ESPAÑA: UNA CABEZA DE TURCO.
Reenvíalo, es bueno abrir los
ojos a la gente, aunque es inútil, yo ya me he dado cuenta que cada uno se
entera de lo que le interesa y obra tal cual, así nos va.
Me parece uno de los mejores mensajes de
Galerón. Estoy totalmente de acuerdo con él. Lo que dice, lo pienso igual, está
claro que es la verdad de lo que que está ocurriendo. Y tiene el valor de
escribirlo. Frente a los que dicen que "Los protocolos de los Sabios de
Sión" es una invención y cosas así, podemos decir que son totalmente
verdaderos. No tenemos pruebas documentales, pero tenemos a la vista la prueba
de los hechos. Basta repasar todo ocurrido desde la I Guerra Mundial hasta
ahora.
España: una cabeza de turco. ¿Qué está sucediendo en España?
Como respuesta a esta
pregunta, nunca he olvidado la entrevista que tuve en Santa Cruz de la Sierra
(Bolivia), en el año 2007, con un profesor de la Sorbona de París, que estaba
de paso en Bolivia; doctor en Ciencias
Políticas. Nos presentó el director de la sociedad de Historia de dicha
ciudad boliviana. Este encuentro me permitió un intenso debate sobre historia
entre ambos, si bien, dado mi interlocutor, era yo quien estaba interesado en
recibir información.
Me impresionó su claridad y lo
“incorrectamente” político que era; dado su dominio del castellano, no hubo
problemas con el idioma. Han pasado ya unos cuantos años desde ese encuentro, y
de todos los diagnóstico que hizo durante la conversación, no ha fallado ni una
sola de las predicciones políticas que me hizo en su momento. No fueron pocas las ideas que me aportó pero
especialmente me dejó pensativo cuando matizó que Europa acabaría entregándose
totalmente al mundo musulmán.
En esos años del inicio
de la década del 2000, no existía el problema musulmán tal y como lo tiene
Europa en estos momentos, de manera que lo dicho en ese momento, era
notablemente visionario para el momento en que lo dijo. Cuando le pregunté
quién estaba detrás de todo esto, me dijo lapidariamente: “los dirigentes socialistas franceses, ya que
gran parte de ellos son judíos y masones; odian a muerte al cristianismo y la
herencia cultural que el cristianismo ha dejado en Europa”.
Era inevitable
preguntarle por España; por el análisis que hizo, era evidente que conocía
perfectamente todo lo que se movía dentro del escenario español. Resumo en
breves rasgos lo que me dijo, en cuanto que todos los pronósticos que hizo en
aquella tarde calurosa del trópico boliviano se ha ido cumpliendo con precisión
de relojero: Europa quedará bajo dominio
musulmán de aquí a unos 10 años aproximadamente; en este acontecimiento
participarán las propias autoridades políticas europeas. (Nadie puede negar en
estos momentos la realidad de este pronóstico).
El atentado terrorista
de Madrid, en la estación de Atocha el 11 de marzo del 2004, (murieron 200 personas), fue un atentado de
FALSA BANDERA; se acusó a los islamista de provocar el atentado, cuando en
realidad, los verdaderos autores no tenían nada que ver con los musulmanes;
eran todos occidentales. Utilizaron a delincuentes comunes de origen magrebí,
que no tenían nada que ver con el verdadero atentado.
El 11-M fue un golpe de
estado en toda regla, cuyo objetivo, no solo era provocar un cambio de régimen
en España, sino también colocar a Rodríguez Zapatero al frente del ejecutivo
español, con dos objetivos concretos:
1.- modificar el sistema de enseñanza en toda
España, imponiendo por la fuerza “educación para la ciudadanía”, y a través de
esto, cambiar los roles religiosos de la mentalidad popular.
2.- experimentar con España
un nuevo modelo de Ingeniería social, imponiendo por decreto el matrimonio
homosexual y la ideología de género. (Es evidente que todos estos puntos,
Zapatero lo cumplió con rigurosa obediencia masónica).
¿A qué viene ahora lo de
Zapatero? Pues precisamente porque
durante la conversación me dijo algo sobre el gobierno de Zapatero que, sinceramente,
no entendí bien en ese momento. Fueron unos años más tarde cuando comprendí el
contexto de lo que me dijo y, que curiosamente, quien me ayudó a desvelarlo fue
precisamente Miguel Ángel Revilla, presidente de la Comunidad Autónoma de
Cantabria, anteriormente llamada provincia de Santander.
Resulta que en un libro
que escribió en el año 2012, que leí personalmente, titulado “Nadie es más que
nadie”, y que publicó la editorial Espasa-Calpe, afirma en una de sus páginas,
que en un momento dado, Rodríguez Zapatero le llamó a su despacho en la
Diputación de Cantabria. En la conversación que mantuvo por teléfono con
Zapatero, éste le confirmó, (un mes antes de las elecciones generales), que él
iba a ser el próximo presidente de gobierno español. ¿Quién le había informado a Zapatero que iba
a ser el próximo presidente de gobierno, teniendo en cuenta que faltaban unas
cuantas semanas para las elecciones generales, y el candidato del Partido
Popular en ese momento, tenía mayoría absoluta en todas las encuestas?
Efectivamente, tras el
atentado de Madrid del 11 de marzo, Zapatero se convirtió en presidente de
Gobierno. Y esto es lo que de alguna forma vino a explicarme mi interlocutor
francés en aquella entrevista, pero que no comprendí en ese momento, hasta que a través de la
lectura del libro del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, pude
comprenderlo todo.
No es posible comprender nada de lo que está
sucediendo en estos momentos en España, sin una alusión directa al papel de la
masonería en el contexto de la política nacional. Y es precisamente este
contexto masónico, lo que hace que mi memoria histórica se traslade a una
entrevista acaecida en Madrid en la década de los años 50, entre el jefe del
Estado, que entonces era el general Franco y el secretario de Estado
norteamericano Foster Dulles, que en esos años, estaba al mando de las
relaciones exteriores con el presidente
Eisenhower. En cierto momento del encuentro le dice Franco a Dulles: "Estoy
convencido de que la masonería es muy buena en Inglaterra para Inglaterra; lo
malo es que en España sigue siendo muy buena para Inglaterra.
Esta declaración de
Franco, dicho en el contexto que las pronunció, tenía un peso específico,
teniendo en cuenta que, Foster Dulles se entrevistaría posteriormente con los
responsables ingleses del Foreing Office.
Dicho de otra forma y para que podamos comprender todo esto, Franco
sabía que las poderosas logias masónicas inglesas, así como la francmasonería
francesa, eran quien en realidad dirigían y siguen dirigiendo la masonería
española. Podemos decir aquello de que,
a buen entendedor pocas palabras bastan.
Franco sabía que el objetivo último de las
poderosas logias masónicas anglosajonas, (unidas a la francmasonería
francesa), no eran otras que desintegrar
España en el ámbito político en primer lugar y, destruirla moralmente, en
segundo lugar.
Y es aquí donde se halla
el enigma de todo lo relacionado con el ex-presidente de gobierno español
Rodríguez Zapatero, que dirigió España durante dos legislaturas. Si
históricamente exceptuamos a Carlos II el Hechizado, no ha existido en la
historia de España un tipo más inútil y descerebrado que Zapatero. De todas
formas, hacia Carlos II el Hechizado hay que hacer una justa defensa hacia este
desgraciado rey de España, en cuanto que su deficiencia era resultado de una
tara genética, de lo cual no era culpable, mientras que así no ha sido en el
caso de Zapatero. Sin embargo, por aquello de que también hay que ser sincero,
habría que reconocerle a Zapatero su más que notable virtud de la “obediencia”
hacia las logias masónicas; pero esta obediencia hacia sus
"superiores", siempre estuvo revestida de traición hacia el propio
Estado.
Dentro de las categorías existentes de la maldad humana,
este ex-presidente del gobierno español, jamás superó el calificativo de
imbécil incurable; la razón es muy simple: para ser malo, hay que ser muy
inteligente; grado que jamás alcanzó este individuo. Alguien me pasó
información de que en los últimos años de su legislatura estuvo en tratamiento
psiquiátrico, pero este dato se ocultó para evitar que le obligaran a dimitir
por “razones de Estado”. No hay ninguna duda que detrás de este personaje,
había personas muy poderosas que le protegieron contra viento marea.
¿Por qué saco a relucir
las declaraciones de Franco a Foster Dulles sobre la masonería, y de por medio
introducimos a Zapatero? Sencillamente porque los republicanos que gobernaban
España en la década de los años 30, quienes finalmente hicieron estallar la
guerra civil del 36, eran masones en su gran mayoría, y su objetivo era
convertir a España en una república soviética.
La situación actual es notablemente parecida.
Quienes gobiernan
actualmente España, son prácticamente masones en su mayoría y, esto, es
independiente a que sean del PP, del PSOE, o del mismo PODEMOS; en cuanto a
este último, no es un secreto para nadie que este partido político es masónico
hasta en el aire que respiran.
Aclararemos finalmente
una anécdota que viene a dar notable claridad a lo que estamos viviendo;
resulta que hace solo tres semanas,
escuché en los medios informativos las declaraciones de Manuel Valls, Ministro
del Interior francés de origen catalán; sus
palabras eran toda una declaración de principios: “Francia jamás
permitirá ninguna división territorial ni más lenguas que la francesa”.
Si tenemos en cuenta que
Manuel Valls es miembro destacado de la francmasonería francesa, esa
declaración mues-tra claramente las líneas que están siguiendo respecto a
España: desintegrarla al precio que sea.
Al afirmar que Francia nunca permitirá ninguna división territorial, se
estaba refiriendo con toda claridad a las “autonomías españolas”, causa
principal de la desintegración de España, las cuales fueron introducidas a
partir de la transición del 78 por los masones españoles, pero siguiendo
órdenes de la francmasonería.
¿Una prueba de todo esto?:
Cataluña. No hay ninguna posibilidad, lo
mismo que en todo el contexto español,
de entender lo que está sucediendo en Cataluña sin el componente
masónico; nadie puede negar en estos momentos que Cataluña no sea una
secta. Dicho de otra forma, ¿por qué no
sucede el mismo liberalismo autonómico en países como Francia e Inglaterra? La
respuesta ya la dio Franco al secretario de estado norteamericano Foster
Dulles: "…la masonería es muy buena en Inglaterra para Inglaterra; lo malo
es que en España sigue siendo muy buena para Inglaterra."
Es decir, Franco ya
predecía que el objetivo final, tanto de Francia como de Inglaterra, nunca
sería otro que desinte-grar a España. ¿Qui prodest?, es decir, ¿a quien
beneficia?
Cuando nos despedíamos tras una larga
conversación en la calurosa ciudad boliviana de Santa Cruz, me dijo mien-tras
nos dábamos la mano: “De los gobiernos
que ha tenido España en la etapa democrática, ninguno se ha visto libre de las
órdenes recibidas de Europa para imponer restricciones, pero de manera
solapada, siempre ha apoyado a los grupos anti sistemas.
Más claro, agua.
Damián Galerón