LA EMBESTIDA DEL ODIO EL 10 DE MAYO FUE EL
RECHAZO DEFINITIVO DE TODA "CONCORDIA" Y DE TODA PIEDAD
Conversando con uno de los dirigentes de los Abogados por la Justicia y la
Concordia le comenté la demostración de odio frenético realizada el 10 de
Mayo ppdo. invocando como excusa el fallo de la Corte Suprema que aplica la
ley llamada "del 2 X 1" a los secuestrados políticos. Ese
"tsunami" de odio, se compuso de varios "eventos": un
acto en Plaza de Mayo; un proyecto de ley redactado por el tránsfuga Pinedo
del PRO; la reunión cobarde de la Cámara de Diputados que lo aprobó por
unanimidad menos uno, la reunión al día siguiente del Senado que con el
voto de todos los "don nadie" que lo componen convirtió en ley el
engendro de Pinedo cuya esencia es resolver que el "2X1" no se
aplica a los encarcelados "contra legem" acusados falsamente de
"genocidio"; un coro maléfico de toda la prensa execrando el
fallo de la Corte e incitando a concurrir al acto del odio en Plaza de
Mayo; varias resoluciones judiciales rechazando en 24 horas los pedidos de
algunos de
esos encarcelados para que se les conceda el mencionado "2X1";
infames declaraciones del arzobispo Victor Manuel Fernandez, Rector de la
Universidad Católica, hablando como vocero del Papa Francisco, exigiendo
que se "aplique la ley sin atenuantes" a los secuestrados
políticos (como si no supiera que precisamente eso es lo que les devolvería
la libertad ya que están presos contra todo Derecho y contra toda moral),
lo mismo dijo el nuevo Vicario Castrense que por sus dichos parecería ser
el "vicario de la guerrilla" ("La Nación", 10/5/2017, pag.
9); un trascendido de que la Corte dictaría un nuevo fallo contradiciendo
el anterior y aplicando la "ley Pinedo" para poner una lápida
definitiva sobre las esperanzas de los desdichados agonizantes en las
cárceles de la tiranía.
Todo esto sucedió con la velocidad del rayo. En 24 horas se resolvió y se
hizo todo ese conjunto de canalladas sin que hubiera habido ni una sola voz
de rechazo vehemente a semejante avalancha de asesinos y falsarios
provenientes de la izquierda, de los supuestos "centristas" del
PRO (con el desvergonzado Macri a la cabeza) y del consentimiento tácito de
un pueblo de 40.000.000 de esclavos, salvo excepciones que no
conozco.
En vista de todo eso le pregunté a mi interlocutor de la Justicia y la
Concordia si esta demostración de odio no había terminado de probar que la
propuesta de "concordia" incluida en el nombre de la Asociación
es una utopía ya que nuestros enemigos JAMÁS aceptarán restablecer la
concordia con sus víctimas encarceladas ni con quienes denunciamos su abuso
del poder, porque su odio es insaciable e inextinguible. Me acuerdo que esa
Asociación fue fundada a instancias del Sr. Yofre (alias "Tata")
amigo, del guerrillero Labraña, hace ya como siete años, sin que Labraña,
que en esos tiempos del kirchnerismo (¿y ahora no?) tenía mucho cómplices
en el gobierno, hubiera movido un dedo para hacer algo efectivo por
restablecer el Derecho groseramente violado en perjuicio de los
encarcelados. Dicho sea de paso, en cuanta oportunidad se le dio a Labraña
para hablar ante un público contrario al terrorismo, dijo que no se
arrepentía de lo que había hecho en los años 70. Es inconcebible que a
semejante cínico se lo haya aceptado como "mentor" de la idea de
"concordia".
Macri prometió "acabar con el curro de los derechos humanos" y
todos entendieron que iba a restablecer la Justicia y dejar libres a los
encarcelados. Sólo él y sus cómplices sabían que mentía y lo peor es que
quienes lo votaron por esa promesa, se olvidaron de exigirle su
cumplimiento que hubiera podido hacer mediante el dictado de un decreto de
INDULTO de todas las víctimas del odio izquierdista, apenas asumió el 10 de
Diciembre del 2015 sostenido por el envión de su victoria electoral. Si en
vez de "concordia" hubieran hecho valer su justa indignación ante
cualquier demora, y en ese “momento de gloria”, hubieran tal vez conseguido
lo que el cobarde y traidor Presidente electo no tenía la intención real de
cumplir, si podía evitarlo. Y ahora cada día que pasa es más difícil que lo
haga si quisiera, pero está claro que no quiere.
Quienes votaron por Macri con la esperanza de que cumpliera su promesa, no
sólo no lo hicieron en aquellos días iniciales de su gobierno, sino que
NUNCA exigieron el indulto, que es la única manera que tenía y tiene Macri
de liberar a los injustamente presos de los cuales 404 ya han muerto en la
cárcel víctimas de sendos homicidios de Estado y de estos, 54 desde que
asumió la Presidencia. Siguieron esperando que la "concordia"
bajara como una paloma con un ramo de olivo en el pico para abrir las
cárceles. Han pasado 18 meses del calamitoso "gobierno" de Macri
y no han conseguido ni un atisbo de "concordia". Al contrario,
han visto que Macri y su cómplice más descalificado, Pinedo, se sumaron al
odio de la izquierda, con gran entusiasmo, en ese fatídico 10 de
Mayo.
Es evidente, por lo tanto, que lo de la "concordia" fue un error
que urge corregir si realmente quieren liberar a los atrapados por la
tiranía. Mi interlocutor me respondió que la concordia era
indispensable para vivir en sociedad y me citó varios filósofos que lo
afirmaban.
-Esa es una respuesta abstracta –dije- frente a una constatación de que el
odio de estos días ha dejado ya definitivamente probado que, "hic et
nunc", la concordia con estos criminales no es esperable ni
posible. Las citas filosóficas son verdaderas en un plano abstracto, pero
el asunto es preguntarse si en aquellos momentos (hace siete años, antes de
la elección de Macri y ahora) son aplicables o no, cuando tenemos enfrente
a unos energúmenos y a unos traidores con casi todo el poder en sus manos,
menos el de la Justicia como principio básico por el cual hay que luchar,
no apenas rogar. A los malvados nuestros ruegos no les interesan ni están
dispuestos a aceptarlos. Hay que reunirse para deliberar sobre otra forma
de actuar frente a un enemigo que no quiere concordia sino discordia
mortal.
A eso me contestó: -"Con Ud. es imposible hablar. Ud. se cree dueño de
la verdad".
- El que no quiere hablar es Ud. –le contesté- porque se niega a
argumentar sobre los argumentos que acabo de darle y sólo responde con
"slogans" que, por otra parte, son los que usa la izquierda en
contra de los que defendemos la buena causa. Yo no soy dueño de la verdad,
sólo trato de probar una opinión razonable contra una opinión equivocada.
Si Ud. considera que el festival de odio del 10 de Mayo no sirve para
probar mi tesis y la invalidez de la idea de "concordia" como
razón práctica, pruébelo, pero con razones y hechos y no con
"slogans" descalificativos.
Dijo luego que la concordia aún entre gente de distinta opinión había
permitido derrotar a los rojos en la guerra civil española, bajo la
jefatura de Franco. Ya nos íbamos, de manera que no pude decirle lo que le
digo ahora: esa "concordia" se basaba en la coincidencia para
luchar contra el comunismo y no para proponerle concordia al enemigo. Si en
vez de resolverse a combatir, hubieran ofrecido "concordia" a
Largo Caballero o a Prieto, España hubiera sido comunista sin salida ya en
1936...
Al despedirnos le recordé que estos argumentos -mutatis mutandis- ya se los
había expuesto varias veces en los últimos años a mis amigos de la
Asociación, pero nunca conseguí que nos reuniéramos para deliberar
seriamente sobre el tema y eventualmente adoptar otra estrategia para
salvar a los secuestrados políticos. La única respuesta de mi interlocutor
fue nuevamente el "slogan": "Con Ud. no se puede hablar. Ud.
se cree dueño de la verdad."
No hay caso. Parece que la concordia no rige para conmigo, por más que yo
se las ofrezca con la mayor sinceridad, haya publicado todas sus
declaraciones en "La botella al mar" y firmado sus peticiones a
la Corte Suprema y otras. Es muy triste. Por eso la argentina no tiene
arreglo.
Se repite la historia de los "girondinos" de la revolución
francesa del siglo XVIII: nunca consiguieron coordinar su acción ni entre
sí ni con sus aliados naturales y en cambio intentaron vanamente
"concordia" con los “jacobinos”, perversos asesinos. La Historia
prueba que los moderados “girondinos” tuvieron varias oportunidades
para vencer a los “jacobinos”, pero las desperdiciaron por amor a la
“concordia”. La consecuencia fue que, finalmente, éstos
terminaron por cortarles la cabeza a los
“girondinos”. Deberíamos aprender de la Historia, porque es la
maestra de la vida y sobre todo de la política, antes de que sea demasiado
tarde.
Cosme Beccar Varela
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