Colombia.
Balcanización posible o probable?
John Marulanda
Refresquemos los peores escenarios a la vista. Por supuesto que los
bárbaros no entregaron todos sus bienes, como no devolvieron todo su armamento,
ni regresaron todos los niños reclutados.
Con la JEP castigarán
y anularán a los militares, los únicos que los han podido detener en su empeño
de tomarse el poder por las armas. Entretanto, avanzan en su estrategia que
desde Marquetalia (1961) ha sido la de crear una base territorial independiente
para su proyecto político-militar. Ahora tienen 26 plataformas (ZTN) que
irresponsablemente el Gobierno les cedió gracias a un filólogo que decidió que
la paz solo funcionaría si se federalizaba el país.
La consolidación de
esas zonas autonómicas se logrará con los recursos de los cultivos ilícitos y
la minería ilegal anexos a ellas; la infraestructura que resulte del presupuesto
gubernamental y reclamada como logro fariano; 31 emisoras comunitarias que
promoverán su ideología; la representación política de 10 curules regaladas,
más otras 16 por circunscripción especial elegidas bajo la tutoría y vigilancia
narcoterrorista. Tales autonomías estarán defendidas por las ametralladoras,
morteros y misiles tierra-aire no entregados y por la seguridad preventiva de
las Guardias campesinas, indígenas y cimarrona que secuestran y expulsan de sus
predios a nuestros soldados y policías.
Contarán también con
el apoyo de más de 1.000 efectivos de 26 estructuras armadas dizque disidentes
y unos 4.000 milicianos dedicados a narcotráfico, inteligencia, proselitismo e
intimidación y sicariato. Hace poco, unos 60 hombres uniformados y armados,
hicieron presencia en vecindades de Jambaló y El Naya, anunciando el
prelanzamiento del EPL en esa región. Los campesinos los conocen: son los
mismos terroristas del frente 6 de las farc. Añádanse el eln y
las bacrim con situaciones similares en Catatumbo y Guaviare.
La variopinta
izquierda criolla, disfrazada, alabará la tranquilidad, “progresismo” y
“desarrollo social” de esas zonas que lograrán el sueño fundacional de
las farc: proyectar su poder hacia los habitantes de Medellín,
Cali, Bucaramanga, Atlántico y de esta manera rodear y estrangular Bogotá, como
trataron de hacerlo por las armas y fracasaron en 1996.
Esos bolsones
comunistas expandirán sus límites. Los fronterizos con Venezuela y Ecuador,
principales rutas de salida del narcotráfico, no tardarán en proclamar la Gran
Patria Bolivariana, Plan Geopolítico del Foro de Sao Paulo: caguancitos
legalizados, protegidos por Cuba y Venezuela, serio problema de integridad
territorial para el que nuestras Fuerzas Armadas no sabemos si están preparadas.
Recordaremos, con ira, a Santos y sus aplaudidores.
También es posible
que las comunidades de esas zonas, envenenadas de rigorismo estaliniano, se
rebelen y debido a la ineficacia de la corrompida justicia de este país
nobelista, adopten la vieja y tenebrosa vía del Juez Lynch. Surgiría un
desastroso nuevo ciclo de violencia.
*Miembro de Acore
Antioquia
El Colombiano, Medellín, 31 de agosto
de 2017