Entre
sínodos y robo de documentos....¿Opus Dei vs Jesuítas?
Rouco
Varela y varios altos cargos de la curia romana critican al Papa por sus
reformas
Varios
cardenales amenazan con un cisma en la Iglesia si hay cambios en la doctrina
sobre el matrimonio o la familia
El
documento acusa al Papa de instaurar el "divorcio católico" con su
reforma sobre las nulidades exprés. Entre los críticos al Pontífice está el
español Rouco Varela.
El
Sínodo de la Familia, que arranca este domingo, se presenta como un pulso entre
aperturistas y ultraconservadores
Jesús
Bastante
02/10/2015
- 20:32h
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El
papa Francisco en el VIII Encuentro Mundial de las Familias.
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ETIQUETAS: religion, papa, sinodo,
divorciados, nulidades, homosexuales, catolicos
Este
domingo, 270 padres sinodales (entre cardenales, obispos, teólogos y familias)
abren la segunda fase del Sínodo de la Familia, un evento convocado por el Papa
Francisco para "ofrecer respuestas ante los desafíos de la familia
hoy". Cuestiones como la postura de la Iglesia ante los matrimonios gay,
la comunión de los divorciados vueltos a
casar o la legalización de la parejas de hecho son algunos de los temas a
debate. Cuestiones para las que Bergoglio quiere encontrar una solución basada
en la apertura y que, sin embargo, están siendo contestadas con dureza desde
dentro de la mismísima Curia romana -el órgano de gobierno de la Santa Sede-.
Propuestas
como una vía para que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar, se
reconozcan las virtudes objetivas de las uniones no matrimoniales y una mayor
acogida a las parejas gay ya fueron suscritas mayoritariamente en la primera
fase del Sínodo, celebrada el año pasado, aunque no alcanzaron los dos tercios
necesarios. Sin embargo, el propio Papa, en lugar de cerrar el debate, determinó
que ambas cuestiones volvieran al orden del día de este encuentro.
Y
más aún: semanas antes de que comience el Sínodo, Francisco emitió un
"Motu Proprio" en el que instauraba las "nulidades exprés",
rápidas y gratuitas, que los más críticos han calificado como la creación del
"divorcio católico".
Un
documento contra la postura del Papa
Apenas
dos días después de la publicación de la reforma papal, empezó a circular por
la Curia un informe detallado que critica los supuestos atropellos cometidos por
Jorge Mario Bergoglio en el primero de estos documentos magisteriales, en los
que simplifica los procesos de nulidad matrimonial y pide la gratuidad de los
mismos. Según adelantaba el semanario católico Vida Nueva, un sector de la
Santa Sede lo llama "la ley del divorcio católico" y lo califica de
"muy preocupante".
Los
críticos con Francisco consideran un coladero el juicio breve para declarar un
matrimonio nulo que instituye el motu proprio. "Da la impresión de que no
se intenta buscar la verdad, sino aprobar el mayor número posible de
nulidades", puede leerse en el documento crítico, un informe cuyo autor o
autores se amparan en el anonimato.
Rouco
dice que la Iglesia tiene que ser como es Cáritas, como "un hospital de
campaña"
Rouco
Varela, también crítico con la postura papal
El
texto ha sido distribuido al más alto nivel y lo tiene sobre su mesa el
cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la
Doctrina de la Fe, según desveló el semanario germano Die Zeit. Máximo exponente
del dicasterio vaticano encargado de velar por la ortodoxia de la fe católica,
Müller ha manifestado en varias ocasiones su oposición a que los divorciados
vueltos a casar sean readmitidos a los sacramentos. Este se presentaba como uno
de los temas de mayor interés mediático de los que se debatirán en el Sínodo
sobre la Familia, que se celebra en Roma del 4 al 25 de octubre. El Pontífice
habría desactivado en parte este debate al facilitar el proceso de nulidad
matrimonial, al que podrán ahora acogerse de manera mucho más fácil quienes se
encuentran en una segunda unión.
Rouco
arremete contra el Papa
Los
más beligerantes, sin duda, son una minoría de cardenales -muchos de ellos
apartados de sus cargos en los últimos meses- que no dudan en arremeter contra
las reformas de Francisco, llegando a dudar incluso de su legitimidad. A las
críticas por la nueva normativa sobre las nulidades, se han sumado diversas
publicaciones, como la que ha llevado a once purpurados -entre ellos, el
exarzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela- , a manifestar su rechazo a
que los divorciados que se hayan vuelto a casar puedan comulgar, considerando
que las rupturas matrimoniales son una pandemia y afirmado que las uniones de
parejas homosexuales desafían el sentido común.
Algunos
de ellos, incluso, van más allá, como el cardenal de Bolonia, Carlo Caffarra,
quien ha subrayado que admitir "legítimamente" a los divorciados que
se han vuelto a casar en la Eucaristía "niega la ontología sacramental del
matrimonio y reduce la indisolubilidad a una ley moral".
"No
es posible. Tal admisión querría decir cambiar la doctrina del matrimonio, de
la eucaristía, de la confesión, de la Iglesia sobre la sexualidad y tendría una
relevancia pedagógica destructiva porque ante esta decisión, especialmente los
jóvenes podrían concluir que no existe un matrimonio indisoluble",
asegura.
Por
su parte, el cardenal Leo Burke -que se ha convertido en la cabeza de la
oposición a Francisco- ha lamentado que en materia de familia y matrimonio han
entrado en la Iglesia "confusiones" y "errores" que, a su
juicio, han hecho pensar que el Sínodo es competente para modificar la doctrina
y la praxis católica en estos ámbitos, al tiempo que ha llamado a evitar estas
"distorsiones dañinas".
"Se
ha dado la impresión de que el Sínodo lo podía hacer: en cambio es necesario
que se eviten estas distorsiones dañinas para la Iglesia universal", ha
destacado el purpurado americano, uno de los paladines de la publicación de un
documento dirigido al Sínodo en el que, entre otras cosas, se advierte de que
si la Iglesia iguala las relaciones heterosexuales a las homosexuales se
subvierte la ley natural.
"Es
impensable que la Iglesia haga hipótesis de una equivalencia de hecho, no sólo
en el ámbito legal, entre una relación y una pareja heterosexual y una relación
de carácter homosexual, porque esto sería la subversión de la ley natural y del
designio de amor de Dios creador", reza el manifiesto.
Los
divorciados invitan a pecar
Uno
de los cargos más relevantes en la Curia que se ha opuesto públicamente a
Francisco es el cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el
Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Para el purpurado africano,
"si los divorciados se vuelven a casar civilmente se ponen en una situación
que contradice objetivamente la ley de Dios. Por lo cual no pueden acceder a la
comunión eucarística mientras persista esta situación".
En
su opinión, es "erróneo" argumentar "que el divorcio es tan
frecuente hoy en día que el escándalo ha dejado de existir" y que, por lo
tanto, los divorciados en nueva unión podrían volver a comulgar porque "no
chocaría" a nadie. "Esta clase de razonamiento se basa en una
comprensión errónea de la noción de escándalo, que no consiste en un impacto
psicológico sino en un acción que induce deliberadamente a otro a pecar",
constata.
El
Sínodo de la Familia arranca este domingo y concluirá el 25 de octubre. Las
conclusiones, que se harán públicas, pasarán a consideración del Papa
Francisco, el único que tiene potestad para decidir cambios o no en estas
cuestiones. Se espera que, durante el año que viene, que Bergoglio ha dedicado
a la Misericordia, puedan darse reformas, especialmente en el campo de las
parejas de hecho y los divorciados vueltos a casar. Pocos dudan de que este
Papa quiere llevar a cabo una profunda reforma pastoral en la Iglesia. Pero
tampoco que muchos católicos ultraconservadores -y buena parte de la Curia- se
opondrán hasta el final a cualquier apertura. La partida está planteada. Desde
el domingo, comienza a jugarse.