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De:
ENCUESTA DE IMPACTO: El 29%
de los estadounidenses apoyan la división de Estados Unidos en países
regionales
¿Ocurrirá Calexit?
20 de febrero 2021
Richard Moorhead
Una nueva encuesta indica que más de una cuarta
parte de los estadounidenses se han resentido con la propia Unión y apoyan la
división de la nación en uniones regionales soberanas.
El 29% de los estadounidenses apoya la idea de que su
propia región se separe de la Unión y se convierta en un país soberano. La
encuesta sobre el tema realizada por Bright Line Watch, una organización
neoliberal, sugiere que el apoyo a las ideas secesionistas ha aumentado
considerablemente en la última década, y las encuestas
de 2014 indican que poco menos del 24% de los
estadounidenses apoyó la secesión regional.
El grupo demográfico que más apoyaba la secesión
eran los republicanos del sur, con el 50% de ese grupo demográfico apoyando la
noción de secesión del sur. El apoyo de los partidos a la secesión
regional por región generalmente dependía del partido político predominante en
el área.
Sólo el 10% de los estadounidenses apoyan
"firmemente" la noción de secesión regional, un desarrollo que se
espera de una propuesta tan drástica. Casi el doble de encuestados (19%)
apoyan algo la idea de la secesión regional. Los republicanos eran mucho
más propensos a apoyar la idea de la división nacional; aunque notable, los
independientes fueron los que más apoyaron el concepto en general.
Los demócratas en el noroeste del Pacífico y
California fueron los grupos demográficos que más apoyaron la secesión fuera
del sur de los Estados Unidos, con un 41% apoyando una secesión
regional. La homogeneidad política de los tres estados continentales más
occidentales podría hacer que esta perspectiva sea la más realista en las
próximas décadas.
Bright Line Watch obtuvo los datos mediante
consultas a 2.700 estadounidenses en todo el país desde febrero hasta enero.
Es difícil imaginar que una región de los Estados
Unidos intente separarse en un futuro cercano, una propuesta que crearía
preguntas sin precedentes sobre la gobernanza y la economía nacional para los
ciudadanos del nuevo país soberano. Sin embargo, con
los estadounidenses más divididos que nunca, es
poco probable que el sentimiento secesionista se debilite en los próximos años.
