LO DE
CHARLIE HEBDO ES DEMASIADO PARECIDO AL 11/S
La
hipocresía esquizofrénica de la prensa occidental
Javier
Llorens – Enero 2015
Contenido
El
doble cartabón de la prensa occidental y de la libertad de expresión. 1
Las
“bromas pesadas” de Occidente en Africa y Medio Oriente. 3
¿Quién
fue realmente el autor físico o intelectual en este mundo de maquiavelos?. 5
Las
tres tesis subsistentes. 7
Lo
de Charlie Hebdo es demasiado, demasiado, parecido al 11/S, con todas sus
implicancias. De entrada hubo caricaturistas que se encargaron de enfatizarlo,
sin darse cuenta de los alcances de la metáfora, dada las enormes dudas que
subsisten en relación a ese decisivo acontecimiento de 14 años atrás. Que
dieron origen a las invasiones ilegales a la luz del derecho internacional, de
Irak y Afganistan por parte de EEUU, acarreando cientos de miles de muertos, y
la siembra del caos en esos países. Como desmesurada y demencial represalia de
las 3.000 víctimas provocadas por la caída de las Torres Gemelas.
A
las que luego, para legalizarlas con la intervención de la ONU, EEUU se vio
obligado a compartir el petróleo iraquí con Rusia, China, y Francia,
integrantes permanentes del Consejo de Seguridad, que se habían opuesto en esa
aventura, pero que no obstante no desecharon compartir ese lucrativo negocio.
El
doble cartabón de la prensa occidental y de la libertad de expresión
Inmediatamente
después del hecho, se puso en marcha una extraordinaria usina mediática
occidental, para con doce lamentables asesinatos, construir un mega
acontecimiento mundial. Todo lo contrario que hizo con el atentado de la isla
de Utoya perpetrado en el 2011 por el fanático sionista pro israelí Breivik,
que costó la vida de 77 adolescentes noruegos indefensos, y otros cien heridos.
Que se habían reunido allí para propiciar un boicot a Israel por la cuestión
palestina, a los que fue rematando fríamente uno por uno.
A
esa descomunal masacre la hipócrita prensa
occidental no solo la minimizó, sino que además oculto la ideología
antimusulmana y proisraelí de su enajenado autor. Que perpetró ese homicidio
masivo, en el mismo día en que Israel festeja el aniversario de la voladura del
Hotel King David por parte de terroristas judíos, bajo la proclama “fuera
ingleses de Palestina”. Que Breivik parangonó con su proclama “fuera musulmanes
de Europa”.
Se
trata de la misma prensa que defiende estentóreamente una irrestricta de la
libertad de expresión, hasta el extremo de considerarla, según sostenía el
asesinado director de Charlie Hebdo, Stéphane Charbonnier, como “el
derecho ofender”, quien no obstante no
parece haber calibrado adecuadamente los riesgos que ello implica. Al mismo
tiempo que en esos avanzados países, ejerciendo un moderno oscurantismo
medieval, como en los tiempos de la Santa Inquisición, se condena con varios
años de prisión a quien se atreva a poner en duda la cantidad de víctimas del
Holocausto.
O
al que efectúe análisis demográficos, demostrando que hubo más judíos después
de la 2da Guerra Mundial, que antes de ella, pese que supuestamente fue
exterminada la mitad de su población. O al que ponga en duda la existencia de
cámaras de gas, sobre las que hay que creer a pie juntillas, aunque no existen
sus chimeneas, como si se tratara del misterio de la divinidad de Jesús o la
virginidad de María.
Ante
cuya mínima duda procedía la Santa Inquisición, que también le ordenó a Galileo
Galilei que abjurara de sus teorías heliocéntricas, si no quería terminar para
siempre con sus huesos en un calabozo. Logrando Galileo con ella, que la
prisión perpetua a la que había sido condenado, se redujera a prisión
domiciliaria. Cosa que hoy sucede en forma parecida, si en Europa alguien se
atreve a cuestionar el Holocausto.
El
cual parece ser la piedra fundacional de la existencia del estado de Israel, y
la justificación para su intromisión en Medio Oriente, cuyos lamentables
efectos colaterales están lejos de haber acabado. Habiendo coincidido
casualmente, el aliento por parte de las potencias occidentales, para la vuelta
del pueblo judío a la tierra prometida por Yahvé, a la par que el Medio Oriente
se revelaba como la reserva estratégica del petróleo del mundo.
Y
en consecuencia el paso de Suez, que comunica el mar Mediterráneo con el Rojo,
en donde tiene puertos Israel por el caprichoso dibujo que se hizo de sus
límites, se convertía en la estratégica yugular de ese hidrocarburo, cuya
disponibilidad desvela a las potencias industriales. Pasando así a desempeñarse
Israel como la punta de lanza, o carne de cañón de las potencias occidentales
en Medio Oriente.
Esta
misma prensa que proclama la sagrada libertad de expresión, se mostró indignada
y rajó sus vestiduras, porque humoristas y caricaturistas iraníes se referían
al Holocausto como el Holocuento o Holoinvento. No obstante si el provocativo y
desafiante Charlie Hebdo se hubiese ensañado con el judaísmo, como lo hizo con
el islamismo, hace tiempo que habría sido cerrado por antisemita. Y si se hubiese referido al Holocausto de la
misma manera, poniendo en duda sus alcances, seguramente sus editores hoy no
estarían muertos, sino presos.
Se
ha producido así una notable inversión de la culpa. En la que la Europa
cristiana, que culpaba al pueblo judío por la pasión de Cristo, ahora abandonó
al cristianismo, y cultiva la religión laica y secular que tiene como centro la
pasión del Holocausto. Del que se culpa al cristianismo por haber inculcado el
odio contra los judíos. Y así el santoral cristiano ha sido reemplazado en los
medios occidentales, por sucesivas notas y películas lacrimógenas, referidas a
las supuestas víctimas del Holocausto. Como si fuera el único sufrimiento
acaecido en el mundo, en la espeluznante historia de la humanidad.
Las
que casualmente abundan más, cada vez que Israel acomete o está por acometer
una de sus periódicas salvajadas en Medio Oriente, por fuera de la ley
internacional. Igual que hacía el cristianismo europeo con la pasión de Cristo,
a la par que bajo el emblema de la cruz
acometió sus salvajes conquistas de América y Africa, que costaron
millones de víctimas. Pasado del que parece haber olvidado enteramente la
supuestamente civilizada Europa, como si en su vejez sufriera de Alzheimer. Y
por eso tampoco recuerda gran cosa de las dos guerras mundiales totales que
junto con EEUU protagonizó en el siglo pasado, con sus 70 millones de víctimas,
que son la máxima vergüenza en que incurrió la humanidad.
Actualmente
la censura de los medios proisraelíes occidentales en algunos casos llega a
límites ridículos. Como es por ejemplo
el caso de CLARIN, que se empeña en ocultarle a su audiencia, el origen judío de Hildebrand
Gurlitt. El colaborador de Joseph Goebbels, del que recientemente se descubrió
que había acopiado durante el régimen nazi 1.500 obras de pintores famosos,
valuadas en mil millones de euros. CLARIN reprocha que existe el relato K, pero
él por su parte le cuenta a su audiencia el relato C o M.
Este
es el doble cartabón esquizofrénico que parece existir en Occidente, respecto
la supuestamente sagrada libertad de expresión. Y el derecho según afirmó
estólidamente el periodista Luis Basset de El País de Madrid, a la blafesmia,
la intolerancia, y la ofensa gratuita e impune al otro. Denunciando de paso la
invasión del califato a Europa, pese a que la realidad es desde hace siglos
exactamente inversa.
A
lo que el notable lingüista holandés Teun Van Dijk pareció responder, diciendo
que la prensa enfatizó mas el “ataque a libertad de expresión”, que el terrible
crimen de doce personas. Apuntando que “la libertad de expresión está mucho más
amenazada por gobiernos y compañías multinacionales. Si no se publica un
artículo de un periodista eso es especialmente
porque, según redactores o propietarios, no se vende”.
Por
por su parte la corresponsal en Europa de CLARIN, María Laura Avignolo, cayendo
en una desmesurada hipérbole fuera de contexto, blondamente dijo desde Paris
que se había asesinado el humor y la risa, y ejecutado la sonrisa y la
capacidad de ironizar de Francia.
Las
“bromas pesadas” de Occidente en Africa y Medio Oriente
Lo
único que le faltaba decir a Avignolo, que los salvajes musulmanes no se
aguantan ninguna broma pesada occidental. Como la discriminación y desprecio
que sufren en la Unión Europea, que los ha convertido en los nuevos judíos de
Europa. Pese que en Francia la mayoría de ellos provienen de las colonias
francesas en Africa, donde el ejército francés desarrollo sus tremendas
doctrinas de terrorismo de estado y “guerra sucia”, que luego se hicieron
extensivas a todo el mundo, especialmente a Argentina y Latinoamérica. Y donde
el OAS (Organización del Ejército Secreto) hizo innumerables atentados que
costaron mas de dos mil víctimas, el 85 % de ellas musulmanas.
Las que no obstante, como pesadas bromas macabras
occidentales, están lejos de haber terminado. Dado que Francia y la OTAN en
nombre de la civilización, siguen sembrando el caos en los países musulmanes,
tal como hicieron hace poco en Libia. A la que retrocedieron a un siglo atrás,
a sus luchas tribales, destruyendo el gobierno centralizado existente, que mal
que pese era líder en Africa. Y lo mismo hace Israel como fuerza de ocupación
en Palestina, impidiendo la existencia de un estado palestino, y bombardeando
periódicamente a Gaza, como si se tratara de un polígono de tiro.
Al
respecto ni el Sumo Pontífice Francisco se animó a decir que se trataba de “una
violencia abominable”, como hizo con respecto las víctimas de Charlie Hebdo.
Como si el oficio de un supuesto periodismo dedicado a la burla mordaz e
impiadosa del otro, les diera un estatus especial ante la muerte. Muy por
encima de los ancianos, mujeres, y niños muertos de a miles en Gaza, además de
las demencial destrucción de su infraestructura civil.
Francisco
se quejó además de la persecución que sufren los cristianos en Medio Oriente y
en el mundo musulmán. Pero a la par ni se animó a condenar la violencia y
agresión permanente que sufre el pueblo musulmán por parte de Occidente, como
si se tratara de una moderna y extemporánea cruzada. Que no va en busca del
Santo Grial como en el Medioevo, sino de asegurarse el negro petróleo. Y por
contrario, recientemente legitimó cristianamente esa agresión, dirigida contra el ultraterrorismo
islámico de ISIS en Siria, sin esmerarse en manera alguna en cuestionar sus
causas, o posibles derivaciones.
Provenientes
del hecho que EEUU y la OTAN, han adquirido así el dominio del aire sobre
Siria, replicando la misma situación que se dio en Afganistan, Irak, y Libia,
con la que sembraron el caos elemental en esos países, de los que parece
imposible que se puedan recuperar. Y menos aún condeno a quienes apoyaron y
financiaron el ISIS, que no fueron otros que los aliados de la OTAN y EEUU, Turquía, Arabia
Saudí, y Qatar. Conforme la antigua táctica romana e inglesa, de hacer chocar a
un bárbaro, contra otro aun más bárbaro. El que con sus degollamientos masivos
filmados en HD, para secreto contento de EEUU e Israel, se encargó de resucitar
la doctrina del choque de civilizaciones, ideada por el israelí norteamericano
Bernard Lewin, y divulgada por Samuel Huntington con su libro con ese título.
En
la cuenta además hay que sumar a Irak, Yemen, Somalía, Afganistan, etc, donde
la OTAN y EEUU como modernos cruzados, se han especializado en guerras sin
esperanza de victorias, con cientos de miles de víctimas musulmanas, y un
tendal de millones de musulmanes desesperanzados carentes de destino. Cuando
mucho más sencillo sería dejar en paz a esos países, y procurar que resuelvan
de la misma manera sus diferencias intestinas, en lugar de explotarlas
maquiavélicamente. Pero claro, detrás de ello está el petróleo, la geopolítica, y la amenaza china a la
hegemonía norteamericana.
Demostrando
el irrefrenable espíritu de codicia que mueve desde siempre a Occidente,
disfrazado antes de religión cristiana, y ahora de democracia y supuestas
buenas intenciones, Charlie Hebdo se propone ahora lucrar con la emisión de un
millón de ejemplares. Gracias no a la pluma de sus redactores, sino a sus
redactores muertos. Los que permitirán con su muerte que sobreviva esa
publicación, que enfrentaba serios problemas financieros. En lugar de
reflexionar sobre esas trágicas muertes, y los efectos colaterales que puede
traer atacar a mansalva impunemente, con violencia simbólica y física,
menospreciando y desquiciando una cultura ampliamente extendida.
¿Quién
fue realmente el autor físico o intelectual en este mundo de maquiavelos?
Cuando
lo bolcheviques tomaron el poder, se enteraron que los terroristas anarquistas
más sangrientos, eran los agentes secretos del Zar. Quienes de esa manera
justificaban que este descargara una feroz represión sobre su pueblo.
Por
su parte Charlie Moore, un militante del ERP (Ejército Revolucionario del
Pueblo) que en 1974 se quebró y pasó a colaborar con el D2, el departamento de
inteligencia de la policía cordobesa, atestiguó públicamente que los
integrantes del mismo, respondiendo a órdenes de integrantes del 3er Cuerpo de
Ejército comandado por el general de triste memoria Luciano Benjamín Menéndez,
salían a colocar bombas contra las organizaciones civiles, sindicales y
religiosas, poniéndole a esos atentados la firma de Montoneros. De esa manera
agudizaron el caos y el miedo en la sociedad, para justificar psicológicamente
el sangriento golpe de estado de 1976 que vino poco después.
Estos
atentados de “falsa bandera” son tan viejos como los servicios de espionaje.
Pero además siempre hay a mano alguna célula de exaltados, de los que los
servicios de inteligencias se sirven, infiltrándolos y excitándolos a acciones
extremistas, que por efecto rebote les permiten llevar agua a sus molinos. Como
parece ser el caso de Quebracho en Argentina, y sus lazos con la SIDE.
Y
también la oscura toma del cuartel de La Tablada en 1989, comandada por el
inescrutable Gorriarán Merlo, a quien el imparcial camarógrafo Carlos Reyes
dice haber visto en un vehículo militar a cuatro cuadras del cuartel, mientras
se reprimía la toma del mismo. Durante la cual, como si se tratara de replicar
adrede un módulo de guerra sucia, la represión se encargó que hubieran muertos,
torturados, y desaparecidos, razón por la cual esa causa judicial aún no se ha
cerrado. Ataque que tuvo el efecto de detener por largo tiempo la política de
derechos humanos inaugurada por Alfonsín, y permitió que Menem dictara los
indultos a favor de los jefes militares procesados.
Y
en este caso el clásico ¿cui bono? investigativo ¿a quién beneficia el
atentado? es bastante claro. A Israel, que proclama estentóreamente urbi et
orbi su lucha contra el terrorismo islámico, para justificar su negativa a
reconocer un estado palestino. Al mismo tiempo que evidencia un gran enojo,
porque la Autoridad Palestina planea denunciar a sus autoridades ante la Corte
Penal Internacional, por terrorismo de estado y crímenes de lesa humanidad, por
la ocupación ilegal de Cisjordania, y las 2.000 muertes que recientemente
perpetró en Gaza, sin contar las anteriores. De las cuales dos terceras partes
eran ancianos, mujeres y niños.
Y
en momentos en que el primer ministro Benjamín Nentanyahu enfrenta pronósticos
adversos ante las inminentes elecciones a realizarse en Israel, convocadas
anticipadamente para marzo próximo, porque en su sociedad han surgido otras
demandas, más allá del conflicto con los árabes y el islam. Y acontecimientos
como este, vuelven a poner a esta cuestión en el centro de la agenda, tal como
se esmeró en dejar en claro Nentanyahu tras el atentado. Quién como si lo
estuviera esperando, inmediatamente
después envió sus condolencias al presidente francés Francois Hollande, “por el
salvaje ataque terrorista” sufrido, afirmando que "este ataque a Francia
es un ataque a todos nosotros. Las personas libres de cualquier parte debemos
unirnos para confrontar el terrorismo radical islámico, y para protegernos
contra la amenaza a nuestra civilización común".
Y
como si no fuera suficiente, al día siguiente Netanyahu siguió con la misma
cantinela, al recibir al embajador de Francia en Israel, Patrick Maisonnave,
diciendo “estos terroristas matan a periodistas en París, decapitan a
cooperantes humanitarios en Siria, secuestran a colegialas en Nigeria, hacen
explotar iglesias en Irak, masacran a turistas en Bali, lanzan cohetes contra
civiles desde Gaza, y aspiran a fabricar armas nucleares en Irán. Aunque lleven
diferentes nombres como Estado Islámico, Al-Qaeda , Hamas, Hezbolá, o Guardia
Revolucionaria, están todos impulsados por el mismo odio y el mismo fanatismo
sediento de sangre… Este es un combate global que requiere una amplia ofensiva
contra las fuerzas del islam radical en todo el mundo.”
Es
oportuno recordar que Nentanyahu fue elegido por primera vez primer ministro de
Israel en 1996, desplazando al laborismo que pugnaba con un acuerdo con los
palestinos, después de una ola de ataques suicidas palestinos contra civiles
israelíes; de los atentados contra la embajada israelí y la AMIA en Argentina;
y del inexplicable asesinato del primer ministro Isaac Rabin, por parte de un
fundamentalista israelí, que traspasó los sucesivos círculos de seguridad de
este, como si no existieran. Además los servicios de Israel han sido acusados
de haber estado al tanto previamente de los sucesos del 11/S, tal como se puede
ver en Wikipedia.
http://es.wikipedia.org/wiki/Conspiraciones_del_11-S#cite_note-86.
Por
su parte Kurt Sonnenfeld, actual residente en Argentina, era un agente del FEMA
(Federal Emergency Management Agency) agencia gubernamental que tiene a su
cargo el seguimiento de las catástrofes y desastres naturales que ocurren en
EEUU. Como camarógrafo tuvo a su cargo la documentación en imágenes del “Ground
Zero”, el centro neurálgico del ataque del 11/S. Luego de filmar y fotografiar
los rescates y la remoción de escombros, llegó a la conclusión de que
Washington sabía lo que iba a pasar, y que los derrumbes de las torres fueron
demoliciones controladas, razón por la que guardó el respaldo de sus
filmaciones. Por ello se considera un émulo de Julian Assange y Bradley
Manning, dado el empeño puesto por EEUU en extraditarlo, conforme narra en su
libro “El perseguido” publicado por Planeta. http://www.elperseguido.net/
No
obstante la Corte Suprema argentina, tras dos intentos fallidos previos por parte de la embajada de los EEUU,
recientemente concedió la extradición de Sonnenfeld a EEUU, bajo el compromiso
con una nota verbal que antes había sido rechazada, de que no se le aplicaría
la pena de muerte, por el supuesto asesinato de su mujer. Del que Sonnenfeld
fue acusado y declarado inocente, y respecto el cual supuestamente habrían
aparecido nuevas pruebas en EEUU.
Es
notable ver como esta potencia desde su fundación, ha apelado a métodos
dúplices para tratar de legitimar psicológicamente sus planes de agresión o conquista.
Comenzando con el Motín del Te en Boston en 1773, en el cual los colonos
rebeldes a pagar un nuevo impuesto por esta mercadería, se disfrazaron de
indios mohawk, y arrojaron los fardos de té por la borda de los navíos que la
importaban. Posteriormente la voladura del obsoleto acorazado Maine en el
puerto de La Habana en 1898, le permitió declararle la guerra a España, para
quedarse con Cuba. La cual muchos años después trató de ser explicada no como
una conspiración, sino por una fortuita autoignición del carbón.
A
su vez el supuesto ataque por sorpresa japonés a Pearl Harbor en 1941, le
permitió a EEUU justificar el ingreso a la 2da Guerra Mundial ante su opinión
pública interna, que se manifestaba enteramente reacia a ello, tras la
experiencia de la 1ra Guerra Mundial. Pese a que la inteligencia norteamericana
conocía al detalle de ese ataque, al haberlo propiciado bloqueando el
abastecimiento de petróleo a Japón, y por haber roto el código “Purpura”
cifrado de sus comunicaciones.
En
el camino, “legitimado” en base a supuestas agresiones por parte de indígenas o
mexicanos, EEUU se comió a mordiscones a Florida, Texas, y la mitad de México,
haciéndose así un país bioceánico, e incorporando 30 nuevos estados a los 13
originales. Y de pasó facilitó la toma de las Malvinas en 1833 por parte del
Reino Unido, quién luego se reveló como su socio dilecto, con la previa destrucción de la colonia argentina
existente allí por parte de la US Lexington.
Justificada
por la captura de pesqueros norteamericanos por parte del capitán inglés Mathew
Brisbane, el segundo del gobernador de las islas, Luis Vernet, pese a las advertencias que al
respecto había efectuado EEUU previamente.
Por ello se puede afirmar que la ocupación de las Malvinas en 1833 no
fue británica, sino anglo-norteamericana, igual que en la guerra de 1982.
Para
estos países avanzados, democracia no es respetar la opinión pública, sino
moldearla y manipularla, para que acepte o pida lo que los intereses poderosos
quieren. Y para ello están los servicios de inteligencia, y los medios de
comunicación. Siendo esta la importancia vital de estos últimos, y consistiendo
la forma más refinada de los primeros,
el lograr que el adversario haga o aparente hacer lo que a estos le conviene.
El experto en guerra psicológica Henry Kissinger, llamaba a eso la
“legitimación psicológica” que debe acompañar a todo accionar.
Las
tres tesis subsistentes
Si
esta tesis conspirativa no fuera cierta, queda entonces el interrogante de si
la desmesurada cobertura dada al caso por la prensa occidental, fue solo un
acto reflejo de defensa corporativa, aprovechando sus músculos mediaticos. O
una magnificación deliberada, aprovechando la volada, para llevar agua al
molino de Israel y Occidente, a los que sirve fielmente mientras se jacta de
ser “independiente”.
Quedando
no obstante las tres tesis subsistentes, ya que la actuación de un comando
terrorista altamente profesional y efectivo a la luz de sus lamentables
resultados; se desplomó seguidamente como si se tratara de patanes, al olvidar
sus documentos en el auto usado para el operativo. Lo que permitió a los
burlados servicios de inteligencia franceses, descubrir sus entidades, pese a
que supuestamente los venía vigilando estrechamente. Los que emularon así al
inspector Clouseau de “La pantera Rosa”, que de nada se daba cuenta, salvo lo
que tenía delante de las narices.
A
ello se agregó la desesperada huida a través de Francia de los supuestos
asesinos, vestidos de negro para operaciones nocturnas, y con sus Kalashnicov
al hombro. La que por otro lado es entendible, ya sea que hayan sido
efectivamente sus autores, o hayan sido
inocentes, para no quedar como pagotes difuntos, como sueles suceder en estos
casos, tal como finalmente sucedió, llevándose a la tumba la verdad de la
cuestión. Igual que paso con Lee Harvey
Oswald, al quién se le endilgó el asesinato del presidente John Kennedy,
magnicidio que encabeza la nómina de las tesis conspirativas.
A
ello se sumó un confuso ataque en solitario a un supermercado kosher, con toma
de rehenes incluida, que deparó otras cuatro víctimas, pero ya claramente de
origen judío. Lo que permitió que Nentanyahu y sus servicios de inteligencia
tomaran directamente basas en el asunto, al considerar que Israel era la
afectada. Mientras que algunos periodistas tremendistas afirmaran que París
ardía, y Francia necesitaba paz.
Pese
a que esta es la que se ha arrojado el curioso mandato de intervenir
bélicamente y hacer la guerra, tanto en Libia como en Siria, y en los países
subsaharianos, como si aun fueran sus posesiones coloniales. Y como si ello
pudiera hacerse sin ligar rebote alguno, porque supuestamente Francia es el
ámbito de la libertad, la igualdad, y la fraternidad, según dicen sus
ditirambos, virtudes de las que no obstante parece estar cada vez más lejos.
O
sea todo es muy parecido a una mala película de Hollywood, de esas que suele
financiar la CIA, conforme sus necesidades del momento. La que a su vez se
halla inmersa en el escándalo por las torturas practicadas sistemáticamente a
los musulmanes, conforme reveló una investigación del Senado norteamericano,
igual que hace Israel en defensa de la civilización judeo greco cristiana
occidental. Y por lo tanto este trágico y oportuno escándalo ejecutado
aparentemente por amateurs, pero amplificado estentóreamente hasta el paroxismo
por la prensa occidental, les viene también muy bien, muy bien a ambos, como
justificativo de ellas.-
Francisco
Javier Llorens
Enero 2015