DESENMASCARANDO A LA LOGIA MASONICA JUDIA B¨NAI B´RITH

 

apostolvirtual

18 de nov. de 2013

Desenmascarando a la logia masónica judía B'nai B'rith.

Desenmascarando a la logia masónica judía B'nai B'rith. Algunos aportes a la Verdad Histórica.
Por Santiago Roque Alonso.
Como consecuencia del artículo de mi autoría: “La logia masónica judía B’-nai B’rith, la justicia y los militares argentinos presos”, publicado en el ejemplar de julio pasado (Nro 279; Pág. 5), me he sorprendido grandemente con algunas personas, la mayoría de ellas de mi conocimiento previo o con cierta vinculación personal, que muy gentilmente me preguntaron si me parecía “para tanto” la relación que había establecido entre una institución judía supuestamente “filantrópica”, como la

B’-nai B’rith, con la cuestión de los “derechos humanos” y de los “crímenes de lesa humanidad” atribuidas a las Fuerzas Armadas Argentinas, de Seguridad y Policiales en la “guerra contra la subversión y el terrorismo” en las décadas del 70 y del 80.
Lo más lamentable es que mis camaradas militares, inclusive muchos de los que están presos, en gran medida tampoco acreditan la relación antes señalada o no le otorgan la importancia que hemos fundamentado. Más esperanzados en el resultado electoral, definitivamente “no les cae la ficha”, ni comprenden que la persecución de la que son víctimas, no es una decisión tomada dentro de la Argentina, sino una cuestión decidida fuera del país y adoptada por poderes mundiales, con fines políticos también mundiales, pero cumplida eficazmente por los gerentes nativos de turno. De los diálogos y conversaciones a que dio lugar el tema, he observado una generalizada y casi absoluta “ignorancia” sobre el origen, naturaleza y accionar de la B’-nai B’rith. Ni siquiera registran que se trata de una organización masónica judía de alcance internacional que se encuentra próxima a cumplir 168 años de existencia y de cuyo seno salieron o participaron o desde la que se apoyó a los más atroces criminales de la humanidad, con cientos de millones de víctimas en su haber.
Mi asombro por la mencionada “ignorancia”, aunque tarde, me termina de explicar por qué fuimos derrotados absolutamente, no por los “subversivos” que fueron usados ingenua y dialécticamente tanto como los “militares”- sino por los verdaderos “patrones” del poder mundial.
Por esa razón, el presente ejemplar del Boletín del Centro Cívico Patriótico está dedicado a esclarecer sobre la falsa máscara “filantrópica “de la logia masónica judía B’nai B’rith, en la que creen muchísimos militares y civiles de “derecha”.
En una primera parte, bajo el título “La logia masónica judía B’nai B’rith, Lenin, Trotsky, Kissinger y otros antecedentes de su influencia en acontecimientos mundiales”, se transcriben sólo algunas de las principales citas sobre hechos y personajes relacionados con la mencionada cuestión. Las mismas fueron tomadas de dos obras del autor estonio Jüri Lina: “Under the Sign of the Scorpion” (The rise and fall of the Soviet Empire) y “Architechts Of Deception” (The concealed History of Freemasonry).
Las mismas no han sido traducidas al castellano. Las obras de Jüri Lina son muy importantes, porque nos ponen en contacto con una extensa bibliografía, especialmente de autores rusos o pertenecientes a países que formaron parte de la ex URSS y a cuyos datos no podríamos acceder si no es de esta manera. En tal sentido, recomiendo como fuente complementaria, para los que comprenden medianamente el inglés, que traten de encontrar el video del mismo autor: “In the Shadow of Hermes”- Full Movie (Under the Sign of the Scorpion), con subtítulos en inglés.
Se podría haber realizado una compilación más estructurada y completa, pero eso nos hubiese llevado más tiempo y tal vez, finalmente, podría haber resultado fuera de oportunidad y de interés. Por ese motivo, en esta ocasión omitimos las ilustraciones, para que pueda incluirse el texto necesario que haga comprensible la cuestión que nos ocupa. El lector, deberá contribuir con su esfuerzo para leer el trabajo en forma completa y sacar sus propias conclusiones, sin que el miedo ni el prejuicio interfieran en su voluntad, inteligencia y libertad.
En una segunda parte, se vuelve a reproducir el artículo “La telaraña sobre el mundo: ‘La logia masónica B’nai B’-rith’”, cuyo autor es el General Francés Jean Pichot-Duclos (Ex Comandante de la Escuela de Inteligencia de las Fuerzas Armadas Francesas y Fundador de la Escuela de Guerra Económica), el que fue publicado en Patria Argentina de octubre de 2003 (Nro 191; Pág. 7).
Como se podrá observar -tanto el nuevo lector de Patria Argentina, como recordar aquellos que nos acompañan desde hace años- este no es un tema nuevo para nosotros. Ya lo advertimos hace 8 (ocho) años, pero pareciera que se cumpliría la advertencia, que me recuerdan cada tanto algunos buenos amigos: “están tirando margarita a los chanchos”.
Si tuviera la certeza que todas nuestras semillas caen sobre la piedra o en tierra estéril, sería lógico que abandone la empresa de Patria Argentina. Pero la busco y no encuentro dicha certeza, porque los frutos son pocos, pero existen y se multiplican muy modestamente con una lentitud exasperante. Mientras eso ocurra, Patria Argentina debe proseguir “empecinadamente” y muy humildemente con su tarea esclarecedora, aunque ello signifique quedemos solos. Nos toca ser sembradores y únicamente Dios, Nuestro Señor y Señor de la Historia, sabe cuándo será el tiempo y quién el afortunado que deberá cosechar lo que nos ha tocado sembrar.
Nada mejor entonces que cumplir con lo que San Pablo en la Carta a los Efesios nos señala (Capítulo VI; 10-20): “11 Vestíos la armadura de Dios, para poder sosteneros contra los ataques engañosos del diablo. 12 Porque para nosotros la lucha no es contra sangre y carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los poderes mundanos de estas tinieblas, contra los espíritus de la maldad en lo celestial. 13 Tomad, por eso, la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo y, habiendo cumplido todo, estar en pie. 14 Teneos, pues, firmes, ceñidos los lomos con la verdad y vestidos con la coraza de la justicia, 15 y calzados los pies con la prontitud del Evangelio de la paz. 16 Embrazad en todas las ocasiones el escudo de la fe, con el cual podréis apagar todos los dardos encendidos del Maligno. 17 Recibid asimismo el yelmo de la salud, y la Espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios; 18 orando siempre en el Espíritu con toda suerte de oración y plegaria, y velando para ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos, 19 y por mí, a fin de que al abrir mi boca se me den palabras para manifestar con denuedo el misterio del Evangelio, 20 del cual soy mensajero entre cadenas, y sea yo capaz de anunciarlo con toda libertad, según debo hablar”.
Muchas cosas dependen del apoyo de la B’nai Brith, entre otras cosas, permitir a algún país a que sea miembro de la OTAN. Esto se hizo evidente el 13 de septiembre de 2002, cuando los líderes de la B’nai B’rith y el Comité Judío de Estados Unidos prometió a la presidente de Letonia, Vaira Vike-Freiberga, quien se encontraba en los Estados Unidos en el curso de una visita de trabajo, que apoyarían la adhesión de Letonia a la OTAN. Henry Kissingerse reunió también con el presidente de Letonia con el fin de discutir la expansión de la OTAN. El representante de la B’nai B’rith, Saúl E. Joftes, declaró en 1969, que el objetivo del sionismo (y por tanto de sus organizaciones, entre ellas, B’nai B’rith) es lograr el control de todo el mundo con la ayuda de un gobierno mundial (Washington Observer, 12 de diciembre de 1969).
Los masones se infiltran en los movimientos ideológicos extremistas o crean otros nuevos, enfrentándolos unos contra otros y así lograr sus objetivos de transformación de la sociedad. Al mismo tiempo, intentan, a través de clubes exclusivos, controlar y gobernar a la élite de la sociedad, a la que ellos no pertenecen.
El Rotary International, por ejemplo, está enteramente en manos de los masones. Este movimiento fue fundado en Chicago en marzo de 1905 por el masón Paul Harris, quien también pertenecía a la B’nai B’-rith. En la década de 1930, dos tercios de los miembros del Comité del Rotary Francés eran masones. El 1933-1934, el presidente del Rotary Club Francés fue Ulisse Fabre, quien al mismo tiempo actuaba como gran maestre de la logia Orange La Cité Future, de acuerdo con el registro del Gran Oriente. Los periódicos masónicos han elogiado las actividades de los clubes rotarios, ya que estos son muy útiles para la masonería. En 1952, el movimiento había un millón de miembros en 7650 clubes en 84 países. En Suecia, la Asociación Rotaria tiene 30.000 miembros en 522 clubes. En la actualidad, el Rotary también está presente en Rusia. El conocido director de cine Stanislav Govorukhines miembro de este exclusivo club. El Rotary también está presente hoy en Estonia (12 clubes con casi 400 miembros). Hay también varios otros grupos similares o clubes como Leonesy Le Cercle.Leones Internacional fue fundada en 1917 por Melvin Jones, miembro de la B’nai B’rith. En 1968, el Club de Leones tenía 470.000 “hermanos” en Estados Unidos y 160.000 en el resto del mundo, en un total de 17.441 clubes.
La llamada Noche de los Cristales del 09 de noviembre 1938, fue el resultado de la cooperación de la logia masónica judía B’-nai B’rith, con la organización sionista LICA (Ligue contre l’Antisemitisme Internacional), de París. El objetivo de la provocación de LICA era promover la emigración de los judíos alemanes (Weckert, Ingrid, “Feuerzeichen: Die Reichskristallnacht”, Tubingen, 1981, pp. 254-256).
La B’nai B’rith se habían infiltrado en las partes vitales del movimiento nazi: las SS, las SA y el partido. Estos masones habían logrado infiltrarse entre los operadores de telefonía en las oficinas de Gauleiter.
El liderazgo nazi no tomó ninguna acción legal en contra de la B’nai B’rith, a la que se le permitió continuar sus actividades subversivas. La B’nai B’rith tenía 12.000 miembros en 80 logias en Alemania, tres de ella en Berlín. La B’nai B’rith fue la única organización judía permitida por Hitler a permanecer activa y abierta durante el régimen nazi después de 1933 (Viktor Ostretsov, “Freemasonry, Culture, and Russian History”, Moscow, 403 1999), aunque la propaganda reclama que fue disuelta en Alemania en 1937 (“Lexikon des Judentums “). Pero, en realidad Hitler cerró las operaciones de la B’-nai B’rith en Alemania, por primera vez, en 1939.
No fue hasta que comenzó la guerra, en noviembre de 1939, que la B’nai B’rith tuvo sus documentos confiscados. La logia judía VOBB (1) tuvo su biblioteca confiscada en abril de 1938.
En la década de 1930, Cyrus Adler, presidente del Comité Judío Norteamericano, coordinó las actividades de la B’nai B’rith y el New York Times con la finalidad de bloquear cualquier medida política de Estados Unidos en contra de Hitler.
La organización fue fundada en Nueva York, el 13 de octubre de 1842, por 12 hombres judíos, simbolizando las 12 tribus judías que iban a dominar el mundo.
Muchas figuras importantes dentro de este movimiento fueron defensores militantes de la esclavitud, entre ellos el Gran Maestro Simón Woolf.
La primera logia B’nai B’rith fue fundada en Europa en 1885, en Berlín. En 1932 había 103 logias en Alemania. La B’nai B’-rith fue la única organización masónica que se le permitió seguir funcionando, incluso bajo el régimen nazi.
Hoy la B’nai B’rith es la mayor organización judía en el mundo. En 1970 tenían 500.000 miembros masculinos repartidos en 1700 logias en 43 países y 210.000 miembros mujeres en 600 logias (Enciclopedia Judaica). En la actualidad hay 70 logias establecidos en Europa. La única logia existente en Austria se llama Maimónides.
La organización trabaja para asegurar el poder de los judíos sobre la humanidad, según lo revelado por el judío húngaro Aron Monusen su libro “Verschworung: Das Reich von Nietzsche” (Viena, 1995, p. 149). La B’nai B’rith es un órgano ejecutivo de la Alianza Israelita Universal. El presupuesto oficial, antes de 1970, era de 13 millones de dólares. La ADL (Anti-Defamation League), el servicio secreto de la B’nai B’rith, ha sido llamada la KGB de los judíos extremistas, [1] Pág. 80 - Adolphe Cremieux y la Alianza Israelita Universal Adolphe Cremieux fue Ministro de justicia en el gobierno revolucionario. Fue Cremieux quien en mayo de 1860, junto con el rabino Elie-Aristide Astruc, Narcisse Leven, Jules Garvallo y otros en París fundó la gran logia masónica judía Alliance Israelita Universal, que utiliza a la B’nai B’rith como su órgano ejecutivo. En 1863, Cremieux se convirtió en Presidente del Comité Central del movimiento. El lema de esta organización era: “¡Todos los israelitas son camaradas!”
Adolphe Cremieux, que era un conocido abogado, político “liberal” y gran Maestre de la orden del rito Memphis-Mizraím y maestro del Gran Oriente de Francia, habló abiertamente en su manifiesto a la Alianza Israelita Universal: “la Unión que nosotros vamos a crear no será una unión francesa inglesa, irlandesa o alemana, sino una Unión Judía Mundial... Bajo ninguna circunstancia un judío será amigo de un cristiano o un musulmán; no antes de que llegue el momento cuando el judaísmo, la única verdadera religión, brille sobre todo el mundo.”

Lenin como masón
Aún no es posible determinar si en la década de 1890 Lenin era ya masón, pero trabajó en la misma forma como normalmente lo hacen los grupos subversivos. Los Illuminati, el Gran Oriente, la B’nai B’rith (Hijos de la Alianza) y otras logias masónicas estaban interesadas en la agitación de los trabajadores hacia ciertas metas “útiles”.
Es importante destacar que Lenin y sus secuaces no trabajaban. Todavía podían permitirse viajar por Europa (entonces relativamente más caro que ahora) y vivir lujosamente. Estos revolucionarios profesionales tuvieron sólo una tarea: agitar a los trabajadores. La actividad posterior de Lenin muestra claramente cómo siguió la línea de Adam Weishaupt.
Varias fuentes revelan que Lenin se convirtió en masón estando en el extranjero (en 1908). Una de estas fuentes es la investigación a fondo de Nikolai Svitkov: “About Freemasonry in Russian Exile” (“Acerca de la masonería en el exilio de Rusia”), publicado en París en 1932.
De acuerdo con Svitkov, los masones más importantes de Rusia fueron Vladimir Ulyanov Lenin, León Trotsky (Leiba Bronstein), Grigori Zinoviev (Gerson Radomyslsky), Leon Kamenev (Leiba Rosenfeld), Karl Radek (Tobiach Sobelsohn), Maxim Litvinov (Meyer Hennokh Wallakh), Yakov Sverdlov (Yankel-Aaron Salomón), L. Mártov (Yuli Zederbaum) y Maxim Gorki (Alexei Peshkov),entre otros.
De acuerdo con el austríaco y científico político Karl Steinhauser “EG - die Super-UdSSR von morgen” (“De la UE a la nueva Super URSS”) - Viena, 1992, p. 192- Lenin pertenecía a la logia masónica Art et Travail (Arte y Trabajo). El famoso político británico Winston Churchill también confirmó que Lenin y Trotsky pertenecieron al círculo de los conspiradores masónicos e iluministas (Illustrated Sunday Herald, February 8th, 1920). Lenin, Zinoviev, Radek y Sverdlov también pertenecían a la B’nai B’rith. Los investigadores que están especializados en las actividades de B’nai B’rith, incluyendo Schwartz-Bostunich, confirman esta información (Viktor Ostretsov, “Freemasonry, Culture and Russian History”, Moscow, 1999, pp, 582-583).
Lenin era mason del grado 31 (Grand Inspecteur Inquisiteur Commandeur) y miembro de la Logia Art et Travail en Suiza y Francia (Oleg Platonov, “Russia’s Crown of Thorns: The Secret History of Freemasonry 1731-1996”, Moscow, 2000, Vol. II p. 417).
Cuando Lenin visitó la sede del Gran Oriente en la Rue Cadet en París, firmó el libro de visitas (Viktor Kuznetsov, “”The Secret of the October Coup”, St. Petersburg, 2001, p. 42).
Junto con Trotsky, Lenin tomó parte en la Conferencia Masónica Internacional en Copenhague en 1910 (Franz Weissin, “Der weg zum sozialismus”, Munich, 1930, p. 9).
La socialización de Europa estaba en la agenda de Alexander Galpern, entonces Secretario del Consejo Supremo Masónico, y en 1916 confirmó que había bolcheviques entre los masones. Además puedo mencionar a Nikolai Sukhanov (realmente Himmer) y N. Sokolov. De acuerdo con el testimonio de Galpern, la masonería también dio ayuda financiera a Lenin por su actividad revolucionaria. Esto fue certificado por un conocido masón, Grigori Aronson, en su artículo “Masones en la Política Rusa”, publicado en el Novoye Russkoye Slovo (Nueva York, 8-12 de octubre de 1959). También, el historiador Boris Nikolaievsky lo menciona en su libro “The Russian Freemasons and the Revolution” (“Los masones y la revolución rusa”),Moscú, 1990.
En 1914, dos bolcheviques, Ivan Skvortsov-Stepanovy Grigori Petrovsky, se contactaron con el masón Alexander Konovalov por ayuda económica. Este último se convirtió en Ministro del Gobierno Provisional. Radio Rusia también habló de las actividades de Lenin como masón el 12 de agosto de 1991.
Segundo Congreso Internacional Socialista Del 28 de agosto al 1 de setiembre de 1911, la masonería internacional celebró su Segundo Congreso Internacional Socialista, en el palacio de Odd Fellowsen Bredgade, Copenhague. Los principales organizadores fueron los masones Walter Rathenauy la logia masónica judía B’nai B’-rith. Entre los participantes estaban conocidos masones como Karl Liebknecht, Rosa Luxemburgo, Lenin, Trotsky, Hjalmar Branting (Suecia), Georges Clemenceau y otros destacados representantes de las fuerzas destructivas (Aage H. Andersen, “Verdensfrimureri” / “La Masonería Mundial “, Copenhague, 1940, p. 29). Rathenauera también signatario de la B’nai B’rith.


Trotsky como masón

Leiba Bronstein (identificación real de León Trotsky) se convirtió en masón en 1897 y más tarde, en un miembro de alto nivel Iluminista, a través de su amigo Alexander Parvus. También mantuvo contactos con la B’nai B’rith, una orden masónica judía, que había previamente ayudado a los “judíos revolucionarios “en Rusia. Un personaje llamado Jacob Schiff, presidente de la casa bancaria Kuhn, Loeb & Co.(de Nueva York) y agente de los Rothschild, se hizo cargo de los contactos entre los del “movimiento revolucionario “en Rusia y la B’nai B’rith (Gerald B. Winrod, “Adam Weishaupt - A Human Devil”, p. 47). Leiba Bronstein comenzó a estudiar seriamente a la masonería y la historia de las sociedades secretas en 1898, y continuó estos estudios durante los dos años que pasó en prisión en Odessa. Hizo notas que ascienden a más de 1000 páginas. “Internationaler Freimaurer-Lexikon”(Viena – Munich; 1932, p. 204), admite a regañadientes que Leiba Bronstein-Trotsky llegó a los bolcheviques a través de este estudio de la masonería.
Como Comisario del Pueblo para Asuntos Militares, Trotsky introdujo el “pentagrama”- la estrella de cinco puntas el símbolo del Ejército Rojo. Los cabalistas había tomado este símbolo de la magia negra de los brujos de la antigua Caldea. Trotsky, con la ayuda de Alexander Parvus, llegó a la conclusión de que el verdadero propósito de la masonería era la eliminación de los estados nacionales y sus culturas y establecer un Estado Mundial judaizado. Esto también se declara en “La iniciación secreta en el grado 33”: “La Masonería no es nada más y nada menos que la revolución en acción, una conspiración permanente.”
Bronstein se convirtió en un internacionalista convencido que, gracias a los oficios de Parvus, aprendió que el pueblo judío era su propio Mesías colectivo y que llegaría a dominar a todos los pueblos a través de la mezcla de las otras razas y la eliminación de las fronteras nacionales. Debía ser creada una república internacional, donde los judíos serían el elemento dirigente, ya que ningún otro sería capaz de entender y controlar a las masas. Leiba Bronstein se convirtió en miembro de la logia masónica francesa Art et Travail, a la que Lenin también pertenecía, pero también se unió a la B’nai B’rith, según el politólogo Karl Steinhauser(“EG – Die Super-UdSSR von morgen “/” “UE – the new Super-URSS “, Viena, 1992, p. 162). León Trotsky se convirtió en miembro de la logia masónica judía B’nai B’rith en Nueva York, en enero de 1917 (Yuri Begunov, “Secret Forces in the History of Russia”, St. Petersburg, 1995, pp. 138-139). Él ya era miembro de la masonería Misraim Memphis. En 1920, Winston Churchill confirmó que Trotsky (a igual que Lenin) también era un Illuminati (Illustrated Sunday Herald, February 8th, 1920). Trotsky, finalmente llegó a una posición muy alta dentro de la masonería, ya que él pertenecía a la Logia Sahinar, que sólo a los masones del grado 32 y superiores les es permitido participar. Franklin Delano Roosevelt, Alexander Kerensky, Bela Kuny otros líderes políticos también han estado entre estos pocos elegidos (Professor Johan von Leers, “The Power behind the President”, Stockholm, 1941, p. 148).

De acuerdo con Nina Berberova, investigadora de la masonería rusa, León Trotsky fue durante seis meses miembro de una logia masónica en Rusia, a la temprana edad de dieciocho años. Dejó la logia, cuando se convirtió en miembros de las logias extranjeras, entre ellas Art et Travail(Arte y Trabajo) en Francia (L. Hass, “Freemasonry in Central and Eastern Europe”, Wroclaw, 1982).
En la primavera de 1914, Trotsky viajó a Venecia como miembro de la Gran Logia de Francia, para reunirse con su hermano masón V. Gacinovic, para discutir los planes para el asesinato de Francisco Fernando. Los hermanos masones Trotsky, Radek y Zinoviev fueron informados de los planes para asesinar al pretendiente al trono de Austria-Hungría (Yuri Begunov, “The Secret Powers in Russian History”, Moscow, 2000, p. 220).
En 1916, Trotsky estudió las tácticas revolucionarias en la logia francesa Les droits de l’homme (Yuri Ivanov, “The Jews in Russian History”, Moscow, 2000, p. 124).También fue nombrado miembro de la poderosa logia masónica judía B’nai B’rith la que, en los Estados Unidos, le proporcionó los medios económicos para su regreso a Rusia en la primavera de 1917 (Charles W. Ferguson, “Fifty Million Brothers: A Panorama of American Lodges and Clubs”, New York, 1937, p. 253). Esto fue confirmado por el politólogo austriaco Karl Steinhauser. Durante su estancia en Norteamérica en 1917, Trotsky también se convirtió en miembro de la Logia Memphis Israel (Vladimir Istarkhov, “The Battle of the Russian Gods”, Moscow, 2000, p. 154).En 1919 alcanzó el grado 33 en Moscú, al recibir a una delegación de hermanos del extranjero (Grigori Bostunich, “Freemasonry and the Russian Revolution”, Moscow, 1995, pp. 55-56).

Jacob Schiff, León Trotsky, la B’nai B’rith y la Revolución en Rusia
En los archivos del Departamento de Estado hay un documento, No. 861.00/5339, que revela cómo Jacob Schiff, quien era una persona muy influyente dentro de la organización masónica B’nai B’rith, y sus amigos Félix Warburg, Otto Kahn, Mortimer Schiff, Isaac Seligman y otros, ya habían hecho planes en 1916 para derrocar al Zar de Rusia. En abril de 1917 el mismo Jacob Schiff confirmó oficialmente que fue a través de su ayuda financiera a los revolucionarios que el Zar se vio obligado a abdicar, tras lo cual un gobierno masónico llegó al poder (Gary Allen, “None Dare Call it Conspiracy”, 1971). Al mismo tiempo, Alexander Kerensky recibió un millón de dólares de Jacob Schiff (Encyclopedia of Jewish Knowledge, article “Schiff”, New York, 1938).
En la primavera de 1917, Jacob Schiff empezó a financiar León Trotsky para poner en práctica “la segunda fase de la revolución”, según el Dr. Antony C. Sutton. El coronel Edward M. House, un poderoso Illuminati en Estados Unidos, se encargó de que el presidente Woodrow Wilson rápidamente ordenara la emisión de un pasaporte norteamericano para Trotsky, de forma que pudiera regresar a Rusia y continuar con la “revolución”.
En Nueva York, el 27 de marzo de 1917, Trotsky de 37 años de edad, con su familia y 275 terroristas y aventureros internacionales se embarcaron en la nave Kristianiajjord con destino a Europa para completar la “revolución “en Rusia. Varios criminales, comunistas judíos-norteamericanos y agentes de Wall Street también los acompañaron. Hubo también algunos holandeses a bordo, según el comunista norteamericano Lincoln Steffens. Ellos fueron los únicos a bordo que no tenía nada que ver con el viaje a Rusia.
El 3 de abril de 1917, como el buque Kristianiajjord se detuvo en Halifax, Nueva Escocia, la policía canadiense de fronteras detuvo a León Trotsky, a su esposa y a sus dos hijos, así como a otros cinco “socialistas rusos”(Nikita Mukhin, Leiba Lishelev, Konstantin Romanenko, Grigori Chudnovsky, Gerson Meli Chansky). Los canadienses creyeron que Trotsky era alemán, ya que hablaba el alemán mejor que el ruso. En cambio, no hablaba nada de inglés. Los más cercanos compañeros de Trotsky, Volodarsky y Uritsky quedaron a bordo. Trotsky fue arrestado debido a un telegrama, que había sido enviado desde Londres el 29 de marzo de 1917. El estudio reveló que Bronstein Trotsky y sus compañeros socialistas estaban en camino a Rusia para iniciar una revolución contra el gobierno. Trotsky había recibido U$S 10. 000 de los alemanes para este propósito (Antony Sutton, “Wall Street and the Bolshevik Revolution”, Morley, 1981, p. 28) De hecho, en la revisión de Trotsky, la policía encontró U$S 10.000. Explicó que el dinero provenía de los alemanes, pero no hizo comentarios sobre el asunto. Los canadienses sospecharon que Trotsky colaboraba con los alemanes.
El Dr. D. M. Coulter informó el general Willoughby Gwatkin en el Departamento de Defensa en Ottawa que “estos hombres son hostiles a Rusia debido a la forma en que fueron tratados los judíos”. Las autoridades británicas estaban informadas que el Estado Mayor Alemán había financiado desde 1915 a Kerensky, Lenin y algunos otros ciudadanos rusos. Pero también parece que Trotsky recibió dinero de esta misma fuente en 1916. El servicio secreto militar canadiense estaba convencido de que Leiba Bronstein estaba actuando bajo instrucciones alemanas. Imprevistamente, se recibió la contra orden de la Embajada Británica en Washington de que se dejara en libertad a Leiba Bronstein y a sus acompañantes. La Embajada había recibido una petición del Departamento de Estado en Washington para liberar a Bronstein-Trotsky en su condición de ciudadano estadounidense con pasaporte estadounidense.
Washington exigió que los canadienses ayudaran a Bronstein en la forma que fuera posible. ¡Tan poderosos eran sus amigos! De acuerdo con las explicaciones estadounidenses, fue Kerensky quien deseaba tener a Trotsky en libertad.
Trotsky fue liberado en realidad cinco días después. Los canadienses se disculparon por interrumpir el viaje de Trotsky.
Más tarde, se hizo todo lo posible para ocultar los hechos al público canadiense (especialmente después de 1919), ya que las autoridades sabían - a través de la liberación de Trotsky- que se prolongó la guerra mundial durante casi un año, de acuerdo a Macean. El gobierno canadiense era, por lo tanto, responsable de las muertes y lesiones innecesarias de soldados y civiles. Pero la verdad siempre sale a la luz tarde o temprano. Todos estos documentos en los archivos nacionales de Canadá están disponibles para los investigadores.
De esta manera podemos ver que las acusaciones de Stalin contra Trotsky tenían algún fundamento. Trotsky fue acusado entonces de haber trabajado como agente pago en nombre del capitalismo internacional. Los documentos de Canadá, ahora desclasificados, muestran que esta acusación era bastante correcta. Más adelante veremos cómo Trotsky sirvió conscientemente a los intereses de Alemania y, por lo tanto dañó a Rusia.

El caso Kissinger

Heinz Alfred Kissinger nació el 27 de mayo de 1923 en Fürth, en el centro de Alemania, hijo de un rabino (Washington Observer, 15 de abril 1971). Sus padres emigraron a Estados Unidos en 1938 y se convirtió en Heinz Henry. De 1943 a 1945 trabajó para la inteligencia de EE.UU. Más tarde fue profesor de ciencias políticas en la Universidad de Harvard. El propio Kissinger fue educado por el profesor William Yandel Elliott, que adhería a las locas ideas de H. G. Wells. En 1955, desarrolló una relación con Nelson Rockefeller (Frank Capell, “Henry Kissinger: Soviet Agent”, Cincinnati, 1992, p. 29). El pobre refugiado judío se convirtió en una figura poderosa gracias a la familia Rockefeller, que comenzó a usarlo como un agente. En 1956, fue nombrado editor de la influyente revista Foreign Affairs (Publicada por el CFR; Consejo de Relaciones Internacionales de Nueva York).
Henry Kissinger es un funcionario de alto rango de la organización masónica judía B’nai B’rith. Él es también un miembro del grupo Bilderberg y de la Comisión Trilateral. Pertenece a la Gran Logia Alpina suiza, al elitista Bohemiana Club, y es miembro del Phi Beta Cappa Club, el Cosmos Club, el Federal City Cluby el Century Club. Kissinger fue asesor de los presidentes Richard Nixon y George Bush padre. En los años 1961, 1969 y 1973 pasó los controles de seguridad interna. La información sobre su persona fue proporcionada por el Departamento de Estado, no por el FBI. En el comienzo de su carrera como asesor de Nixon, alcanzó el control de los servicios de inteligencia de los Estados Unidos (Frank Capell, “Henry Kissinger: Soviet Agent”, Cincinnati, 1992, p. 9).
En abril de 1946, Kissinger comenzó enseñando en una escuela para agentes de inteligencia. Durante este periodo fue reclutado como agente de la KGB soviética, bajo el nombre clave de Bor (Gary Allen, “Kissinger: The Secret Side of the Secretary of State”, Seal Beach, California, 1976, p. 18).
Kissinger fue el arquitecto detrás de los bombardeos de Navidad de Hanoi y Hai Phong, en 1972. Se convirtió en Secretario de Estado del presidente Gerald Ford en 1973. De acuerdo con The Wall Street Journal, Kissinger ayudó a Peter Wallenberg en Suecia a exportar ilegalmente alta tecnología hacia la Europa Oriental comunista. Exteriormente Kissinger era un liberal. El liberalismo es, sin embargo, básicamente, una ideología de izquierda. El Salt Lake City- Deseret News informó el 27 de marzo de 1970 que Nelson Rockefeller estuvo detrás de la designación de Kissinger como asesor de seguridad nacional del presidente Nixon.
Fue Henry Kissinger, quien derrocó a Richard Nixon con el caso Watergate (Gary Allen, “The Rockefeller File”, Seal Beach, California, 1976, p. 176). Kissinger recibió el Premio Nobel de la Paz en 1973 por haber permitido que los comunistas ganaran la guerra de Vietnam.
Fue también Henry Kissinger, que estuvo detrás de la crisis del petróleo de 1973-1974, y la impulsó a través de sus planes en una reunión secreta en Estocolmo, según lo reveló el Jeque Yamani, ex ministro de petróleo de Arabia Saudita, conforme a lo informado por The Observer, el 14 de enero de 2001. Kissinger organizó la cuadruplicación de los precios del petróleo en noviembre de 1973. La reunión a la que el Jeque Yamani se refiere fue la convención de Bilderberg, realizada en los alrededores de Estocolmo en mayo de 1973. Esto fue confirmado en el libro de William Engdahl“A Century of War: Anglo-American Oil Politics and the New World Order” (1993).
A principios de la década de 1960, sin embargo, ocurrió un inconveniente grave con el que Kissinger no había contado. Un agente comunista desertor señaló a Kissinger como un espía soviético, cuyo nombre en clave era Bor.
El Coronel Michal Goleniewski del servicio de inteligencia polaco había enviado una carta al embajador de Estados Unidos en Suiza, en marzo de 1959, bajo el alias de Sniper, en la cual reveló información secreta que condujo al arresto de los oficiales del SIS (Servicio Secreto de Inteligencia de Gran Bretaña), George Blakey Gordon Lonsdale en Inglaterra. Ambos fueron juzgados y condenados como agentes soviéticos. Durante la Navidad de 1960, Sniper desertó. Él era relativamente un alto oficial de la KGB, que denunció a muchos agentes soviéticos en Gran Bretaña. La información fue verificada y los espías fueron detenidos. Un poco más tarde Goleniewski entregó una lista de agentes soviéticos en Suecia, que la inteligencia sueca pudo verificar. El gobierno socialista sueco, sin embargo, no permitió la detención de los agentes soviéticos, a excepción de un traidor peligroso, llamado Stig Wennerstrom.
A continuación, a su vez, ocurrió lo mismo con la República Federal de Alemania, Dinamarca y Francia. Una vez más toda la información resultó ser correcta y los agentes soviéticos fueron capturados. Un total de 5.000 páginas de material altamente secreto fueron entregadas por Goleniewski, más de 800 páginas de informes de inteligencia soviético y 160 microfilms. Toda la información fue correcta.
El 12 de enero de 1961, Goleniewski llegó a los Estados Unidos. Tenía información muy importante acerca de un espía de alto nivel y exigió entrevistarse con el Presidente Kennedy, lo que fue denegado. En su lugar, fue recibido por la cabeza de la CIA, y reveló quien era el agente soviético secreto: el profesor de Harvard y asesor de seguridad nacional Henry Kissinger.
La CIA reaccionó al instante - Goleniewski recibió 50.000 dólares para guardar silencio y a partir de ese momento fue expulsado. Kissinger era un miembro tan poderoso de la B’nai B’rith que ya no podrían tocarlo. Se le permitió continuar con sus actividades perjudiciales.
Kissinger había enviado toda la información más secreta directamente a la Unión Soviética. Esto, sin embargo, escapó de la CIA, y llegó a la prensa de extrema derecha. The American Opinion denunció las actividades secretas de Kissinger en abril de 1975 (p. 35) y en marzo de 1976. Todo esto fue verificado por el historiador Ladislav Bitman en su libro “KGB: Soviet Misinformation ”(New York, 1985, pp. 54-55).
El agente soviético Victor Louis visitó abiertamente a Henry Kissinger en la Casa Blanca el 13 de noviembre de 1971 (John Barron, “KGB”, Tel Aviv, 1978, p. 230).
Anatoli Filatov, quien trabajó para el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Unión Soviética, fue reclutado (en una trampa de tipo sexual) en el comienzo de la década de 1970 por la CIA en Argelia. A través de él la CIA obtuvo secretos de Moscú de mucho valor. En un momento se apoderaron de una copia de una carta del embajador soviético en Washington, Anatoli Dobrynin (el apellido real es Gutman). En esta carta, Kissinger se revela como un agente soviético.
El masón de alto rango David Aaron, quien trabajaba para la CIA y al mismo tiempo fue asesor del presidente Jimmy Carter, hizo todo lo posible para proteger a su “hermano” Kissinger de la exposición. Quería castigar a Filatov por haber proporcionado información sobre Kissinger. A través de un diplomático rumano denuncio a Filatov como un agente estadounidense. Filatov fue arrestado en Moscú y ejecutado sumariamente. Se convirtió en un gran escándalo en los Estados Unidos, pero Kissinger se salvó una vez más.
El masón David Aaron traicionó a su país para salvar a un hermano masón de alto rango de ser expuesto como un agente extranjero. El caso de Kissinger fue silenciado. David Aaron nunca fue castigado por su horrible crimen.
Durante el tiempo en que Henry Kissinger se desempeñó como Secretario de Estado se aseguró de que todos los anti-comunistas conocidos fueron dados de baja del Departamento de Estado (GaryAllen, “Kissinger: The Secret Side of the Secretary of State”, Seal Beach, California, 1976, p. 129). Kissinger no podía tolerar a los anti-comunistas, ni siquiera como una broma.
El 4 de marzo de 1982, se afirmó en la televisión estadounidense Channel Eleven, que el ex Secretario de Estado Kissinger estuvo involucrado sexualmente con niños. La activista de derechos humanos, Ellen Kaplan, le preguntó en la calle a Henry Kissinger: “Sr. Kissinger, ¿es cierto que usted está durmiendo con los niños en el Hotel Carlyle?”La esposa de Kissinger, Nancy, intentó estrangular a Ellen Kaplan, quien reportó el incidente a la policía y Nancy Kissinger fue arrestada por intento de homicidio.
Cuando el Nuevo Orden Mundial sea implementado, el mundo será muy diferente, prometió el masón Henry Kissinger, en una declaración: “No habrán quedado muchos, pero todo será mejor para la gente”. Se trata de un notable pensamiento humanista.

Referencias bibliográficas:
[1]Jüri Lina; “Under the Sign of the Scorpion” – The rise and fall of the Soviet
Empire; Referent Publishing; 2 Nd Edition; Estocolmo; 2002. Pueden encontrarse ediciones
electrónicas completas, sin cargo, en Internet.
[2]Jüri Lina; “Architechts Of Deception” -The concealed History of Freemasonry;
Referent Publishing; Estocolmo; 2004.
Pueden encontrarse ediciones electrónicas completas,
sin cargo, en Internet.
Notas del Editor:
(1)VOBB: Hace referencia a la “major German Jewish Masonic Lodge”, según lo informa la página de Internet “Nazi Persecution of Freemasonry”;www.freemasonsfreemasonry.com/ushmm.html.

Transformada en una institución internacional después de 1974, dividió al planeta en distritos: Europa continental es el distrito 19. Fue reconocida por la UNESCO, la OMS, la ONU y el Consejo de Europa; en 1998 abrió una oficina en Bruselas…” Según Pierre de Villemarest “un buen número de dirigentes del B’nai B’-rith ocupa lugares prominentes en la administración norteamericana, especialmente en los equipos presidenciales. Lo cual no tiene nada de asombroso si se admite que el 51% de los puestos claves gubernamentales son detentados por la comunidad judía”. Por eso, además de Madeleine Albright, ya mencionada, William Cohen es titular de Defensa, mientras que Samuel Berger es el número uno del Consejo de Seguridad.
La imagen de la B’nai B’rith es necesariamente difusa (vaporosa), porque es muy escasa la información concerniente a ella. “Nada en la biblioteca nacional, prácticamente nada en la biblioteca del Congreso de Washington y nada de nada en la biblioteca británica de Londres”. Es
demasiado poco para una organización de su importancia. La B’nai B’rith desearía siempre pasar por una simple organización humanitaria que “inventó el derecho de injerencia y la ayuda humanitaria, más allá de la ley”. Se puede, sin embargo, percibir lo diferente de su accionar real, particularmente en Francia, donde su comportamiento es desembozadamente político y polémico.
En Francia, la B’nai B’rith tiene fuerte presencia en más de cuarenta agrupaciones.
Su especialidad consiste en combatir por todos los medios al Frente Nacional (reproduciendo aquí las funciones de la Liga Anti-Difamación norteamericana). Ha respaldado, por ejemplo, un libro “ compuesto extensamente por fichas nominales de policía, que a juicio de muchos observadores se trata de una verdadera obra de fichaje y delación, digna de la policía intelectual denunciada por A. Kriegel”. La obra lleva por título “Las derechas nacionales y radicales en Francia”. Con fundamento, entonces, se atribuye a la B’nai B’rith, el verdadero pánico que parece haberse sembrado entre los principales dirigentes opositores de ser sospechados de connivencias electorales con el Frente Nacional. Un artículo de “Monde”(26.3.1986), aunque reticente, revela los “compromisos ante la comunidad asumidos en los foros…-donde participa la B’nai B’rith- de no aliarse en ningún caso con el Frente Nacional”. Desde cualquier punto que se la mire, se está muy distante de los objetivos humanitarios alegados. En cambio, los lazos de la B’nai B’rith con LICRA están a la vista, como también la evidencia de que la B’nai B’rith “igualmente ha contribuido en gran forma, a la adopción de la ley Fabius-Gayssot del 13 de junio del 1990 que instituye el delito de opinión revisionista”(3).
Como se observa, la B’nai B’rith no duda en inmiscuirse directamente en la vida política de los Estados. Y lo puede hacer cómodamente ya que sus propios miembros suelen ejercer altas funciones públicas: la Vª República tuvo por lo menos, tres ministros pertenecientes a la B’nai B’rith. Esta organización sabe cuidar sus relaciones y recompensar a los dirigentes que aprecian su accionar, en particular sobre las cuestiones de los Derechos Humanos y de la tolerancia. Ha de entenderse, desde ya, que solo protegen a personas o agrupaciones “políticamente correctas”. No causará, entonces, ninguna sorpresa, saber que el 16 de febrero del 2000, Jacques Chirac, gran perdonavidas de los herejes austriacos, “fue condecorado por dirigentes de la Liga Anti-Difamación de la B’nai B’-rith en presencia de F. Rohatyn, embajador de los EE.UU. en Francia, de las autoridades del CRIF, y del Congreso judío europeo (4). Curiosamente esta noticia no provocó la atención de los mass-media...”.
Resulta entonces, que el poder de influencia del B’nai B’rith es considerable. Pese a su arraigada implantación en Norteamérica, siempre parece difícil trazar una distinción entre su influencia propia y la específica de los EE.UU. Cabe preguntar: ¿cómo imaginar que una palanca tan poderosa no sea utilizada por este país en el cuál se alberga la fracción más notable?
De cualquier manera, tal fue el caso en 1945. Ese año, el banquero James Paul Warburg había sido encargado de estudiar la política a aplicarse en la Alemania nacionalsocialista vencida (5). Fue cuando, para tener en sus manos a ese país - además de la carta de penetración económica- se decidió juzgarlo por su culpabilidad, explotando a fondo los horrores del genocidio perpetrado por el régimen hitleriano.
Resultó muy eficaz y la República Federal Alemana pasó a convertirse en el más celoso servidor de la OTAN; también es cierto que el Ejército Rojo acampaba en sus fronteras.
Es preciso rendirse a la evidencia: se trata de un conjunto de redes semi-clandestinas interconectadas; alimentadas y coordinadas por una selecta clase dirigente ejecutiva mundial. El hecho de que una buena cantidad de sus responsables exhiban varios “cascos”(CFR, Trilateral, Bilderberg, B’nai B’rith…) disminuye el número real y concentra, mientras tanto, su poder más que en la generalidad, en la discreción, trabajando con sincronizada perspectiva para la instauración progresiva del “Nuevo Orden Internacional”, fundado únicamente sobre criterios económicos y con mayoría referente a los intereses de los EE.UU.
Periódicamente, un buen número de los “medios de comunicación “y de factores diversos de opinión, ridiculizan (o dan un tratamiento algo a la chacota) a la idea misma de organizaciones ocultas o clandestinas.
Uno preferiría creer que obran así por incultura o por estupidez. Es más lógico que tiren “cortinas de humo “a sabiendas en la periferia de una nebulosa compleja cuya eficacia requiere a menudo el secreto o, cuanto menos, la ausencia de publicidad. Allí encuentran su interés, puesto que allí están las fuentes y factores de poder.
Se ha visto la misma comedia mediática durante los setenta años del reinado soviético. Los “bien intencionados “no tenían más que expresiones despectivas hacia los “maniáticos del complot”, que hablaban del aparato clandestino de la Internacional y de los partidos comunistas. La apertura, parcial por supuesto, de los archivos de Moscú, los hizo callar súbitamente.
Al igual que en el “Oriente complicado”, los asuntos del mundo no son tampoco transparentes como para creer en ellos en una lectura a primera vista. Hay que aprender a ver “al otro lado del observador”.
Todo el problema deriva de nuestra falta de cultura de información, precisamente en la era de la información, el cual puede costarnos el espacio de potencia influyente. Este capítulo puede haber descorrido algunos velos sobre realidades subterráneas - aparte de desagradables - de la política de los EE.UU. De cualquier modo, su eficacia es asombrosa - particularmente respecto a Europa -eficacia tanto mayor cuanto que reposa sobre una estrategia global.

Referencias:
(1)“La inquietante evolución americana”, P.Hofstetter, 1976, Editorial Los siete colores.
(2)Las citas concernientes al B’nai B’rith fueron tomadas del libro de E. Ratier, “Misterios y secretos del B’nai B’rith”, Ediciones Facta, 1993.
(3)Se sanciona penalmente, por ejemplo, el cuestionamiento del holocausto.
(4)“Cuadernos del Centro Europeo de Información”; Marzo 2000.
(5)Georges Virebeau, “Pero, ¿quién gobierna a
América? Editorial Henri Coston; 1995.

La sigla www (World Wide Web) ó Telaraña extendida sobre el mundo) se ha hecho familiar para unos ciento cincuenta millones de personas que, sobre los cinco continentes, están hoy en día conectadas a Internet. Esta “red de redes “constituye una suerte de telaraña electrónica planetaria, absorbiendo una creciente proporción de informaciones intercambiadas entre los hombres... para el mayor provecho del promotor del sistema, los Estados Unidos de Norteamérica. Sin embargo, Internet no representa más que una parte en los puntos de un hilo conductor concebido como instrumento global de soberanía. Para demostrarlo examinaremos sucesivamente: la política exterior norteamericana; las redes ocultas mediante las cuales despliega su influencia bajo la cobertura de la globalización; y por último, los medios técnicos y humanos de información al servicio de una estrategia de dominación planetaria.
Los padres fundadores de Estados Unidos entendían, en 1787, fundar una república, es decir “un gobierno de leyes y no de hombres”, antes que una democracia. Por lo demás, ésta última palabra no figura en la Constitución Federal, ni en la Declaración de la Independencia como tampoco en la Constitución de los cincuenta estados. Hamilton, acuñando una expresión en metálico, expresaba: “Somos un gobierno republicano: la verdadera libertad no se encuentra nunca en el despotismo ni en los extremos de la Democracia” (1).

El poder de influencia planetaria en manos de grupos ocultos.
Es en los británicos, donde hay que buscar el origen del concepto moderno de redes mundiales de influencia política discreta (o encubierta), mediante la formación, a largo plazo, de elites internacionales cooptadas.
Ello ha sido posible gracias al apoyo de la alta finanza y, en particular, de la banca israelita que juega en ello un rol decisivo.
El hombre que enunció la idea y la hizo realidad en las primeras mallas de red, es Cecil Rodhes (5). Hizo suyas las convicciones de John Ruskin, quien consideraba que los “hombres superiores” debían crear una sociedad, a partir de la cual ellos ejercerían su dominio o señorío casi absoluto sobre las naciones; en una carta a W.T. Stead, describía su sueño: “de unión con Norteamérica y de paz universal... Yo quiero decir, de aquí a un siglo... y de una sociedad secreta, organizada como la de Loyola, sostenida por las riquezas acumuladas por aquellos que aspiran a construir algo”.
Las diversas etapas de su desarrollo fueron previstas ya sea por Rhodes mismo, ya sea por sus discípulos o por sus albaceas testamentarios, que en particular, sentaron las bases de las famosas becas Rhodes (Rhodes Scholarships), destinadas a promover a jóvenes talentos que surgieran - que siempre los hay. Así se desplegó, con el correr de los años, una compleja red, tejida en mallas aparentes o invisibles, cuya mayor parte existen todavía y funcionan muy bien. Por lo que concierne sólo a los EE.UU., pueden señalarse los siguientes organismos constitutivos (se omite su desarrollo, en razón de que algunos de ellos ya fueron suficientemente tratados en otros artículos que se publicaron previamente en Patria Argentina):
• 1919-1922 - Creación del CFR
• 1954 - La Conferencia Bilderberg
• 1971 - El foro de Davos
• 1973 - La Trilateral

 

La B’nai B’rith (Hijos de la Alianza)
El panorama ya descrito acerca de la telaraña globalista bajo dominio norteamericano no puede ser total. Sin embargo no puede soslayarse una referencia a la B’nai B’-rith (Hijos de la Alianza), organización en gran parte secreta, reservada a los israelitas, cuya cabeza y dirección tiene sede en los Estados Unidos y cuyas ramificaciones abarcan la dimensión planetaria de la diáspora. “La elite internacional de las diversas comunidades judías, desde Sigmund Freud hasta Albert Einstein, son o han sido sus miembros. Se trata, entonces, de la más antigua, de la más vasta y, sin duda, de la más influyente organización judía internacional”.
“Fundada en 1843, en Nueva York, junto a Wall Street, la primer B’nai B’rith se organizó en logias masculinas y femeninas según el modelo masónico. Llegó a integrar varios cientos de miles de miembros (número en disminución), de los cuales, en 1987, había 137.000 norteamericanos.

La telaraña sobre el mundo - “La logia masónica B'nai B'rith”