DECLARACIÓN
DEL EPISCOPADO ARGENTINO SOBRE LA MASONERÍA DEL AÑO (1959)
El Episcopado Argentino en su Reunión
Plenaria, ante las diversas manifestaciones hechas en la prensa por la
masonería, se siente en la obligación de hacer una pública declaración en
cumplimiento de la recomendación de S.S. León XIII: “Lo primero que procuraréis
hacer será arrancar a los masones sus máscaras para que sean conocidos tales
cuales son” (Encíclica “Humanum Genus”).
Los Papas, pilotos supremos e infalibles de
la civilización, comprendieron el peligro que amenazaba al mundo a través de
las sectas y lo señalaron desde la primera hora declarando palmariamente la
conjuración satánica que se cernía sobre Ia humanidad.
Desde Clemente XII, en su Encíclica “In
Emminenti” de 1738, hasta nuestros días, reiteradamente los soberanos
Pontífices han condenado las sectas masónicas, y el Código de Derecho Canónico
señala: “Los que dan su nombre a la secta masónica o a otras asociaciones del
mismo género incurren en excomunión” (Canon 2335).
El 24 de julio de 1958 (en la Octava Semana
de Formación Pastoral), S.S. Pío XII señaló como “raíces de la apostasía
moderna, el ateísmo científico, el materialismo dialéctico, el racionalismo, el
laicismo, y la masonería, madre común de lodos ellas”
Doctrina y
fines de la masonería
El inmortal Pontífice León XIII, en la carta
Encíclica “Humanum Genus” condenatoria de la masonería al afirmar que “junto al
reino de Dios en la tierra, que es la verdadera Iglesia de Cristo, existe otro
reino, el de Satán, bajo cuyo imperio se encuentran todos los que rehúsan
obedecer a la ley divina y eterna y acometen empresas contra Dios, o prescinden
de El”, nos advierte que “en nuestros días todos los que favorecen al segundo
de estos bandos parecen conspirar de común acuerdo y pelear con la mayor vehemencia,
siéndoles guía y auxilio la sociedad que llaman de los masones. Audazmente se
animan continúa el Papa contra la Majestad de Dios y maquinan abiertamente y en
público la ruina de la Santa iglesia, y esto con el propósito de despojar
enteramente a los pueblos cristianos de los beneficios que les granjeó
Jesucristo Nuestro Salvador”. Más adelante dice León XIII:
“Entre los
puntos de doctrina en que parece haber influido en gran manera la perversidad
de los errores masónicos se hallan las enormidades sostenidas por los
socialistas y comunistas y los ataques contra la verdadera y genuina noción de
la familia cristiana, la cual tiene su origen en el matrimonio uno e
indisoluble; y contra la educación cristiana de la juventud y la forma de la
potestad política modelada según los principios de la sabiduría cristiana”
“Por eso, a ejemplo de nuestros Predecesores,
hemos resuelto declararnos de frente contra Ia sociedad masónica, contra el
sistema de su doctrina y sus intentos y manera de sentir y obrar, para más y
más poner en claro su fuerza maléfica e impedir así el contagio de su funesta
peste. Hay varias sectas anota el Papa que si bien diferentes en nombre, forma
y origen, se hallan sin embargo unidas entre sí por cierta comunión de propósitos
y afinidad entre sus opiniones capitales, concordando de hecho con la secta
masónica: especie de centro de donde todas ellas salen y adonde todas vuelven”.
“Su último y principal intento no es otro que
el de destruir hasta los fundamentos todo el orden religioso y civil
establecido por el cristianismo; levantando, a su manera, otro nuevo fundamento
y leyes sacadas de las entrañas del Naturalismo, el cual sostiene que la
naturaleza y la razón humana ha de ser en todo maestra y soberana absoluta”. Luego,
el Papa enumera algunos intentos masónicos por los cuales los sectarios “niegan
toda divina revelación, atacan con saña a la Iglesia Católica, cuyo deber
propio es guardar y defender en incorrupta pureza el depósito de las doctrinas
reveladas por Dios; propugnan la separación de la iglesia y el Estado, fomentan
el indiferentismo religioso, sostiene la igualdad de todos los cultos, privan a
la Iglesia de su libertad, propician la educación laica obligatoria, con
exclusión de toda idea religiosa, el matrimonio civil, el divorcio absoluto y
el ateísmo de estado” (Encíclica “Humanum Genus”).
Medios
recomendados en la actualidad por la masonería
En 1958, en la cuarta conferencia
Interamericana de la Masonería, realizada en Santiago de Chile, se manifestó
que, “La Orden presta ayuda a sus adeptos para que puedan alcanzar altas
jerarquías en la vida pública de las naciones”; y luego se desarrolló el
temario titulado: “Defensa del laicismo”. Señalóse a continuación la nueva
táctica de la masonería con la que coinciden también las últimas consignas del
comunismo internacional. Los masones deben procurar el laicismo en todos los
órdenes y los comunistas la subversión del orden social como terreno apto para
sus intentos finales. La consigna es la siguiente: “Intensificar la campaña
laicista por intermedio de los diversos partidos políticos influenciados.
Tratar de apaciguar la alarma de la Iglesia Católica contra la masonería
evitando la acción masónica directa. Incrementar la acción conducente al
quebrantamiento de la unidad de los movimientos obreros, para apresurar luego
su copamiento. La masonería y el comunismo persiguen momentáneamente el mismo
objeto en América latina; por lo cual debe procurarse la mayor armonía en la
acción, sin que aparezca públicamente su alianza”.
Segundo
congreso Internacional por la Fraternidad Universal
Una prueba de todo esto tenemos en el
“Segundo Congreso Internacional por la Fraternidad Universal”.
La masonería mundial y el comunismo se
aprestan a realizar en la ciudad de Montevideo, el denominado “Segundo Congreso
Internacional por la Fraternidad Universal”. Es éste un congreso masónico de
inspiración comunista que aspira a hacer servir los fines masónicos de
“fraternidad universal” a la expansión del comunismo soviético internacional.
Se realizará este congreso en los días de la próxima Semana Santa (del 26 al 28
de marzo) y se propone aprestarse para “luchar por la confraternidad humana y
la paz del mundo”. Dos lemas en que ocultan sus perversas intenciones la
Masonería y el Comunismo.
Masonería y
comunismo
“El Marxismo y la Masonería tienen el ideal
común de la felicidad terrestre. Un masón puede aceptar enteramente
concepciones filosóficas del marxismo. Ningún conflicto es posible entre los
principios del marxismo y de Ia masonería” lo afirma el gran Maestre de la
Masonería de París.
Para lograr sus fines, la masonería se vale
de la Alta Finanza, de la alta política y de la prensa mundial; el marxismo el
se vale de la revolución en lo social y económico contra la patria, la familia,
la propiedad, la moral y la religión.
Los masones cumplen su fin con medios
secretamente subversivos; los comunistas con medios abiertamente subversivos.
La masonería mueve a las minorías políticas sectarias; el comunismo se apoya en
una política de masas, trotando los anhelos de justicia social.
A los
jóvenes
Todo argentino, pero principalmente la
juventud, debe saber que Catolicismo y Masonería son términos que se
contradicen y excluyen absolutamente como el Cristo y el Anticristo. Y también
debe saber que el liberalismo o laicismo, en todas sus formas, constituyen la
expresión ideológica propia de la masonería.
Poco importa que muchos liberales no sean
masones; hay instrumentos lúcidos e instrumentos ciegos. Lo —portante es que
unos y otros colaboran objetivamente en la destrucción de la Iglesia de Cristo
y del orden católico de la Republica.
Lo que mueve toda la acción de la masonería
es, en última instancia, el odio a Cristo y a todo lo que lleva su nombre en
las almas y en las instituciones humanas. Su objetivo final es la destrucción
de lo católico y de todo lo que se fundamenta o inspira en su doctrina.
La Iglesia de Cristo ha presidido todas las
funciones de la patria misma. Ella está presente vigilante y actuante en todos los hechos trascendentes y decisivos
de nuestra historia. Católico es el origen, la raíz la esencia del ser
argentino. Quiere decir que atentar contra lo católico es conspirar contra la
Patria.
Más todavía, la disminución de la fe en el
pueblo argentino comporta a la vez una disminución de su patriotismo.
De ahí que la defensa de la Fe Católica y la
restauración de la Patria en Cristo sea la forma más pura y plena de ir a la
Patria. La impiedad masónica, por el contrario, es causa de indiferencia,
desprecio y deslealtad hacia la Patria.
A los padres
y madres de familia
A los padres y madres de familias cristianas,
asociados por Dios a su divina paternidad, que tienen en sus hijos la
prolongación de sus vidas, les exhortamos a cuidar celosamente la educación de
sus hijos, que son también hijos de Dios.
Frente a las insinuaciones del mal y del
engañoso y falso modo de proceder de las sectas, ejerzan la patria
potestad cumplan sus sagrados
compromisos contraídos cuando presentaron sus hijos a ia Iglesia para que
fueran hechos hijos de Dios por el Bautismo.
A todos los
argentinos
A cuantos sienten en su pecho el amor a la
Patria les señalamos como enemigos de nuestras tradiciones y de nuestras
tradiciones y de nuestra futura
grandeza, la masonería y el comunismo que aspiran a la destrucción de
cuanto hay de noble y sagrado en nuestra tierra.
Dado en
“Villa San Ignacio”, San Miguel, a veinte días del mes de febrero y año del
Señor de mil novecientos cincuenta y nueve.
Antonio
Cardenal Caggiano, Obispo de Rosario y Presidente de la Asamblea Plenaria del
Episcopado Argentino; Fermín E, Lafitte, Administrador Apostólico de Buenos
Aires S.P.', Nicolás Fusolino, Arzobispo de Santa Fe; Zenobio L. Gullland,
Arzobispo de Paraná', Roberto J. Tabella, Arzobispo de Salta-, Audino
Rodríguez y Olmo, Arzobispo de San Juan, Antonio J. Plaza, Arzobispo de ¿a
Plata) Germiniano Esorto, Arzobispo de Bahía Blanca; Juan Carlos Aramburu,
Arzobispo de Tucumán, Ramón J. Castellano, Arzobispo de Córdoba; Leopoldo
Buteler, Obispo de Rio Cuarto; Carlos F, Hanlon, Obispo de Catamarca; Froilán
Ferreyra Reynafé, Obispo de La Rioja, Francisco Vicentin, Obispo de Corrientes;
Enrique Muhn, Obispo de Jujuy, Anunciado Scrafini, Obispo de Mercedes; Josè
Weimann, Obispo de Santiago del Estero, Alfonso Buteler, Obispo de Mendoza;
Emilio Di Pasquo, Obispo de San Luis; Silvino Martínez, Obispo de San Nicolás
de los Arroyos Marengo, Obispo de Azul; Enrique Rau, Obispo de Mar del Plata,
José Borgatti, Obispo de Viedma; Agustín A. Herrera, Obispo de Nueve de Julio;
Miguel Raspanti, Obispo de Morón, Carlos M. Pérez, Obispo de Comodoro
Rivadavia; Jorge Kemerer, Obispo de Posadas; Jorge Chalup, Obispo de
Gualeguaychú; Jorge Mayer, Obispo de Santa Rosa Antonio M. Aguirre, Obispo de
San Isidro; Alberto Deane, Obispo de Villa Marìa; Pacífico Scozzina, Obispo de
Formosa; José Marozzi, Obispo de Resistencia; Juan José Iriarte, Obispo de
Reconquista; Alejandro Schell, Obispo Coadjutor de Lomas de Zamora,