilado en sobornar o asesinar a casi todos los dirigentes políticos palestinos. Israel ha impedido deliberadamente el desarrollo económico de los terri-torios palestinos, favoreciendo al mismo tiempo la creación de un Estado palestino separado al que controla parcialmente.

     La frustración y los sufrimientos acumulados durante 75 años se traducen en los comporta-mientos violentos y crueles de algunos palestinos, conscientes de que la comunidad interna-cional los ha abandonado desde hace mucho.

     Pero los tiempos cambian. La mayoría de los países miembros de la ONU, que han podido comprobar en Siria y en Ucrania la victoria de Rusia y el fracaso militar de las potencias occi-dentales, ya no bajan la cabeza ante Estados Unidos. En ocasión del aniversario de la auto pro-clamación de la independencia de Israel y la expulsión de los palestinos (la Nakba), la Asam-blea General de la ONU reafirmó que el Derecho Internacional no está del lado de los israelíes sino del lado de los palestinos. Lo cual no impide reconocer que el Hamas comete crímenes de guerra.

     Ambos bandos se ven hoy en una situación sin salida. Al cabo tres cuartos de siglo de guerras, Israel ya no puede reclamar gran cosa. La población israelí está dividida. Durante los últimos meses, los sionistas negacionistas (o sea, los discípulos del ucraniano Zeev Jabotinsky, nacido en Odesa, en octubre de 1880, y fallecido en Nueva York, en agosto de 1940), partida- rios del supremacismo judío, lograron tomar el poder en Tel Aviv, a pesar de la oposición de una corta mayoría de la población israelí y de gigantescas manifestaciones. La juventud de Israel aspira a vivir en paz, se niega a portar las armas con el ejército de Israel para abusar de los árabes, pero las toman para defender sus familias y un país en el que ya no creen.

     A la luz del derecho, los palestinos han conformado un Estado, que ahora tiene estatus de observador en Naciones Unidas. Al morir su líder histórico, Yaser Arafat, Mahmud Abbas fue electo presidente de ese Estado. Después de la victoria del Hamas en las elecciones legisla-tivas de 2007, y ante la imposibilidad de lograr que Occidente aceptara un gobierno del Hamas, los palestinos lucharon entre sí en una guerra civil. Como resultado de aquel conflicto fraticida, Cisjordania vive bajo el gobierno de Al-Fatah, el partido laico creado por Yaser Arafat, pero Mahmud Abbas y sus más cercanos colaboradores reciben financiamiento de Estados Unidos, de la Unión Europea y de Israel, mientras que la franja de Gaza es gobernada por el Hamas, la rama palestina de la Hermandad Musulmana. Los gobernantes de Gaza son individuos que no ven en el islam una forma de espiritualidad sino un arma de conquista, son asalariados, princi-palmente, del Reino Unido, de Qatar, de Israel, de Turquía, Irán y la Unión Europea. Estos dos bandos palestinos han bloqueado la realización de nuevas elecciones durante los 16 últimos años. Sus dirigentes viven en un lujo que contrasta con las condiciones de miseria que caracte-rizan la situación de su pueblo.

    En el momento de su creación, el Hamas estaba financiado por el Reino Unido y tuvo el apoyo de los servicios secretos de Israel, deseoso de utilizarlo para debilitar el movimiento creado por Yaser Arafat. Asesinaron después al líder religioso del Hamas, el jeque Yasin, y más tarde utilizaron de nuevo al Hamas para eliminar a los dirigentes de la resistencia palestina marxista. En Siria, hombres del Hamas, guiados por agentes del Mosad israelí y por yihadistas de al-Qaeda atacaron en 2012 el campamento palestino de Yarmuk, al principio de la guerra contra la República Árabe Siria. Ahora, en 2023, el Hamas lucha nuevamente contra Israel, su aliado de ayer.

     Mohammad Daif se dio a conocer como fundador de las brigadas Izz al-Din al-Qassam. Como todos los miembros de la Hermandad Musulmana, este personaje es un supremacista islámico. Las brigadas que creó Daif llevan el nombre de Izz al-Din al-Qassam (1882-1935), quien se opu-so al mandato francés en Líbano y al mandato británico en Palestina. A pesar de su anti semitismo, no está relacionado con el antiguo muftí de Jerusalén, Amin al-Husseini, quien fue aliado de los nazis. En 2010, Mohammad Daif escribía: Las Brigada Izz ad-Din al-Qassam están mejor preparadas para continuar en nuestra vía exclusiva, donde no hay alternativa, y esa vía es el camino de la yihad y la lucha contra los enemigos de la nación y de la humanidad musul-mana. Decimos a nuestros enemigos, ustedes marchan por el camino de la extinción (zawal) y Palestina seguirá siendo nuestra, incluyendo Al Qods (Jerusalén), Al-Aqsa (la mezquita), sus ciudades y pueblos del mar Mediterráneo, el río Jordán del norte al sur. Ustedes no tienen derecho ni a una sola pulgada de esto. Mohammad Daif no es un militar sino un especialista en tomas de rehenes. El objetivo de su operación no es liberar Palestina sino capturar rehenes.

     Mientras la salud del presidente Mahmud Abbas se debilita, Al-Fatah está dividido en tres facciones militares: la facción de Fathi Abou al-Ardat, el jefe de la seguridad nacional; la de Mohammad Abdel Hamid Issa (alias Lino), jefe del grupo Kifah al-Mussallah (La Lucha Armada), que es parte de la corriente de Mohamed Dallan, el ex jefe de la inteligencia palestina que asesinó a Yaser Arafat, y que hoy cuenta con el apoyo de Emiratos Árabes Unidos; la facción de Mounir Maqdah, quien se ha acercado al Hamas, a Qatar, a Turquía y a Irán, después de haber sido el jefe militar de Al-Fatah,

     El mes pasado esas tres facciones se enfrentaron juntas a las de los islamistas del Hamas, de Jund el-Cham y de al-Chabab al-Moslem (estos últimos son dos grupos yihadistas que lucha- ron contra la República Árabe Siria, del lado de la OTAN y de Israel). Los enfrentamientos to-maron la forma de encarnizados combates en el campamento de Ain el-Heloué (sur del Líba-no). Al principio interpretamos aquellos combates como similares a los que se desarrollaron, en 2007, en Nahr el-Bared (norte del Líbano), antes de darnos cuenta de que en realidad están vinculados con la agonía de Mahmud Abbas.

     Hace 75 años que los sucesivos gobiernos de Israel vienen haciendo todo lo posible contra el reconocimiento de la igualdad entre judíos y árabes. Desde el Llamado de Ginebra, Israel promueve la solución de los dos Estados, o sea el plan colonial de último minuto de Lord William Peel, plan que los británicos nunca lograron imponer en el terreno en 1937 ni en las Naciones Unidas en 1948. Sólo los marxistas del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP) siguen predicando en el desierto, proponiendo la creación de un Estado único en cuyo seno cada persona dispondría de un voto, en condiciones de igualdad.

    Ante lo que él ve como una invasión palestina, aunque desde el punto de vista de los pales-tinos se trata en realidad de un regreso a casa, el primer ministro israelí Benyamin Netanyahu promete la victoria. Pero, ¿en qué consistiría esa victoria? Matar a todos los combatientes del Hamas no resolverá 75 años de guerras. Los hijos de los muertos de hoy retomarán la antor-cha, como ellos recogieron antes la que habían llevado sus padres.

     Para concretar su objetivo, Netanyahu tendría que reunificar primero a los israelíes que él mismo dividió. Como hizo Golda Meir durante la Guerra de los Seis Días, en junio de 1967, Netanyahu tendría que lograr que la oposición se uniese a su gobierno. Por ahora, ya se reunió con Yair Lapid y con el general Benny Gantz. Pero Lapid planteó como condición que los supre-macistas judíos Bezalel Smotrich e Itamar Ben-Gvir, salgan del gobierno, o sea que el primer ministro Netanyahu abandone su proyecto y que se separe de sus padrinos, los strausianos de la administración Biden.

     Los dirigentes del Hamas han exhortado todos los refugiados palestinos que se hallan en el extranjero, a todos los árabes y todos los musulmanes a unirse a su lucha. Cuando se habla de los refugiados palestinos, eso quiere decir, en primer lugar, la mayoría de la población de Jor-dania y gran parte de la población libanesa. Cuando se habla de los árabes, eso quiere decir el Hezbollah libanés y Siria, dos fuerzas que han restablecido vínculos con el Hamas durante los últimos meses. Los musulmanes, eso quiere decir Irán y Turquía. Por el momento, sólo han res-pondido a ese llamado la organización Yihad Islámica, o sea Irán, y los diferentes grupos de la resistencia en Cisjordania.

    Saliendo súbitamente de la sombra, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, llamó el 8 de octubre a poner en aplicación las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre Palestina. El Wall Street Journal afirma que Irán está dirigiendo el Hamas. Pero no es así. Esa afirmación del diario estadounidense pasa por alto el hecho que el fundador de la Hermandad Musulmana, Hassan El-Banna, y el fallecido fundador de la República Islámica de Irán, el ayatola Khomeini, llegaron en su momento a un acuerdo histórico en el que establecían sus propias zonas de influencia en el mundo musulmán y se comprometieron a no intervenir significativamente en la esfera de influencia de su contraparte. Teherán reafirma constantemente su apoyo a los pales-tinos pero la Yihad Islámica es su única forma de acción concreta en Palestina.

     Los dirigentes políticos del Hamas viven actualmente en Turquía, bajo la protección de los servicios secretos turcos. Es Ankara quien pilotea el Hamas y la operación Diluvio de Al-Aqsa. El 8 de octubre, al inaugurar una iglesia ortodoxa siriaca, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró en tono meloso: El establecimiento de la tranquilidad, de una paz duradera y de la estabilidad en la región mediante la solución de la cuestión palestina de manera conforme con el derecho internacional es la prioridad absoluta en la que nos concentramos en las entrevistas con nuestros homólogos. Desgraciadamente, los palestinos y los israelíes, así co-mo todo el conjunto de la región, están pagando el precio del retraso en hacer justicia. Agregar leña al fuego no será provechoso para nadie, incluyendo a los civiles de ambas bandos. Turquía está dispuesta a hacer su parte, con lo mejor de sus capacidades, para poner fin a los combates lo más rápidamente posible y atenuar la creciente tensión provocada por los recientes incidentes.

    Ankara ha optado por desatar esta nueva guerra justo después del fin de la República de Artsaj, en Azerbaiyán, y mientras envía material militar a Rusia, burlando las medidas coerci-tivas unilaterales de Estados Unidos. Eso hace pensar que los diplomáticos turcos ya no temen a Washington, a pesar de que Estados Unidos trató de asesinar al presidente Erdogan, en 2016. En cuanto termine esta operación, Turquía iniciará otra, contra los kurdos, en Siria y en Irak.

    Si el Hezbollah entra en escena, Israel no podrá rechazar el ataque por sí solo y únicamente podría sobrevivir con el apoyo militar de Estados Unidos. Pero la opinión pública estadouni-dense ya no apoya a Israel; y el Pentágono carece ahora de los medios que necesitaría para defenderlo, lo cual es una de las tantas consecuencias de la guerra en Ucrania. Estados Unidos ya no logra fabricar suficientes municiones para sus aliados ucranianos; incluso ha tenido que recurrir a las reservas almacenadas en Israel. Ya vació sus arsenales.

    Durante las primeras horas del conflicto, el Hezbollah lanzó algunos cohetes hacia las Granjas de Shebaa, el territorio libanés en disputa entre Líbano e Israel, mostrando así su apo-yo a la resistencia palestina, según la retórica de la llamada unidad de los frentes. Pero el Hezbollah no entró en guerra porque desconfía del Hamas, al que tuvo combatir en Siria y cuya ideología no comparte.

    Todos los dirigentes occidentales han asegurado que condenan los actos terroristas del Hamas y que apoyan a Israel. Esos dirigentes occidentales nada hicieron en el pasado por resolver las injusticias en Palestina y las posiciones de principio que hoy pregonan a voz en cuello demuestran que tampoco lo harán esta vez. Por su parte, Rusia y China, negándose a tomar partido por los palestinos o por los israelíes, no han llamado a mantener las reglas occi-dentales sino a que se respete el Derecho Internacional.

    El mundo se encuentra frente a una situación en la que todos los actores han saboteado deliberadamente, y por adelantado, cada posible solución, lo cual hace que hoy sea casi imposible evitar que todo termine en un baño de sangre.

EL GOBIERNO DE BIDEN DIO A HAMÁS U$S 75.000.000 POCO ANTES DEL ATAQUE TERRORISTA - Slay News – Tierra Pura

     La administración del presidente demócrata Joe Biden dio a Hamás u$s 75.000.000 a princi-pios de octubre, pocos días antes de que el grupo lanzara un ataque contra Israel y después de enterarse de que un ataque terrorista era inminente. La ayuda se aprobó en un movimiento silencioso que pasó por alto el obstruccionismo republicano. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aprobó la liberación de dólares en fondos para la Gaza con-trolada por Hamás apenas unas horas antes de que los fondos fueran redistribuidos en otros lugares. La medida fue silenciada con poca atención a principios de octubre, pocos días antes de que Hamás lanzara sus ataques terroristas contra Israel, masacrando, violando y secues-trando a cientos de civiles inocentes. Sin embargo, la financiación se aprobó después de que el gobierno de Estados Unidos se enterara de que Hamás probablemente estaba planeando un próximo ataque terrorista contra Israel.

     La decisión de Blinken se produjo después de meses de presión por parte de legisladores demócratas y decenas de grupos de la sociedad civil. La ayuda había sido frenada por senado-res republicanos que se oponían a la liberación de los fondos. Mientras tanto, han surgido más detalles sobre que la administración de Biden también envió u$s 33.700.00 del Plan de Rescate Estadounidense. Fue enviado a una organización de ayuda palestina que anteriormente había sido acusada de brindar refugio seguro a terroristas en Gaza. Se ha referido al grupo como efectivamente una rama de Hamás. En 2014, la organización izquierdista New Republic  des-cribió a la UNRWA  como efectivamente una rama de Hamás.

     UN Watch  informó a principios de este año  que las escuelas de la UNRWA eran cómplices de enseñar a los niños a odiar al pueblo judío y glorificar el terrorismo. La UNRWA  reconoció en 2014 , y condenó, los misiles de Hamás que fueron encontrados en una de sus escuelas en Gaza dos veces en una semana. Las instalaciones de la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, han sido utilizadas repetidamente por los terroristas palestinos de Hamas con fines militares, como bases de operaciones, depósitos de armas y escondites.

GUERRA DE ISRAEL: UNA SERIE DE HISTORIAS QUE SALIERON MAL – Lew-Rockwell

    Hay algunas irregularidades peculiares que comienzan a surgir a medida que intentamos analizar hacia dónde se dirige la guerra entre Israel y Palestina a partir de aquí: La ayuda a Palestina fue una construcción de Obama, revertida por Trump y restablecida por Biden. ¿Im-plica esto que se había planeado un enfrentamiento durante años? Egipto advirtió a Israel 3 o 4 días antes del ataque y no hicieron absolutamente nada para prepararse.

      Esto es exactamente lo que sucedió cuando nuestra distinguida inteligencia dejó caer la pelota a pesar de las advertencias antes del 11 de septiembre. Al Cartel le gusta poner las mismas reposiciones una y otra vez...

       El gobierno declara absolutamente ninguna incursión estadounidense en la guerra. Sin em-bargo, hoy el Departamento de Defensa de Austin anunció que hay dos buques de guerra frente a la costa y que se había llamado a filas a los marines.

     Human Rights Watch, que es una ONG de Soros, condena los ataques de Israel por violar el derecho internacional contra civiles. Netanyahu está arrojando azufre blanco sobre Gaza. Y parece estar funcionando como lo haría un Android.

     Israel ha matado y herido a varios corresponsales de guerra, incluidos los de Reuters, y parece no importarle. Además, Netanyahu mató sin remordimiento a 11 trabajadores por la paz de la ONU. La ONU denuncia los crímenes de guerra de Israel.

     Blinken admite en las noticias nacionales que financiar a Irán significa financiar a Hamás, desafortunadamente. Pero es probable que Blinken sea quien negoció el intercambio de cinco estadounidenses por tres iraníes y el descongelamiento del dinero retenido a través de un acuerdo comercial entre Corea del Sur e Irán. Un contrato. Y es probable que Qatar se haya negado a ser parte en la violación de dicho contrato. 

     Veo tres posibles explicaciones: 1) Netanyahu se ha vuelto rebelde. Y está loco. 2) El Israel de Rothschild (posee el 93% de la tierra en Israel y la arrienda a los asentamientos) y el nuevo protegido de Soros, Pierre Omidyar, están discutiendo. 3) Netanyahu es IA.

     El buen jockey de escritorio Austin ha declarado que Estados Unidos puede manejar fácil-mente dos guerras, Ucrania e Israel, a través de financiación, armas y ayuda. El hecho de que el banco estuviera en quiebra con Ucrania hace que la declaración parezca un poco como si los memorandos no se enviaran por correo electrónico a todos y, por lo tanto, tenemos un  problema Houston, las historias no concuerdan.

     Sabemos que nuestras armas están agotadas. Sabemos que nuestras arcas están secas. Sabemos que nuestra mano de obra y nuestra inteligencia están mal equipadas. ¡Y tenemos un presupuesto temporal! Con la llegada de Jim Jordan, un acuerdo demócrata con McCarthy no es tan probable. La elección demócrata fracasó y Jim Jordan toma el relevo. ¡Maldita sea! Por supuesto, podrían utilizar la frase: Tenemos que financiar nuestra lucha militar contra los terroristas nazis.

     Sí, Hamás ya no es Hamás; han sido promovidos a ISIS/Nazi/Hamas. Como si esta referencia alimentara aún más las respuestas de ira. Algo anda mal. 

     El fin de Blinken de su viaje a Qatar para apuntalar los seis mil millones de dólares en fondos para Irán fue anunciado como un gran éxito hasta que un día después Qatar anunció que cor-taría todas las exportaciones de petróleo si se lanzaba una guerra terrestre en Gaza. Curio-samente, los principales socios exportadores de petróleo de Qatar incluyen: Japón, Singapur, China, Corea del Sur y Tailandia. Ninguno de los cuales tiene nada que ver con la guerra de Israel. Pero podría obligar a estos países a tomar partido. Lo que más preocupa es China.

     Creando el telón de fondo para la propuesta de la Tercera Guerra Mundial que está poniendo a Blinken tan nervioso y nervioso: ojos saltones, etc. Otro acontecimiento más:  justo después de salir de Qatar, Blinken viajó a Colombia, Chile y Perú alegando que estos países son la fuen-te de nuestra frontera fuera de control. ¿Que demonios?

     De estos tres países, el denominador común singular es que todos exportan petróleo a Chi-na. Por lo tanto, Blinken sabía que Qatar haría la declaración de embargo de petróleo y está ocupado tratando de apuntalar y reponer el petróleo de Qatar para China con petróleo suda-mericano para que China no se ponga del lado de Palestina.

     De vuelta en Estados Unidos,  America First Legal  presentó una demanda contra Blinken acusándolo de violar la  Ley Taylor Force  al subsidiar el terrorismo palestino, lo que resultó en la muerte de 14 estadounidenses en Israel. Una posible pena de muerte.

     Irán es un aliado de Qatar. Cualquier ataque contra Irán incendiaría a Arabia Saudita y Qatar, ¡ambos han recibido abundantes armas estadounidenses durante años! Poner a todo Occidente en alerta máxima. ¡Y parpadea en la línea!

     Si Netanyahu es un delincuente, entonces Blinken no tiene capacidad para sofocar la falta de venganza de Netanyahu, incluido un asalto terrestre. Lo que significa que se suponía que esto iba a ser otra incursión, no una guerra. ¡Y todos calcularon mal!

     SI Netanyahu es IA, significa que el mundo está bajo la lanza de un villano de James Bond decidido a destruir la Tierra.

     Si Netanyahu está respondiendo a las demandas de Rothschild y Soros está enojado porque los fondos que ya había destinado a Ucrania ahora han disminuido, negociar la paz en Israel ocuparía un lugar destacado para apaciguar a Soros.

     Cualquiera que sea la forma en que se cocine la gama, parece que este no era el plan y una vez más Blinken está en el banquillo por no considerar las consecuencias de la financiación. A Soros le importaría un carajo si todas nuestras tropas murieran por estar superadas en armas, sólo quiere que el dinero siga fluyendo hacia Ucrania. ¿Por qué? Porque Ucrania era el centro de todo el tráfico y el blanqueo; dinero, niños, órganos, esclavos, drogas, etc. Y Rusia hizo una enorme mella en esa fuente de ingresos. Soros ha estado recibiendo la mayor parte del dinero de Ucrania para reponer lo que está perdiendo en su negocio de tráfico.

    Eso significa que Blinken está encargado de mantener a China a raya, negociar con Netan-yahu sobre la implementación de la paz, mantener contento a Oriente Medio con maletas de dinero en efectivo y restablecer la ayuda de Ucrania a Soros mientras mantiene esa guerra en curso. Entonces resulta comprensible que Blinken esté perdiendo el control.

     Mientras tanto, Putin se ha ofrecido a intervenir y mediar en una solución duradera de dos estados separados que restablezcan las fronteras adoptadas por Israel antes de 1967. La ONU está de acuerdo con Putin.

     Alicia en el país de las maravillas Reina Roja – ¡Revisitada!

LA GUERRA EN AFRICA

     Para que observen la relación entre una y otra. Sudán informó que se produjo un tiroteo entre mercenarios ucranianos y combatientes de las fuerzas armadas sudanesas en la base militar de Wadi Seydna en Jartum. Sobre esto con referencia al portal de noticias Al-Mashhad Al-Yemeni. Según informes de los medios, los ucranianos apoyaron los ataques israelíes contra la Franja de Gaza. Como consecuencia del conflicto armado, murieron al menos 17 personas: ocho ucranianos y diez sudaneses. El incidente confirma la presencia de fuerzas ucranianas en la base aérea de Wadi Seydna en Sudán. (Ruslán Ostashko)

TERRORISMO

   Lo primero que salta a la vista cuando se leen o escuchan reportes, es el uso del término te-rrorista como una de las referencias centrales para encuadrar el tema. Varias precisiones, caben aquí.

     1)Urge distinguir entre el conflicto, sus causas, y los métodos de lucha. Toda vez que nos en-contremos con actos de terrorismo deberíamos reconocer un estado de conflicto, no necesa-riamente asimilable a la figura jurídica de la guerra, pero estado de conflicto al fin. Cuando se reporta sobre el terrorismo, se debería establecer en el marco de qué conflicto se encuadra y cuáles son sus razones. Esto permitiría distinguir entre causas justas, por ejemplo y métodos reprobables, no invalidando ni eclipsando lo segundo ni lo primero.

     2)No sólo hay un abuso en el sentido del punto 1), sino que también se mal emplea los tér-minos terrorismo y terrorista para abarcar situaciones que no corresponden. El público sobre entiende que si se está ante una explosión o una ejecución sorpresiva de civiles o militares, estamos ante terroristas. No es así. La diferenciación entre civiles y militares, policías y funcio-nariado establece diferencias. Muchas de las características que se adscriben al terrorismo, tales como la irregularidad, la falta de correcta identificación, el camuflaje bajo la civilidad, la sorpresa, la infiltración, el sabotaje, corresponden más bien a la guerra de guerrillas, guerra irregular, o guerra asimétrica. Si ésta se ciñe a objetivos militares, policiales, o de funciona-riado cabría encuadrarla en esas figuras, reservando la categoría de terrorista a los actos u organizaciones que se centren en blancos civiles, o no tengan en cuenta los daños colaterales sobre los mismos. Ejemplo de lo primero sería Güemes, por ejemplo y ciertos aspectos de la lucha en las invasiones inglesas, actos de guerra irregular.

     3)En relación al punto 2), otro prejuicio es que el terrorismo es privativo del más débil, legi-timándose por razones de asimetría. Eso no es aceptable, ni jurídica ni moralmente.

     4)El prejuicio final es que el más fuerte es incapaz de terrorismo, y no se usa esta palabra cuando el más fuerte ataca directamente objetivos civiles o de infraestructura básica. La reali-dad es que el más fuerte puede no sólo violar leyes de guerra, contra objetivos militares,  sino que puede incurrir en terrorismo, terrorismo de Estado si ataca blancos civiles, y el periodismo no debiera privarse de usar esos términos, en lugar de hablar de represalias, por ejemplo.

     5)El abuso de la categoría terrorista, exactamente como lo hacen los grandes medios y los políticos alineados, en relación a la crisis Israel-Palestina, es característico, vaya sorpresa, de cierta derecha local, que usa y abusa del término para referirse a la subversión de los '70. Es un grave error.

     a-Al obviar el conflicto y sus razones, por negligencia, legitima los objetivos de la subver-sión. Porque el problema era que usaba métodos terroristas, no su causa, sus objetivos en sí, entonces. Porque eso es lo que se entiende...

    b--Al no distinguir entre guerra de guerrillas o guerra irregular, ilegal, pero de cierta respeta-bilidad en nuestra tradición histórica, y estrictos actos de terrorismo, se generaliza y se termi-na condenando al mismo nivel métodos de lucha que no tienen igual legitimidad.

   c-Ejemplos. El ataque a un cuartel militar, o a personal policial, son actos de guerrilla. El secuestro y ejecución de empresarios, la muerte de familiares u otros civiles, en el marco de un objetivo militar, son actos de terrorismo.

     Conclusión. No se debe confundir una causa con sus métodos de lucha. El terrorismo no es una ideología en sí, sino sólo un método de lucha. El terrorismo es condenable, pero no se debe usar de comodín para descalificaciones integrales, y mucho menos para ocultar las verdade-ras razones de un estado de conflicto, ni para incurrir en actos de terrorismo mayor.

     Lo que son las cosas. Cuando algunos pueblos, luchan por su libertad y sus derechos, el sistema los llama terroristas. Pero cuando los terroristas son financiados por el sistema, para obtener sus objetivos, se llaman luchadores por la libertad. Cuando un pueblo, emprende una operacion militar especial, se lo llama invasor, pero las guerras llevadas adelante con la excu-sa de preventivas, son justas.